15to aniversario de la adhesión del Príncipe Albert

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El príncipe Rainiero III de Mónaco falleció el 6 de abril de 2005, a la edad de 81 años. Su hijo Albert II lo sucedió el mismo día.
También estamos celebrando 15 años del reinado del Príncipe Alberto II.
 
Una entrevista con la princesa Stephanie para "Mónaco frente a COVID-19", con motivo de los quince años desde la muerte del Príncipe Rainiero:

"Extraño a mi padre, pero él también fue el padre de todos los monegascos".
 
Rainiero: el carismático genio de las finanzas a quien Mónaco se lo debe todo
  • CONSUELO FONT
Lunes, 6 abril 2020 - 02:13

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EL príncipe Rainiero, en una de sus últimas imágenes. GTRES


Dos acontecimientos ponen de actualidad a Mónaco en estos días: el alta que ha recibido este 1 de abril el príncipe Alberto, (62) primer monarca aquejado de coronavirus, que le ha mantenido aislado dos semanas en su palacio Grimaldi, y la conmemoración del 15 aniversario este próximo lunes, 6 de abril, de la muerte de su padre, el mítico Rainiero.

Fallecido en 2005 a los 81 años tras una larga agonía en el hospital cardiotorácico de Montecarlo, reinó 55 años y, más que un monarca, fue un genio de las finanzas que logró convertir ese microestado de la costa Azul devastado por las guerras mundiales en emporio del lujo. Su tabla de salvación fue el riquísimo armador griego Aristóteles Onassis, con el que creó la sociedad Bains de Mer, que promovió casinos, hoteles de lujo y un gran desarrollo inmobiliario que, unido a su condición de paraíso fiscal, atrajo las grandes fortunas del planeta.

Con su esposa, Grace Kelly.

Con su esposa, Grace Kelly.GTRES

Este turismo de lujo requería un reclamo y llegó gracias al festival de cine celebrado en la vecina Cannes en mayo de 1955, al que acudió la famosísima actriz holliwodiense Grace Kelly. Fue invitada por Rainiero a visitar el su palacio y, 11 meses después, protagonizaron un enlace de cuento de hadas en la catedral de Montecarlo, al que acudieron desde el rey Faruk de Egipto a Ava Gardner, Cary Grant o David Niven, ademas de multimillonarios como el propio Onassis.
De la mano de Grace, artífice de la gala de la Cruz Roja o el Baile de la rosa, Mónaco se convirtió en reino del papel cuché, cuyos dignos sucesores fueron sus tres hijos, pródigos en escándalos y amoríos: la bella Carolina, la "novia de Europa" nacida en 1957, Alberto, actual soberano, en 1958, y la rebelde Estefanía, la princesa cantante, en 1965. Pero la prematura muerte de Grace en accidente en 1982 dejó a Rainiero sumido en la tristeza y al Principado en cierta decadencia, al convertirse en un especie de balneario de millonarios jubilados.

Carolina, tras un fallido matrimonio con el play boyPhilippe Junot, se enamoró del rico italiano Stefano Casiraghi, que murió en una competición náutica en 1990 y es el padre de sus tres hijos mayores, Andrea, Carlota y Pierre. Su tercer marido fue el príncipe Ernesto de Hannover, padre de su hija pequeña, Alexandra, del que lleva separada una década, aunque no divorciada. A sus 63 años, Carolina es hoy una feliz abuela, que vive alejada de los flashes, siendo sus hijos los que animan el cotarro mediático monegasco.

Estefanía, junto a su padre, Grace Kelly, Carolina y el príncipe Alberto.
Estefanía, junto a su padre, Grace Kelly, Carolina y el príncipe Alberto.GTRES

Su hermana Estefanía, a sus 55 años, es hoy una madre volcada en sus tres hijos, Luis, Paulina y Camille, nacidos de sendas relaciones con sus guardaespaldas. Físicamente deteriorada, vive una existencia casi monacal, evitando incluso participar en la vida oficial del Principado.

La sorpresa la ha dado Alberto, de 62 años, que pese a su vida frívola y sus dos hijos mayores frutos de relaciones pasajeras, sentó la cabeza tras suceder a su padre, aunque carecerde su carisma. Tras su matrimonio en julio de 2011 con la nadadora sudafricana Charlene Wittstock, que a diferencia de Grace, rehúye como la peste el protagonismo, se ha reconvertido en amoroso padre de dos mellizos de cinco años, Gabriela y Jacques, asegurando así la sucesión del Principado.

