Alejandro Jodorowsky: "¡El cine es un orgasmo terrible!"

Registrado
4 Nov 2015
Mensajes
8.435
Calificaciones
30.473
http://www.elconfidencial.com/cultu...rowsky-psicomagia-chamanismo-locarno_1246610/

Alejandro Jodorowsky: "¡El cine es un orgasmo terrible!"

El cineasta franco-chileno presenta su última película, 'Poesía sin fin', y repasa su trayectoria, su vida personal y su relación con el chamanismo y la psicomagia

imagen-sin-titulo.jpg


13.08.2016 – 16:27 H.
En una charla abierta con Alejandro Jodorowsky puede pasar de todo. Durante la que ofreció este viernes en el Festival de Locarno hubo tiempo para un pequeño ritual colectivo de psicomagia ("unan sus manos con los dedos meñiques, levántenlas, agítenlas... ¡hemos cambiado el mundo!"), peticiones de abrazos ("admiro mucho a Amma, pero yo no puedo dar tantos") e incluso ¡una ceremonia nupcial! a ruego de un fan mexicano-suizo ("no puede haber dos nacionalidades más opuestas") que solicitó al "maestro" que les casara. Y sí, Jodorowsky unió en psicomágico matrimonio ("acerquen sus pubis … y entreguen esta relación al cosmos") al chico y a su novia allí presentes que lloraban de la emoción.

El director de 'El topo' (1970) también aprovechó para presentarnos a su esposa,Pascale Montandon. "Como neurótico, tenía la tendencia de buscar a mujeres también neuróticas", explicó el chileno. "Y claro, cada relación acababa como laGuerra del Vietnam. Hasta que encontré a Pascale. Yo no veía claro lo de estar juntos porque tengo 45 años más que ella...". Pintora y diseñadora, Montandon también se ha convertido en colaboradora habitual de las películas de Jodorowsky: se encarga del vestuario y en el último film 'Poesía sin fin', también controló parte de la fotografía que firma Christopher Doyle, quien, según Jodorowsky, se dedicaba solo a mover la cámara. Montandon expresó su admiración por un hombre que nunca se ha vendido y representa por tanto la esencia del artista. Para ambos, afirmó, no existe la separación entre la vida y el arte.

Jodorowsky es un hombre que nunca se ha vendido y representa por tanto la esencia del artista. Para ambos no existe la separación entre la vida y el arte

Así que la mayoría del público venía a admirar al Jodorowsky gurú y no tanto al director de cine, poeta, miembro del Grupo Pánico, dramaturgo y guionista de cómics míticos, un artista polifacético y de vanguardia con casi 70 años de trayectoria. Aunque también se identificaba entre los asistentes a un hombre ataviado de blanco y tocado con un sombrero de mago de igual color, que no emulaba en versión 'low cost' a Gandalf sino el personaje del Alquimista de 'La montaña sagrada' (1973).

En Locarno, Jodorowsky presentó 'Poesía sin fin', continuación de 'La danza de la realidad' (2013) y por tanto segunda parte en esta serie autobiográfica o de memorias cinematográficas planteadas desde cierto surrealismo mágico. Si la primera película se centraba en los años de infancia y adolescencia en su ciudad natal de Tocopilla y otorgaba un especial protagonismo a sus padres, en 'Poesía sin fin' resigue sus años de juventud desde que llega a Santiago de adolescente hasta que abandona Chile para marcharse a Francia en 1953. Son los tiempos en que descubre su vocación de artista y poeta leyendo a Lorca, entabla una amistad profunda con Enrique Lihn y reniega de la figura nacional de Pablo Neruda. Menos evocadora que 'La danza de la realidad', 'Poesía sin fin' tiene momentos tan egocéntricos como aquel en que bajo la carpa de un circo, los espectadores transportan y jalean a un joven Jodorowsky (a quien da vida su hijo Adan Jodorowsky) totalmente desnudo al grito de "¡Poeta, poeta!".

PREGUNTA: ¿Y quién es Alejandro Jodorowsky?

