Abuelas que compiten con las madres

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Me gustaría debatir un poco sobre este tema espinoso.
¿ Qué les sucede a esas mujeres que sienten que deben de intrometerse en la relación entre los niños y sus madres y competir por su atención regalando cosas sin parar, criticando o contradiciendo la voluntad de la madre?
¿ A qué se debe esta locura?
 
No lo sé pero lo veo a diario con los hijos de mi hermana. Pienso que si los ven poco es por ganarse el amor de los nietos más fácilmente, pero también creo que si hay relaciones malas entre la madre y la abuela ahí puede haber una cuestión de poder y de ganar una batalla a través de los nietos.
 
Me gustaría debatir un poco sobre este tema espinoso.
¿ Qué les sucede a esas mujeres que sienten que deben de intrometerse en la relación entre los niños y sus madres y competir por su atención regalando cosas sin parar, criticando o contradiciendo la voluntad de la madre?
¿ A qué se debe esta locura?
Pues claramente a qué NO los quieren. Su amor principal es su EGO/ROL de PODER por encima de todo....y humillar a la madre. Lo bueno que es una enfermedad que se pasa pronto....bueno, relativamente. Pero en cuanto los niños pasan de los 12 años....a las abuelas de este estilo se les pasan esos fervores. La etapa bebé hasta los 5 - 7 años, es literalmente odiosa cuando están cerca. Me refiero a ese protipo. Hay abuelas estupendas y maravillosas que saben cuál es su misión, que en absoluto es eclipsar, contradecir o ningunear a la madre. Si te toca esa como suegra o como madre, entonces tienes un ángel a tu lado.
 
Cuando fui madre por primera vez sufri un poco ese síndrome por parte de mi suegra, y la verdad es que lo pasé bastante mal, siempre a la gresca o defendiendo cosas que no tenía porqué discutir: que si le das teta, que si duerme contigo, que si le cojo yo cuando llora... cosas absurdas que cuando estás pasando un postparto un poco triste como me pasó a mi te afecta aún más. Luego todo se pasa... o quizás la que pasas ya de todo y de todos eres tú misma :LOL:
 
Mi madre, que como madre es bastante regular (sencillamente no estaba nunca y cuando estaba el estrés que llevaba encima era para huir de ella), se ha destacado como una abuela cojonuda. Es increible. No interfiere, hace las cosas exactamente como yo le digo, es cariñosísima con la niña, hace montones de actividades con ella, no la estropea (en el sentido de que mantiene una cierta disciplina), le cuenta historias de cuando yo era pequeña (las debe de conocer de oidas, porque no andaba muy cerca cuando yo crecí) y mi hija la verdad es que adora estar con ella y con mi padre. Se la llevan a la playa en verano y lo pasan todos pipa. Creo que trata de cumplir con ella lo que no hizo conmigo. A mi me va bien, porque veo que la quiere mucho y la trata muy bien y con mucho afecto. A mi madre envejecer le ha ayudado, está algo más calmada y tiene más paciencia. Mi padre es un abuelo 10, la verdad. Hace castillos, pesca "candrejos", planta tomates y "cinorias"... y lo hace con la niña la mar de contento.
Mi hija no puede disfrutar de su otra abuela, porque ya no está, es una pena. Pero creo que se habrían creado bastantes conflictillos. En fin... ojalá fuera así, y mi niña la disfrutara, con conflictos y todo.
Respecto a las abuelas helicóptero (todo el día sobrevolando por encima) he visto a algunas y creo que es una fase y una pose. Lo importante para esas buenas señoras no es que ha nacido un nieto, lo que cuenta es que ellas son ABUELAS. Se les pasa cuando el niño o niña crece y empieza a ser autónomo, y ale, a otra cosa mariposa.
Luego están las que actúan así por desconfianza. Porque básicamente creen que eres una incompetente. En mi caso era la bisabuela la que pensaba así, o sea mi abuela, aclaro. Recuerdo las primeras Navidades con mi niña de mesicos en el pueblo y en cuanto entramos por la puerta quedo claro que ella estaba al mando y a cargo de todo. Excepto dar la teta, que era algo que tenía que hacer yo, si o si, el resto quedó bajo su extricta supervisión, porque estaba claro que yo no sabía absolutamente nada de criar niños (cuando la gente me preguntaba cuantos más tenía, de lo suelta y calmada que me veían criar a la nena) y para eso, gracias a Dios, estaba ella. Trató por todos los medios de hacerle cojer el chupete (que mi hija no quería) se lo untaba en miel (si, en miel de colmenas del pueblo, a una niña que no tenía ni cuatro meses), la vestía como le salía de la cona y la sacaba por el pueblo de exposición, con temperaturas de cero grados. La bañaba en la cocina tras una serie de protocolos para desvestirla y que se aclimantara que no veas. Le ponía el termómetro viniera o no a cuento. Supervisaba el color y textura de cada pañal, dando un veredicto irrefutable del estado intestinal de la criatura (a la que dicho sea de paso, no le pasaba nada). En fin... pero claro, la verdad es que no había huevos a decirle nada, una tía que lleva gobernando a su familia con mano de hierro durante más de 65 años es un enemigo demasiado fuerte para mi. Conste que me hacía gracia verla así. Y se quedó con el corazón temblando de pena cuando nos fuimos y mi hija quedó expuesta a mis cuidados solamente. Y eso que era una niña feliz, comilonceta y dormilocenta. Llego a llevarle a una cosa escuchumizada y directamente el padre y yo volvemos pa casa sin la nena que ya se la quedaba ella. Su doctrina se resume en cinco puntos básicos:
1.- Un niño nunca come lo suficiente
2.- Un niño nunca duerme lo suficiente
3.- Un niño nunca está suficientemente abrigado en invierno (o las noches de verano)
4.- Si un bebé o niño es bonito, hay que sacarlo por el pueblo para enseñarlo y que se sienta querido y admirado
5.- Si un bebé o niño es poco lustroso o directamente feusco hay que guardarlo en casa e incidir machaconamente en los puntos uno y dos hasta que por lo menos sea regordete cual angelito de Murillo y se pueda pasar al punto cuatro, previa atención al tres.
 
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Cuando fui madre por primera vez sufri un poco ese síndrome por parte de mi suegra, y la verdad es que lo pasé bastante mal, siempre a la gresca o defendiendo cosas que no tenía porqué discutir: que si le das teta, que si duerme contigo, que si le cojo yo cuando llora... cosas absurdas que cuando estás pasando un postparto un poco triste como me pasó a mi te afecta aún más. Luego todo se pasa... o quizás la que pasas ya de todo y de todos eres tú misma :LOL:
Eso se llama envidia
 

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