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SE LLAMA ANA JULIA Y TIENE 35 AÑOS
La vida oculta de la hermana de Agag
Saltó a titulares por compartir casa con el ‘pequeño Nicolás’. Vive en Londres, es arquitecta y trabaja para Norman Foster, pero no está en el círculo de su cuñada
Ana Julia Agag, durante la boda de su hermano con la hija de José María Aznar (Gtres)
Autor
Ana Sánchez Juárez
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@AnaSJuarez
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Tiempo de lectura5 min
04.02.2015 – 05:00 H.
Ana Julia Agag Longo (35) es la única hermana de Alejandro Tarik Agag (los otros dos son varones) y cuñada de Ana Aznar. Esta mujer, con sangre argelina y cordobesa, vive en Londres, es arquitecta y su marido es Álvaro Portanet Hernández, abogado de formación y managing director en Barclays Capital en la City. Ambos son padres de Julia, una niña de cinco años. El nombre de Ana Julia saltó a los titulares de la mano de Francisco Nicolás, al haber compartido la cuñada de Ana Aznar con este espabilado púber cercano al CNI la residencia en el número 32 de la calle Carbonero y Sol, en el distrito de El Viso. Ana Julia se empadronó en esa vivienda el pasado 28 de junio de 2012 junto a su marido e hija. Rápidamente su hermano, Alejandro, desmintió en una publicación la relación de su hermana pequeña con Francisco Nicolás, y más que darle importancia le parecía curioso que una misma casa se hubiera alquilado a personas tan dispares. Asunto zanjado.
¿Pero quién es en realidad Ana Julia Agag? ¿Quién es esa mujer que estudió arquitectura en Londres y que trabaja para Norman Foster y tiene firmados varios proyectos bodegueros y aeroportuarios en España con el sello del marido de Elena Ochoa; esa mujer de sombreros estridentes y trajes cargados de flores que gasta fortunas en ropa de la City con su amiga Marisol; esa expatriada que a pesar de tener una niña de la misma edad que los hijos de Ana Aznar y de vivir en el mismo barrio (Chelsea) jamás se las ve juntas? Un allegado a la familia lo explica: “A pesar de ser la única hermana de Alejandro las relaciones con la familia Agag-Aznar son muy correctas, pero hasta ahí”.
Ana Julia Agag, en la boda de su hermano con Ana Aznar (Gtres)
Vayamos por partes. Según reza su web www.anagag.com, que está sin actualizar desde que se marchó a vivir a Londres, ella ha participado en importantes proyectos en España bajo el marchamo de calidad de Norman Foster, desde las bodegas Faustino al proyecto del aeropuerto del que iba ser el nuevo Museo de la Aviación en Getafe. En esta página aprovecha para colgar las fotos de casas de sus amigos, que ha reformado, y la suya propia en Londres, en Queensgate.
“Nadie duda de la profesionalidad de Ana Julia como arquitecta. Lo que llama la atención es su obsesión y la su marido Álvaro de alcanzar las cotas de fama y bonanza del matrimonio Agag-Aznar. Alejandro, que es infinitamente más inteligente, les tiene calados desde el principio, pero guarda las formas. Te pongo dos ejemplos: Ana Aznar no fue a la boda de su cuñada. No se dio ninguna explicación. Fue un bodorrio en el Nikki Beach de Marbella (la madre de los Agag tiene una casa sin pretensiones allí) con enlace en la Iglesia de la Encarnación. En cuanto acabó la cena, los más de 500 invitados salieron ‘por patas’ y al baile no quedaron más de cincuenta. Alejandro sí fue a la boda, pero solo. Otro dato es que cuando Alejandro compró el equipo de fútbol Queens Park solo una vez invitó a su cuñado y a su hermana al palco. Cosa de la que Álvaro estuvo presumiendo más de un mes con sus íntimos. Álvaro ansía ser poderoso y rico como Alejandro. Pero para eso hay que valer y tener un ‘coco’ brillante como el de Alejandro Agag y ser muy discreto”, detallan fuentes cercanas al matrimonio.
Imagen del Nikki Beach Marbella, donde se celebró la boda de Ana Julia Agag
En el amor y en los negocios
Hasta aquí todo normal. O casi. Y es que Ana no solo abrió con su marido Ryan´s Bar, un local en la City que pretendía ser un sitio cool entre expatriados donde compartir bocata de calamares y gin-tonic al ritmo de la liga de fútbol española (El Ryan’s está ahora en otras manos y es un local discotequero frecuentado con éxito por estudiantes de Erasmus y amantes del deporte), tiene además una sociedad con su marido con sede fiscal en el barrio de la ciudad en la que pasaron su infancia los dos: Majadahonda. Queensgate International S.L se dedica a las actividades de contabilidad, teneduría, auditoría y asesoría fiscal. No hay que olvidar que la madre de Ana, la cordobesa Soledad Longo Álvarez de Sotomayor, fue concejal del Partido Popular allí.
Esta sociedad es una de las que componen otra: Millennnium Hotel C220, dueña del edificio Millenium de la Plaza de la Independencia de Madrid, donde viven las grandes fortunas de España, como Ana Francisca Gervás, pope de la cerveza en nuestro país (Mahou-San Miguel), que es la presidenta de esta sociedad. Lo bonito no es averiguar que rico llama a rico (que es insultantemente obvio), sino la presencia de Rodrigo Hernando Ortega, economista, eximputado y absuelto en la Operación Malaya (“por blanqueo de capitales continuado”, según reza el sumario), en la vida de Julia y de su marido y en el accionariado de Millenium. Hernando, con el que el marido de Julia tiene además la productora de cine Aquí y Allí Films (con películas como Magical Girl), es actual apoderado de Auriga Gobal Invertors Sociedad de Valores.
El marido de Ana Julia opera en bolsa con este señor y con Amadeo Hernández Bueno, primo de Ávaro Portanet (que está inhabilitado de operar en la City por hacer circular en los primeros días de trabajo entre sus compañeros un vídeo, a modo de broma, de contenido sexual). Portanet y su mujer, Ana Julia, han alquilado este verano un estupendo chalé en Marbella (los Agag veranean allí desde 1972) “para dar fiestas y para dejar de piedra a sus suegros (Jeff Agag y Soledad Longo)”, según dijo el propio marido de Ana Julia a un amigo. Tal vez este verano 2015 sí vayan Ana Aznar y Alejandro. Igual entonces Ana Julia Agag podrá convertirse, como desea, en un personaje del cuché.