RESPUESTA: Yo no me conozco...El ser humano es infinito, hay tantos aspectos que nos definen que solo nos conocemos poco a poco. He decidido vivir 120 años,pero sé que a mi edad me puedo morir en cualquier momento. He hecho lo que amaba y he trabajado con quien quería. También he sido quien quería ser y no quien los otros querían que fuese. Me dedico al cine, que es el arte más completo de todos. Pero desde que el cine se inventó de la mano de los hermanos Lumière, se inventó como negocio. Y resulta muy caro. Lo primero que tienes que hacer para dedicarte al cine es encontrar financiación, y no resulta nada fácil. A mí siempre se me ha considerado un extraterrestre en este mundo, hasta que en 2013 la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes programó 'La danza de la realidad' y por primera vez me sentí aceptado oficialmente. Cuando veo la cantidad de películas que hay en este festival tengo un ataque de modestia. Porque sé lo difícil que resulta expresarse libremente en el cine: primero hay que luchar contra el productor, después contra las estrellas...

"A mí siempre se me ha considerado un extraterrestre en este mundo, hasta que en 2013 Cannes programó 'La danza de la realidad'"

Por ejemplo, en el caso de mi última película, 'Poesía sin fin', solo tuve dos meses para prepararla, escoger a los actores, diseñar los decorados y disponer de todos esos detalles que aparecen en el filme y selecciono yo personalmente. Después vino el rodaje, en solo 35 días. No podíamos equivocarnos en una toma porque no teníamos dinero para repetirla. Y una vez acabas, tienes que competir en la cartelera con el cine de gran espectáculo. Pero... ¡ay, qué placer! ¡El cine es unorgasmo terrible! Y siempre suceden milagros. Para el personaje de la abuela en la película había seleccionado a una actriz de 70 años muy conocida. Fue mi único error. No se había aprendido el papel y nos hizo perder todo un día de rodaje, lo que supone unos 5.000 dólares. Una catástrofe. La llamé por la noche para insistirle en que se leyera su parte y preparé las típicas pancartas con líneas de diálogo, como le hacían a Marlon Brando. Al día siguiente, no llegaba al plató así que pedí que fueran a buscarla. Y la encontraron muerta. ¡Dios la había matado! La sustituí por la actriz que hacía de tía y rodamos sin problema. Fue un milagro terrible y maravilloso.

P: ¿Quién era el más loco de los tres integrantes del Grupo Pánico?

R: No estábamos locos. Te llaman loco cuando haces algo que no se entiende. Cuando leí el 'Tractatus Logico-Philosophicus' tardé dos años en entenderlo. PeroLudwig Wittgenstein no estaba loco, era un genio. Lo mismo me sucedió con el Tarot. He necesitado 40 años para empezar a comprenderlo. No trato de loco a quien no entiendo. La locura es un mito, no una enfermedad. Es una actitud mental diferente. Pero si me preguntas quién era el más neurótico de los tres, en ese caso era yo. Roland Topor era el más artista, una máquina de creatividad terrible. Tomaba una revista y la modificaba hasta convertirla en una mesa. Era pobre como las ratas, trabajaba con materiales simples porque no disponía de los medios de estas obras que vemos en los museos de arte contemporáneo, que son catastróficas. Arrabal era el niño. Un maravilloso niño poeta muy inteligente. Incluso ahora mantiene la frescura de un niño. El genio de Arrabal está en el ajedrez, es el mejor crítico de ajedrez que he leído jamás.

P: ¿Es verdad que recibió el apoyo de John Lennon?

R: De John Lennon y de Yoko Ono, que me facilitaron la exhibición 'El topo' en Nueva York. Ellos hacían cortos de vanguardia y les gustó mi película. Se organizó una sesión de medianoche que presentó el propio Lennon, donde invitó a la gente a ver la película. Estas proyecciones de 'El topo' constituyeron el origen de las sesiones golfas o "midnight movies", en que se programaban por la noche películas más extremas o radicales. Lennon tenía un productor, Allen Klein, al que invitó a que me pagara un millón de dólares para que yo hiciera lo que quisiese. Así rodé 'La montaña sagrada'.

