50 años del Verano del Amor: el ascenso y la caída de un sueño llamado «flower power»

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Durante tres meses de 1967, la ciudad de San Francisco acogió el mayor movimiento migratorio juvenil de la historia. Así fue la catarsis hippie del «Summer of Love»


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El parque Golden Gate de San Francisco se convirtió en epicentro del movimiento - ARCHIVO ABC

NACHO SERRANO - REVISTA_HRB Madrid21/08/2017 09:22h - Actualizado: 21/08/2017 13:00h. Guardado en: Gente&Estilo Gente

Si vas a San Francisco no olvides llevar flores en el pelo». Así de sencilla y acertadamente resumió Scott Mckenzie el Verano del Amor en un solo verso, una frase que además de describir gráficamente lo que estaba pasando en aquellos meses del 67 en la ciudad, se convirtió en un reclamo para miles de jóvenes de todo Estados Unidos que siguieron al pie de la letra el mensaje de la canción para unirse a la mayor corriente migratoria juvenil de la historia.

Gran parte de la explicación de lo que ocurrió aquel año se debe a razones demográficas: por primera vez en EE.UU. más de la mitad de la población tenía menos de 25 años. Y muchos de esos jóvenes del baby boom se contagiaron de cierto aburrimiento ante la sociedad de consumo y las comodidades materiales que proporcionaron el despegue económico de posguerra.

Derechos civiles
La lucha por los Derechos Civiles y el rechazo a la guerra de Vietnam terminaron de cementar un movimiento que tiene sus orígenes en los beatniks que tomaron el distrito norte de San Francisco a finales de los años cincuenta. Desencantados con la prosperidad económica, se aislaron de la sociedad en un ghetto nihilista donde la poesía, el jazz, el folk y las drogas eran la dieta básica diaria. Pero a mediados de los sesenta muchos de ellos cambiaron el lema «queremos que el mundo nos deje en paz» por «queremos cambiar el mundo» y se mudaron hacia la zona de Haight Ashbury para comenzar una nueva revolución.


La llama también prendió en otras ciudades norteamericanas (al otro lado del Atlántico, Londres trató de seguirle el ritmo a «Frisco» sin éxito), especialmente en Los Ángeles, donde se vivió una suerte de ensayo general del Verano del Amor. A mediados de 1966 la riada de hippies que invadía la ciudad generó protestas vecinales y se impuso un toque de queda, al que se respondió con protestas (la mayor de ellas el 12 de noviembre, con Jack Nicholson y Peter Fonda entre los manifestantes) en el bulevar de Sunset Strip que terminaron volviéndose violentas, con graves altercados entre la policía y los «melenudos». Sin embargo, lo de San Francisco adquirió dimensiones mucho mayores.

El 6 octubre de 1966 el LSD fue declarado ilegal, y los creadores de la revista alternativa «San Francisco Oracle» convocaron la protesta pacífica «Love Pageant Rally» en el parque Golden Gate, con actuaciones de Janis Joplin y Grateful Dead y las inefables performances de los Merry Pranksters de Ken Kesey antes varios miles de asistentes. Aquel evento, que terminó con una ingesta masiva de ácido, puso la semilla del «Human Be In», celebrado en el mismo lugar el 14 de enero de 1967. Esta vez acudieron 30.000 personas, un éxito que desbordó las expectativas de los propios hippies, que por primera vez fueron conscientes de su número y de que podían poner en práctica su utopía. Allí, el profesor de Harvard Timothy Leary pronunciaría las célebres palabras «turn on, tune in, drop out» ante una audiencia que las memorizó y adoptó como si de mandamientos se tratasen. Desde ese momento todos ellos abandonarían la vida convencional dejándolo todo, colegio, familia, trabajo… Los medios de comunicación se hicieron eco de ésta y sucesivas concentraciones en el parque Golden Gate, y la llamada del amor corrió como la pólvora por todo Estados Unidos.

