El contrato de separación de Ainhoa Arteta y Matías Urrea
La soprano decidió romper con su pareja durante su recuperación de una infección en el hospital.
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Ainhoa Arteta se recupera en su casa familiar del País Vasco de los graves problemas médicos que ha sufrido durante los últimos tiempos. Tras contagiarse de Covid, la soprano tuvo que ser ingresada de urgencia por una infección generalizada a causa de la bacteria E. Coli.
Tras tres días con sedación, intubada y tratada con un medicamento para subirle la tensión, algunos de los dedos de la paciente empezaron a necrosarse provocando, finalmente, que le tuvieran que ser amputadas las primeras falanges de un dedo de su mano derecha y otro de su pie derecho.
Durante su recuperación en el hospital, Arteta decidía romper con Matías Urrea, con el que nunca llegó a casarse. A pesar de celebrar una fastuosa fiesta en el Puerto de Santamaría para más de 300 invitados, lo cierto es que nunca formalizaron su unión. No hay ningún registro que los reconozca como matrimonio ni como pareja de hecho.
Y, aunque ahora existe un conflicto entre ellos a nivel económico, 20minutos ha podido saber que, hasta pocos días antes de que se hiciera pública la noticia de su separación, tanto Urrea como Arteta estaban dispuestos a llegar a un acuerdo para terminar su relación de manera amistosa.
Explican a este periódico que ambos aprobaron firmar una especie de convenio de ruptura en el que se establecían algunos puntos clave, entre los que se encontraba el reconocimiento de la deuda de 42.000 euros de un préstamo que solicitó el militar para hacer frente, al parecer, a deudas contraídas por la cantante.
Dando muestras de buena fe y con el único objetivo de que el adiós definitivo fuera pronunciado desde la comprensión y no desde el rencor, Urrea había aceptado, incluso, recibir el monto adeudado en cómodos plazos durante el próximo año. No hubo interferencias de terceros. La negociación fue tan positiva que ni siquiera fue necesaria la intervención de abogados por ninguna de las partes.
En el documento, que fue redactado al alimón por los dos implicados, también se establecía una cláusula de confidencialidad que tanto ella como él debían cumplir escrupulosamente para evitar indemnizaciones de importes generosos.
Los dos estaban dispuestos a no hacer referencia a los motivos del final de su relación más allá del comunicado conjunto que iban a remitir a los medios y que también se aportaba en este acuerdo contractual.
Un texto muy correcto en el que se anunciaba la separación de "mutuo acuerdo" negando la existencia de terceras personas y confirmando que, en efecto, Ainhoa necesitaba tiempo y espacio para recuperarse tras los tiempos médicos tan convulsos: "Estaba todo planteado con el mimo suficiente como para que todo se hubiera resuelto bien, sin necesidad de todo lo que está pasando ahora, que no es más que el inicio de la guerra, pero todo saltó por los aires y nadie entiende el motivo", dice un amigo de la expareja.
Por qué Ainhoa decidió finalmente no firmar este acuerdo? A pesar de haber buscado las respuestas ante la propia protagonista, la intérprete ha declinado hacer declaraciones al respecto. Tampoco su ex ha querido aclarar o matizar ninguna de las informaciones que se están publicando sobre él.
Este periódico también ha podido conocer que tanto Urrea como Arteta están dispuestos a acudir a los tribunales para garantizar sus respectivos patrimonios. Ya hay quien desliza que el militar, que ejerció de representante, contable y gestor de las cuentas de la soprano, pudo haber tenido comportamientos dinerarios desleales.
Afirmaciones que se desmontan con las facturas y documentación que obra en poder del señalado y que arrojan continuas compensaciones entre las partes. Todo encaja, a pesar de que podría haber material audiovisual de altísimo voltaje que podría dar un giro brutal, triste y despiadado a la situación actual y que resituaría, sin fisuras, a los protagonistas de este escándalo. Nada es lo que parece.
