Alimentos antioxidantes, diuréticos y desintoxicantes

¿ Qué es una Dieta Detox? Las claves para que funcione tras unos días de excesos

Al menos una vez en la vida, uno tiene que probar una 'Dieta Detox'. Al menos eso dicen sus fans, que creen que si a estas alturas aún no has metido unas espinacas, una manzana y unas fresas y te has hecho un zumo purificador no sabes lo que te conviene. Un brebaje que, aseguran, reinicia tu cuerpo como la tecla del ordenador. Y añaden que la 'Dieta Detox', el último grito entre las famosas para eliminar toxinas, marca un antes y un después.

Sin embargo, la verdad es que vivir una semana a base de zumos 'detox' no es algo que esté al alcance de todos los mortales y entraña sus riesgos. Estas limpiezas radicalesfuncionan muy bien en algunas personas y muy mal en otras. De lo que se trata es de descubrir qué tendencias te ayudarán a mejorar tu vida y no de probar todo lo que se vaya poniendo de moda en materia de dietas y de nutrición. Pues ya sabemos que la rotación de las tendencias en esta materia es casi tan rápida como la de la moda o la belleza. La moda comenzó hace ya 40 años, como algo minoritario... Hasta que las 'celebrities' la hicieron suya.

Si estás decidida a empezar tu limpieza en base a una 'Dieta Detox', debes saber que disciplina y constancia son importantes. Los beneficios se conseguirán en la medida en que puedas mantener la rutina durante varios días, y esto solo lo podrás hacer si a mediano plazo consigues estar cómoda en el modo detox. Estas son nuestras recomendaciones para empezar:




1. No hagas una 'Dieta Detox' para parecer 'cool' o 'trendy'

Incluso las personas que están acostumbradas a someterse a dietas restrictivas pueden tener verdaderos ataques de hambre cuando llevan varios días alimentándose solo de zumos. Según cuenta la dietista Cynthia Sass, muy popular por sus programas de nutrición en Estados Unidos, no es raro que algunas personas empiecen a tener pensamientos obsesivos con la comida, sobre todo las que suelen ir saltando de régimen en régimen.

Al igual que hay algunos que realmente notan una mejoría física a los pocos días de comenzar una 'Dieta Detox', otras se ponen de un humor de perros, irritables, depresivos, se sienten cansados y presentan síntomas de estreñimiento. Esta experta reconoce los beneficios de hacer una cura de desintoxicación cada cierto tiempo, pero advierte que si se tienen síntomas de que la dieta no está sentando demasiado bien, se debe escuchar al cuerpo y suspender el régimen.

"No necesitas hacer una limpieza para estar saludable. Si después de una semana tu cuerpo o tu mente no están reaccionando bien, lo mejor es no insistir y abandonar la limpieza detox", explica.


2. Escoge un tipo de 'Dieta Detox' que vaya con tu estilo de vida

No hay una cura de desintoxicación estándar. Para algunos, ese concepto quiere decir beber exclusivamente zumos recién exprimidos y para otros puede ser solo cortar durante unos días el alcohol, la cafeína, los alimentos refinados o procesados y la proteína animal.

Aunque lo más popular son las dietas estrictas y las desintoxicaciones radicales, los nutricionistas comprueban cada día que la mayoría de la gente tolera mejor una 'Dieta Detox' tipo si incluye proteínas magras y frutas y verduras crudas que puedan masticar, que si solo se alimentan de zumos.


3. No entrenes mientras te estés desintoxicando

Las limpiezas y desintoxicaciones pretenden terminar con un modo de alimentación errático y poco saludable, para de esta forma estimular y reiniciar el metabolismo. Todo esto es mucho más fácil de conseguir si nos damos un descanso de nuestra rutina habitual de ejercicio físico. Pues intentar mantener el mismo nivel de rendimiento cuando nos estamos sometiendo a una dieta limitada y restrictiva puede traer efectos adversos para la masa muscular, que requiere de una ingesta calórica más amplia para recuperarse después de una sesión de entrenamiento.