El goteo de hippies fue inundando el barrio de Haight Ashbury, y cuando llegaron las vacaciones estudiantiles del spring break de marzo, un nuevo torrente de adolescentes estuvo a punto de colapsar la ciudad. En abril, la vanguardia del movimiento creó el «Consejo para el Verano del Amor» para intentar ofrecer una imagen positiva de lo que estaba ocurriendo, pero los noticiarios nacionales relataban con dramatismo ante millones de espectadores que para estos jóvenes vagabundos (algunos eran casi niños) era fácil encontrar alojamiento sin tener un centavo en el bolsillo, y que colectivos como The Diggers incluso los recibían repartiendo ropa y comida gratis. Un desmadre intolerable. El efecto de la psicología inversa fue inmediato, y al llegar el mes de junio el Verano del Amor estalló sin control, siendo ya considerado un problema de orden público cuando los «visitantes» alcanzaron la cifra de cien mil.

El día 21 miles de hippies se reunieron en una colina cercana a Haight Ashbury para celebrar el solsticio que dio el pistoletazo de salida al Summer of Love. Las autoridades prácticamente se habían rendido ante las circunstancias, y ya solo confiaban en que todo pasase en cuanto terminase el verano. Y en gran medida, así fue. Quedaban, sin embargo, tres meses por delante que cambiarían el mundo, en los que miles de personas buscaron un cambio social y personal basado en una espiritualidad libre de necesidades materiales, en el respeto al arte, en el amor libre, el apoyo mutuo, la igualdad y el antibelicismo. Fue un verano de hedonismo, pero también de insurrección (se llegaron a hacer quemas públicas de dinero, el Mal materializado) y sin duda también de creatividad, del que surgieron algunos de los mejores discos de la historia del rock’n’roll, un verano de sonrisas y energía positiva que duró hasta que las calles de la ciudad empezaron a convertirse en un zoo humano lleno de claroscuros.

La sombra de la droga
Muchos jóvenes llegaron allí buscando drogas única y exclusivamente. Poco a poco las comisarías fueron llenándose de detenidos, las paredes se inundaron de carteles con caras de niños y niñas fugados de sus casas, algunos llegados desde la otra punta del país, y la heroína empezó a abundar misteriosamente. Mientras, algunos oportunistas abrían negocios como tiendas de souvenirs hippies (algunas de ellas aún siguen en pie) o incluso «safaris» en autobús por Haight Ashbury con un guía explicando las peculiaridades de la «fauna» que aparecía en cada esquina, lo que llevó a una lenta pero incesante degeneración de la inocencia original del fenómeno.

Así, en octubre de 1967 varios activistas contraculturales organizaron una última marcha, «The Death of the Hippies», desfilando con ataúdes por el barrio. Otros prefirieron mantener vivo el movimiento trasladándose a la Telegraph Avenue de Berkeley, y extendiéndolo de forma masiva en acontecimientos multitudinarios como el Festival de Woodstock, la última cima de un «flower power» que desde entonces no hizo más que descender hacia la realidad.

http://www.abc.es/estilo/gente/abci...lamado-flower-power-201708210922_noticia.html
 
Buena sobremesa @pilou12 , eres "el rayo que no cesa".
Te felicito una vez más por tu exquisito gusto, manejo de los tiempos y amenidad en la exposición. Gracias.
Por supuesto y por descontado mis saludos a compis, visitantes y al Staff de esta formidable página, crisol de opiniones y amistades por formar, formándose y formadas.
Si por una canción describiéramos ese "verano de la flores" sería, a mi gusto, ésta del antes citado Scott McKenzie:



Y su contrapartida, versión en español por el conjunto músico-vocal "Los Mustang", como se decía antes.



Y aún, y de mi cosecha, una tercera (segunda canción); ésta de Don McLean. Inmortal.
Pleno al 15 de una época y de una forma de vivir.
Aunque fue grabada en el 1971, a los efectos no importa para nada.
Aún los refuerza y de qué manera.
Mil veces la escucharas,
mil veces se multiplicaría,
en corazones conquistados
y por conquistar.

