11M: Décimo aniversario de la matanza que cambió la historia española

Los socialistas empezaron a decir que iban a tener un despunte final a mediados de febrero. Se convirtió en una consigna cada vez que les acercaban un micrófono. Recuerdo que por entonces se publicó esta noticia.


EL PSOE SE GUARDA UN SUPER MISIL CONTRA LA CAMPAÑA DE RAJOY Y EL PP

elsemanaldigital.com, Domingo 22 de Febrero de 2004

Ayer sábado parecía volver la sonrisa al rostro de algunos dirigentes del PSOE de los que están en la pomada electoral y que estos días atrás andaban realmente tristes.

¡Ojo, que el partido aún no ha terminado!, advertían ayer mismo desde la sede de campaña socialista, en de la calle Gobelas –donde el PSOE tiene alojado a su Comité de Estrategia Electoral--. "En Génova dan por terminada la campaña electoral y finiquitado poco más o menos al PSOE de cara al día 14 de marzo y, esto, no ha hecho más que empezar", insisten las fuentes socialistas con las que ayer mismo hablaba Garganta Profunda. "El asunto Carod-Rovira y la tregua de ETA en Cataluña, que tanto rédito electoral cree el PP que puede sacarles, está por ver si no se les puede volver en contra todavía".

Ayer sábado parecía volver la sonrisa al rostro de algunos dirigentes del PSOE de los que están en la pomada electoral y que estos días atrás andaban realmente tristes, cabizbajos y dando tumbos. "Nos han dado una buena noticia desde Gobelas y aunque de momento no podemos decir nada más, puede producirse un vuelco curioso al asunto Carod –ETA", confesaban casi susurrando nuestras fuentes.

Pues bien, la alegría que traslucían por la mañana sólo unos pocos dirigentes socialistas --los que están en la pomada electoral del partido--, se contagió rápidamente horas más tarde a muchos más. El "algo va a ocurrir", en la tarde del sábado en Santiago de Compostela era ya rumor general en la familia socialista que sigue a Zapatero en los actos electorales. En los corrillos se detectaba, con facilidad, una misma consigna: "Hay algo sobre contactos con ETA de dirigentes del PP y Pepiño (Blanco) y Alfredo (Pérez Rubalcaba) están analizando el mejor momento para largarlo". "Hasta que no pita el árbitro el partido está vivo", decían.



Aquí se puede la captura de pantalla de esta información. No era en los despuntes de los sondeos en lo que creían, sino en el despunte de algo relativo al terrorismo que a último momento se le iba a volver del revés al PP.


http://www.peonesnegros.info/fondodocumental/4 Registros de medios de comunicacion/Internet/El Semanal digital. Supermisil electoral 2004-02-22/El Semanal Digital 2004-02-22.pdf

Será que los sondeos que revelaban ese despunte en las semanas previas a las elecciones se hicieron entre los socialistas que estaban en la pomada. Salieron los del sondeo a la calle y se dijeron: a ver, quiénes son los que están al corriente de un acto terrorista que va a suponer un revés para el PP, a esos hemos de preguntar! Pues que quieres que te diga Diógenes. Si ves los sondeos en esos términos, pues poco te puedo decir.
 
Última edición:
LOS ENIGMAS DEL 11-M. CAPÍTULO 29

Los datos del sumario confirman que el Skoda de Alcalá era una prueba falsa

La importancia del Skoda Fabia en la investigación del 11-M llegó tras la exclusiva de Fernando Múgica en El Mundo. Si la noticia de que el coche había sido localizado por la Policía mucho antes de la masacre ya era importante, los movimientos que desencadenó lo fueron aún más.

