AMANCIO ORTEGA DONA 320 MILLONES PARA EQUIPOS CONTRA EL CANCER EN LA SANIDAD PUBLICA

Alfonso Gomez
El Sr. Amancio puede estar tranquilo, en breve se le subiran los impuestos para que aporten más los que más tienen. Conociendo su solidaridad seguro que no le va a importar esta medida de los socio-comunistas-bolivarianos-bilduetarras.. Esta va a ser su gran oportunidad, sr. Amancio
Ya conocemos el plan. Pobreza generalizada para imponer dictadura pandemita.
 
Para que yo gane un salario digno ( no como nuestros marqueses) el que me lo paga tiene que ganarMAs si no apaga y vamonos, .Si yo gano 50 y te pago 50.....que , todos somos muy nricos las cuentas de tu casa las sabes tu
 
Ya conocemos el plan. Pobreza generalizada para imponer dictadura pandemita.

Amancio Ortega, caridad cristiana y explotación capitalista

Javi Losada - Esquerda Revolucionaria Galiza Política 02 Abril 2020



200402_1.jpg



Primero chupáis la sangre a los proletarios y luego practicáis con ellos autocomplaciente filantropía, presentándoos ante el mundo como benefactores de la humanidad cuando dais a las víctimas una centésima parte de lo que les pertenece

La situación de la clase obrera en Inglaterra,
F. Engels, 1845

La campaña de propaganda sobre las donaciones que millonarios, empresarios, futbolistas y famosillos de lo más variopinto vienen haciendo a cuenta de la crisis provocada por el coronavirus nos trae a la memoria esta frase que Engels utilizó hace 175 años, y que sigue tan vigente como entonces.

Y es que los esperpentos vividos estos días a cuenta de las limosnas de Amancio Ortega no se pueden entender sin la maquinaria de propaganda salvaje puesta a todo trapo por los capitalistas y sus medios de comunicación: vídeos de trabajadores de Inditex felicitándolo por su 84 cumpleaños o ambulancias que hicieron sonar sus sirenas delante de la casa de Amancio como muestra de agradecimiento. No sabemos si “el benefactor” tuvo a bien salir a la ventana para agradecer dicho gesto.

La propaganda del rico a cuenta de la necesidad del pobre

Este tipo de campañas no son novedosas, y se desarrollan con más intensidad en momentos de crisis. Desde 2008 hemos visto como han proliferado, especialmente en Estados Unidos. Bill Gates (Microsoft), Jeff Bezzos (Amazon y actualmente la persona más rica del mundo, según Forbes) o Warren Buffet son solo algunos de los más de 200 multimillonarios que han formado parte de este circo. Curiosamente ninguno de estos filántropos ve mermadas sus cuentas, todo lo contrario.

En el Estado español esta “moda” la recuperó Amancio Ortega hace años, a cuenta de los 320 millones de euros donados para comprar máquinas e instrumentación en la lucha contra el cáncer. Ahora, en plena pandemia, su fundación ha anunciado la donación al sistema público de salud de tres millones de mascarillas, 1.450 respiradores, un millón de kits de detección del Covid-19, 450 camas hospitalarias y otro material de protección variado (gorros, guantes o batas). Todo ello valorado en 63 millones de euros.

Tras él han salido a la luz otras muestras de bondad empresarial. De todas las iniciativas la más significativa ha sido el anuncio de las principales empresas del IBEX35 de crear un fondo de ayuda para la compra de material. El BBVA, el Banco Santander, Inditex, Iberdrola, Telefónica y Endesa han anunciado que pondrán 25 millones de euros cada una, y que dejan la puerta abierta a que se sumen el resto aportando la cantidad que estimen oportuno. Y con estos 150 millones de euros, sus sobras y calderilla, pretenden darnos lecciones de moral, compromiso y solidaridad.

Lo último en todo este circo ha sido la plataforma de recogida de donaciones privadas que ha puesto en marcha la Comunidad de Madrid (el PP), a la vanguardia en supresión de impuestos a los ricos y en privatizar los servicios sociales, y que en 24 horas ha recaudado más de 4,5 millones de euros.

La caridad no es “ayuda”, es un negocio

Lo primero que hay que decir es que estas donaciones, suponiendo que sean ciertas, son simples limosnas, una parte ridícula de las fortunas que manejan. En el caso de Amancio Ortega los 63 millones, respecto de los 3.600 millones que ganó el año pasado, representan el 1,7%. En el caso del IBEX 35, los beneficios declarados el año pasado por las seis compañías arriba mencionadas superan los 19.500 millones de euros, es decir, los millones donados apenas suponen un 0,77%. A esta miseria debemos restar el 35% que podrán deducir fiscalmente en la próxima declaración de la renta, con lo que Amancio Ortega apenas donaría un 1% y las empresas del IBEX 35 un 0,5%.


A la par, pagan unos impuestos ridículos. Por ejemplo, según datos de la Agencia Tributaria, la Comunidad de Madrid deja de ingresar cada año 995,6 millones de euros solo con el Impuesto de Patrimonio, debido a las bonificaciones que en su día puso en marcha Esperanza Aguirre. Pero no solo es Madrid. José María Mollinedo, secretario general del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), denunciaba recientemente que las grandes empresas pagaban en 2008 una cantidad en impuestos que todavía hoy no se ha recuperado. En 2007 aportaron al Estado más de 44.000 millones de euros por Impuesto de Sociedades, en 2018 la cifra era de 24.000 millones. Según Mollinedo: “Es el único impuesto que no ha recuperado su recaudación”.


Las cifras oficiales de Amancio Ortega en 2018 son que de los 1.761 millones de euros de beneficio bruto, atribuidos a todos sus negocios en territorio español, ha pagado 380 millones a la Agencia Tributaria, lo que representa un 21,6% respecto a los beneficios. Es decir, un multimillonario con semejantes beneficios paga un porcentaje similar o inferior al que paga cualquier trabajador.


