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AMPARO MUÑOZ, la gran olvidada
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Por mi juventud desconocía la historia de esta mujer, pero me quedo a cuadros al saber que Rosa Villacastín afirmara algo así, sin pruebas, y sobre la salud de una persona que es lo más íntimo que hay. Ahora la tipa se las da de lista y va sentando cátedra toda digna en la prensa del corazón......... qué horror..............¿no la demandó? ¿A quién molestaba tanto la existencia de Amparo para que la vapulearan en la prensa así? ¿ Tenía muchos/as enemigos/as?
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Una cantidad irrisoria que le pudo ocasionar muchísimos problemas, simplemente a nivel laboral, que la dejasen de contratar... etc me parece lamentable
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Despues de que Villacastín publicara, sin pruebas, que tenía Sida, Amparo entró en una profunda depresión acentuada porque ni dejaba sus habituales dosis ni la contrataban.
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El ocaso de Amparo Muñoz, la mujer más bella del mundo
Sufrió hace seis años dos aneurismas cerebrales que le paralizaron la mitad del cuerpo. Pero ése no había sido su único paso por el quirófano, ya que fue intervenida en Valencia de una malformación en el cerebelo. Cuando le preguntó al neurólogo qué le podía suceder si no se sometía a la operación, le contestó: «Que cualquier mañana, al agacharte a recoger un zapato, te puedes morir». «Me quedan secuelas, no veo claro, escucho con dificultad y siento mucha vergüenza cuando llego a un bar o a una tienda y la gente me mira», reconoció. Y prosiguió: «Casi nadie se acordó de venir a visitarme. De los hombres con los que tuve una relación más o menos estable, únicamente se interesó por mí Elías Querejeta».
Sufrió hace seis años dos aneurismas cerebrales que le paralizaron la mitad del cuerpo. Pero ése no había sido su único paso por el quirófano, ya que fue intervenida en Valencia de una malformación en el cerebelo. Cuando le preguntó al neurólogo qué le podía suceder si no se sometía a la operación, le contestó: «Que cualquier mañana, al agacharte a recoger un zapato, te puedes morir». «Me quedan secuelas, no veo claro, escucho con dificultad y siento mucha vergüenza cuando llego a un bar o a una tienda y la gente me mira», reconoció. Y prosiguió: «Casi nadie se acordó de venir a visitarme. De los hombres con los que tuve una relación más o menos estable, únicamente se interesó por mí Elías Querejeta».
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"Yo he vivido mi vida lo mejor que he podido, intentando no hacer daño a nadie. Si a alguien le he hecho daño ha sido a mí misma y a mis padres, que han tenido que sufrir mucho por mí. Siempre le he tenido respeto a todo el mundo, cosa que no han hecho conmigo. Espero que empiecen a hacerlo a partir de ahora"
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La triste vida de la más bella
Recuerdan sus amigos que la vida le dio una belleza espectacular, le llevó al éxito profesional, le dotó de «un corazón inmenso»... Le ofreció todo lo bueno, pero también todo lo malo. Tocó el cielo de la fama, pero cayó al infierno de las drogas y la enfermedad. Siempre se levantó, se reconstruyó en muchas ocasiones. «Era una luchadora», aseguran. Pero el domingo perdió la batalla. La modelo y actriz Amparo Muñoz falleció en su domicilio malagueño a los 56 años de edad y «rodeada en todo momento de su familia», como declaró su hermano Pedro Muñoz, que pidió insistentemente «respeto» y «absoluta privacidad». «En todo momento estamos cumpliendo la voluntad de Amparo, ella nunca quería que la vieran mal», manifestó, visiblemente afectado. El funeral se oficia a primera hora de hoy. Su salud estaba muy deteriorada desde que le detectaron un tumor cerebral hace ocho años, pero nadie quiso ayer poner nombre al mal que finalmente se la llevó.
