1791-Declaración de los derechos de la mujer-Olympe de Gouges.

Desde luego, consecuente con sus ideas fue.

Y con unas ideas muy, pero que muy avanzadas para su época.

Yo diría que clarividentes.

A mí también me gusta por lo que nos has contado.

Muchas gracias `por contestarme; pueden parecer tonterías, pero a mí me ayuda a entender mucho más a la persona( son esas cosas de intendencia- por así decir- que marcan el camino en una dirección u otra: qué habría sido de ella sin esa pensión).
Por supuesto que ayuda a entender, yo creo que en gran medida somos producto de nuestras acciones y a mi ella al contrario de personajes actuales que enarbolan la bandera del feminismo, ella fue consecuente con su vida que la llevó a pensar, luchar y actuar de una determinada forma.

Yo también destacaría de ella, al menos yo admiro mucho a las personas con inquietudes y con afán de superación, fíjate que si bien tuvo una pensión-herencia al enviudar la empleó no sólo en mejorar ella y su educación y forma de vida sino también en que su hijo viviese mejor que lo hizo ella. Al principio asistía a las reuniones de los salones de Paris y como era picpireta suplia con eso su ignorancia y mientras absorbía todos los conocimientos que podía.

Es más sus escritos contienen muchas faltas de ortografía porque ella además hablaba occitano por lo que cuando llegó a París también tuvo que empaparse de la lengua y mejorar su escritura en ella ya que su madre se había empeñado en darle una educación burguesa pero ella se expresaba en Occitano.

Yo quiero creer que el espíritu de Olimpia hubiera prevalecido sin la pensión, mi abuela con 13 años dejó su pueblo, siempre dijo que no era para ella que se le hacia pequeño y que creía que había una vida más allá de atender en la posada de mis bisabuelos y de vivir rodeada de nieve en invierno. Mi abuela tuvo 14 hermanos chicos y chicas y contaba que mi bisabuela sentaba a las hijas a su alrededor para que al verla aprendiesen a coser y les decía: a mi nadie me enseño, mira y espabila. Será por haber sido criada con ella que yo creo que el espíritu de superación consigue muchas cosas. Desde luego si partes ya con ayuda mejor, pero también me da mucha pena como esa ayuda fue el resultado de casar a una casi niña con alguien que no quería y que era mucho mayor que ella todo porque era alguien que para el negocio de su padre les venía muy bien.
 
Desde luego, consecuente con sus ideas fue.

Y con unas ideas muy, pero que muy avanzadas para su época.

Yo diría que clarividentes.

A mí también me gusta por lo que nos has contado.

Muchas gracias `por contestarme; pueden parecer tonterías, pero a mí me ayuda a entender mucho más a la persona( son esas cosas de intendencia- por así decir- que marcan el camino en una dirección u otra: qué habría sido de ella sin esa pensión).
Hay un detalle también muy interesante de su biografía y de su coherencia algunos de sus panfletos y/o folletos los firmó como "ciudadana" termino que aún no se utilizaba mucho y muchísimo menos una mujer osaba a firmar como tal aunque los hombres de la revolución usaran el término incluso con una cierta condescendencia.
 
Conocía a Olimpia y sus ideas, así como a Madame Roland, pero, sobre todo con esta última, he descubierto cosas curiosas, como que no aceptase la igualdad de los sexos, que considerase al hombre superior a la mujer. Siendo mil veces más culta que Olimpia - capaz de leer, entender y disfrutar a Plutarco con nueve años - y hablando tres lenguas, tenía una preparación intelectual mayor que Gouges, pero una mentalidad conservadora al respecto. Creo que era la secuela de su educación católica, por mucho que hubiese dejado los hábitos de monja y hubiese rechazado el catolicismo, es un ejemplo de cómo la educación recibida puede imponerse al sentido común, tan clarividente en otros temas. Olympe, en cambio, parecía guiarse por la lógica y su instinto.

Ambas fueron revolucionarias, y Olympe dejo en evidencia la hipocresía de los revolucionarios respecto a quienes podían gozar de los derechos universales y quiénes no. Que no discrimina a solo a las mujeres o los negros, sino que la Revolución termino siendo el derribo del mundo de los privilegiados en favor de una República para los burgueses ricos, con voto censitario, etc.

Se diría que las mataron por ser mujeres, pero viendo cómo guillotinaban al adversario o el desgraciado que había estado en el lugar y momento inadecuados, diría que ser mujer fue el pecado añadido a sus ideas contestatarias.
 