Y a todo esto tenemos que añadir la evasión (el propio Amancio fue condenado en 2013 a pagar 33 millones de euros a Hacienda), y elusión de impuestos (mediante mecanismos como las SICAV o el ocultamiento de capitales en paraísos fiscales) o la presentación de ERTES para que el Estado asuma el salario de sus trabajadores. Por ejemplo El Corte Inglés, que anunció la donación de ropa de cama para el hospital de campaña en IFEMA, presentó un ERTE para 25.900 empleados. O Inditex que ha anunciado que enviará a un ERTE a 25.000 empleados a partir del 15 de abril, si el estado de alarma continúa para entonces. No, señores, no queremos su caridad, os señalamos. Ustedes son los principales responsables de la miseria económica y la desigualdad social creciente.


Detrás de la filantropía está la explotación


Nada de esto debe sorprendernos. Por más obvio que sea, es bueno recordar que nadie se ha hecho rico con su propio trabajo, sin explotar a nadie. Y en el caso de Amancio menos que en ninguno. Su fortuna, que en los últimos dos meses ha caído en 22.000 millones de euros, asciende a 44.000 millones de euros, la mayoría procede del grupo Inditex. Para que seamos capaces de calibrar la cifra basten dos datos: si la repartiéramos entre los españoles nos corresponderían unos 1.000 euros a cada uno, y si la comparásemos con un país sería 15.000 millones de euros mayor que el PIB anual de Bolivia.


Inditex siempre ha basado su éxito en la explotación de seres humanos. En una primera etapa con la explotación laboral de miles de mujeres gallegas. Utilizando la subcontratación de los trabajos a cooperativas creadas especialmente para nutrir de empleo sin derechos a la pujante industria textil gallega (Roberto Verino o Adolfo Domínguez también se aprovecharon de este subempleo para desarrollar sus negocios), o explotando directamente a muchas mujeres que trabajaban en sus propias casas.


A esta época le sucedió su expansión mundial, y con ella la deslocalización de la producción a Marruecos, Turquía o Bangladesh. Las mujeres gallegas, sin derechos y con ínfimos salarios, no pudieron competir con los sueldos de miseria (en muchos casos inferiores a los 100 dólares al mes) que el bueno de Amancio paga en estos países o con el trabajo esclavo de niños.


Basta ya de limosnas, queremos derechos y justicia social


El problema ni siquiera es, como denunciaba Pablo Iglesias antes de llegar al Gobierno, que paguen más o menos impuestos. No es un problema de cómo redistribuimos. Los impuestos en el fondo, incluso los directos, no son justos. Porque no significa lo mismo el 1% para una familia trabajadora que ingrese 20.000 euros al año que para Amancio Ortega.


El problema es la existencia misma de estas fortunas en manos privadas, que individuos como Amancio Ortega dispongan de un 50% más de recursos que una nación rica en materias primas como Bolivia. Y eso este año, porque el pasado disponía de más del doble. Fortunas levantadas sobre el sufrimiento de miles de millones de seres humanos por todo el planeta.


La caridad juega un papel fundamental en los momentos en que los explotados miran a los ojos de los explotadores y les señalan como los responsables de su miseria. Son operaciones de marketing que buscan desviar esa mirada hacia otro lado. Es una forma más de dominación, ideológica y moral, de la clase dominante. Por supuesto, también sirve a estos parásitos para lavar su conciencia. Para lo que no sirve es para terminar con la explotación y la miseria creciente sino para justificarla, especialmente en momentos críticos. Es otro síntoma más de la debilidad de los capitalistas y de las oportunidades que vamos a tener en este período para acabar con la miseria y la hipocresía del capitalismo.
 
Ya conocemos el plan. Pobreza generalizada para imponer dictadura pandemita.


LO QUE NADIE CUENTA DE AMANCIO ORTEGA
26 Feb, 2016 galiciaunica 7 Comentarios Firmas
MARIA HIDALGO 1

Se llama María Hidalgo y es, pese a su juventud, una gran mujer. Escribe bien, toca temas que nadie se atreve siquiera a rozar y sobre todo es honesta, rara avis en esta sociedad donde el interés personal prima sobre el interés general. Me gusta por su independencia y por su periodismo de denuncia. También por su claridad a la hora de contar las verdades. Pero sobre todo porque ha llegado mucho más lejos que esa prensa tradicional que esconde las noticias que pueden perjudicar a sus intereses económicos.

A María Hidalgo la descubres en su blog, muhimu – historias que de verdad importan. He querido que la conocieras tú también porque se ha atrevido a investigar la obra del segundo nombre de la lista Forbes que registra a los más ricos del mundo; es decir, le canta las verdades sobre su imperio a Amancio Ortega, a quien, habitualmente, nos presentan los periódicos, las radios y las teles, como un ejemplar prohombre de nuestro tiempo cuando en realidad es solo un amasador de monedas. Verás.

INDITEX, LA VERDAD DEL IMPERIO
AMANCIO ORTEGA +

Adquirir una prenda de ropa de las marcas del grupo Inditex que se haya confeccionado en Marruecos supone refrendar un sistema de producción en el que las trabajadoras acumulan hasta 65 horas a la semana detrás de una máquina para cobrar un salario de 178,72 euros mensuales, condiciones laborales que las mantienen “viviendo en situación de pobreza” mientras el fundador del imperio textil, Amancio Ortega, se consolida como la mayor fortuna del planeta.

La multinacional española feudo de Amancio Ortega, quien ostenta la segunda mayor fortuna en el mundo, propietaria de las marcas Zara, Zara Home, Massimo Dutti, Pull & Bear, Bershka,Oysho, Kiddy’s Class, Uterqüe o Stradivarius, entre otras, ha recibido numerosas denuncias en países como Marruecos, Portugal, Argentina o Brasil, tras descubrirse talleres clandestinos donde vivían niños menores de edad que eran explotados en condiciones infrahumanas, realizando jornadas que excedían las doce horas.