«Llevan años anunciando lo que hoy ha ocurrido, se le han colgado muchos sambenitos de enfermedades que el tiempo ha demostrado que no tenía», declaró sin aclarar nada más José Manuel Parada, que acudió a dar el pésame a la familia, que velaba en la más estricta intimidad el cuerpo de la actriz en el Parque Cementerio de Málaga. «Ella estaba intentando reponerse de todas sus cosas y empezar una vida nueva y tranquila, pero este ultimo golpe que le ha dado la enfermedad no ha podido superarlo», apuntó su gran amigo Máximo Valverde, conmocionado por este «palo tremendo».
Él fue uno de los hombres de su vida. Y Amparo Muñoz fue «la mujer más importante» de la suya. «Es a la que más he querido de todas las mujeres a las que he amado», sentenció. Rememoró «su sonrisa, su juventud, su belleza, su alegría y sus ganas de vivir». Hizo hincapié en que ella lo tuvo todo, «menos la suerte de tener buenas compañías». «Desgraciadamente, no tuvo buena gente a su lado; le hicieron mucho daño y ella no se dio cuenta», lamentó.
Recuerdan sus amigos que la vida le dio una belleza espectacular, le llevó al éxito profesional, le dotó de «un corazón inmenso»... Le ofreció todo lo bueno, pero también todo lo malo. Tocó el cielo de la fama, pero cayó al infierno de las drogas y la enfermedad. Siempre se levantó, se reconstruyó en muchas ocasiones. «Era una luchadora», aseguran. Pero el domingo perdió la batalla. La modelo y actriz Amparo Muñoz falleció en su domicilio malagueño a los 56 años de edad y «rodeada en todo momento de su familia», como declaró su hermano Pedro Muñoz, que pidió insistentemente «respeto» y «absoluta privacidad». «En todo momento estamos cumpliendo la voluntad de Amparo, ella nunca quería que la vieran mal», manifestó, visiblemente afectado. El funeral se oficia a primera hora de hoy. Su salud estaba muy deteriorada desde que le detectaron un tumor cerebral hace ocho años, pero nadie quiso ayer poner nombre al mal que finalmente se la llevó.
«Llevan años anunciando lo que hoy ha ocurrido, se le han colgado muchos sambenitos de enfermedades que el tiempo ha demostrado que no tenía», declaró sin aclarar nada más José Manuel Parada, que acudió a dar el pésame a la familia, que velaba en la más estricta intimidad el cuerpo de la actriz en el Parque Cementerio de Málaga. «Ella estaba intentando reponerse de todas sus cosas y empezar una vida nueva y tranquila, pero este ultimo golpe que le ha dado la enfermedad no ha podido superarlo», apuntó su gran amigo Máximo Valverde, conmocionado por este «palo tremendo».
Él fue uno de los hombres de su vida. Y Amparo Muñoz fue «la mujer más importante» de la suya. «Es a la que más he querido de todas las mujeres a las que he amado», sentenció. Rememoró «su sonrisa, su juventud, su belleza, su alegría y sus ganas de vivir». Hizo hincapié en que ella lo tuvo todo, «menos la suerte de tener buenas compañías». «Desgraciadamente, no tuvo buena gente a su lado; le hicieron mucho daño y ella no se dio cuenta», lamentó.
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«Siempre he luchado por mi libertad»
Libertad. La palabra que más repitió Amparo Muñoz durante el programa de Canal Málaga 'Mirada al Sur' que protagonizó en enero de 2006, una de sus últimas entrevistas para la televisión.
Durante la conversación, Muñoz no eludió los asuntos dolorosos, como el alto coste de haber mantenido su independencia. «He pagado un precio muy alto por todo lo que he hecho... y por lo que no he hecho también», reflexionaba antes de lamentar: «No se me ha perdonado nada». Aunque Muñoz tampoco cejó en su empeño: «Siempre he luchado por mi libertad».
La enfermedad («Vi los ojos a la muerte y después de eso te conviertes en otra persona»), el amor («En el amor, cuando he querido, he querido mucho») o su relación con su familia («El único hombre que conservo en el recuerdo es mi padre») fueron otros de los asuntos que abordó Muñoz durante la charla, en la que recordó sus películas junto a Carlos Saura o Jaime Chávarri y lamentó el enorme peso -quizá, en muchas ocasiones, la carga- que supuso el título de Miss Universo para su carrera y su vida personal.