 
Última edición:
Decía Jose Luis de Vilallonga que "la nostalgia es un error". Estoy al 100% de acuerdo pero con articulos y musicas tan evocadores no queda otra que dejarle un pequeño resquicio al menos durante un ratito.
 
BINGO y muchas gracias compi @Serendi por tu acertado aporte al articulo "Summer of love"

Con tu permiso traigo èste articulo concerniente la canción "San Francisco"


Canciones con historia: “San Francisco”. Scott McKenzie
La moda ye-ye de los años 60 no duró muchos años. Su punto álgido lo podemos situar en 1965 y el inicio de su declive en 1967 con la llegada de la moda hippie, que introdujo no solo una nueva estética, sino también una ideología mucho más contestataria e inconformista y a la que dedicaremos un próximo post. Este movimiento, menos mayoritario, es muy probable que no hubiera podido abrirse camino sin la ruptura propiciada por los propios jóvenes ye-ye. Eran los años de la guerra de Vietnam y la gente estaba cansada de tanto oír palabras como armas y muerte. Los hippieslo expresaban con uno de sus lemas preferidos: “Peace and Love” (“Paz y Amor”), tópico acortado de la frase: “Paz, amor, s*x*, drogas y, si quieres, también rock and roll”, que con la revolución sexual y el consumo de drogas buscaban una forma de rebelarse contra el sistema, acompañado en ocasiones por la práctica de la meditación, marchas por la paz y actividades ecologistas, espirituales o religiosas.

Si “If I had a hammer” cantada por Peter, Paul and Mary se convirtió en el himno de la población negra después de la Marcha por los Derechos Civiles de Washington en 1963, “San Francisco” interpretada por Scott MacKenzie fue el himno e icono por excelencia del movimiento hippie tras el primer Festival Pop de Monterrey en 1967. Su historia es cuando menos un poco rocambolesca. Para ello hemos de situarnos en esa pequeña ciudad cercana a San Francisco, donde estaba a punto de celebrarse un festival de música pop al que habían confirmado su asistencia grandes figuras como The Mamas & The Papas, Simon & Garfunkel, Grateful Dead, Canned Heat, Jefferson Airplane, Janis Joplin, The Animals, The Who, Otis Redding, Jimi Hendrix, The Byrds,… ¡!Casi nada¡¡ ¡¡Toda una pléyade!!

Panorámica general del primer festival pop de Monterrey celebrado en 1967

Se esperaba el desplazamiento de cientos de miles de hippies de todo el país y las autoridades estaban muy preocupadas por lo que se les venía encima. Temiendo por la seguridad e incomodidad de sus ciudadanos, urgen a John Phillips, miembro de The Mamas & The Papas y uno de los organizadores del evento, a tomar las medidas pertinentes. Preocupado porque se están desbordando todas las previsiones, Phillips tiene una gran idea como músico y compositor: publicitar el festival con una canción que llame a la paz y a la armonía entre todos los asistentes. Dicho y hecho, en muy poco tiempo la tiene terminada. Procura no citar el nombre de Monterrey previendo lo que le venía encima. Su idea era que sus compañeros hippies se dirigiesen en principio a la cosmopolita y próxima San Francisco, más acostumbrada y con mayor tradición de albergar este tipo de eventos, y que solo se acercasen a Monterrey para asistir a los conciertos. A las autoridades les parece bien la idea, y le presionan para grabar y lanzar la canción de inmediato con el mayor marketing posible, única manera de que su plan pueda funcionar.

Pero aún no todo estaba terminado: faltaba por decidir quien le pondría la voz; Philips, demasiado ocupado con la parte organizativa, no podía comprometerse. Entonces le pide a su amigo Scott McKenzie que le saque del apuro. Piensa que su imagen, siempre descalzo y con flores en el pelo, identificativos de la moda hippie, le daban el toque perfecto para interpretar “San Francisco”. Ensayan toda una tarde, graban al día siguiente, y a los cuatro días la ponen a la venta. ¡¡Todo un record!! El propio Philips lo recordaba, y además añadía: “E igual de rápido se convirtió en un hit internacional”, “Scott no había grabado nunca y en una semana era conocido en todo el mundo, el ‘Gran Guru’ del ‘Flower Power’”, terminando entre risas con: “Nunca me perdonó por aquello”. De esa manera tan peculiar e increíble nació el himno de la generación hippie.

