25 años de la boda de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar. Marzo 2020

La Cristi aún sigue enamorada del Urdanga,él creo q nunca se enamoró, solo fue interés, de bartolo,también pongo en duda ese matrimonio,de sólo recordar el beso en el balcón uuuffff parecía q el prepa sentía vergüenza de besar a la lety,cómo q sabía q alguien muy importante para él lo estaba mirando y se sentía abrumado

Cuenta coti, que somos cotillas! jajaj quien crees que era esa persona que miraba a bartolo?
 
La Cristi aún sigue enamorada del Urdanga,él creo q nunca se enamoró, solo fue interés, de bartolo,también pongo en duda ese matrimonio,de sólo recordar el beso en el balcón uuuffff parecía q el prepa sentía vergüenza de besar a la lety,cómo q sabía q alguien muy importante para él lo estaba mirando y se sentía abrumado

No,lo que pasa es que ella era tan casta y pura que a él le dio pudor tocarla
 
CASA REAL ESPAÑOLA
Boda de la infanta Elena y Marichalar: lubina, novillada y zafiros... Todo lo que olvidaste
Hace un cuarto de siglo, la ciudad de Sevilla y España entera se paralizaban para asistir al primer enlace real que se celebraba en mucho tiempo



Foto: La boda de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar, en 1995. (Getty)


La boda de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar, en 1995. (Getty)


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PALOMA BARRIENTOS
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INFANTA ELENA
JAIME DE MARICHALAR

18/03/2020


Este miércoles se cumple un cuarto de siglo de la boda de la infanta Elena yJaime de Marichalar. Ha llovido mucho desde ese día soleado con Sevilla engalanada como nunca. Los balcones con mantones de Manila, macetas con gitanillas ya florecidas, reposteros en las fachadas oficiales con el acrónimo No8Do (el lema de la ciudad) y las calles llenas de gente para aclamar a la primogénita del jefe del Estado. Estaban agradecidos a la duquesa de Lugo, que desde ese día lo era por decisión de don Juan Carlos, por haber elegido Sevilla.

Hubo repique de campanas y, la noche anterior, los principales monumentos estuvieron iluminados hasta el amanecer. Los medios de comunicación de todo el mundo habían enviado a sus corresponsales, y los nacionales llevaban semanas preparando reportajes y directos. Los alquileres de los balcones por donde pasaba el cortejo se pagaban a seis mil euros los más pequeños.Desde Alfonso XIII no se había celebrado en España un acto de estas características. Don Juan Carlos y las infantas, Margarita y Pilar, se casaron en Grecia, Lisboa y Estoril. Veinticinco años después, las anécdotas de esos días siguen teniendo vigencia. Recordamos unas cuantas.



La infanta Elena y el rey don Juan Carlos, el día de la gran boda. (Getty)


La infanta Elena y el rey don Juan Carlos, el día de la gran boda. (Getty)



La infanta Elena eligió Sevilla como homenaje a su abuela, la condesa de Barcelona, que vivió muchos años en la ciudad hasta que en 1931, cuando se proclamó la República, la familia emprendió el exilio a Francia. Madrid estaba reservado para la boda del heredero, que en aquel momento no tenía novia oficial y sí oficiosa, Gigi Howard. Meses después del enlace de su hermana, rompería con ella y dos años después llegaría a su vida Eva Sannum.
Doña María le regaló al novio una botonadura de zafiros que perteneció a don Juan, y a su nieta una pulsera de oro brillantes que había pertenecido a la infanta María Isabel de Orleans. La botonadura la suele utilizar a menudo Marichalar cuando se viste de gala.


Adiós a la soltería
La despedida de solteros de la pareja fue en Los Arenales, una finca en Morón de la Frontera propiedad del conde de la Maza y de María Victoria Ybarra. Su hijo trabajaba en la Guardia Real y tenía mucha amistad con la infanta Elena, que solía acudir a montar a caballo y a disfrutar del campo. La cita era a las cuatro de la tarde y hasta allí llegaron las amistades de ambos y los herederos de las casas reinantes. En la puerta, la prensa, a la que no se le dieron facilidades. “No quiero ver a ningún periodista ni que nadie saque una foto”,fue la exigencia, que no petición, de la Infanta. La traición vino por la parte de las amistades porque las fotos de la duquesa de Lugo bailando aparecieron en la prensa. Fran Rivera y Espartaco tuvieron su novillada ante el horror de los príncipes nórdicos.



