Agresión sexual en una fiesta llena de 'celebrities' en Ávila

Registrado
1 Sep 2012
Mensajes
1.169
Calificaciones
7.554
30/07/2016 04:56

Todo estaba preparado para que fuera perfecto. La diseñadora Bea Deza (40 años), creadora de Sister Jane y de Jane Dezibel, llevaba meses preparando el que iba a ser (y fue) un encuentro único. Deza, ex banquera de inversión reconvertida en diseñadora, es una mujer muy bien relacionada y muy querida por su amplio círculo de amigos. A todos los convocó el fin de semana del 24 y 25 de junio en una de las dos islas privadas que tiene el pantano del Burguillo (Ávila). El lugar se puede alquilar para fiestas privadas, bodas y todo tipo de eventos. Iba a ser un fin de semana fantástico.

"Fue mágico", reconoce uno de los invitados. Ni él ni la mayor parte de los asistentes tuvieron conocimiento de lo que sucedió la mañana del domingo 26, cuando muchos ya estaban abandonando la isla. Pasadas las diez, al puesto de la Guardia Civil de Cebreros llegaron noticias de que había aparecido una joven en estado de semiinconsciencia y con pérdida de memoria. La chica, de 19 años, no llevaba ropa interior y presentaba signos evidentes de haber sido agredida sexualmente varias veces. Era extranjera.

Dos semanas después, la prensa local informaba de que la Guardia Civil acababa de detener a un varón de 36 años, residente en Andalucía. La unidad de Policía Judicial de la Comandancia de Ávila sospechaba que el hombre había introducido algún tipo de droga en la bebida de la joven, lo que explicaba su falta de memoria y la anulación de su voluntad. Le detuvieron como presunto autor de un delito de Agresión Sexual en concurso con otro contra la Salud Pública. A día de hoy, el caso no está cerrado y podría haber nuevas detenciones en los próximos días.

Bea Deza planteó su 40 cumpleaños como un festival boutique (inspirado en los festivales de música, pero con más confort y actividades complementarias). Alquiló la isla por un precio que rondaba los 2.500 euros y preparó para sus invitados un completo programa de actividades que incluía las actuaciones musicales de diez artistas y formaciones, entre los que se encontraban Russian Red, Juan Zelada o Raymond Devine. Pero no sólo eso. Había un rincón de sanación con distintos gurús. Otro donde se customizaban prendas de ropa. Un lugar para una adivinadora del futuro. Zona de chill out, cine al aire libre. Hasta se celebró una misa. A todos los invitados se les proveyó de uniformes de campamento. Un derroche de imaginación y de recursos para el que Bea contrató a la empresa A Típica y al catering de Cari Goyanes.

"Sé muy poco de lo que pasó después", explica Deza al otro lado del teléfono, "fue increíble, todo el mundo estaba muy feliz, no he recibido más que respuestas positivas por parte de los presentes. Lo que pasó no tiene nada que ver conmigo, ninguno de los involucrados tenía una invitación oficial. No sé cómo se coló en la fiesta la chica, a la que no conocía de nada. Pero una cosa quiero dejar clara, yo soy antidrogas y todo el que me conozca lo sabe, en mi fiesta no había estupefacientes".

La diseñadora lamenta que se asocie su buen nombre al suceso que tuvo lugar la noche del sábado, "no tiene nada que ver conmigo", repite una y otra vez, "todo es falso, están difamando mi fiesta". Aunque no ha trascendido la identidad del presunto agresor, se trata de una persona de alto poder adquisitivo, acostumbrada a viajar por todo el mundo. En realidad, la mayor parte de los invitados de Deza responden al mismo perfil. Entre el centenar de asistentes que pasó por Wonderwall Island (como bautizaron el evento) en algún momento del fin de semana, se encontraba la empresaria Cristina Comenge, la modelo Laura Ponte, la nieta de la duquesa de Alba Brianda Fitz-James, Beltrán Cavero, conocidas blogueras como Berta Bernad y Espe de la Fuente, diseñadores como Víctor Nouman, el cantante Sala Elassir (que acto seguido cogió un avión para ir a la boda de Alia El Assir en Gstaad), la relaciones públicas María Fitz James, la actriz Candela Arroyo, la fotógrafa Mónica Ugalde, arquitectos, ingenieros y familiares de Deza.

Aunque el castillo que hay en la isla cuenta con cuatro dormitorios dobles, no eran suficientes para albergar a todos los invitados. La organización preparó parte del terreno para instalar tiendas de campaña donde los invitados pudieran descansar. No fue la única concesión. Al parecer, la propiedad de la isla llegó a un acuerdo con Deza para que la diseñadora y cantante promocionara el lugar entre su influyente círculo. Todos querían que saliera bien. Pero salió fatal.


 
No entiendo esa manía de la diseñadora con remarcar que ella no tenía nada que ver con el hecho y culpando a la chica de haberse colado en su fiesta. Que alguien le explique que esa inquina en quejarse de que ese hecho haya estropeado su chachi fiesta le deja en muy mal lugar de cara a la galería. Y lo de que no habría estupefacientes.... si, ya, claro. Tiene pinta de que allí quien más y quien menos iba como en la fiesta de Blas, con un par de rayas de más.
 
Me partiría si no hubiera una presunta agresión sexual por en medio.
Que en SU fiesta no había estupefacientes JUAAAAAAAAAASSSSSS JUAAAAAAASSSSSS
Y luego lees la lista de invitados....y más JUAAAAAAASSSSSS JUAAAAAAASSSSSS
Es una isla privada que se alquila para eventos, con lo cual el acceso no es como colarse en los salones Rosy a la boda de mi prima.
Pero, claro. Las personas de esa alcurnia no hacen esas cosas (todo muy presunto, eh?!)
Eso habrá sido alguna camarera o alguien de una clase social inferior que oyes....terminó la jornada, se tomó un Almax después de aguantar tanto pierdo. ..y, pues que le sentó mal!
 
