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Ellas y ellos
Ada Colau y dos fiscales
22 juny 2016 NC Deixa un comentari
Por José Martí Gómez
Hace un par de semanas se celebró en Barcelona una reunión de fiscales de toda España. Como alcaldesa de Barcelona, Ada Colau tuvo la gentileza de ofrecerles una recepción. Hace un par de días, Ada Colau explicó que dos de ellos se portaron con ella de forma no ya machista sino absolutamente grosera.
El día que se clausuró la reunión almorcé con la fiscal Lola Delgado y con José Maria Mena. Me explicaron, absolutamente indignados, como habían escuchado que dos fiscales, con signos de haber bebido en exceso, se acercaron a la alcaldesa y le preguntaron dónde había dejado al novio. Ni Lola ni José María lo escucharon pero según la señora Colau dijeron algo más grosero. Del hecho se dieron cuenta prácticamente la mayoría de los asistentes al acto. Tanto es así que el presidente de la Unión Progresista de Fiscales telefoneó a Ada Colau para disculpase en nombre de la mayoría de los fiscales asistentes, ajenos por completo a la grosería sexual, e incluso diría que escandalizados. Era sábado y no encontró a nadie. Volvió a telefonear el lunes, la alcaldesa estaba reunida y no podía ponerse al teléfono. Habló con su secretaria ejecutiva y rogó hiciese llegar a Ada Colau sus excusas en nombre del colectivo de fiscales. Ada ya no respondió a esa llamada. Estaba dolida, con razón. Me pregunto si esos fiscales no pueden ser expulsados de la asociación. El estar bebidos es en su caso un agravante, dado el cargo institucional que ocupan. Parece que no es posible. A mi sí me es posible llamarles impresentables. Son dos individuos que desprestigian a una asociación formada por buenos profesionales, gente digna de todo respeto. Pero ya se sabe que en todo colectivo siempre hay algún que otro gilipollas. En este caso, dos.
Ada Colau y dos fiscales
22 juny 2016 NC Deixa un comentari
Por José Martí Gómez
Hace un par de semanas se celebró en Barcelona una reunión de fiscales de toda España. Como alcaldesa de Barcelona, Ada Colau tuvo la gentileza de ofrecerles una recepción. Hace un par de días, Ada Colau explicó que dos de ellos se portaron con ella de forma no ya machista sino absolutamente grosera.
El día que se clausuró la reunión almorcé con la fiscal Lola Delgado y con José Maria Mena. Me explicaron, absolutamente indignados, como habían escuchado que dos fiscales, con signos de haber bebido en exceso, se acercaron a la alcaldesa y le preguntaron dónde había dejado al novio. Ni Lola ni José María lo escucharon pero según la señora Colau dijeron algo más grosero. Del hecho se dieron cuenta prácticamente la mayoría de los asistentes al acto. Tanto es así que el presidente de la Unión Progresista de Fiscales telefoneó a Ada Colau para disculpase en nombre de la mayoría de los fiscales asistentes, ajenos por completo a la grosería sexual, e incluso diría que escandalizados. Era sábado y no encontró a nadie. Volvió a telefonear el lunes, la alcaldesa estaba reunida y no podía ponerse al teléfono. Habló con su secretaria ejecutiva y rogó hiciese llegar a Ada Colau sus excusas en nombre del colectivo de fiscales. Ada ya no respondió a esa llamada. Estaba dolida, con razón. Me pregunto si esos fiscales no pueden ser expulsados de la asociación. El estar bebidos es en su caso un agravante, dado el cargo institucional que ocupan. Parece que no es posible. A mi sí me es posible llamarles impresentables. Son dos individuos que desprestigian a una asociación formada por buenos profesionales, gente digna de todo respeto. Pero ya se sabe que en todo colectivo siempre hay algún que otro gilipollas. En este caso, dos.