Estos hechos, que se vienen sucediendo con escaso impacto mediático por parte de los grandes grupos informativos en el mundo (¿complicidad, tal vez?) desde los inicios de la Compañía, siguen repitiéndose a pesar de que el código de conducta de la Empresa prohíbe terminantemente la esclavitud, tanto de manera interna como en las subcontratas. Estas últimas son frecuentes víctimas de la justificación de sus prácticas; Inditex alega que los cientos de talleres clandestinos repartidos por el mundo que han sido y son investigados por albergar a niños y familias enteras que trabajan en condiciones de esclavitud confeccionando prendas y calzado para Inditex son ajenos a su conocimiento y su gestión corporativa.

La prensa nacional se niega a investigar que hay detrás del rentable y sucio negocio de la explotación de millones de trabajadores. Sin embargo, el periódico noruego Aftenposten creó un “reality” donde 3 jóvenes fueran a Camboya para ver cómo se produce la ropa que se ponen a diario. En su apartado de video lanzó varios capítulos bajo el nombre Sweat Shop.
(YouTube). En ella, se muestra a tres jóvenes noruegos que estuvieron en este país asiático, viviendo durante un mes en las mismas condiciones de vida y trabajo que las trabajadoras textiles. El resultado cambió sus vidas:

Más allá del objetivo de esta serie: ver a estos jóvenes enamorados de la moda llorando por todo lo que ven, es una oportunidad excepcional para mostrar las denunciables condiciones de trabajo que se vive en Camboya. Las largas jornadas de trabajo y un salario muy por debajo del nivel de vida provocan que más de 1.000 trabajadoras ya hayan perdido incluso el conocimiento mientras trabajaban en estas fábricas.


LA CENSURA EN PRENSA
Anniken Jorgensen +

Aquel viaje cambió la vida de una de las jóvenes y muchos de los que pudieron ver los capítulos. Pero Anniken Jørgensen, bloguera de tan solo 17 años decidió emprender una campaña de denuncia sobre lo que vio y que aquella experiencia no quedara en una simple anécdota.

Decidió denunciar qué marcas estaban detrás de esa explotación, como la sueca H&M. Fue al empezar a señalar a marcas concretas donde empezó su calvario pues según denuncia en su blog, el medio que les llevó de viaje, Aftenposten, le prohibió hablar públicamente sobre lo vivido y sobre todo mencionar marcas, concretamente H&M. A pesar de los meses de lucha el silencio mediático se mantenía. Ningún medio parecía dispuesto a hacerse eco de su denuncia y hablar de las marcas que fabricaban en aquellas tiendas.

Lo que dijo entonces Anniken Jorgensen fue…

—- Es increíblemente frustrante que una importante cadena de ropa tenga tanto poder que pueda asustar y condicionar al periódico más importante de Noruega. No es de extrañar que el mundo esté así. Pensaba que en mi país había libertad de expresión. Me equivoqué.

Poco a poco, y gracias al poder de difusión de la gente a través de sus redes sociales, la lucha de esta bloguera está obteniendo sus frutos, su blog es más seguido y sus denuncias son difundidas gracias a usuarios como tú o como yo. Gracias a esta presión, H&M ha dado el paso y le ha solicitado una reunión en su sede en Estocolmo (Suecia) y su denuncia de boicot mediático empieza a tener eco en varios medios de su país.

Según denuncian el estudio Shop ’til they drop el salario mínimo para los trabajadores del textil en Camboya ronda los 80 dólares, una cantidad que es inferior a lo aconsejable para vivir con garantías básicas de salud y alimentación. Los contratos suelen ser temporales y se van renovando de forma reiterada a lo largo del tiempo para evitar que los trabajadores se afilien a sindicatos (no son renovados si se asocian a colectivos relacionados con la defensa de los derechos laborales).

Tenemos que hablar de cómo han conseguido convertirnos en consumidores de ropa de usar y tirar. Todo ello orquestado según las “modas” que nos imponen renovar el armario cada temporada y gracias a la explotación a la que someten a millones de personas y animales en todo el mundo para abaratar costes. Pero merecemos saber y que se difunda la verdad para ser clientes conscientes y rechazar ciertas prácticas.

La proliferación de las tiendas low cost está íntimamente relacionada con una educación también low cost, que las políticas ultraliberales imponen a la sociedad: más bragas a 1 euro y menos Filosofía o Artes en los contenidos curriculares de escuelas y universidades. A través de un sistema de consumo estúpido y de una formación académica cada vez más estúpida, las sociedades serán más fácilmente manipulables, dirigidas, dominadas, vigiladas…


 
Amancio Ortega, caridad cristiana y explotación capitalista

Javi Losada - Esquerda Revolucionaria Galiza Política 02 Abril 2020



200402_1.jpg



Primero chupáis la sangre a los proletarios y luego practicáis con ellos autocomplaciente filantropía, presentándoos ante el mundo como benefactores de la humanidad cuando dais a las víctimas una centésima parte de lo que les pertenece

La situación de la clase obrera en Inglaterra,
F. Engels, 1845

La campaña de propaganda sobre las donaciones que millonarios, empresarios, futbolistas y famosillos de lo más variopinto vienen haciendo a cuenta de la crisis provocada por el coronavirus nos trae a la memoria esta frase que Engels utilizó hace 175 años, y que sigue tan vigente como entonces.

Y es que los esperpentos vividos estos días a cuenta de las limosnas de Amancio Ortega no se pueden entender sin la maquinaria de propaganda salvaje puesta a todo trapo por los capitalistas y sus medios de comunicación: vídeos de trabajadores de Inditex felicitándolo por su 84 cumpleaños o ambulancias que hicieron sonar sus sirenas delante de la casa de Amancio como muestra de agradecimiento. No sabemos si “el benefactor” tuvo a bien salir a la ventana para agradecer dicho gesto.