Mantener al mismo tiempo una 'Dieta Detox' restrictiva y una rutina de entrenamientos puede dejarte agotada, incluso provocarte náuseas. En algunos casos puede perderse masa muscular, lo cual puede ocasionar lesiones y reducir el ritmo del metabolismo, algo que es exactamente lo opuesto de lo que se quiere conseguir con este tipo de dietas.


4. Usa la desintoxicación como puerta de entrada para una dieta saludable

Una de las grandes ventajas de poner en marcha una 'Dieta Detox' es la habilidad de comenzar una transición fresca y a largo plazo a un modo de vida más saludable. La autora del libro '5 Day Fast Forward', una guía para hacer una cura de alimentación en cinco días Cynthia Sass asegura que muchos de sus pacientes en tan solo cinco días consiguen liberarse de su adicción a la comida salada, a las grasas y a los azúcares, y empiezan a apreciar los sabores naturales de los alimentos.

Ese cambio de hábitos los hace sentirse mejor, perder peso rápidamente y es el momento ideal para coger carrerilla e intentar habituarnos a una dieta con menos sal, azúcar y grasas saturadas. Ya para siempre, aunque los días de la desintoxicación estén oficialmente terminados. Para empezar, se puede empezar por cocinar más en casa, desayunar cada día, y llevar una pequeña merienda al trabajo.


5. No uses la 'Dieta Detox' como una purga

Hay gente que entra y sale de una cura de desintoxicación como si fueran turistas. Se han puesto tan de moda los zumos y batidos detox y las limpiezas temporales que dan para muchos temas de conversación y está incluso bien visto contar y reírse de la falta de disciplina o de resistencia para seguir uno de estos regímenes. Sin embargo, los nutricionistas recuerdan que las dietas restrictivas tienen un coste emocional y que no se debe alargar mucho en el tiempo ni usarse como método de premio o castigo.
No conviene someterte durante unas semanas a una desintoxicación alimentaria con sobredosis de ejercicio físico, para pocos días después, agotada y desmoralizada, caer en la auto indulgencia y abandonarse en los malos hábitos anteriores.

http://www.mujerhoy.com/salud/dietas/que-es-dieta-detox-probar-claves-funcione-753910112013.html
 
Superalimentos que mejoran el funcionamiento de nuestro cerebro




Somos lo que comemos. La alimentación es crucial para tener una buena salud, y hay que tomarse en serio la dieta por el poder que tiene para condicionar el funcionamiento de nuestro cuerpo y de nuestro cerebro. Nuestro organismo requiere diferentes nutrientes para funcionar correctamente, por lo que es importante conocer las propiedades de diferentes alimentos.

El cerebro es una de las partes de nuestra anatomía más importantes: es la “central” desde donde se envían las ordenes al resto del cuerpo. Tenemos que asegurarnos de que nuestra alimentación es saludable y de que a través de ella cuidamos de él.


En este artículo te vamos a presentar algunos de los nutrientes y alimentos que nuestro cerebro necesita para funcionar de manera correcta. Tanto el déficit en algunos de estos nutrientes, como el exceso de consumo de algunos de ellos, pueden tener repercusiones negativas.

Vitaminas del complejo B
Las diferentes vitaminas del complejo B contribuyen a producir energía, al crecimiento y a la división celular. También se forman parte del proceso de producción de hormonas, enzimas y proteínas. Así como al mantenimiento del sistema nervioso y del sistema inmunitario.

La vitamiana B1 (Tiamina) se ocupa de que el organismo transforme los alimentos en energía para que el cerebro absorba la glucosa. El déficit de tiamina puede causar depresión, cansancio, déficit de atención, problemas de memoria o de agilidad mental. Algunos alimentos ricos en tiamina son:


Los antioxidantes pueden luchar contra el efecto de los radicales libres en nuestro cuerpo. Dentro del grupo de los alimentos antioxidantes se encuentran:

  • Vitamina A : leche, hígado, mantequilla, huevos
  • Vitamina E: avellanas, col rizada, espinaca
  • Beta carotenos: zanahoria, albaricoque, melocotón, brócoli
  • Vitamina C: papaya, fresa y naranja
  • Luteína: espinaca, acelga
  • Licopeno: sandñia
  • Selenio: maíz, trigo, arroz

El estrés oxidativo también contribuye en la neurodegeneración y por tanto en la aparición de la demencia tipo Alzheimer. Aunque no es la única causa de la aparición de la enfermedad, una dieta rica en antioxidantes es una buena estrategia preventiva, junto con practicar deporte o mantener activa la mente.

