Lo que vi ayer con Ana, me ha recordado muy mucho a LevelUp... una supuesta escuela de negocios pero que canta a secta que echa para atrás. Yo fui a una de sus formaciones... y una y no más. Hacen lo mismo: bailan, no tienes tiempo ni para mear, y te van moliendo a aire frío para que no te duermas. Eso adornado con 'adoración' al líder del grupo, para al final venderte sus cursitos que "te cambiarán la vida" al módico precio de muchos euros. Lógicamente, no volví.
A Ana se le va la pelota. Punto.
Pero sí,... tiene los días contados para ser la Robbins española.