Sí, una mujer girondina que dió su vida por defender las ideas de ese bando. Olympe también era del bando girondino.
Disculpa Madame; hay algo que no entiendo: Has dicho que se pudo dedicar a la literatura gracias al capital que le dejó su marido cuando enviudó; entonces ¿esa pensión era con cargo a ese capital o una que le daba su pareja posterior?Vivió con su pareja como marido y mujer, pero solo en el ámbito privado. Y con la intención de que ella pudiera vivir desahogadamente en París, recurrieron a un truco legal que le permitía recibir una especie de pensión de por vida. Esta ayuda compensaba las enormes trabas que tenían las solteras sin ingresos de la época, a las que “no se les permitía montar negocios por su cuenta, ni ejercer cargos oficiales y mucho menos dedicarse a la política ni votar”.
Ella tuvo una pensión-herencia del marido oficial y legal que le permitió vivir y empezar a escribir e incluso fundó una compañia de teatro. Porque lo primero que hizo al enviudar fue dejar su pueblo e irse a París y cambiarse el nombre, no quería en absoluto llevar el apellido de su marido. A su hijo Pierre Aubry le dió además una muy buena educación, hijo que renegó de ella tras ser guillotinada por miedo a que a él también lo guillotinaran. Ese dinero se lo gastó. Muy decepcionada por el matrimonio en general, que calificó de "tumba de la confianza y del amor", se negó a volver a casarse.Disculpa Madame; hay algo que no entiendo: Has dicho que se pudo dedicar a la literatura gracias al capital que le dejó su marido cuando enviudó; entonces ¿esa pensión era con cargo a ese capital o una que le daba su pareja posterior?
Entiendo que es lo segundo, pero no alcanzo a comprender que la necesitara si , como has dicho, tenía la herencia de su marido difunto.
Es una tontería, pero me gustaría saberlo.
Y también quién era su pareja y si vivía en París con ella.
¿La sociedad que frecuentaban lo sabía y lo aprobaba o simplemente miraba para otro lado ?
Tonterías, 0pero es para hacerme una composición de lugar: no, cualquier mujer no podía tener la oportunidad que ella tuvo ( y, aunque lo tuvieran más fácil, en aquella época tampoco cualquier hombre).
Eso sí, supo aprovecharla, cosa que otras con mejores puntos de partida,no supieron/quisieron hacer.
Tuvo medios para dedicarse a la literatura pero me parece también importante destacar que esta mujer era bastante inculta, que era consciente y que sin embargo se empeñó en evolucionar. Otra muestra es que invirtió parte de esa herencia en dar a su hijo una educación que en esa epoca no era la que le correspondía por su status social. Cuando ya apareció Jacques en su vida ella no quiso casarse y beneficiarse de los derechos asociados prefierió ser fiel a su vida y su forma de vivir además de que vivía muy bien gracias a la economía saneada de él pero no buscó asegurarse esa economía.Ella tuvo una pensión-herencia del marido oficial y legal que le permitió vivir y empezar a escribir e incluso fundó una compañia de teatro. Porque lo primero que hizo al enviudar fue dejar su pueblo e irse a París y cambiarse el nombre, no quería en absoluto llevar el apellido de su marido. A su hijo Pierre Aubry le dió además una muy buena educación, hijo que renegó de ella tras ser guillotinada por miedo a que a él también lo guillotinaran. Ese dinero se lo gastó. Muy decepcionada por el matrimonio en general, que calificó de "tumba de la confianza y del amor", se negó a volver a casarse.
Llegó a escribir de su matrimonio "Fui sacrificada sin ninguna razón que pudiese equilibrar la repugnancia que tenía por este hombre" fue un matrimonio concertado por sus padres, ella tenía 17 años y a los 18 ya era viuda.
Muy posteriormente vivirá en concubinato (es como se decía) con Jacques Biétix de Rosières hombre que estaba en una muy saneada y buena posición y situación económica que le dió mucha seguridad. Pero prefería vivir "según la inclinación natural" y no volver a casarse. esto así como su defensa del contrato social entre hombre y mujer. Este forma de vivir y sus declaraciones hicieron que los cronistas de la época le colocasen el cartel de mujer de vida alegre y que supuestamente vendía sus favores a los hombres. Ese fué el principio de su entierro histórico, que se acentuó durante todo el siglo XIX. Fíjate que no ha sido hasta el bicentenario que no se ha restituido su figura, actualmente hay escuelas con su nombre, maternidades, etc a lo largo y ancho de Francia, se representan sus obras de teatro, etc.
Pierre Aubry tuvo 2 hijas y 3 hijos, vivió en concubinato y acabó casándose, en tiempos de Napoleón le destinaron a Guayana, actualmente hay descendientes suyos y se conservan las actas del juicio de Olympe originales.