Triptófano
El triptófano es un aminoácido esencial para sintetizar el neurotransmisor serotonina. Relacionado con las emociones, depresión, control de la temperatura, hambre y sueño. La serotonina también regula la secreción de melatonina, que está relacionada con el sueño y con el funcionamiento del sistema inmunitario.

El déficit de triptófano puede tener diferentes repercusiones en nuestro organismo como un sistema inmunológico vulnerable, estrés, ansiedad o depresión. Existen diferentes momentos en los que sería apropiado aumentar el consumo de este nutriente. Como en momentos en los que suframos insomnio, periodos de alto estrés, agotamiento físico o mental.

El triptófano se puede encontrar en los siguientes alimentos:

  • El queso
  • El pescado
  • La leche
  • Las semillas de calabaza
  • La soja
  • El tofu
  • El pavo
Fenilalanina
Es una aminoácido que posee la cualidad de bloquear ciertas enzimas como las encefalinasas que se encargan de degradar las enceflinas y endorfinas naturales. Estas son analgésicos endógenos, por lo que este nutriente actúa como una especie de analgésico natural. También favorece la memoria y el aprendizaje.
  • Carne de cerdo
  • Jamón
  • Pescado
  • Pollo
  • Hígado de ternera
  • Huevos (yema)
  • Pasas
  • Guisantes
  • Semillas de lino
  • Tomate
  • Patatas
Vitamina B3 (Niacina) tiene funciones energéticas junto con B2 y B1. Nutre el cerebro, mejora la ansiedad y previene el insomnio. Los alimentos que la contienen son:


  • Leche y derivados
  • Pescado azul
  • Cacahuetes
  • Semillas de calabaza
  • Lentejas
Antioxidantes
Pueden prevenir o retrasar algunos daños en las células y también están implicado en los procesos de envejecimiento. El oxígeno es muy importante, pero la exposición a este causa oxidación y las sustancias químicas corporales se alteran produciendo radicales libres. Los radicales libres contribuyen al envejecimiento, y la aparición de enfermedades como el cáncer, diabetes, o problemas cardiacos.


Colabora en la formación de algunas neurohormonas que suavizan la sintomatología de algunas enfermedades neurológicas. Existe una enfermedad congénita en la que se carece de la enzima que metaboliza la fenilalanina acumulándose en el organismo. En este caso, es tóxica para el sistema nervioso central y causa daño cerebral.

Los alimentos ricos en este nutriente son:

  • Salmón
  • Lentejas
  • Almendras
Actualmente la mayoría de nosotros contamos con poco tiempo para comer y para cocinar. Esto hace que la decisión sobre lo que compramos e ingerimos sea dictada por los impulsos, mas que por una planificación meditada. Esta es sin duda la mejor forma de darle a nuestro cuerpo las llamadas “calorías vacías”, de las que nuestro apetito casi siempre está ávido.

Una posición contraria a la que la vorágine nos empuja, sería dedicar un rato a la semana a hacer un pequeña planificación de comidas en las que estuvieran presentes estos componentes esenciales. Cuerpo solo tenemos uno y su salud repercute directamente en nuestro desempeño. Así, ¿qué mejor inversión que la de dedicar un rato a cuidarle?

Por Carolina López De Luis
 
Alimentos para nuestras emociones





¿Recuerdas lo molesto que te sentías cuando te castigaban sin postre o lo mucho que te enfadaba que te obligaran a comerte ciertos alimentos sin rechistar?

¿Cuántas veces has visto en series o películas americanas a los actores engullendo pasteles de chocolate, devorando helados o comiendo patatas fritas mientras lloraban como magdalenas porque su pareja las había dejado o engañado?


¿Cuántas veces te has dirigido a la cocina y te has puesto a tragar lo primero que has pillado aunque realmente no tenías hambre sino un día horrendo y la moral por los suelos, o los nervios trepando por las paredes?