 
Rainiero Grimaldi, el genio que puso Mónaco en el mapa internacional

  • A pesar de ser bastardo, era el único heredero de Luis II
  • En sus 55 años de reinado, revolucionó el Principado
  • Con ayuda de Onassis, lo convirtió en meca del glamour
  • La muerte de su esposa Grace supuso un antes y un después
  • Su heredero Alberto, ensombrecido por sus problemas conyugales

CONSUELO FONT
Actualizado: 06/04/2015 05:17 horas

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En la madrugada del 6 de abril del año 2005 el tañer de las campanas de la catedral de San Nicolás anunció a los monegascos la muerte de un personaje irrepetible: Rainiero de Mónaco, que fallecía a los 81 años tras una larga agonía en Montecarlo. Su muerte fue un shock para los 32.000 privilegiados que habitan este micro Estado de apenas dos kilómetros cuadrados, pues le consideraban una especie de "padre protector" (sobre todo de su altísimo nivel de vida). No en vano, el soberano, que mas que un 'royal' al uso, fue un genio de las finanzas y del marketing, logró en sus 55 años de reinado convertir ese enclave de la Costa Azul devastado por las guerras mundiales, en el emporio del glamour.

Su acceso al Trono fue rocambolesco, ya que su madre, Carlota, era la hija ilegítima que Luis II, el soberano monegasco, tuvo con una bailarina antes de que la sífilis le dejara estéril. Por tanto, la única solución para un Principado amenazado por la cláusula de anexión a Francia si no había herederos, pasaba por su nieto bastardo, Rainiero, que tras la muerte de Luis II, en 1949, se convirtió en Soberano. Tenía 26 años.

Con Onassis creó la sociedad Baños de Mar, que se dedicó a explotar nuevos negocios en Montecarlo

Como si hubiera poseído una bola de cristal, tuvo la visión de reorientar Mónaco al turismo y los negocios. El problema era que no había dinero, pues los casinos, su fuente de financiación, estaban en bancarrota tras la Guerra. Su tabla de salvación fue el riquísimo armador griego Aristóteles Onassis, con quien creó la sociedad Baños de Mar, que se dedicó a explotar nuevos negocios en Montecarlo, entre ellos los renovados casinos.

Pero el turismo de lujo necesitaba un gancho y aquí Rainiero tuvo otra increíble 'baraka' en mayo de 1955, cuando en la vecina Cannes se celebraba el famoso festival de cine. Un periodista, Pierre Galante, quiso mostrar Mónaco a la bella Grace Kelly, hija de un millonario de Filadelfia y en la cumbre como actriz gracias a películas como 'Solo ante el peligro'. Mandó una nota al príncipe para llevarla a visitar el palacio Grimaldi, y él decidió enseñárselo personalmente. No sospechó que 11 meses después, el 19 de abril de 1956, se casaría con ella en la catedral de Montecarlo. Como una premonición, entre los invitados se dieron cita monarcas como Faruk de Egipto, estrellas como Ava Gardner, Cary Grant, David Niven o Gloria Swanson y millonarios como Onassis o Conrad Hilton, los mismos que harían del pequeño Principado su cuartel general.

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La última década la pasó centrado en sus negocios e intentando enderezar a sus tres díscolos hijos: Estefanía, Alberto y Carolina

A la boda con Grace se sumó otro hito importante, la ruptura entre Onassis y Rainiero, que recompró al armador sus acciones de Baños de Mar, iniciando en solitario su imparable carrera en los negocios. Con el 'príncipe constructor', como se le apodaba, Mónaco conoció un desarrollo inmobiliario sin precedentes, que unido a su condición de paraíso fiscal le convirtió en uno de los países con mayor renta per capita del mundo. Rainiero legitimó su estatus integrándose en las Naciones Unidas y en el Consejo de Europa.

Los papeles de la pareja estaban perfectamente repartidos, ya que con Grace de reclamo, Mónaco atrajo a la 'jet' del planeta en citas como el Baile de la Rosa, la Gala de la Cruz Roja, o el ballet de Montecarlo. Eventos cuyo eco en las crónicas de sociedad catapultaron a Mónaco como el "reino del papel cuché" frente a la vetusta realeza europea. Del que fueron y son dignos representantes los tres hijos de la pareja: Carolina, nacida en 1957; Alberto, en 1958, y Estefanía, en 1965.

La muerte de Grace Kelly supuso un antes y un después, tanto para la familia como para el Principado

Este paradisíaco escenario se vino abajo el 13 de septiembre de 1982, día en que Grace pereció a los 52 años en un accidente de automóvil, cuando el Rover que conducía se despeñó por un barranco del Principado. Le acompañaba su hija Estefanía.