Fue también una precursora de la protección de la infancia y a los desfavorecidos, al concebir en grandes líneas, un sistema de protección materno-infantil (creación de maternidades) y recomendar la creación de talleres nacionales para los parados y de hogares para mendigos. No olvidemos que en la epoca de la revolución 1 de cada 4 mujeres moría en el parto, las maternidades eran insálubres.
A mi es una figura que me gusta mucho porque llevo su vida a su obra y luchó con vehemencia y transparencia contra lo establecido porque ella misma lo sufrió en sus carnes y fue para mi una de las figuras más importantes del feminismo y de los derechos de las mujeres.
Desde luego, consecuente con sus ideas fue.Ella tuvo una pensión-herencia del marido oficial y legal que le permitió vivir y empezar a escribir e incluso fundó una compañia de teatro. Porque lo primero que hizo al enviudar fue dejar su pueblo e irse a París y cambiarse el nombre, no quería en absoluto llevar el apellido de su marido. A su hijo Pierre Aubry le dió además una muy buena educación, hijo que renegó de ella tras ser guillotinada por miedo a que a él también lo guillotinaran. Ese dinero se lo gastó. Muy decepcionada por el matrimonio en general, que calificó de "tumba de la confianza y del amor", se negó a volver a casarse.
Llegó a escribir de su matrimonio "Fui sacrificada sin ninguna razón que pudiese equilibrar la repugnancia que tenía por este hombre" fue un matrimonio concertado por sus padres, ella tenía 17 años y a los 18 ya era viuda.
Muy posteriormente vivirá en concubinato (es como se decía) con Jacques Biétix de Rosières hombre que estaba en una muy saneada y buena posición y situación económica que le dió mucha seguridad. Pero prefería vivir "según la inclinación natural" y no volver a casarse. esto así como su defensa del contrato social entre hombre y mujer. Este forma de vivir y sus declaraciones hicieron que los cronistas de la época le colocasen el cartel de mujer de vida alegre y que supuestamente vendía sus favores a los hombres. Ese fué el principio de su entierro histórico, que se acentuó durante todo el siglo XIX. Fíjate que no ha sido hasta el bicentenario que no se ha restituido su figura, actualmente hay escuelas con su nombre, maternidades, etc a lo largo y ancho de Francia, se representan sus obras de teatro, etc.
Pierre Aubry tuvo 2 hijas y 3 hijos, vivió en concubinato y acabó casándose, en tiempos de Napoleón le destinaron a Guayana, actualmente hay descendientes suyos y se conservan las actas del juicio de Olympe originales.
Fue también una precursora de la protección de la infancia y a los desfavorecidos, al concebir en grandes líneas, un sistema de protección materno-infantil (creación de maternidades) y recomendar la creación de talleres nacionales para los parados y de hogares para mendigos. No olvidemos que en la epoca de la revolución 1 de cada 4 mujeres moría en el parto, las maternidades eran insálubres.
A mi es una figura que me gusta mucho porque llevo su vida a su obra y luchó con vehemencia y transparencia contra lo establecido porque ella misma lo sufrió en sus carnes y fue para mi una de las figuras más importantes del feminismo y de los derechos de las mujeres.
Gracias Madame
Casualmente, covid mediante, en febrero iré a Montauban a ver el museo Ingres, que hace poco ha sido renovado, y, gracias a este hilo tendremos un recuerdo a Olimpia, que voy con una amiga que es una feminista "de toda la vida", consecuente y militante.
Por supuesto que ayuda a entender, yo creo que en gran medida somos producto de nuestras acciones y a mi ella al contrario de personajes actuales que enarbolan la bandera del feminismo, ella fue consecuente con su vida que la llevó a pensar, luchar y actuar de una determinada forma.Desde luego, consecuente con sus ideas fue.
Y con unas ideas muy, pero que muy avanzadas para su época.
Yo diría que clarividentes.
A mí también me gusta por lo que nos has contado.
Muchas gracias `por contestarme; pueden parecer tonterías, pero a mí me ayuda a entender mucho más a la persona( son esas cosas de intendencia- por así decir- que marcan el camino en una dirección u otra: qué habría sido de ella sin esa pensión).
Hay un detalle también muy interesante de su biografía y de su coherencia algunos de sus panfletos y/o folletos los firmó como "ciudadana" termino que aún no se utilizaba mucho y muchísimo menos una mujer osaba a firmar como tal aunque los hombres de la revolución usaran el término incluso con una cierta condescendencia.Desde luego, consecuente con sus ideas fue.
Y con unas ideas muy, pero que muy avanzadas para su época.
Yo diría que clarividentes.
A mí también me gusta por lo que nos has contado.