c.php


Luis del Pino

Por ejemplo, que el providencial Skoda repleto de pruebas tenía una amplia ficha policial –multas, atracos, huidas– que difícilmente lo hacía atractivo para unos terroristas. Y sin cambiar de matrícula. La marejada judicial que provocó aquel trabajo periodístico dejó huella en el sumario. Al seguirla queda claro que estamos ante otra prueba falsa. Pero la historia completa no se comprendería sin la aparición de dos personajes: un enigmático chileno y el argelino Allekema Lamari.
En marzo de este año, a punto de cumplirse el segundo aniversario de la masacre de los trenes, Fernando Múgica desvelaba en El Mundo que el coche Skoda Fabia milagrosamente aparecido en Alcalá tres meses después del atentado había sido en realidad localizado por la Policía mucho antes del 11-M. El coche había estado tranquilamente aparcado en la Avda. de Bruselas en noviembre de 2003 y, en ese lugar, se le impusieron diversas multas por estacionamiento indebido.


Un portero de la zona le hizo un comentario sobre el coche a un policía conocido suyo, que trabajaba en labores de escolta de un juez que vive en las proximidades. Juntos, el portero y el policía examinaron el coche por fuera y miraron por las ventanillas, a ver si veían algo raro. Después, el policía le dijo al portero que, en efecto, aquel Skoda Fabia figuraba como robado. Nadie dio aviso a la empresa Hertz (la propietaria del Skoda) de que el coche había aparecido. Poco después, el coche desaparecía de allí, para aparecer el 13 de junio de 2004 en Alcalá de Henares, cargado de pistas que apuntaban a terroristas islámicos.

Las conclusiones del artículo de Múgica resultan obvias para cualquiera: ese Skoda Fabia fue retirado de la Avda. de Bruselas por alguien vinculado a los servicios del Estado. Y fue alguien vinculado a los servicios del Estado quien lo depositó en Alcalá.

EL DESMENTIDO

Ante las revelaciones de El Mundo, la Dirección General de la Policía emitió una nota en la que afirmaba que el Cuerpo Nacional de Policía no tuvo conocimiento alguno de la existencia del coche Skoda Fabia hasta el 13 de junio de 2004 y que en el sumario constaba la identidad completa del autor del robo del Skoda, así como la posterior venta del coche que realizó a Serhane Ben Abdelmajid El Tunecino, a finales de noviembre.

Básicamente, lo que la Policía hacía en esa nota era salir al paso de las revelaciones remitiendo a la historia que le habían contado al juez Del Olmo: que ese coche de alquiler había sido robado en septiembre de 2003 por un chileno, el cual lo había vendido en noviembre a El Tunecino, uno de los suicidas de Leganés.

La historia del Skoda es todo un ejemplo de cómo las revelaciones periodísticas sí tienen influencia sobre el desarrollo del sumario del 11-M, porque, como vamos a ver, las consecuencias judiciales de las revelaciones de Fernando Múgica fueron enormes. Pero antes de entrar a narrar esas consecuencias, conviene detallar qué es lo que la Policía le había contado al juez hasta el momento.

LA VERSIÓN OFICIAL

El Skoda Fabia era un coche de alquiler que le fue robado a un ciudadano francés en Benidorm el día 7 de septiembre de 2003, seis meses antes del 11-M. Durante un año, nadie fue capaz de proporcionar al juez ninguna explicación sobre cómo había aparecido en Alcalá tres meses después de los atentados, cargado de pistas sobre los presuntos autores de la matanza. Sin embargo, el 30 de junio de 2005 (un año después de la aparición del Skoda), el misterio quedaría aclarado y nacería la versión oficial sobre la aparición de ese coche.