La propaganda del rico a cuenta de la necesidad del pobre

Este tipo de campañas no son novedosas, y se desarrollan con más intensidad en momentos de crisis. Desde 2008 hemos visto como han proliferado, especialmente en Estados Unidos. Bill Gates (Microsoft), Jeff Bezzos (Amazon y actualmente la persona más rica del mundo, según Forbes) o Warren Buffet son solo algunos de los más de 200 multimillonarios que han formado parte de este circo. Curiosamente ninguno de estos filántropos ve mermadas sus cuentas, todo lo contrario.

En el Estado español esta “moda” la recuperó Amancio Ortega hace años, a cuenta de los 320 millones de euros donados para comprar máquinas e instrumentación en la lucha contra el cáncer. Ahora, en plena pandemia, su fundación ha anunciado la donación al sistema público de salud de tres millones de mascarillas, 1.450 respiradores, un millón de kits de detección del Covid-19, 450 camas hospitalarias y otro material de protección variado (gorros, guantes o batas). Todo ello valorado en 63 millones de euros.

Tras él han salido a la luz otras muestras de bondad empresarial. De todas las iniciativas la más significativa ha sido el anuncio de las principales empresas del IBEX35 de crear un fondo de ayuda para la compra de material. El BBVA, el Banco Santander, Inditex, Iberdrola, Telefónica y Endesa han anunciado que pondrán 25 millones de euros cada una, y que dejan la puerta abierta a que se sumen el resto aportando la cantidad que estimen oportuno. Y con estos 150 millones de euros, sus sobras y calderilla, pretenden darnos lecciones de moral, compromiso y solidaridad.

Lo último en todo este circo ha sido la plataforma de recogida de donaciones privadas que ha puesto en marcha la Comunidad de Madrid (el PP), a la vanguardia en supresión de impuestos a los ricos y en privatizar los servicios sociales, y que en 24 horas ha recaudado más de 4,5 millones de euros.

La caridad no es “ayuda”, es un negocio

Lo primero que hay que decir es que estas donaciones, suponiendo que sean ciertas, son simples limosnas, una parte ridícula de las fortunas que manejan. En el caso de Amancio Ortega los 63 millones, respecto de los 3.600 millones que ganó el año pasado, representan el 1,7%. En el caso del IBEX 35, los beneficios declarados el año pasado por las seis compañías arriba mencionadas superan los 19.500 millones de euros, es decir, los millones donados apenas suponen un 0,77%. A esta miseria debemos restar el 35% que podrán deducir fiscalmente en la próxima declaración de la renta, con lo que Amancio Ortega apenas donaría un 1% y las empresas del IBEX 35 un 0,5%.


A la par, pagan unos impuestos ridículos. Por ejemplo, según datos de la Agencia Tributaria, la Comunidad de Madrid deja de ingresar cada año 995,6 millones de euros solo con el Impuesto de Patrimonio, debido a las bonificaciones que en su día puso en marcha Esperanza Aguirre. Pero no solo es Madrid. José María Mollinedo, secretario general del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), denunciaba recientemente que las grandes empresas pagaban en 2008 una cantidad en impuestos que todavía hoy no se ha recuperado. En 2007 aportaron al Estado más de 44.000 millones de euros por Impuesto de Sociedades, en 2018 la cifra era de 24.000 millones. Según Mollinedo: “Es el único impuesto que no ha recuperado su recaudación”.


Las cifras oficiales de Amancio Ortega en 2018 son que de los 1.761 millones de euros de beneficio bruto, atribuidos a todos sus negocios en territorio español, ha pagado 380 millones a la Agencia Tributaria, lo que representa un 21,6% respecto a los beneficios. Es decir, un multimillonario con semejantes beneficios paga un porcentaje similar o inferior al que paga cualquier trabajador.


Y a todo esto tenemos que añadir la evasión (el propio Amancio fue condenado en 2013 a pagar 33 millones de euros a Hacienda), y elusión de impuestos (mediante mecanismos como las SICAV o el ocultamiento de capitales en paraísos fiscales) o la presentación de ERTES para que el Estado asuma el salario de sus trabajadores. Por ejemplo El Corte Inglés, que anunció la donación de ropa de cama para el hospital de campaña en IFEMA, presentó un ERTE para 25.900 empleados. O Inditex que ha anunciado que enviará a un ERTE a 25.000 empleados a partir del 15 de abril, si el estado de alarma continúa para entonces. No, señores, no queremos su caridad, os señalamos. Ustedes son los principales responsables de la miseria económica y la desigualdad social creciente.


Detrás de la filantropía está la explotación


Nada de esto debe sorprendernos. Por más obvio que sea, es bueno recordar que nadie se ha hecho rico con su propio trabajo, sin explotar a nadie. Y en el caso de Amancio menos que en ninguno. Su fortuna, que en los últimos dos meses ha caído en 22.000 millones de euros, asciende a 44.000 millones de euros, la mayoría procede del grupo Inditex. Para que seamos capaces de calibrar la cifra basten dos datos: si la repartiéramos entre los españoles nos corresponderían unos 1.000 euros a cada uno, y si la comparásemos con un país sería 15.000 millones de euros mayor que el PIB anual de Bolivia.


Inditex siempre ha basado su éxito en la explotación de seres humanos. En una primera etapa con la explotación laboral de miles de mujeres gallegas. Utilizando la subcontratación de los trabajos a cooperativas creadas especialmente para nutrir de empleo sin derechos a la pujante industria textil gallega (Roberto Verino o Adolfo Domínguez también se aprovecharon de este subempleo para desarrollar sus negocios), o explotando directamente a muchas mujeres que trabajaban en sus propias casas.


A esta época le sucedió su expansión mundial, y con ella la deslocalización de la producción a Marruecos, Turquía o Bangladesh. Las mujeres gallegas, sin derechos y con ínfimos salarios, no pudieron competir con los sueldos de miseria (en muchos casos inferiores a los 100 dólares al mes) que el bueno de Amancio paga en estos países o con el trabajo esclavo de niños.