Conocía a Olimpia y sus ideas, así como a Madame Roland, pero, sobre todo con esta última, he descubierto cosas curiosas, como que no aceptase la igualdad de los sexos, que considerase al hombre superior a la mujer. Siendo mil veces más culta que Olimpia - capaz de leer, entender y disfrutar a Plutarco con nueve años - y hablando tres lenguas, tenía una preparación intelectual mayor que Gouges, pero una mentalidad conservadora al respecto. Creo que era la secuela de su educación católica, por mucho que hubiese dejado los hábitos de monja y hubiese rechazado el catolicismo, es un ejemplo de cómo la educación recibida puede imponerse al sentido común, tan clarividente en otros temas. Olympe, en cambio, parecía guiarse por la lógica y su instinto.

Ambas fueron revolucionarias, y Olympe dejo en evidencia la hipocresía de los revolucionarios respecto a quienes podían gozar de los derechos universales y quiénes no. Que no discrimina a solo a las mujeres o los negros, sino que la Revolución termino siendo el derribo del mundo de los privilegiados en favor de una República para los burgueses ricos, con voto censitario, etc.

Se diría que las mataron por ser mujeres, pero viendo cómo guillotinaban al adversario o el desgraciado que había estado en el lugar y momento inadecuados, diría que ser mujer fue el pecado añadido a sus ideas contestatarias.
Yo soy más admiradora de Olimpia porque me identifico más con su carácter, era vehemente pero también con muchas inquietudes y supo subirse al tren cuando este se le puso delante. Madame Roland como muchas a pesar de su cultura y de todo lo que vivió efectivamente la educación y sus creencias religiosas se impusieron siempre en ella. Hay que ser generosas es difícil quitarse de encima lo que te han inculcado tan pequeña y evadirte del entorno, si bien efectivamente una mujer más culta y con vivencias debería de haberse cuestionado las cosas y haberse percatado de la igualdad de géneros máxime cuando en la Revolución las mujeres desempeñaron un papel muy importante.

En ambas muertes yo creo que fué más la locura de aquellos tiempos que el ser mujer, que no digo que no tuvo parte pero la etapa que vivieron de la Revolución era muy de conmigo o la guillotina. Robespierre no dejaba títere con cabeza, el decía que había que defenderse "de forma contundente y rápida" y tanto!.

Voy a subir pequeños trozos de como las mujeres anónimas kucharon y contribuyeron a la revolución y alguna revolucionaria más. Creo que es importante ver como hemos ido evolucionando y que haberlas las ha habido y muchas a lo largo de los siglos y merecen al menos un pequeño recuerdo. Afortunadamente en Francia la figura de Olimpia se ha restituido mucho, ya nos vale 200 años después, pero es triste que fuera la autora de algo tan importante como la Declaración de los Derechos de la Mujer y sea tan desconocida para muchas mujeres.
 
CLAIRE LACOMBE-LA ROSA ROJA

Claire Lacombe, artífice destacada de la Revolución francesa nació en 1765, “la Rosa roja” era una mujer de acción y se involucró desde el principio en la revolución, defendió la participación de las mujeres trabajadoras en la lucha como algo natural. Apostó por la creación de batallones femeninos y su derecho a portar armas. Participó valerosamente en el asalto al palacio de las Tullerías en 1792, donde recibió un disparo y siguió luchando, ganándose el reconocimiento de “la Heroína del 10 de agosto”.​

Claire_Lacombe.jpg



Se alineó con el ala más radical de la Revolución y fundó con Pauline León en mayo de 1793 la Sociedad de Mujeres Republicanas Revolucionarias, que aglutinaba a mujeres de clase trabajadora en defensa de sus derechos y mejores condiciones de vida y exigían la imposición de un precio máximo sobre los alimentos, en plena efervescencia popular contra la carestía y el acaparamiento.

Tras su llegada al poder, los líderes jacobinos dejaron de necesitar la organización de mujeres y sus reivindicaciones incómodas, identificándolas como extremistas que amenazaban los intereses de la dictadura burguesa. En 1793, el Comité de Salud Pública clausura la Sociedad de las Republicanas Revolucionarias y la Convención ratifica la prohibición de todas las sociedades de mujeres.

Lacombe y sus compañeras apelan a la Comuna de París, se las recibe con hostilidad, «¡Abajo el gorro rojo de las mujeres!», negándoles el distintivo que como revolucionarias usaban. Su procurador general dice: " … ¿Desde cuándo es decente ver a mujeres abandonar los cuidados devotos de su familia, la cuna de sus hijos, para venir a la plaza pública, a la tribuna de las arengas a realizar deberes que la naturaleza ha impuesto a los hombres solamente?". Se las acusa de contrarrevolucionarias una y otra vez, convirtiéndose en las primeras víctimas de la reacción, mucho antes de las purgas y del golpe de Termidor.