"John Lennon y Yoko Ono me facilitaron la exhibición 'El topo' en Nueva York. Ellos hacían cortos de vanguardia y les gustó mi película"

P: ¿Qué relación tiene con la belleza?

R: La poesía no es otra cosa que la búsqueda de la hermosura. En la mitología griega existen las Tres Gracias, la Verdad, la Belleza y la Bondad. Tienen que ir siempre juntas porque no tienen valor por separado. Yo busco una verdad dentro de una belleza sublime, pero siempre unida a la bondad. No creo que se deba humillar a las personas en el arte. Siempre se debe considerar a la gente como una parte de uno mismo.

P: Usted ha tenido una vida llena de satisfacciones...

R: En absoluto. Yo he aprendido a tener éxito a base de aprender a fracasar. Cuando empecé en el mundo del cine mi ideal se encontraba en Hollywood. Así que me fui a Estados Unidos con mi primera película 'Fando y Lis' (1968), que adaptaba la pieza homónima de Arrabal. Pero allí no entendieron nada, cortaron todas las partes surrealistas, la estrenaron mutilada y duró tres días en cartel. Fue un fracaso total. La crítica me destruyó. Alguien escribió que era más fácil que los protagonistas llegaran a la ciudad imaginaria de Tar que mi película se acercara al universo de Luis Buñuel. Ni un solo periodista me quiso entrevistar. Fue terrible. Pero en tres días me repuse. Y pensé, pues me voy a México a hacer una película de 'cowboys' si eso es lo que les gusta. Y rodé 'El topo'...

"La medicina utiliza el placebo: cuando crees en algo o alguien te hace efecto"

P: ¿Nos podría hablar de su interés por el chamanismo y la psicomagia?

R: Yo me he especializado en dos materias, la metagenealogía y la psicomagia, que han revolucionado el mundo de las terapias y me han creado muchos enemigos. Soy muy curioso. Y es verdad que el mundo está lleno de charlatanes, gente que te lee la fortuna o de vende remedios mágicos. En México DF hay un mercado enorme de brujos, para ellos es muy natural. A mí me interesaba el mundo de los chamanes y de las curanderas. Sé que resulta extraño, porque los intelectuales tienden a despreciar este tipo de actividades populares. Pero yo creo que la verdad está en todas partes. En México conocí a una curandera que a mí me parece tan genial como el Dalai Lama, Cachita. Llevaba a cabo sus prácticas de forma gratuita, cada uno pagaba lo que podía. Es verdad que sus operaciones quizá fueran falsas, que quizá fuese prestidigitación, pero era genial. Le caí en gracia y tuve la suerte de verla entrar en trance. Durante dos años asistí a sus operaciones y vi cosas que no sabía si eran verdaderas o falsas. Pero descubrí que lo falso deviene verdadero. La medicina utiliza el placebo: cuando crees en algo o alguien te hace efecto. Esa idea de que el placebo cura, que la metáfora cura, es la base del psicochamanismo. Nunca lo he hecho por el dinero. La gente sabe que es mentira pero que funciona.
 
este tio deberia de haber sido argentino: no para de hablar y siempre sobre si mismo. Es cargante su egolatria!!!! (no se me enfaden las ranas argentinas, un poco de humor porfis)
 
EL ARTE HECHO CINE


https://es.gizmodo.com/la-dune-de-jodorowsky-y-moebius-los-disenos-y-arte-con-1764751012


La Dune de Jodorowsky y Moebius: los diseños y arte conceptual de la película fallida


Miguel Jorge

3/20/16 12:50pm
Archivar en: Dune

upload_2017-7-17_20-26-8.png


En 1975 el polifacético Alejandro Jodorowsky intentó llevar a la gran pantalla la novela Dune. De convertirse en realidad hoy tendríamos entre nosotros una joya del celuloide donde Pink Floyd, H.R. Giger, Moebius, Dalí o Mick Jager formarían parte de la producción. El proyecto finalmente se cancelaría, pero se guardaron los increíbles bocetos de lo que hubiera sido una obra enorme e inclasificable.