Así se convirtió “San Francisco” en la canción promotora del Festival Pop de Monterrey de 1967, primer gran festival al aire libre de la historia del rock, al que acudieron más de 200.000 personas procedentes de muchas partes de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Europa Occidental, incluso de lugares tan alejados como Nueva Zelanda o Australia. La ciudad de San Francisco fue durante un tiempo la capital mundial de la música, provocando también la movilización de casi todos los estudiantes del área de California, lo que obligó al ejército, no debemos olvidar que había una gran revuelta estudiantil contra la Guerra de Vietnam, a vigilar en todo momento el evento.

“San Francisco”


Scott McKenzie, cuyo nombre verdadero es Philip Wallach Blondheim, nació en Jacksonville, Florida- USA, en 1939. Hizo sus primeros escarceos musicales en la escuela secundaria. En 1961, después de pasar por varios grupos, forma junto a John Philips, al que ya nos hemos referido, The Journeymen, excelente trío folk, y lanzan una estupenda versión, y primera grabación, de la popular canción “Quinientas millas”. Se separan en 1964. Mientras McKenzie prefiere seguir su aventura en solitario, John Philips inicia su exitosa carrera con su banda The Mamas and The Papas, aunque mantienen su estrecha relación personal y profesional que siempre perduró. De ahí que cuando Philips escribe “San Francisco” se la ofrezca a su amigo Scott McKenzie, pues piensa que era la voz e imagen perfecta para la ocasión. Incluso le acompaña a la guitarra durante la grabación.

Fue un éxito rotundo, logrando entrar en el top ten de la mayoría de las listas de todo el mundo (Nº 4 en USA y Nº 1 en Europa). Después de su lanzamiento en el “Summer of Love” (“Verano del Amor”), nombre con el que también se conoce al festival y concentración de Monterrey, se convierte en el himno de la comunidad hippie, y en su primera edición de 1967 logra reunir en el área de San Francisco a miles de personas celebrando el nacimiento de una nueva contracultura, al tiempo que cantaban junto a Scott McKenzie el famoso estribillo:


If you’re going to San Francisco,
be sure to wear some flowers in your hair.
If you’re going to San Francisco,
Summertime will be a love-in there.


Si vas a San Francisco,
no te olvides de llevar flores en el cabello.
Si vas a San Francisco,
el verano será una celebración de amor.


Después de “San Francisco”, Scott McKenzie prosigue su carrera grabando varios álbumes, pero solo con algún éxito menor. Se retira a principios de los 70 y reaparece tras muchos años en 1986 con una nueva versión de “Kokomo”, otro gran éxito de The Mamas & The Papas. Poco más tarde, reemplaza a uno de los miembros de la banda hasta 1998, año en que se retira definitivamente. Fallece en mayo de 2012 a causa del síndrome Guillain-Barre, una enfermedad que afecta el sistema nervioso, que le había sido diagnosticada en el año 2010.

“San Francisco” ha sido un tema muy requerido por el cine, por ejemplo en la famosa película “Forrest Gump” protagonizada por Tom Hanks. También en muchas de las contestaciones sociales. Una de las primeras, y más conocidas, fue en 1968 durante la “Primavera de Praga” cuando los jóvenes de Checoslovaquia (actual Eslovaquia y República Checa) la utilizaron como un canto a la libertad en su lucha contra el Pacto de Varsovia firmado entre la Unión Soviética y sus países satélites para contrarrestar la influencia de la OTAN. No cabe ninguna duda que si Scott McKenzie se hizo famoso se lo debe únicamente a “San Francisco”, una de las canciones más bonitas de la historia de la música pop. Todo un icono cultural y un clásico incombustible.


https://eltrasterodepalacio.wordpre...es-con-historia-san-francisco-scott-mckenzie/
 
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