Claire Lacombe acabó siendo encarcelada por la dictadura de Robespierre en marzo de 1794, se desprestigió su figura y al resto de republicanas revolucionarias, lo que escondía el temor a su agitación en las colas de las panaderías y en las secciones en favor de la igualdad económica y contra el hambre del pueblo.

A su salida de la cárcel 18 meses después, el triunfo definitivo de la reacción era un hecho, las últimas revueltas por el pan de Germinal y Pradial habían sido reprimidas. Claire Lacombe abandona entonces París por Nantes, en la que permanece los siguientes tres años. Allí retoma su oficio de actriz, actuando como protagonista y cesando toda actividad política y revolucionaria, aunque mantiene correspondencia con sus viejos compañeros y compañeras de la capital.

En junio de 1798, se encuentra en París actuando con una compañía de teatro, representando "Endeudada con su casera".7 Se pierde su pista a partir de esta fecha, en la que debería tener 33 años.En 1823, una publicación sobre biografías contemporáneas, informa que según rumores, aunque sin confirmar, ella habría prestado servicios a la policía parisina en el periodo del Directorio, además de indicar que la creen muerta desde hace unos años.​

Asumió que las condiciones de la lucha ya no eran las mismas, sus ideas en defensa de las mujeres estaban reprimidas o perseguidas y volvió a su profesión. Esta mujer, que tres años antes había participado en el asalto a las Tullerías echando abajo una monarquía que llevaba siglos en pie, en 1798 desaparece de la Historia.
 
CLAIRE LACOMBE-LA ROSA ROJA

Claire Lacombe, artífice destacada de la Revolución francesa nació en 1765, “la Rosa roja” era una mujer de acción y se involucró desde el principio en la revolución, defendió la participación de las mujeres trabajadoras en la lucha como algo natural. Apostó por la creación de batallones femeninos y su derecho a portar armas. Participó valerosamente en el asalto al palacio de las Tullerías en 1792, donde recibió un disparo y siguió luchando, ganándose el reconocimiento de “la Heroína del 10 de agosto”.​

Claire_Lacombe.jpg



Se alineó con el ala más radical de la Revolución y fundó con Pauline León en mayo de 1793 la Sociedad de Mujeres Republicanas Revolucionarias, que aglutinaba a mujeres de clase trabajadora en defensa de sus derechos y mejores condiciones de vida y exigían la imposición de un precio máximo sobre los alimentos, en plena efervescencia popular contra la carestía y el acaparamiento.

Tras su llegada al poder, los líderes jacobinos dejaron de necesitar la organización de mujeres y sus reivindicaciones incómodas, identificándolas como extremistas que amenazaban los intereses de la dictadura burguesa. En 1793, el Comité de Salud Pública clausura la Sociedad de las Republicanas Revolucionarias y la Convención ratifica la prohibición de todas las sociedades de mujeres.

Lacombe y sus compañeras apelan a la Comuna de París, se las recibe con hostilidad, «¡Abajo el gorro rojo de las mujeres!», negándoles el distintivo que como revolucionarias usaban. Su procurador general dice: " … ¿Desde cuándo es decente ver a mujeres abandonar los cuidados devotos de su familia, la cuna de sus hijos, para venir a la plaza pública, a la tribuna de las arengas a realizar deberes que la naturaleza ha impuesto a los hombres solamente?". Se las acusa de contrarrevolucionarias una y otra vez, convirtiéndose en las primeras víctimas de la reacción, mucho antes de las purgas y del golpe de Termidor.

Claire Lacombe acabó siendo encarcelada por la dictadura de Robespierre en marzo de 1794, se desprestigió su figura y al resto de republicanas revolucionarias, lo que escondía el temor a su agitación en las colas de las panaderías y en las secciones en favor de la igualdad económica y contra el hambre del pueblo.

A su salida de la cárcel 18 meses después, el triunfo definitivo de la reacción era un hecho, las últimas revueltas por el pan de Germinal y Pradial habían sido reprimidas. Claire Lacombe abandona entonces París por Nantes, en la que permanece los siguientes tres años. Allí retoma su oficio de actriz, actuando como protagonista y cesando toda actividad política y revolucionaria, aunque mantiene correspondencia con sus viejos compañeros y compañeras de la capital.