La infanta Elena siempre ha sido una gran aficionada a los toros. (EFE)


La infanta Elena siempre ha sido una gran aficionada a los toros. (EFE)



Como no podía ser de otra manera, el almuerzo campero fue con productos nacionales como paella, pescaíto frito, carne mechá y demás platos típicos. A las ocho de la tarde, la Infanta y su marido se recogieron al hotel Alfonso XIII, donde estaba la familia Marichalar y todos los royals. La novia, en el alcázar, junto a la suya.

El hotel se cerró para los invitados reales que habían volado desde sus países de origen. Unos, como Guillermo y Máxima de Holanda, llegaron a Sevilla con varios días de antelación, como también lo hicieron los primos griegos y los de Bulgaria. Todos ellos disfrutaron como cualquier turista. Los herederos de Holanda pasearon por la calle Sierpes, desayunaron en La Campana y tapearon. La pareja se conoció, precisamente, en la Feria de Abril. Máxima se compró varios pares de zapatos en la tienda de Pilar Burgos, hermana del periodista y columnista Antonio Burgos.

El vestido de la novia
La Infanta eligió a Petro Valverde para su traje nupcial. Hasta que llegó Marichalar, este diseñador le cosía la mayoría de la ropa para sus apariciones oficiales. Después, el marido marcó sus pautas. Valverde, un hombre serio y fiel, nunca entendió la inquina que le demostró el duque consorte. El velo era el mismo que había lucido su madre, doña Sofía, y la reina Federica.



La Infanta, junto a su padre. (Getty)


La Infanta, junto a su padre. (Getty)



Llamó la atención que la novia no pidiera la venia a su padre. Los nervios le jugaron una mala pasada y hubo ciertas críticas por este olvido. Aparte del 'sí, quiero', era lo único que tenía que recordar. Mientras la Reina se emocionó lo justo, el Rey tuvo que utilizar el pañuelo. La infanta Elena siempre fue su preferida y aún sigue siendo su mayor apoyo en estos tiempos de borrasca.

Lubina y croquetas
Ya casados, recorrieron las calles de Sevilla en una calesa tirada por seis caballos castaños hasta los Reales Alcázares, donde el restaurador Juliá sirvió el convite. En aquellos años no había alergias ni intolerancias y fue un menú único. De primero, lubina del Cantábrico con salsa de trufas y almendras. Después, perdiz roja con salsa castellana. Y por último, tarta nupcial.

En la calle, los sevillanos también organizaron sus almuerzos, que compartían con los periodistas. Las señoras, vestidas de boda y hasta con mantilla, explicaban a la prensa que habían estrenado sus vestidos. “Eran para la Feria y nos los hemos puesto hoy”, decían. Las empleadas de la casa, vestidas impolutas con cofia y delantal, eran las encargadas de llevar a sus señoras los filetes rusos, las empanadillas y las croquetas que previamente habían cocinado en casa.

Quince años después, la historia de amor tuvo un cese temporal de la convivencia, eufemismo utilizado por la Casa Real para no querer definir lo que era una realidad: Elena era la primera infanta de España que se divorciaba.

 
Dos hijos, un susto y un divorcio: cronología del matrimonio de Elena y Marichalar
El 23 de noviembre de 1994, la Casa Real anunciaba a bombo y platillo una gran noticia: el compromiso matrimonial de la infanta Elena con Jaime


Foto: La infanta Elena y Jaime de Marichalar. (CP)


La infanta Elena y Jaime de Marichalar. (CP)


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N.TIBURCIO
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JAIME DE MARICHALAR

18/03/2020



El 23 de noviembre de 1994, la Casa Real anunciaba a bombo y platillo una gran noticia: el compromiso matrimonial de la infanta Elena con Jaime de Marichalar: "Sus Majestades los Reyes tienen la satisfacción de anunciar el compromiso matrimonial de su hija, Su Alteza Real la Infanta Doña Elena, con Don Jaime de Marichalar Sáenz de Tejada. La boda se celebrará en Sevilla el 18 de marzo de 1995". "Como madre, estoy encantada", aseguraba la reina Sofía, una de las primeras en manifestarse.