Basta ya de limosnas, queremos derechos y justicia social


El problema ni siquiera es, como denunciaba Pablo Iglesias antes de llegar al Gobierno, que paguen más o menos impuestos. No es un problema de cómo redistribuimos. Los impuestos en el fondo, incluso los directos, no son justos. Porque no significa lo mismo el 1% para una familia trabajadora que ingrese 20.000 euros al año que para Amancio Ortega.


El problema es la existencia misma de estas fortunas en manos privadas, que individuos como Amancio Ortega dispongan de un 50% más de recursos que una nación rica en materias primas como Bolivia. Y eso este año, porque el pasado disponía de más del doble. Fortunas levantadas sobre el sufrimiento de miles de millones de seres humanos por todo el planeta.


La caridad juega un papel fundamental en los momentos en que los explotados miran a los ojos de los explotadores y les señalan como los responsables de su miseria. Son operaciones de marketing que buscan desviar esa mirada hacia otro lado. Es una forma más de dominación, ideológica y moral, de la clase dominante. Por supuesto, también sirve a estos parásitos para lavar su conciencia. Para lo que no sirve es para terminar con la explotación y la miseria creciente sino para justificarla, especialmente en momentos críticos. Es otro síntoma más de la debilidad de los capitalistas y de las oportunidades que vamos a tener en este período para acabar con la miseria y la hipocresía del capitalismo.
Que mala, que malisima es la envidia........

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LO QUE NADIE CUENTA DE AMANCIO ORTEGA
26 Feb, 2016 galiciaunica 7 Comentarios Firmas
MARIA HIDALGO 1

Se llama María Hidalgo y es, pese a su juventud, una gran mujer. Escribe bien, toca temas que nadie se atreve siquiera a rozar y sobre todo es honesta, rara avis en esta sociedad donde el interés personal prima sobre el interés general. Me gusta por su independencia y por su periodismo de denuncia. También por su claridad a la hora de contar las verdades. Pero sobre todo porque ha llegado mucho más lejos que esa prensa tradicional que esconde las noticias que pueden perjudicar a sus intereses económicos.

A María Hidalgo la descubres en su blog, muhimu – historias que de verdad importan. He querido que la conocieras tú también porque se ha atrevido a investigar la obra del segundo nombre de la lista Forbes que registra a los más ricos del mundo; es decir, le canta las verdades sobre su imperio a Amancio Ortega, a quien, habitualmente, nos presentan los periódicos, las radios y las teles, como un ejemplar prohombre de nuestro tiempo cuando en realidad es solo un amasador de monedas. Verás.

INDITEX, LA VERDAD DEL IMPERIO
AMANCIO ORTEGA +

Adquirir una prenda de ropa de las marcas del grupo Inditex que se haya confeccionado en Marruecos supone refrendar un sistema de producción en el que las trabajadoras acumulan hasta 65 horas a la semana detrás de una máquina para cobrar un salario de 178,72 euros mensuales, condiciones laborales que las mantienen “viviendo en situación de pobreza” mientras el fundador del imperio textil, Amancio Ortega, se consolida como la mayor fortuna del planeta.

La multinacional española feudo de Amancio Ortega, quien ostenta la segunda mayor fortuna en el mundo, propietaria de las marcas Zara, Zara Home, Massimo Dutti, Pull & Bear, Bershka,Oysho, Kiddy’s Class, Uterqüe o Stradivarius, entre otras, ha recibido numerosas denuncias en países como Marruecos, Portugal, Argentina o Brasil, tras descubrirse talleres clandestinos donde vivían niños menores de edad que eran explotados en condiciones infrahumanas, realizando jornadas que excedían las doce horas.

Estos hechos, que se vienen sucediendo con escaso impacto mediático por parte de los grandes grupos informativos en el mundo (¿complicidad, tal vez?) desde los inicios de la Compañía, siguen repitiéndose a pesar de que el código de conducta de la Empresa prohíbe terminantemente la esclavitud, tanto de manera interna como en las subcontratas. Estas últimas son frecuentes víctimas de la justificación de sus prácticas; Inditex alega que los cientos de talleres clandestinos repartidos por el mundo que han sido y son investigados por albergar a niños y familias enteras que trabajan en condiciones de esclavitud confeccionando prendas y calzado para Inditex son ajenos a su conocimiento y su gestión corporativa.

La prensa nacional se niega a investigar que hay detrás del rentable y sucio negocio de la explotación de millones de trabajadores. Sin embargo, el periódico noruego Aftenposten creó un “reality” donde 3 jóvenes fueran a Camboya para ver cómo se produce la ropa que se ponen a diario. En su apartado de video lanzó varios capítulos bajo el nombre Sweat Shop.
(YouTube). En ella, se muestra a tres jóvenes noruegos que estuvieron en este país asiático, viviendo durante un mes en las mismas condiciones de vida y trabajo que las trabajadoras textiles. El resultado cambió sus vidas:

Más allá del objetivo de esta serie: ver a estos jóvenes enamorados de la moda llorando por todo lo que ven, es una oportunidad excepcional para mostrar las denunciables condiciones de trabajo que se vive en Camboya. Las largas jornadas de trabajo y un salario muy por debajo del nivel de vida provocan que más de 1.000 trabajadoras ya hayan perdido incluso el conocimiento mientras trabajaban en estas fábricas.


LA CENSURA EN PRENSA
Anniken Jorgensen +

Aquel viaje cambió la vida de una de las jóvenes y muchos de los que pudieron ver los capítulos. Pero Anniken Jørgensen, bloguera de tan solo 17 años decidió emprender una campaña de denuncia sobre lo que vio y que aquella experiencia no quedara en una simple anécdota.

Decidió denunciar qué marcas estaban detrás de esa explotación, como la sueca H&M. Fue al empezar a señalar a marcas concretas donde empezó su calvario pues según denuncia en su blog, el medio que les llevó de viaje, Aftenposten, le prohibió hablar públicamente sobre lo vivido y sobre todo mencionar marcas, concretamente H&M. A pesar de los meses de lucha el silencio mediático se mantenía. Ningún medio parecía dispuesto a hacerse eco de su denuncia y hablar de las marcas que fabricaban en aquellas tiendas.