La tragedia supuso un antes y un después para Rainiero y también para el Principado. Perdida su estrella, nunca se recuperaron de su ausencia. El desconsolado viudo se volcó resignado en sus tareas de Estado y en enderezar a sus díscolos hijos. Carolina, divorciada de Junot y luego viuda de Casiraghi, intentó un tercer matrimonio con el irascible Ernesto de Hannover, del que también se separó. Estefanía, cantante y madre soltera, se hizo especialista en saltar del lecho de sus guardaespaldas a la carpa de los domadores de circo. Y Alberto, el heredero, que no parecía tener intención de sentar la cabeza y asegurar la sucesión. Una decadencia familiar que coincidió con la del propio Principado, que de enclave del glamour en la década de los 80, ha pasado a convertirse en una especie de balneario de lujo para millonarios anónimos.
@yufont

 
Estefanía de Mónaco, emocionada: "No pasa un día sin que me acuerde de mi padre"
Ha concedido una entrevista para recordar al príncipe Rainiero de Mónaco en el 15 aniversario de su muerte



Foto: Estefanía de Mónaco, en una imagen de archivo. (EFE)




08/04/2020

La princesa Estefanía de Mónaco ha dado una muy significativa entrevista (no son muchas las que concede) para recordar un día fatídico para ella, el 6 de abril de 2005, cuando falleció su padre, el príncipe Rainiero, a los 81 años.

Quince años han pasado ya y la princesa ha querido rendirle un sentido tributo a un personaje cuya popularidad había sido excepcional desde que uniera su vida a la irrepetible Grace Kelly, fallecida en un accidente de tráfico el 14 de septiembre de 1982. Un durísimo golpe para todos los Grimaldi, como también lo fue la trágica muerte de su yerno Stefano Casiraghi, marido de Carolina, en un fatídico accidente de off-shore en la bahía de Montecarlo el 3 de octubre de 1990.

Sobre el dolor que supuso la muerte de su madre, ya se había pronunciado años atrás en el libro 'Alberto II de Mónaco: el hombre y el príncipe': "Todos nosotros intentamos reconstruirnos (tras lo sucedido) y los tres nos unimos por nuestro padre, cuyo sufrimiento era indescriptible".




Estefanía de Mónaco, con su padre. (Getty)




El homenaje que ha hecho la menor de sus hijas en la cadena de televisión Mónaco.info no ha estado exento de emoción, como dejaba entrever la voz de una Estefanía de Mónaco que ha subrayado que "ante todo era mi papá. Está con nosotros en todo momento".

No ha escatimado elogios Estefanía, quien subrayó las cualidades de su progenitor: "Era un gran hombre. Nos dejó su legado, todo lo que tenemos hoy en día, la calidad de vida de la que disfrutamos. Luchó para que nosotros y las generaciones venideras nos beneficiáramos de ello. A veces le decía que se pasaba más tiempo ocupándose de los monegascos que de nosotros", manifestó haciendo alusión a su visión de las cosas como jefe de Estado: "Fue un gran hombre de su siglo, que se merece el respeto de todo el mundo". Una de esas virtudes, a su entender, era que "nada le daba miedo, era un hombre con determinación que siempre tomaba decisiones justas".

"No pasa un día que no piense en él, que algo no me lo recuerde. (...) Siempre he estado muy cerca de mi padre, en la educación de mis hijos, en la gestión de situaciones, en las que pienso en él, en lo que él habría hecho en mi lugar, como la gestión del Festival (Internacional de Circo de Montecarlo). Me gustaría que estuviera orgulloso de mí y de lo que hacen mis hijos".




Charléne, Alberto y Estefanía de Mónaco,   en el Baile de la Rosa de 2010. (Getty)




Otra de las cuestiones que abordó fue la salud de su hermano, Alberto de Mónaco, recuperado ya del coronavirus. Muy unida a él, estuvo muy preocupada en esos días de convalecencia: "Tal vez le molesté un poco, porque le llamaba dos o tres veces al día para saber cómo estaba. Necesitaba que me tranquilizara". Además, mandó un mensaje a las personas afectadas por la pandemia que "no tiene reglas".


 


El príncipe Rainiero III de Mónaco falleció el 6 de abril de 2005, a la edad de 81 años. Su hijo Albert II lo sucedió el mismo día.
También estamos celebrando 15 años del reinado del Príncipe Alberto II.
te adelantas la coronación del principe Alberto II de Mónaco fue en noviembre antes en junio hubo un juramento pero tradicionalmente en estos días en Monaco eran días de luto. Claro está que Alberto II ya gobernaba pero no es el estilo este hilo está mal planteado
 

En este día hace 15 años, ??? ?????? ?????? ?? comenzó oficialmente su reinado después de un período de luto de 3 meses. Fue entronizado el 12 de julio de 2005 y el 18 de noviembre del mismo año fue investido formalmente como gobernante de Mónaco.
 



El Palacio de Mónaco publica un video con Lo más destacado del reinado del Príncipe Alberto, ya que hoy conmemora el 15 aniversario de sus celebraciones de entronización.
 
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