«Si no hubiera sido Miss Universo, mi carrera como actriz hubiera ido por un camino más gratificante»
«En los últimos años la gente me mira de otra forma. Han conocido a la verdadera Amparo Muñoz»
«Me alegro muchísimo de haber abandonado el título de Miss Universo»
Libertad. La palabra que más repitió Amparo Muñoz durante el programa de Canal Málaga 'Mirada al Sur' que protagonizó en enero de 2006, una de sus últimas entrevistas para la televisión.
Durante la conversación, Muñoz no eludió los asuntos dolorosos, como el alto coste de haber mantenido su independencia. «He pagado un precio muy alto por todo lo que he hecho... y por lo que no he hecho también», reflexionaba antes de lamentar: «No se me ha perdonado nada». Aunque Muñoz tampoco cejó en su empeño: «Siempre he luchado por mi libertad».
La enfermedad («Vi los ojos a la muerte y después de eso te conviertes en otra persona»), el amor («En el amor, cuando he querido, he querido mucho») o su relación con su familia («El único hombre que conservo en el recuerdo es mi padre») fueron otros de los asuntos que abordó Muñoz durante la charla, en la que recordó sus películas junto a Carlos Saura o Jaime Chávarri y lamentó el enorme peso -quizá, en muchas ocasiones, la carga- que supuso el título de Miss Universo para su carrera y su vida personal.
«Si no hubiera sido Miss Universo, mi carrera como actriz hubiera ido por un camino más gratificante»
«En los últimos años la gente me mira de otra forma. Han conocido a la verdadera Amparo Muñoz»
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Amparo Muñoz: «No todo lo que he vivido ha sido una mierda»
«Salí de Málaga una mañana del verano de 1973 y volví treinta años después, enferma y desorientada, acostada sobre un colchón, en un monovolumen». De esta forma, Amparo Muñoz revela cómo regresó a la casa paterna para morir, después de que un mes antes le hubieran operado en Valencia de una malformación en el cerebelo. En Málaga tuvo una recaída, pero, aunque, dice, «quedan secuelas, no veo claro, escucho con dificultad y siento mucha vergüenza cuando llego a un bar, a una tienda, y la gente se queda mirándome», la actriz dijo ayer a ABC que se encuentra «muy bien, cada día mejor. El hecho de tener una actividad, como ésta, me hace sentirme bien».
De Patxi Andión -«pisoteó todas mis ilusiones», «convirtió la convivencia en un infierno»-. «Es mi experiencia con él -justifica Amparo Muñoz-, no trato de insultarle ni de fastidiarle, pero no puedo hablar bien de él, no sería sincera. Creo que mi matrimonio con él y la posterior ruptura son la clave de muchos errores que he cometido después».
Su segundo marido, el chileno Flavio Labarca, la introdujo «en el laberinto de las drogas»; el tercero, Víctor, «no dio golpe» mientras estuvo con ella, y cómo su último novio, Daniel, 25 años más joven que ella, se alejó nada más caer enferma: «Cuando mi estado se agravó, le perdí de vista». Pero la actriz admite que, a pesar de sus equivocaciones, «no todo lo que he vivido ha sido una mierda. Si he estado con ellos es porque me han hecho vibrar».
Guarda especial recuerdo de la relación «espiritual y fraternal» que mantuvo con Antonio Flores -«tenía un cuerpo precioso (...). Aún recuerdo el tacto de su piel»-, Elías Querejeta -«me sacó de la locura de mi separación de Patxi Andión»-, Máximo Valverde -«el mejor amante»- o el político de intensos ojos azules al que denomina «el hombre de la perla» -«el más tierno y sensual».
Tras dos abortos, uno de ellos voluntario -que en el libro relata como «la decisión más equivocada que he tomado en mi vida»-, la ex Miss Universo confiesa que no ha sentido dolor al revivirlo: «Algunos pasajes hacían que se me saltaran las lágrimas y los suavizaba, porque no he querido que la gente sienta lástima al leerlo, no quiero dar pena».