De lo que acontecido a mediados de la década de los 70, con ese intento de megaproducción que aún hoy sería recordada, existe un documental bajo el nombre Jodorowsky´s Dune. Se trata de un proyecto llevado a cabo por el director Frank Pavich donde nos desmenuza la manera en que Jodorowsky se enfrentó a la adaptación de la novela de Frank Herbert.



En el documental es Jodorowsky el que explica con todo lujo de detalles al espectador cual fue su idea desde el principio. Obviamente al final fue David Lynch el que en 1984 llevó a la gran pantalla el mundo que imaginó Herbert, pero vale la pena pararse a pensar cómo hubiera sido esa odisea del creador de El Incal.

Y es que dos años antes, en 1973, era el productor Arthur P. Jacobs el que había intentado trasladar los dibujos a la pantalla. Moría cuando el proyecto acababa de empezar. Así fue como dos años después Jodorowsky recogía el testigo de Jacobs y se imaginó una Dune cuya banda sonora debía ir marcada por los acordes del rock progresivo de bandas como Tangerine Dream o Mike Oldfield.

Finalmente se quedaría con Pink Floyd y Magma e incluso había apalabrado la participación de ambos conjuntos. Junto a ellos y en todo un tour de forcé, Jodorowsky trata con artistas de la talla de H.R. Giger (el artista genial detrás de, entre otros muchísimos trabajos, la saga Alien) y Jean Giraud (Moebius) para que sean los encargados del decorado y diseño de los personajes

upload_2017-7-17_20-29-7.png


No sólo eso, a esta lista de ilustres y según podemos ver en el documental, también estaban invitados el mismísimo Orson Welles, Salvador Dalí, David Carradine o Mig Jagger, todos ellos para participar como actores. Con Dalí (como Emperador Galáctico), incluso llegaría a cerrar verbalmente el acuerdo económico por su participación.

Evidentemente estamos ante uno de los proyectos más ambiciosos de la historia del cine (era la década de los 70). Un proyecto tan grande que finalmente no vio la luz. Tras cinco años de trabajo de Jodorowsky y un sin fin de retrasos, el proyecto fracasa y la productora se retira.

upload_2017-7-17_20-29-45.png


El testigo como decíamos antes lo tomaría Lynch años más tarde, pero del trabajo de Jodorowsky quedarían una gran cantidad de dibujos realizados por Moebius, dibujos que además luego fueron esencia para la creación en conjunto (Jodorowsky-Moebius) del cómic El Incal. Junto a estos bocetos se guardarían storyboards y arte conceptual del mismo que a la postre serviría en el futuro como fuente de inspiración de otras grandes obras como la misma Alien de Scott.

Así que les dejamos con una pequeña parte de lo que pudo ser una obra maestra. Los bocetos que desarrolló Moebius para esta joya que jamás vio la luz, la Dune de Alejandro Jodorowsky:

upload_2017-7-17_20-30-26.png

upload_2017-7-17_20-30-45.png

upload_2017-7-17_20-30-57.png

upload_2017-7-17_20-31-7.png

upload_2017-7-17_20-31-23.png

upload_2017-7-17_20-31-33.png

upload_2017-7-17_20-31-44.png







 
Última edición:
  • Miguel Jorge
    3/20/16 3:33pm
    La película pintaba realmente bien, una pena que no se llegar a hacer. De todas formas, y aunque mucha gente la critica, la de David Lynch aunque un poco lenta, es una muy buena película:

    http://rodajesdepeliculas.blogspot.com/2015/05/el-rod…

    2
    Responder

    Reportado


    Miguel Jorge
    3/21/16 1:20am
    Pues yo no creo que hubiera sido una buena pelicula, no hay que olvidar que por los altisimos honorarios de Salvador Dali, Jodorowsky iba a hacer que el emperador usara un robot parecido a el para acortar al máximo las actuaciones del artista.

    Lo que necesita Dune es un ANIME.

    Con unos 25 episodios de 22 minutos sería más que suficiente para contar la historia de Paul Atreides, unos 2 millones de dolares, aunque creo que los mejor sería empezar por una pack de episodios, de 5 en 5 para que sea más fácil llegar a la meta al darse cuenta los inversores de kickstarter que su dinero estaria siendo bien utilizado.