La relación sentimental de la primogénita de los Reyes y Jaime se conocía desde un año antes; sin embargo, Zarzuela no confirmaba nada, alegando que tan solo se trataba de una amistad. Las informaciones sobre una posible bodaempezaron a circular con fuerza ese verano del 94, a pesar de que otros rumores aseguraban que la relación entre ambos se había roto. La pareja se conoció en París en 1987 en un curso de literatura francesa. Dos años más tarde, en la primavera de 1989, coincidieron con otros amigos en un viaje a la India, Nepal y Bután. Y desde entonces se hicieron inseparables
La infanta Elena, a quien su padre le otorgó el título de duquesa de Lugo el día de su boda, se casó con Jaime de Marichalar el 18 de marzo de 1995, hace hoy 25 años. Un aniversario, el de las bodas de plata, que no van a celebrar juntos, ya que en 2007 comunicaban el "cese temporal de la convivencia" y en 2009 firmaban los papeles del divorcio. A continuación, recordamos la cronología del matrimonio de la infanta y Marichalar, desde su 'sí, quiero' en la catedral de Sevilla a su ruptura.

Marzo de 1995 - La infanta Elena y Jaime de Marichalar celebran su boda en Sevilla, un enlace al que acuden representantes de todas las casas reales europeas. La novia, vestida de Petro Valverde, llega a la catedral del brazo de su padre, mientras que el novio lo hace del brazo de su madre, la condesa viuda de Ripalda.

Abril de 1995 - A pesar de intentar por todos los medios que no los pillen, las revistas acaban publicando las fotos de la luna de miel de la pareja, que elige Australia. El matrimonio se hospedó durante cuatro días en uno de los hoteles más lujosos de Sídney, el InterContinental. También estuvieron en la isla de Herón, una de las más exóticas del océano Pacífico. Tras su luna de miel se instalan en París, en un apartamento cercano al Museo del Louvre.

Enero de 1998 - Se anuncia el embarazo de la infanta Elena. Los Reyes manifiestan su alegría "por volver a tener niños en casa". "Que sean gemelos, y si no, trillizos", declaraba un feliz Juan Carlos al preguntarle si prefería niño o niña. Regresan a España para que su primer hijo nazca aquí.

Julio de 1998 - El día 17, la infanta Elena da a luz a su primer hijo, Felipe Juan Froilán de Todos los Santos, en la clínica Ruber Internacional de Madrid. Un portavoz de la Casa del Rey explicó que el pequeño "se llamará Felipe, por su tío el príncipe de Asturias; Juan, en recuerdo de su abuelo el conde de Barcelona; y Froilán, como homenaje a la ciudad de Lugo". Cuando dio la noticia a la prensa, Jaime tuvo un pequeño lapsus, asegurando que "por desgracia el niño se parece a su madre", un error que rectificó al instante.



Nacimiento de Froilán. (CP)




Septiembre de 2000 - Nace la primera nieta de los ahora Reyes eméritos. El día 9, la duquesa de Lugo da a luz por segunda vez, en este caso a una niña llamada Victoria Federica. "Gracias a Dios una vez más es igual a su madre. Y digo bien, gracias a Dios", recalcó Marichalar tras su lapsus con Froilán. "Toda la familia está encantada a pesar del gran nerviosismo que hemos pasado", añadía el feliz padre.

Diciembre de 2001 - Jaime de Marichalar es ingresado el día 22 de urgencia en el hospital madrileño Gregorio Marañón al sufrir una isquemia cerebral cuando hacía deporte en el gimnasio al que acudía habitualmente. La isquemia le dejó paralizada la parte izquierda de su cuerpo. Tras este duro golpe, el matrimonio decidió mudarse a Nueva York, donde pasaron once meses, para que el duque se tratara del ictus.

Junio de 2003 - Justo un día después de que el rey Juan Carlos anunciara el tercer embarazo de la infanta Elena, la Casa Real mandaba un comunicado explicando que había sufrido un aborto espontáneo. "En la mañana de hoy y al hacerse la infanta Elena una revisión rutinaria en la clínica Ruber internacional, tras su llegada de Nueva York, su ginecólogo habitual, el doctor Emilio Esteban, se ha dado cuenta de que llevaba una gestación de catorce semanas que se ha interrumpido por un aborto retenido".

Noviembre de 2007 - Tras muchos rumores de crisis, el 13 de noviembre la Casa Real anunciaba el "cese temporal de su convivencia matrimonial", afirmando que ello no significaba la separación definitiva del matrimonio.

Noviembre de 2009 - Los abogados de ambas partes confirmaron en una nota de prensa que se habían iniciado los trámites de "mutuo y común acuerdo" con la firma de un convenio regulador. Un mes después se ratificó el convenio de divorcio. Fin de su matrimonio.



La familia, en 2002.



 
Juan Carlos se veía guapo, en la plenitud de la vida, ¡qué diferencia con Felipe que se ve viejo y amargado!.... y ni hablar de las diferencias entre doña Sofía y la pseudo reina actual.
 
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