70 cumpleaños de Ana María de Grecia

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La reina Ana María está celebrando en su casa, en Porto Heli, Grecia, su cumpleaños con su familia. la princesa Teodora compartió esta hermosa foto en su cuenta de Instagram, hace 40 minutos
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Constantino y Ana María posan en su casa de Londres durante el 50 cumpleaños de ella.

© Cordon Press


La princesa danesa que pudo reinar en Grecia cumple 70 años
Ana María y Constantino de Grecia comenzaron muy jóvenes un romance secreto, se enfrentaron a los padres de la novia y de la opinión pública y acabaron huyendo de Grecia tras un golpe de Estado.
Por CARMEN GALLARDO

30 de agosto de 2016 / 8:48
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Realeza
Con solo 18 años, Ana María Dagmar Ingrid de Dinamarca y Suecia se convirtió en la reina más joven y guapa de Europa. Era la menor de las tres hijas del rey Federico IX, pero la primera que accedía a un trono tras contraer matrimonio con el rey de los helenos, apenas tres semanas después de cumplir los 18.

La ceremonia fue un espectáculo. Los novios pasearon por las calles de Atenas en carroza descubierta, bañados por multitud de papelillos de colores, mientras un centenar de cañonazos, disparados desde el monte Lycabetos y desde los buques de guerra atracados en el Pireo, anunciaban al país que Ana María se había convertido en la Reina de Grecia. Antes, tuvo que renunciar a su religión luterana para profesar la ortodoxa griega, lo que implicaba también la renuncia al trono danés. La novia, que lucía un traje inspirado en los diseños del siglo XVIII, llevaba el velo de la familia sujeto con una fantástica tiara de Cartier, regalo del Khedive de Egipto a su abuela. Con esa misma tiara se casaría años después su hija Alexia con el arquitecto español Carlos Morales.

Ana María era una nórdica de carácter que lucía con aire de dama de honor, apostada en las escalinatas de palacio, en torno a los novios en algunas de la célebres bodas de principios de los sesenta. Alta, rubia, de ojos verdes y sonrisa delicada que hoy con 70 años, aún conserva.

El novio no era menos atractivo. Además, el hijo de los reyes Pablo y Federica de Grecia, compartía con la novia apellidos: Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg, ya que el primer rey de Grecia, Jorge I, era hijo de Christian IX de Dinamarca y Luisa de Hesse-Kassel. Pero el hecho de que “los niños” fueran primos y compartieran genes, no fue solo el verso de una copla, sinolo usual en las casas reales hasta la llegada de las primeras plebeyas, como Silvia de Suecia, Sonia de Noruega o María Teresa de Luxemburgo y la irrupción masiva de las llamada "princesas top model", que tanto han regenerado la sangre y modernizado las Familias.

UN ROMANCE SECRETO
Ana María y Constantino se habían conocido en Copenhague durante un viaje oficial de los reyes de Grecia a Dinamarca. Ella tenía 13 años y él 19. Aseguran que ya entonces prendió la chispa. Comenzó la correspondencia entre ambos y algún tiempo después el príncipe heredero Constantino había comentado a su padre: “Con esta princesa me casaré yo". Y no paró hasta conseguir que ella dijera sí.

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Ana María y Constantino en Atenas en septiembre de 1964.© Getty Images
Constantino contó con el apoyo de su madre, la reina Federica, de su hermana Sofía, que propició otro de los encuentros de la pareja en su boda en Atenas, y con la complicidad de Harald de Noruega, país en el que se encontraban a escondidas bajo la excusa de que él entrenaba con su velero y ella visitaba a la familia de su nanny.

Sin embargo, los padres de la novia no estaban de acuerdo en una boda tan pronta para su hija. De hecho, la reina Ingrid, alegando motivos de salud, rehusaba una y otra vez la invitación de la reina Federica para veranear en Corfú. Pero, curiosamente no solo eran los padres de la novia quienes se resistían al enlace. Según publicó una edición del año 1963 de la revistaHola:

“Los estudiantes daneses se manifiestan contra una boda precoz de la princesa Ana María. La poderosa asociación de estudiantes daneses, la Samfundetos, se ha manifestado abiertamente contra el casamiento prematuro de la Princesa Ana María, alegando que la familia real griega no tiene que ir en contra de la costumbre del país, según la cual los jóvenes no se casan antes de los dieciocho años, la princesa tiene diecisiete, solo por “hacerle el juego” a la Reina Federica de Grecia”.

ELLA TENÍA 13 AÑOS Y ÉL 19. ASEGURAN QUE YA ENTONCES PRENDIÓ LA CHISPA. COMENZÓ LA CORRESPONDENCIA ENTRE AMBOS Y ALGÚN TIEMPO DESPUÉS EL PRÍNCIPE HEREDERO CONSTANTINO HABÍA COMENTADO A SU PADRE: “CON ESTA PRINCESA ME CASARÉ YO".

Ajenos a los conflictos que unos y otros mantenían acerca de su matrimonio, ellos mantenían su idilio.

EL EXILIO
La hermana de la actual reina Margarita de Dinamarca no fue reina de Grecia durante muchos años. La guerra fría y la inestabilidad política del país dio al traste con la “historia rosa”: a la pareja les esperaba una historia de amor, pero también el exilio.

Tres años después de la boda, se produjo el golpe de los coroneles. Era el 21 de abril de 1967 y la pareja real se encontraba en el palacio de verano de Tatoi, a unos 30 km de Atenas . El rey, de 26 años, había recibido una educación democrática pero no supo reaccionar: estaba solo, sin consejeros ni comunicaciones y debía tomar una decisión en las horas siguientes. Pensó que el golpe había triunfado, y optó por apoyar a los militares e intentar negociar un nuevo gobierno y quedarse en el país, influido también por el avanzado estado de gestación de la reina Ana María, que esperaba su segundo hijo.

Fue un error y meses después intentó sin éxito un contragolpe y la familia real marchó a Roma primero y a Londres después. En el referéndum convocado en 1974, tras siete años de dictadura militar, el 69,2 por ciento de los griegos votaron a favor de la república como modelo de Estado.

La familia se instaló definitivamente en Londres, donde mantenían una buena relación con la reina Isabel y el príncipe Felipe de Edimburgo, nieto del primer rey de Grecia. Allí incluso nacieron algunos de los cinco hijos del matrimonio: Alexia, íntima de la infanta Cristina; Pablo, casado con Marie Chantall Miller; Nicolás, con Tatiana Blatnik; Teodora, que sueña con triunfar en Hollywood y Felipe que trabaja y vive en Nueva York.

Tras varios litigios jurídicos con el gobierno griego acerca de la propiedad de los bienes de la Corona incautados por el Estado tras el referéndum, en 2013 la pareja abandonó Londres para retirarse al sol de puerto Heli, en el Peloponeso. Alejados de la vida política, hoy salen allí a navegar o reciben a algunos de sus hijos o múltiples nietos.
 
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