    Aunque lo primero sera aprender ingles, no por nada los que han hecho la gran mayoria sino es que todos los fanfilms de StarWars o Star Trek son estadounidenses.

    Y otra cosa que por cierto tendrá el anime en caso de llegar a hacerse realidad en los proximos años.

    A diferencia de la pelicula, las series y los libros que el hijo de Herbert ha escrito violando el legado de su padre, LOS NAVEGANTES NO PLEGAN EL ESPACIO CON LA MELANGE.

    Responder
    Reportado


    Miguel Jorge
    3/21/16 6:44am
    A Jodorowsky se le iba la pinza con facilidad, echen un vistazo a la montaña sagrada y el topo y ya me dirán.
 
POESÍA SIN FIN

http://www.elmostrador.cl/cultura/2...-sin-fin-la-musiquilla-de-las-pobres-esferas/

A la estética surrealista reconocible en el autor, se agregan el diseño y la mirada de un Santiago plural y atemporal en sus escenarios, que no obstante, le arrebatan coherencia técnica y fílmica al engranaje y al conjunto artístico de la obra. El barrio Matucana, con sus añejos y desaparecidos boliches, el parque Forestal y la Quinta Normal, constituyen las esquinas donde el niño y el adolescente, se transformaron en un hombre y en un poeta.

“Robando flores a la luz de la luna / Pido perdón a diestra y siniestra / Pero no me declaro culpable”.

Nicanor Parra, en Obra gruesa

Santiago de Chile respiraba bohemia en la década de 1950. Dicen que la capital de Chile jamás fue tan hermosa: calles consolidadas, tranvías, la Alameda señorial y caminable, los parques, los árboles en las calles principales. El cerro Santa Lucía, y su magia que parece ajena, prestada de otras latitudes. Esa ciudad recibió a un joven Alejandro Jodorowsky, venido desde Tocopilla, junto a su madre y a su iracundo progenitor: la concurrida Matucana, el almacén familiar, el joven que se debate entre la poesía, el teatro y la pantomima. El primer amor por Stella Díaz Varín, su amistad con Enrique Lihn y Nicanor Parra, las tertulias y los versos donde sea, en el lugar que nos alcance la inspiración, porque: “la poesía es un acto”, hechos y vida.




Una ambientación discutible. Las opciones de Jodorowsky (1929), en esta opotunidad, fueron mucho menos ortodoxas que en La danza de la realidad (2013). Ahora, la escena se fabrica con despojos, con mimos disfrazados, a modo de fantasmas inveterados, que acechan desde siempre al joven Alejandro. El autor es un surrealista, pero hasta Buñuel respetaba la sincronía entre tiempo y época, espacio urbano y concepción de una poética audiovisual: los personajes cruzan zonas de la urbe, y la continuidad de la régie, se extravía en pos de un afán simbólico y atemporal. Las leyes de la linealidad cronológica, son dispuestas por el director en exclusiva, violando decretos con fuerza de ley, y el desenlace estético, por lo menos, es algo muy amargo.

Lo que sigue: la cámara de Jodorowsky distribuye sus dones con generosidad. Los problemas, en comparación con la primera parte de la saga, derivan de la intensidad proveniente desde un guión y de otro. Así, el indefenso niño tocopillano, se presenta con mayor posesión de sus traumas y quiebres emocionales, que el adolescente y el joven hombre santiaguino, quien se propone: “salvar al surrealismo”, más curtido y “duro”. Este lente desenrolla sus hilos y saca sus naipes, de mejor manera en lo alto del aire: los planos “picado” buscan las claves de un Santiago de antaño, antipoético, pero con capacidad de asombro y de parir a artistas con la genialidad de Lihn, y al mismo autor de esta cinta, que inferior a La danza de la realidad, es bastante superior que cualquier otra película chilena de la hora presente, juicio efectuado en un prisma global y universal.