«Salí de Málaga una mañana del verano de 1973 y volví treinta años después, enferma y desorientada, acostada sobre un colchón, en un monovolumen». De esta forma, Amparo Muñoz revela cómo regresó a la casa paterna para morir, después de que un mes antes le hubieran operado en Valencia de una malformación en el cerebelo. En Málaga tuvo una recaída, pero, aunque, dice, «quedan secuelas, no veo claro, escucho con dificultad y siento mucha vergüenza cuando llego a un bar, a una tienda, y la gente se queda mirándome», la actriz dijo ayer a ABC que se encuentra «muy bien, cada día mejor. El hecho de tener una actividad, como ésta, me hace sentirme bien».
De Patxi Andión -«pisoteó todas mis ilusiones», «convirtió la convivencia en un infierno»-. «Es mi experiencia con él -justifica Amparo Muñoz-, no trato de insultarle ni de fastidiarle, pero no puedo hablar bien de él, no sería sincera. Creo que mi matrimonio con él y la posterior ruptura son la clave de muchos errores que he cometido después».
Su segundo marido, el chileno Flavio Labarca, la introdujo «en el laberinto de las drogas»; el tercero, Víctor, «no dio golpe» mientras estuvo con ella, y cómo su último novio, Daniel, 25 años más joven que ella, se alejó nada más caer enferma: «Cuando mi estado se agravó, le perdí de vista». Pero la actriz admite que, a pesar de sus equivocaciones, «no todo lo que he vivido ha sido una mierda. Si he estado con ellos es porque me han hecho vibrar».
Guarda especial recuerdo de la relación «espiritual y fraternal» que mantuvo con Antonio Flores -«tenía un cuerpo precioso (...). Aún recuerdo el tacto de su piel»-, Elías Querejeta -«me sacó de la locura de mi separación de Patxi Andión»-, Máximo Valverde -«el mejor amante»- o el político de intensos ojos azules al que denomina «el hombre de la perla» -«el más tierno y sensual».
Tras dos abortos, uno de ellos voluntario -que en el libro relata como «la decisión más equivocada que he tomado en mi vida»-, la ex Miss Universo confiesa que no ha sentido dolor al revivirlo: «Algunos pasajes hacían que se me saltaran las lágrimas y los suavizaba, porque no he querido que la gente sienta lástima al leerlo, no quiero dar pena».
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Máximo Valverde: "Amparo Muñoz es la mujer que más he querido"
Valverde acudió al tanatorio de Málaga, donde se velaban los restos mortales de Amparo Muñoz, que falleció el domingo como consecuencia de un cáncer.
"La quise mucho en una época de mi vida. Quizá es la mujer que más he querido de todas las mujeres a las que yo he amado. Es muy duro entrar ahí y verla postrada"
Muñoz y Valverde mantuvieron una relación que, al terminar, se transformó en una buena amistad que perduró hasta la muerte de ella. "Yo no tenía nada pendiente con ella. Cuando nos veíamos hablábamos de nuestra époica siempre en positivo, yo creo que las cosas malas se olvidan y de Amparo sólo voy a guardar buenos recuerdos y muchos sentimientos"
Valverde acudió al tanatorio de Málaga, donde se velaban los restos mortales de Amparo Muñoz, que falleció el domingo como consecuencia de un cáncer.
"La quise mucho en una época de mi vida. Quizá es la mujer que más he querido de todas las mujeres a las que yo he amado. Es muy duro entrar ahí y verla postrada"
Muñoz y Valverde mantuvieron una relación que, al terminar, se transformó en una buena amistad que perduró hasta la muerte de ella. "Yo no tenía nada pendiente con ella. Cuando nos veíamos hablábamos de nuestra époica siempre en positivo, yo creo que las cosas malas se olvidan y de Amparo sólo voy a guardar buenos recuerdos y muchos sentimientos"