Lo que dijo entonces Anniken Jorgensen fue…

—- Es increíblemente frustrante que una importante cadena de ropa tenga tanto poder que pueda asustar y condicionar al periódico más importante de Noruega. No es de extrañar que el mundo esté así. Pensaba que en mi país había libertad de expresión. Me equivoqué.

Poco a poco, y gracias al poder de difusión de la gente a través de sus redes sociales, la lucha de esta bloguera está obteniendo sus frutos, su blog es más seguido y sus denuncias son difundidas gracias a usuarios como tú o como yo. Gracias a esta presión, H&M ha dado el paso y le ha solicitado una reunión en su sede en Estocolmo (Suecia) y su denuncia de boicot mediático empieza a tener eco en varios medios de su país.

Según denuncian el estudio Shop ’til they drop el salario mínimo para los trabajadores del textil en Camboya ronda los 80 dólares, una cantidad que es inferior a lo aconsejable para vivir con garantías básicas de salud y alimentación. Los contratos suelen ser temporales y se van renovando de forma reiterada a lo largo del tiempo para evitar que los trabajadores se afilien a sindicatos (no son renovados si se asocian a colectivos relacionados con la defensa de los derechos laborales).

Tenemos que hablar de cómo han conseguido convertirnos en consumidores de ropa de usar y tirar. Todo ello orquestado según las “modas” que nos imponen renovar el armario cada temporada y gracias a la explotación a la que someten a millones de personas y animales en todo el mundo para abaratar costes. Pero merecemos saber y que se difunda la verdad para ser clientes conscientes y rechazar ciertas prácticas.

La proliferación de las tiendas low cost está íntimamente relacionada con una educación también low cost, que las políticas ultraliberales imponen a la sociedad: más bragas a 1 euro y menos Filosofía o Artes en los contenidos curriculares de escuelas y universidades. A través de un sistema de consumo estúpido y de una formación académica cada vez más estúpida, las sociedades serán más fácilmente manipulables, dirigidas, dominadas, vigiladas…



Que mala, que malisima es la envidia........

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LO QUE NADIE CUENTA DE AMANCIO ORTEGA
26 Feb, 2016 galiciaunica 7 Comentarios Firmas
MARIA HIDALGO 1

Se llama María Hidalgo y es, pese a su juventud, una gran mujer. Escribe bien, toca temas que nadie se atreve siquiera a rozar y sobre todo es honesta, rara avis en esta sociedad donde el interés personal prima sobre el interés general. Me gusta por su independencia y por su periodismo de denuncia. También por su claridad a la hora de contar las verdades. Pero sobre todo porque ha llegado mucho más lejos que esa prensa tradicional que esconde las noticias que pueden perjudicar a sus intereses económicos.

A María Hidalgo la descubres en su blog, muhimu – historias que de verdad importan. He querido que la conocieras tú también porque se ha atrevido a investigar la obra del segundo nombre de la lista Forbes que registra a los más ricos del mundo; es decir, le canta las verdades sobre su imperio a Amancio Ortega, a quien, habitualmente, nos presentan los periódicos, las radios y las teles, como un ejemplar prohombre de nuestro tiempo cuando en realidad es solo un amasador de monedas. Verás.

INDITEX, LA VERDAD DEL IMPERIO
AMANCIO ORTEGA +

Adquirir una prenda de ropa de las marcas del grupo Inditex que se haya confeccionado en Marruecos supone refrendar un sistema de producción en el que las trabajadoras acumulan hasta 65 horas a la semana detrás de una máquina para cobrar un salario de 178,72 euros mensuales, condiciones laborales que las mantienen “viviendo en situación de pobreza” mientras el fundador del imperio textil, Amancio Ortega, se consolida como la mayor fortuna del planeta.

La multinacional española feudo de Amancio Ortega, quien ostenta la segunda mayor fortuna en el mundo, propietaria de las marcas Zara, Zara Home, Massimo Dutti, Pull & Bear, Bershka,Oysho, Kiddy’s Class, Uterqüe o Stradivarius, entre otras, ha recibido numerosas denuncias en países como Marruecos, Portugal, Argentina o Brasil, tras descubrirse talleres clandestinos donde vivían niños menores de edad que eran explotados en condiciones infrahumanas, realizando jornadas que excedían las doce horas.

Estos hechos, que se vienen sucediendo con escaso impacto mediático por parte de los grandes grupos informativos en el mundo (¿complicidad, tal vez?) desde los inicios de la Compañía, siguen repitiéndose a pesar de que el código de conducta de la Empresa prohíbe terminantemente la esclavitud, tanto de manera interna como en las subcontratas. Estas últimas son frecuentes víctimas de la justificación de sus prácticas; Inditex alega que los cientos de talleres clandestinos repartidos por el mundo que han sido y son investigados por albergar a niños y familias enteras que trabajan en condiciones de esclavitud confeccionando prendas y calzado para Inditex son ajenos a su conocimiento y su gestión corporativa.

La prensa nacional se niega a investigar que hay detrás del rentable y sucio negocio de la explotación de millones de trabajadores. Sin embargo, el periódico noruego Aftenposten creó un “reality” donde 3 jóvenes fueran a Camboya para ver cómo se produce la ropa que se ponen a diario. En su apartado de video lanzó varios capítulos bajo el nombre Sweat Shop.
(YouTube). En ella, se muestra a tres jóvenes noruegos que estuvieron en este país asiático, viviendo durante un mes en las mismas condiciones de vida y trabajo que las trabajadoras textiles. El resultado cambió sus vidas:

Más allá del objetivo de esta serie: ver a estos jóvenes enamorados de la moda llorando por todo lo que ven, es una oportunidad excepcional para mostrar las denunciables condiciones de trabajo que se vive en Camboya. Las largas jornadas de trabajo y un salario muy por debajo del nivel de vida provocan que más de 1.000 trabajadoras ya hayan perdido incluso el conocimiento mientras trabajaban en estas fábricas.