Muchas gracias `por contestarme; pueden parecer tonterías, pero a mí me ayuda a entender mucho más a la persona( son esas cosas de intendencia- por así decir- que marcan el camino en una dirección u otra: qué habría sido de ella sin esa pensión).
Yo soy más admiradora de Olimpia porque me identifico más con su carácter, era vehemente pero también con muchas inquietudes y supo subirse al tren cuando este se le puso delante. Madame Roland como muchas a pesar de su cultura y de todo lo que vivió efectivamente la educación y sus creencias religiosas se impusieron siempre en ella. Hay que ser generosas es difícil quitarse de encima lo que te han inculcado tan pequeña y evadirte del entorno, si bien efectivamente una mujer más culta y con vivencias debería de haberse cuestionado las cosas y haberse percatado de la igualdad de géneros máxime cuando en la Revolución las mujeres desempeñaron un papel muy importante.Conocía a Olimpia y sus ideas, así como a Madame Roland, pero, sobre todo con esta última, he descubierto cosas curiosas, como que no aceptase la igualdad de los sexos, que considerase al hombre superior a la mujer. Siendo mil veces más culta que Olimpia - capaz de leer, entender y disfrutar a Plutarco con nueve años - y hablando tres lenguas, tenía una preparación intelectual mayor que Gouges, pero una mentalidad conservadora al respecto. Creo que era la secuela de su educación católica, por mucho que hubiese dejado los hábitos de monja y hubiese rechazado el catolicismo, es un ejemplo de cómo la educación recibida puede imponerse al sentido común, tan clarividente en otros temas. Olympe, en cambio, parecía guiarse por la lógica y su instinto.
Ambas fueron revolucionarias, y Olympe dejo en evidencia la hipocresía de los revolucionarios respecto a quienes podían gozar de los derechos universales y quiénes no. Que no discrimina a solo a las mujeres o los negros, sino que la Revolución termino siendo el derribo del mundo de los privilegiados en favor de una República para los burgueses ricos, con voto censitario, etc.
Se diría que las mataron por ser mujeres, pero viendo cómo guillotinaban al adversario o el desgraciado que había estado en el lugar y momento inadecuados, diría que ser mujer fue el pecado añadido a sus ideas contestatarias.
CLAIRE LACOMBE-LA ROSA ROJA
Claire Lacombe, artífice destacada de la Revolución francesa nació en 1765, “la Rosa roja” era una mujer de acción y se involucró desde el principio en la revolución, defendió la participación de las mujeres trabajadoras en la lucha como algo natural. Apostó por la creación de batallones femeninos y su derecho a portar armas. Participó valerosamente en el asalto al palacio de las Tullerías en 1792, donde recibió un disparo y siguió luchando, ganándose el reconocimiento de “la Heroína del 10 de agosto”.
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Se alineó con el ala más radical de la Revolución y fundó con Pauline León en mayo de 1793 la Sociedad de Mujeres Republicanas Revolucionarias, que aglutinaba a mujeres de clase trabajadora en defensa de sus derechos y mejores condiciones de vida y exigían la imposición de un precio máximo sobre los alimentos, en plena efervescencia popular contra la carestía y el acaparamiento.
Tras su llegada al poder, los líderes jacobinos dejaron de necesitar la organización de mujeres y sus reivindicaciones incómodas, identificándolas como extremistas que amenazaban los intereses de la dictadura burguesa. En 1793, el Comité de Salud Pública clausura la Sociedad de las Republicanas Revolucionarias y la Convención ratifica la prohibición de todas las sociedades de mujeres.
Lacombe y sus compañeras apelan a la Comuna de París, se las recibe con hostilidad, «¡Abajo el gorro rojo de las mujeres!», negándoles el distintivo que como revolucionarias usaban. Su procurador general dice: " … ¿Desde cuándo es decente ver a mujeres abandonar los cuidados devotos de su familia, la cuna de sus hijos, para venir a la plaza pública, a la tribuna de las arengas a realizar deberes que la naturaleza ha impuesto a los hombres solamente?". Se las acusa de contrarrevolucionarias una y otra vez, convirtiéndose en las primeras víctimas de la reacción, mucho antes de las purgas y del golpe de Termidor.
Claire Lacombe acabó siendo encarcelada por la dictadura de Robespierre en marzo de 1794, se desprestigió su figura y al resto de republicanas revolucionarias, lo que escondía el temor a su agitación en las colas de las panaderías y en las secciones en favor de la igualdad económica y contra el hambre del pueblo.
A su salida de la cárcel 18 meses después, el triunfo definitivo de la reacción era un hecho, las últimas revueltas por el pan de Germinal y Pradial habían sido reprimidas. Claire Lacombe abandona entonces París por Nantes, en la que permanece los siguientes tres años. Allí retoma su oficio de actriz, actuando como protagonista y cesando toda actividad política y revolucionaria, aunque mantiene correspondencia con sus viejos compañeros y compañeras de la capital.