Creo que la diseñadora debió quedarse calladita. Trata a la chica agredida como una infiltrada cuando debería decir que esta deseando que se aclare, encuentren al o los culpables y que lo siente mucho por la chica. Si ella organizó la fiesta y supuestamente alguien se coló, ella tiene su parte de responsabilidad como organizadora. Contrataría alguna empresa que llevase la seguridad y demás, no era una acampada improvisada. Lo de los estupefacientes estoy hasta la peineta, yo tampoco me drogo y no me gusta, pero decir que en las fiestas que voy u organizó no hay, es una estupidez. Es algo que por desgracia es muy difícil de controlar, incluso me ha pasado ver drogarse a gente que para nada pensaba que lo hiciesen. Es una opción que toman ellos y aunque no me guste no puedo asegurar que nadie de mi entorno no se droga como si hacerlo fuese algo sólo de marginales. No se puede controlar lo que mete cada invitado en las fiestas y por desgracia en muchas la droga está presente. Es como en las discotecas que todas oficialmente están muy en contra, pero en sus recintos hay droga y se encuentra sin problemas. Que ella esté en contra de las drogas me parece perfecto pero eso no implica que sus invitados lleven estupefacientes.

Como habéis comentado huele a buruntanga. Si fuese mi fiesta estaría muy preocupado por saber quién fue el desgraciado que lo hizo y abochornado por la chica que se le queda un buen trauma de por vida.
 
Me partiría si no hubiera una presunta agresión sexual por en medio.
Que en SU fiesta no había estupefacientes JUAAAAAAAAAASSSSSS JUAAAAAAASSSSSS
Y luego lees la lista de invitados....y más JUAAAAAAASSSSSS JUAAAAAAASSSSSS
Es una isla privada que se alquila para eventos, con lo cual el acceso no es como colarse en los salones Rosy a la boda de mi prima.
Pero, claro. Las personas de esa alcurnia no hacen esas cosas (todo muy presunto, eh?!)
Eso habrá sido alguna camarera o alguien de una clase social inferior que oyes....terminó la jornada, se tomó un Almax después de aguantar tanto pierdo. ..y, pues que le sentó mal!

Si estaba Clarita Laurel ( ejem, ejem ) entonces habia competicion para ver quien se ponia mas azucar glass en la cara. Seguro que habia muchos sandwiches en papel platina para conservar su jugosidad.
 
Agresión sexual en una fiesta llena de 'celebrities' en Ávila
14698032213342.jpg

De izquierda a derecha: Bea Deza, Laura Ponte, Brianda Fitz-James y Russian Red. EM
La diseñadora Bea Deza llevaba meses organizando su 40 cumpleaños, un festival 'butique' de dos días para el que alquiló una isla en el Burguillo

Los invitados (artistas, músicos, blogueros) no se enteraron del fin de fiesta: una presunta violación

Whatsapp
30/07/2016 04:56
Todo estaba preparado para que fuera perfecto. La diseñadora Bea Deza (40 años), creadora de Sister Jane y de Jane Dezibel, llevaba meses preparando el que iba a ser (y fue) un encuentro único. Deza, ex banquera de inversión reconvertida en diseñadora, es una mujer muy bien relacionada y muy querida por su amplio círculo de amigos. A todos los convocó el fin de semana del 24 y 25 de junio en una de las dos islas privadas que tiene el pantano del Burguillo (Ávila). El lugar se puede alquilar para fiestas privadas, bodas y todo tipo de eventos. Iba a ser un fin de semana fantástico.

"Fue mágico", reconoce uno de los invitados. Ni él ni la mayor parte de los asistentes tuvieron conocimiento de lo que sucedió la mañana del domingo 26, cuando muchos ya estaban abandonando la isla. Pasadas las diez, al puesto de la Guardia Civil de Cebreros llegaron noticias de que había aparecido una joven en estado de semiinconsciencia y con pérdida de memoria. La chica, de 19 años, no llevaba ropa interior y presentaba signos evidentes de haber sido agredida sexualmente varias veces. Era extranjera.

Dos semanas después, la prensa local informaba de que la Guardia Civil acababa de detener a un varón de 36 años, residente en Andalucía. La unidad de Policía Judicial de la Comandancia de Ávila sospechaba que el hombre habíaintroducido algún tipo de droga en la bebida de la joven, lo que explicaba su falta de memoria y la anulación de su voluntad. Le detuvieron como presunto autor de un delito de Agresión Sexual en concurso con otro contra la Salud Pública. A día de hoy, el caso no está cerrado y podría haber nuevas detenciones en los próximos días.

Bea Deza planteó su 40 cumpleaños como un festival boutique (inspirado en los festivales de música, pero con más confort y actividades complementarias). Alquiló la isla por un precio que rondaba los 2.500 euros y preparó para sus invitados un completo programa de actividades que incluía las actuaciones musicales de diez artistas y formaciones, entre los que se encontraban Russian Red, Juan Zelada o Raymond Devine. Pero no sólo eso. Había un rincón de sanación con distintos gurús. Otro donde se customizaban prendas de ropa. Un lugar para una adivinadora del futuro. Zona de chill out, cine al aire libre. Hasta se celebró una misa. A todos los invitados se les proveyó de uniformes de campamento. Un derroche de imaginación y de recursos para el que Bea contrató a la empresa A Típica y al catering de Cari Goyanes.

Ávila
 
Back