¿Cuántas veces estando solo te has acercado hasta el frigorífico y te has puesto a picotear cualquier cosilla para hacer tiempo y distraerte y no sentirte tan aburrido como instantes antes?


Todos estos son los llamados casos de hambre emocional. Usamos los alimentos como un método para calmar nuestras emociones, para pasar ese mal trago y sentirnos mejor. Para dar de comer a nuestra alma alimentamos a nuestro cuerpo, buscando afrontar así las emociones de nuestra vida diaria y tratando con este método de sentirnos mejor.

Sí, lo has adivinado. Nuestro estado de ánimo influye en lo que comemos. Sentirnos apenados, tristes, nerviosos, molestos, eufóricos, felices… nos lleva a alimentarnos de un modo u otro, a comer de una forma sana y equilibrada, o a no poder controlar el deseo irreprimible de comer y comer y comer.


En estados de nerviosismo o agotamiento producimos estrés lo que conlleva en muchos casos comer de forma compulsiva todo aquello que cae en nuestras manos para tratar de aliviar esta situación por la que estamos pasando.

Y al mismo tiempo, lo que comemos influye en nuestro estado de ánimo. Así cuando nuestra dieta se hace de una forma adecuada, basándose en aquellos alimentos que son mejores para nuestra salud nos sentimos mejor. Pero cuando nos damos atracones de comida basura o abusamos en exceso de un alimento que sabemos que no es bueno para nosotros, al final podemos llegar a sentirnos culpables por ello o de mal humor, incluso puede bajar nuestra autoestima de golpe. Esto se produce porque algunos alimentos procesados contienen aditivos que causan estrés y nos llevan a un estado de irritabilidad.

Tenemos asociado el comer dulces con la obtención de una sensación de placentero bienestar, con algo que nos aportará un momento agradable. Porque lo cierto es que los alimentos dulces inciden en nuestros niveles de serotonina. La serotonina es un neurotransmisor que se vincula a los estados de ánimo, pues actúa sobre zonas de nuestro cerebro relacionados con la obtención de un estado de tranquilidad y armonía. Es lo que se produce cuando comemos el dulce por excelencia, el chocolate, que estimulamos las áreas generadoras de placer que hay en nuestro cerebro.

Cuando comemos lo que nos gusta liberamos endorfinas, que aumentan nuestro ánimo y nos llevan a un estado de felicidad. Por ello tenemos asociado el hacer dieta con algo negativo y que no nos va a gustar. Es como si cambiásemos el chip y nos transformásemos en un ser con humor agrio durante esos días.


Por Yolanda Fernández Lago
 
A quienes no les conviene comer con sal, deben vigilar los alimentos de elevado contenido en sodio, de fácil identificación, entre lo que se encuentran los procesados y enlatados, tales como tocino, perros calientes, salchicha, mortadela, jamón, salami, spam, anchoas, aceitunas, encurtidos, chucrut, la mayoría de los quesos, las papas fritas y las galletas. Los jugos de tomate y las sopas enlatadas a menudo contienen sodio para conservar el color del alimento y mantenerlo luciendo fresco.

Y si quieren probar una rica paella sin sal, lea a continuación una saludable y rica receta de POLLO AL AZAFRÁN

Ingredientes:

1 pollo entero o ¾ de pollo limpio de piel y huesos.

1 cuadrito de sabor de pollo

1 ½ taza de agua

2 cucharadas de leche en polvo descremada

2 cebollas

1 cucharadita de azafrán

Aceite vegetal, preferentemente de oliva



Preparación:

Picar el pollo en trozos menudos. En una cazuela, calentar a fuego lento el aceite y añadir los pedazos de pollo hasta que estén bien fritos, sacar y apartar en una fuente.

A continuación, añadir la cebolla y dejar a fuego lento hasta que empiece a dorarse.

Mezclar el agua con el caldo de pollo y la leche en polvo. En la cazuela, añadir a la cebolla el pollo ya frito, y el caldo con la leche desleída.

Triturar el azafrán en hebra, y añadir al pollo. Dejar cocer todo durante 15 minutos.

Rectificar el punto y listo para servir.

Aprenda decenas de recetas sin sal en:

http://www.libreriavirtualcuba.com/productos.php?producto=16
 

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