En junio de 1798, se encuentra en París actuando con una compañía de teatro, representando "Endeudada con su casera".7 Se pierde su pista a partir de esta fecha, en la que debería tener 33 años.En 1823, una publicación sobre biografías contemporáneas, informa que según rumores, aunque sin confirmar, ella habría prestado servicios a la policía parisina en el periodo del Directorio, además de indicar que la creen muerta desde hace unos años.
Asumió que las condiciones de la lucha ya no eran las mismas, sus ideas en defensa de las mujeres estaban reprimidas o perseguidas y volvió a su profesión. Esta mujer, que tres años antes había participado en el asalto a las Tullerías echando abajo una monarquía que llevaba siglos en pie, en 1798 desaparece de la Historia.
@Palermitana @Inari @Amelia Earhart he subido otro personaje femenino. Tan olvidado que no se sabe ni cuando ni donde murió. Iré subiendo más revolucionarias y artículos sobre las mujeres y la revolución. Ma chère Amelia como verás otra que Robespierre se llevó por delante, no fue guillotinada pero consiguieron que tirara la toalla y desapareciera del mapa.CLAIRE LACOMBE-LA ROSA ROJA
Claire Lacombe, artífice destacada de la Revolución francesa nació en 1765, “la Rosa roja” era una mujer de acción y se involucró desde el principio en la revolución, defendió la participación de las mujeres trabajadoras en la lucha como algo natural. Apostó por la creación de batallones femeninos y su derecho a portar armas. Participó valerosamente en el asalto al palacio de las Tullerías en 1792, donde recibió un disparo y siguió luchando, ganándose el reconocimiento de “la Heroína del 10 de agosto”.
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Se alineó con el ala más radical de la Revolución y fundó con Pauline León en mayo de 1793 la Sociedad de Mujeres Republicanas Revolucionarias, que aglutinaba a mujeres de clase trabajadora en defensa de sus derechos y mejores condiciones de vida y exigían la imposición de un precio máximo sobre los alimentos, en plena efervescencia popular contra la carestía y el acaparamiento.
Tras su llegada al poder, los líderes jacobinos dejaron de necesitar la organización de mujeres y sus reivindicaciones incómodas, identificándolas como extremistas que amenazaban los intereses de la dictadura burguesa. En 1793, el Comité de Salud Pública clausura la Sociedad de las Republicanas Revolucionarias y la Convención ratifica la prohibición de todas las sociedades de mujeres.
Lacombe y sus compañeras apelan a la Comuna de París, se las recibe con hostilidad, «¡Abajo el gorro rojo de las mujeres!», negándoles el distintivo que como revolucionarias usaban. Su procurador general dice: " … ¿Desde cuándo es decente ver a mujeres abandonar los cuidados devotos de su familia, la cuna de sus hijos, para venir a la plaza pública, a la tribuna de las arengas a realizar deberes que la naturaleza ha impuesto a los hombres solamente?". Se las acusa de contrarrevolucionarias una y otra vez, convirtiéndose en las primeras víctimas de la reacción, mucho antes de las purgas y del golpe de Termidor.
Claire Lacombe acabó siendo encarcelada por la dictadura de Robespierre en marzo de 1794, se desprestigió su figura y al resto de republicanas revolucionarias, lo que escondía el temor a su agitación en las colas de las panaderías y en las secciones en favor de la igualdad económica y contra el hambre del pueblo.
A su salida de la cárcel 18 meses después, el triunfo definitivo de la reacción era un hecho, las últimas revueltas por el pan de Germinal y Pradial habían sido reprimidas. Claire Lacombe abandona entonces París por Nantes, en la que permanece los siguientes tres años. Allí retoma su oficio de actriz, actuando como protagonista y cesando toda actividad política y revolucionaria, aunque mantiene correspondencia con sus viejos compañeros y compañeras de la capital.
En junio de 1798, se encuentra en París actuando con una compañía de teatro, representando "Endeudada con su casera".7 Se pierde su pista a partir de esta fecha, en la que debería tener 33 años.En 1823, una publicación sobre biografías contemporáneas, informa que según rumores, aunque sin confirmar, ella habría prestado servicios a la policía parisina en el periodo del Directorio, además de indicar que la creen muerta desde hace unos años.
Asumió que las condiciones de la lucha ya no eran las mismas, sus ideas en defensa de las mujeres estaban reprimidas o perseguidas y volvió a su profesión. Esta mujer, que tres años antes había participado en el asalto a las Tullerías echando abajo una monarquía que llevaba siglos en pie, en 1798 desaparece de la Historia.