LA CENSURA EN PRENSA
Anniken Jorgensen +

Aquel viaje cambió la vida de una de las jóvenes y muchos de los que pudieron ver los capítulos. Pero Anniken Jørgensen, bloguera de tan solo 17 años decidió emprender una campaña de denuncia sobre lo que vio y que aquella experiencia no quedara en una simple anécdota.

Decidió denunciar qué marcas estaban detrás de esa explotación, como la sueca H&M. Fue al empezar a señalar a marcas concretas donde empezó su calvario pues según denuncia en su blog, el medio que les llevó de viaje, Aftenposten, le prohibió hablar públicamente sobre lo vivido y sobre todo mencionar marcas, concretamente H&M. A pesar de los meses de lucha el silencio mediático se mantenía. Ningún medio parecía dispuesto a hacerse eco de su denuncia y hablar de las marcas que fabricaban en aquellas tiendas.

Lo que dijo entonces Anniken Jorgensen fue…

—- Es increíblemente frustrante que una importante cadena de ropa tenga tanto poder que pueda asustar y condicionar al periódico más importante de Noruega. No es de extrañar que el mundo esté así. Pensaba que en mi país había libertad de expresión. Me equivoqué.

Poco a poco, y gracias al poder de difusión de la gente a través de sus redes sociales, la lucha de esta bloguera está obteniendo sus frutos, su blog es más seguido y sus denuncias son difundidas gracias a usuarios como tú o como yo. Gracias a esta presión, H&M ha dado el paso y le ha solicitado una reunión en su sede en Estocolmo (Suecia) y su denuncia de boicot mediático empieza a tener eco en varios medios de su país.

Según denuncian el estudio Shop ’til they drop el salario mínimo para los trabajadores del textil en Camboya ronda los 80 dólares, una cantidad que es inferior a lo aconsejable para vivir con garantías básicas de salud y alimentación. Los contratos suelen ser temporales y se van renovando de forma reiterada a lo largo del tiempo para evitar que los trabajadores se afilien a sindicatos (no son renovados si se asocian a colectivos relacionados con la defensa de los derechos laborales).

Tenemos que hablar de cómo han conseguido convertirnos en consumidores de ropa de usar y tirar. Todo ello orquestado según las “modas” que nos imponen renovar el armario cada temporada y gracias a la explotación a la que someten a millones de personas y animales en todo el mundo para abaratar costes. Pero merecemos saber y que se difunda la verdad para ser clientes conscientes y rechazar ciertas prácticas.

La proliferación de las tiendas low cost está íntimamente relacionada con una educación también low cost, que las políticas ultraliberales imponen a la sociedad: más bragas a 1 euro y menos Filosofía o Artes en los contenidos curriculares de escuelas y universidades. A través de un sistema de consumo estúpido y de una formación académica cada vez más estúpida, las sociedades serán más fácilmente manipulables, dirigidas, dominadas, vigiladas…



Un claro ejemplo de psicópata triunfador. Pero, bueno, esto es la economía de hoy, no? Luego hacemos un lavadito de cara haciendo donaciones, y si me multan por explotación infantil y dan ese dinero a una ONG, diré que lo he donado yo, porque soy una bellísima persona altruista. Y como estoy podrido de pasta, presionaré a la prensa para que no salgan mis mierdas a flote.

Gracias por el artículo
 
Un claro ejemplo de psicópata triunfador. Pero, bueno, esto es la economía de hoy, no? Luego hacemos un lavadito de cara haciendo donaciones, y si me multan por explotación infantil y dan ese dinero a una ONG, diré que lo he donado yo, porque soy una bellísima persona altruista. Y como estoy podrido de pasta, presionaré a la prensa para que no salgan mis mierdas a flote.

Gracias por el artículo
Psicopata triunfador?

Es todo un señor. Jamas una declaracion, jamas una palabra con todo lo que se le ataca. Lo unico que ha hecho es crear un imperio de la nada, con mucho esfuerzo, crear miles de puestos de trabajo, y hacer donaciones millonarias.

Ya quisieramos 100 Amancios Ortega en España!!! Seriamos una autentica potencia economica.
 
Alfonso Gomez
El Sr. Amancio puede estar tranquilo, en breve se le subiran los impuestos para que aporten más los que más tienen. Conociendo su solidaridad seguro que no le va a importar esta medida de los socio-comunistas-bolivarianos-bilduetarras.. Esta va a ser su gran oportunidad, sr. Amancio
Probablemente prefiera donar equipos médicos, que al fin y al cabo servirán a personas enfermas, y no pagar impuestos que probablemente acaben en manos de alguno de los aprox 15857 asesores que tiene nuestro gran líder, el que nos ha salvado de morir a todos, el gran Pedro Sánchez
 
LO QUE NADIE CUENTA DE AMANCIO ORTEGA
26 Feb, 2016 galiciaunica 7 Comentarios Firmas
MARIA HIDALGO 1

Se llama María Hidalgo y es, pese a su juventud, una gran mujer. Escribe bien, toca temas que nadie se atreve siquiera a rozar y sobre todo es honesta, rara avis en esta sociedad donde el interés personal prima sobre el interés general. Me gusta por su independencia y por su periodismo de denuncia. También por su claridad a la hora de contar las verdades. Pero sobre todo porque ha llegado mucho más lejos que esa prensa tradicional que esconde las noticias que pueden perjudicar a sus intereses económicos.

A María Hidalgo la descubres en su blog, muhimu – historias que de verdad importan. He querido que la conocieras tú también porque se ha atrevido a investigar la obra del segundo nombre de la lista Forbes que registra a los más ricos del mundo; es decir, le canta las verdades sobre su imperio a Amancio Ortega, a quien, habitualmente, nos presentan los periódicos, las radios y las teles, como un ejemplar prohombre de nuestro tiempo cuando en realidad es solo un amasador de monedas. Verás.

