Se lo llevaron porque estaba borracho y ya haciendo mucho el papel... Tomó vino demás y salió a bailar, hasta ahí todo bien. Supuestamente bailó con varias princesas, pero no dicen quienes. Luego de media hora el abuelo Paco seguía bailando con una mujer y las manos las bajaba cada vez más debajo de la cintura y por eso lo pararon.
No sé si se lo llevaron o no, pero ahí ya la cosa va de otra manera.
Porque mientras el duque de Aosta, italiano, y el de Saboya, tambien italiano, famosos por sus desmanes etílicos, se liaban a puñetazos, a quien sacan es al taxista, por sus desmanes táctiles, con una sufrida mujer de la mayor cortesanía. Que cosas, pero pudo ser así.
Y menos mal que el marido alemán de Carolina no pudo ni presentarse de la inmensa cogorza que el día anterior había cogido en un club madrileño, porque la fiesta hubiera sido aún más divertida y no solo a costa del taxista y los italianos.