Las disputas con el padre (su neurosis es un rasgo reconocible y de interpretación por parte del actor encargado de encarnarlo, Brontis Jodorowsky), la evasión y la tristeza perennes de la madre (nuevamente abordada por Pamela Flores y su voz de soprano), que modula y enuncia sus pasiones y temores, a través de agudas y cautivantes notas vocales: la cantante también personifica a Stella Díaz Varín, primera mujer de Alejandro, en los afectos y el fragor erótico y sensual de la carne, y del huidizo amor.

Los versos explican la totalidad de las formas y de las esferas. La noche es el hábitat natural y preferido de los poetas. Las flores se roban a la luz de la luna, y el vino se bebe en compañía de la oscuridad, y Nicanor Parra las ejerce de amigo, confesor y padre artístico y adoptivo: su irrupción, junto a la de Lihn, muestra la cinta, y lo relata el libreto, surcan los apegos santiaguinos de Jodorowsky: a veces, la misma procedencia de la sangre para nada cuenta en la ubicuidad y en el nacimiento de los grandes y filiales afectos.

¿Es la forja identitaria de un artista adolescente, el tema principal de Poesía sin fin (2016)? Por ahí va la respuesta, y la subjetividad del asunto. En esa línea de análisis, es que insisto en la coyuntura de la construcción escénica de esa apócrifa ciudad de Santiago, que anhela “trocar” en el centro urbano de los años ´50: se observa fatua, inasible, perdida, incoherente, en esos diagramas de opciones transversales, y dicotómicos: esa metrópoli, sin ser mejor ni mayormente elusiva que la actual, correspondía diseñarla con unas calzadas y fachadas, atingentes a su condición de rincón desaparecido y ahogado por el transcurso de las décadas, marcadas por asonadas, golpes, por la muerte de un Chile, el nacimiento de otro, y por los intentos de recuperar las sombras y el peso de la noche.



A Jodorowsky y a Lihn, claro, les era permitido que poder cruzar las casas y sus paredes, y aparecer en el parque Forestal, o en el Museo de Bellas Artes, en vez de surgir sus figuras inmateriales, sobre la terraza de un edificio reciente, gris, hermoso, aunque distante del espíritu y de los años de formación y de aprendizaje, de esa generación ya casi extinta, muerta (la literaria de 1950), la cuna de José Donoso, de Luis Alberto Heiremans, de Jorge Edwards, de Enrique Lafourcade, de Claudio Giaconi y su libro de cuentos La difícil juventud.

Las elecciones del director, en esa medida de examen, resulta incomprensible, atendible de todas formas, pero absurda, ya que se desperdició la opción de grabar una obra maestra, una pieza que homenajear a ese grupo de talentosos escritores, y artistas chilenos en general: poetas, pintores, actores, escultores, en fin. El secreto de esa creación audiovisual, estaba en el levantamiento de escena, reitero: por eso el recibimiento frío en la Costa Azul francesa y en el Sanfic 12: los jóvenes y los no tan bisoños, deseaban observar la cuna del maestro, y acercarse a ese misterio (su personalidad), a través de una aproximación creíble y plausible al cuerpo y al vientre del delito (la ciudad de Santiago, de ese entonces).



La cámara de Jodorowsky es la de decana (por su aptitud natural) del cine chileno histórico, luego del ojo de Raúl Ruíz: encontrar fallas en esa área, representa un juego absurdo antes de disputarlo, siquiera. La actuación de su hijo Adan (el Alejandro joven y veinteañero), quizás, sea su mayor descubrimiento y herencia, o sus disquisiciones acerca del amor, en referencia a un tono argumental: cuando la pasión recibida, crea complicidades y el nacimiento de un fuego inacabable de extinguir, de apagar, se fecunda en la bebida de una sangre, en un néctar de menstruación femenina.

Poesía sin fin es una cinta que para un medio y circuito cinematográficos como el nuestro, siempre será noticia y suceso, empero, las exigencias de su nombre, de la firma de su creador, demandaban otras alturas audiovisuales, pese a lo bello, querible y cercano de su propuesta estética y consecuciones finales: versos, sueños, y actos transgresores y de puro amor, de música celeste, al fin y al cabo.
 
Back