Una más por aquí que se suma al grupo. Para mí, llegar a los 30 (ahora tengo 31) supuso darme cuenta que la mayor parte de mi entorno había dado un giro completo a su vida social. Si tienen pareja, si te he visto no me acuerdo. Las quedadas se reducen a breves cafés esporádicos. Las excursiones, viajes, comidas, posados para instagram, etc. se reducen a su pareja, otras parejas y familia. Eso sí, si se quedan solteros o están en vías de separación, el primer comentario que recibo es... quiero salir contigo de fiesta.
Entiendo que la vida cambia, las responsabilidades laborales y familiares aumentan, el tipo de planes que pueden apetecer... Me encanta salir de fiesta, comer en un restaurante nuevo, hacer una excursión cultural, viajar, hacer deporte, etc. También me gusta integrar a todo el mundo, colegas que se quedan descolgados, parejas, amigos de siempre, nuevos amigos. Me choca ser una persona totalmente abierta a los demás y a cualquier tipo de plan, pero que los demás solo se 'abran a mí' cuando no están con el tío de turno y necesitan irse de ligues o que les presente a gente.
Y también he estado en el otro lado, con pareja estable y trabajo absorbente, y jamás he dejado a los demás de lado.