En junio de 1798, se encuentra en París actuando con una compañía de teatro, representando "Endeudada con su casera".7 Se pierde su pista a partir de esta fecha, en la que debería tener 33 años.En 1823, una publicación sobre biografías contemporáneas, informa que según rumores, aunque sin confirmar, ella habría prestado servicios a la policía parisina en el periodo del Directorio, además de indicar que la creen muerta desde hace unos años.​

Asumió que las condiciones de la lucha ya no eran las mismas, sus ideas en defensa de las mujeres estaban reprimidas o perseguidas y volvió a su profesión. Esta mujer, que tres años antes había participado en el asalto a las Tullerías echando abajo una monarquía que llevaba siglos en pie, en 1798 desaparece de la Historia.
CLAIRE LACOMBE-LA ROSA ROJA

Claire Lacombe, artífice destacada de la Revolución francesa nació en 1765, “la Rosa roja” era una mujer de acción y se involucró desde el principio en la revolución, defendió la participación de las mujeres trabajadoras en la lucha como algo natural. Apostó por la creación de batallones femeninos y su derecho a portar armas. Participó valerosamente en el asalto al palacio de las Tullerías en 1792, donde recibió un disparo y siguió luchando, ganándose el reconocimiento de “la Heroína del 10 de agosto”.​

Claire_Lacombe.jpg



Se alineó con el ala más radical de la Revolución y fundó con Pauline León en mayo de 1793 la Sociedad de Mujeres Republicanas Revolucionarias, que aglutinaba a mujeres de clase trabajadora en defensa de sus derechos y mejores condiciones de vida y exigían la imposición de un precio máximo sobre los alimentos, en plena efervescencia popular contra la carestía y el acaparamiento.

Tras su llegada al poder, los líderes jacobinos dejaron de necesitar la organización de mujeres y sus reivindicaciones incómodas, identificándolas como extremistas que amenazaban los intereses de la dictadura burguesa. En 1793, el Comité de Salud Pública clausura la Sociedad de las Republicanas Revolucionarias y la Convención ratifica la prohibición de todas las sociedades de mujeres.

Lacombe y sus compañeras apelan a la Comuna de París, se las recibe con hostilidad, «¡Abajo el gorro rojo de las mujeres!», negándoles el distintivo que como revolucionarias usaban. Su procurador general dice: " … ¿Desde cuándo es decente ver a mujeres abandonar los cuidados devotos de su familia, la cuna de sus hijos, para venir a la plaza pública, a la tribuna de las arengas a realizar deberes que la naturaleza ha impuesto a los hombres solamente?". Se las acusa de contrarrevolucionarias una y otra vez, convirtiéndose en las primeras víctimas de la reacción, mucho antes de las purgas y del golpe de Termidor.

Claire Lacombe acabó siendo encarcelada por la dictadura de Robespierre en marzo de 1794, se desprestigió su figura y al resto de republicanas revolucionarias, lo que escondía el temor a su agitación en las colas de las panaderías y en las secciones en favor de la igualdad económica y contra el hambre del pueblo.

A su salida de la cárcel 18 meses después, el triunfo definitivo de la reacción era un hecho, las últimas revueltas por el pan de Germinal y Pradial habían sido reprimidas. Claire Lacombe abandona entonces París por Nantes, en la que permanece los siguientes tres años. Allí retoma su oficio de actriz, actuando como protagonista y cesando toda actividad política y revolucionaria, aunque mantiene correspondencia con sus viejos compañeros y compañeras de la capital.

En junio de 1798, se encuentra en París actuando con una compañía de teatro, representando "Endeudada con su casera".7 Se pierde su pista a partir de esta fecha, en la que debería tener 33 años.En 1823, una publicación sobre biografías contemporáneas, informa que según rumores, aunque sin confirmar, ella habría prestado servicios a la policía parisina en el periodo del Directorio, además de indicar que la creen muerta desde hace unos años.​

Asumió que las condiciones de la lucha ya no eran las mismas, sus ideas en defensa de las mujeres estaban reprimidas o perseguidas y volvió a su profesión. Esta mujer, que tres años antes había participado en el asalto a las Tullerías echando abajo una monarquía que llevaba siglos en pie, en 1798 desaparece de la Historia.
@Palermitana @Inari @Amelia Earhart he subido otro personaje femenino. Tan olvidado que no se sabe ni cuando ni donde murió. Iré subiendo más revolucionarias y artículos sobre las mujeres y la revolución. Ma chère Amelia como verás otra que Robespierre se llevó por delante, no fue guillotinada pero consiguieron que tirara la toalla y desapareciera del mapa.
 
Back