INDITEX, LA VERDAD DEL IMPERIO
AMANCIO ORTEGA +

Adquirir una prenda de ropa de las marcas del grupo Inditex que se haya confeccionado en Marruecos supone refrendar un sistema de producción en el que las trabajadoras acumulan hasta 65 horas a la semana detrás de una máquina para cobrar un salario de 178,72 euros mensuales, condiciones laborales que las mantienen “viviendo en situación de pobreza” mientras el fundador del imperio textil, Amancio Ortega, se consolida como la mayor fortuna del planeta.

La multinacional española feudo de Amancio Ortega, quien ostenta la segunda mayor fortuna en el mundo, propietaria de las marcas Zara, Zara Home, Massimo Dutti, Pull & Bear, Bershka,Oysho, Kiddy’s Class, Uterqüe o Stradivarius, entre otras, ha recibido numerosas denuncias en países como Marruecos, Portugal, Argentina o Brasil, tras descubrirse talleres clandestinos donde vivían niños menores de edad que eran explotados en condiciones infrahumanas, realizando jornadas que excedían las doce horas.

Estos hechos, que se vienen sucediendo con escaso impacto mediático por parte de los grandes grupos informativos en el mundo (¿complicidad, tal vez?) desde los inicios de la Compañía, siguen repitiéndose a pesar de que el código de conducta de la Empresa prohíbe terminantemente la esclavitud, tanto de manera interna como en las subcontratas. Estas últimas son frecuentes víctimas de la justificación de sus prácticas; Inditex alega que los cientos de talleres clandestinos repartidos por el mundo que han sido y son investigados por albergar a niños y familias enteras que trabajan en condiciones de esclavitud confeccionando prendas y calzado para Inditex son ajenos a su conocimiento y su gestión corporativa.

La prensa nacional se niega a investigar que hay detrás del rentable y sucio negocio de la explotación de millones de trabajadores. Sin embargo, el periódico noruego Aftenposten creó un “reality” donde 3 jóvenes fueran a Camboya para ver cómo se produce la ropa que se ponen a diario. En su apartado de video lanzó varios capítulos bajo el nombre Sweat Shop.
(YouTube). En ella, se muestra a tres jóvenes noruegos que estuvieron en este país asiático, viviendo durante un mes en las mismas condiciones de vida y trabajo que las trabajadoras textiles. El resultado cambió sus vidas:

Más allá del objetivo de esta serie: ver a estos jóvenes enamorados de la moda llorando por todo lo que ven, es una oportunidad excepcional para mostrar las denunciables condiciones de trabajo que se vive en Camboya. Las largas jornadas de trabajo y un salario muy por debajo del nivel de vida provocan que más de 1.000 trabajadoras ya hayan perdido incluso el conocimiento mientras trabajaban en estas fábricas.


LA CENSURA EN PRENSA
Anniken Jorgensen +

Aquel viaje cambió la vida de una de las jóvenes y muchos de los que pudieron ver los capítulos. Pero Anniken Jørgensen, bloguera de tan solo 17 años decidió emprender una campaña de denuncia sobre lo que vio y que aquella experiencia no quedara en una simple anécdota.

Decidió denunciar qué marcas estaban detrás de esa explotación, como la sueca H&M. Fue al empezar a señalar a marcas concretas donde empezó su calvario pues según denuncia en su blog, el medio que les llevó de viaje, Aftenposten, le prohibió hablar públicamente sobre lo vivido y sobre todo mencionar marcas, concretamente H&M. A pesar de los meses de lucha el silencio mediático se mantenía. Ningún medio parecía dispuesto a hacerse eco de su denuncia y hablar de las marcas que fabricaban en aquellas tiendas.

Lo que dijo entonces Anniken Jorgensen fue…

—- Es increíblemente frustrante que una importante cadena de ropa tenga tanto poder que pueda asustar y condicionar al periódico más importante de Noruega. No es de extrañar que el mundo esté así. Pensaba que en mi país había libertad de expresión. Me equivoqué.

Poco a poco, y gracias al poder de difusión de la gente a través de sus redes sociales, la lucha de esta bloguera está obteniendo sus frutos, su blog es más seguido y sus denuncias son difundidas gracias a usuarios como tú o como yo. Gracias a esta presión, H&M ha dado el paso y le ha solicitado una reunión en su sede en Estocolmo (Suecia) y su denuncia de boicot mediático empieza a tener eco en varios medios de su país.

Según denuncian el estudio Shop ’til they drop el salario mínimo para los trabajadores del textil en Camboya ronda los 80 dólares, una cantidad que es inferior a lo aconsejable para vivir con garantías básicas de salud y alimentación. Los contratos suelen ser temporales y se van renovando de forma reiterada a lo largo del tiempo para evitar que los trabajadores se afilien a sindicatos (no son renovados si se asocian a colectivos relacionados con la defensa de los derechos laborales).

Tenemos que hablar de cómo han conseguido convertirnos en consumidores de ropa de usar y tirar. Todo ello orquestado según las “modas” que nos imponen renovar el armario cada temporada y gracias a la explotación a la que someten a millones de personas y animales en todo el mundo para abaratar costes. Pero merecemos saber y que se difunda la verdad para ser clientes conscientes y rechazar ciertas prácticas.

La proliferación de las tiendas low cost está íntimamente relacionada con una educación también low cost, que las políticas ultraliberales imponen a la sociedad: más bragas a 1 euro y menos Filosofía o Artes en los contenidos curriculares de escuelas y universidades. A través de un sistema de consumo estúpido y de una formación académica cada vez más estúpida, las sociedades serán más fácilmente manipulables, dirigidas, dominadas, vigiladas…



En resumen, que la ropa se vende barata porque es barato fabricarla. En Zara, como en H&M y todos los negocios globales.
La solución es fácil: a la modista de toda la vida. Así no tienes problemas de comprar zapatillas Adidas o una blusa de Zara o una monada de camiseta de H&M.
Si eso es lo peor que han encontrado sobre Amancio Ortega debe ser bastante más honesto y buena gente de lo que yo pensaba.
 
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