Ese día, la Policía le envió al juez un informe en el que le contaba:
  • que el 15 de julio de 2004 alguien atracó un banco en Alcalá, dejando después abandonado el Audi en el que se dio a la fuga.
  • que en ese Audi había rastros de ADN que coincidían con uno de los perfiles anónimos encontrados en el Skoda Fabia.
  • que en el Audi de los atracadores había aparecido también una huella dactilar de un chileno llamado Mauricio Andrés Soto Gómez, nacido en 1980.
  • que, afortunadamente, el tal chileno se encontraba en prisión desde enero de 2005, por lo que solicitaban permiso para tomarle declaración en relación con el Skoda y para obtener una muestra de su ADN.
El juez concedió, como es natural, dicho permiso. El chileno prestó declaración ante la Policía el 11 de julio de 2005, asistido por su abogado (que curiosamente es el mismo que defendió al presunto líder de la célula española de Al Qaeda, Abu Dahdah). En esa declaración ante la Policía, el chileno reconoció haber robado un Skoda Fabia de color azul celeste (quédese el lector con el dato del color, porque es importante) en Benidorm a principios de septiembre de 2003 y que lo había estado usando por la zona durante unas dos semanas, después de lo cual se desplazó a Madrid, donde estuvo hasta principios de noviembre. Entonces, como tenía previsto marcharse a Chile, contactó con un yonqui marroquí llamado Mustafá (del que no supo dar datos que condujeran a su identificación), el cual le proporcionó el teléfono de un posible comprador. Se citó con ese comprador, que resultó ser El Tunecino, al día siguiente y le vendió el coche por 600 euros. Posteriormente, salió de España ese mismo mes de noviembre de 2003 por el aeropuerto de Barajas y no volvió hasta mayo de 2004.

La primera versión oficial sobre el Skoda Fabia acababa de nacer, aunque diez días después cambiaría ligeramente, ya que el chileno, ante el juez Del Olmo, se ratificó en todos los aspectos de su declaración policial salvo en uno: al juez le dijo que le vendió el coche a El Tunecino antes de octubre de 2003, no en noviembre.

LAS ANDANZAS DEL SKODA

Al día siguiente de la publicación del artículo de Fernando Múgica, la Policía enviaba un informe al juez en el que le comunicaba que se iban a realizar una serie de averiguaciones. Y las averiguaciones resultaron demoledoras para la versión oficial. Entre otras cosas, porque permitieron conocer muchos más datos sobre las andanzas del Skoda Fabia después de su robo en Benidorm

Para empezar, resultó que aquel Skoda Fabia se había visto implicado en un robo con intimidación en Alcorcón tan sólo cuatro días después de haber sido robado en Benidorm. El 11 de septiembre de 2003, Ana María C. A. denunciaba en la comisaría de Alcorcón que dos individuos le habían arrebatado el bolso por el procedimiento del tirón, dándose a la fuga en un vehículo Skoda Fabia matrícula 3093-CKF. Uno de los individuos tenía aspecto sudamericano y unos 28 años de edad, mientras que el otro, que llevaba gafas negras, podría tener unos 35 años. Los agentes de la comisaría de Alcorcón comprobaron la matrícula del vehículo ese mismo día y vieron que constaba como robado cuatro días antes.

Este hecho ponía de manifiesto que el chileno había mentido en sus declaraciones, ya que dijo ante la Policía que después del robo había permanecido con el Skoda por la zona de Benidorm unas dos semanas, cuando el episodio de Alcorcón sitúa al Skoda en Madrid inmediatamente después del robo.

No fue el único episodio delictivo en que el Skoda se vio involucrado. El 22 de octubre de 2003, Carlos S. D., encargado de una gasolinera, denunció, también en la comisaría de Alcorcón, que un Skoda matrícula 3093-CKF se había marchado sin pagar después de repostar gasolina. No pudo aportar ningún dato sobre los ocupantes del vehículo.

Segunda mentira del chileno: en su declaración ante el juez, dijo haber vendido el coche a El Tunecino antes de octubre de 2003. Sin embargo, el segundo de los delitos cometidos en Alcorcón (probablemente por las mismas personas que el primero) permite constatar que ese vehículo no pudo ser transferido antes de finales de octubre.

Estos datos no sólo arrojan sombras de sospecha sobre la declaración del chileno, sino también sobre la propia actuación de la Policía. ¿Por qué se habían ocultado todos esos episodios al juez durante dos años? ¿Por qué no se había molestado nadie en informarle de que ese vehículo supuestamente usado por los islamistas estaba implicado en dos episodios delictivos que constaban en las bases de datos policiales?

Pero también contribuyen estos episodios a ratificar lo absurdo de todo lo relacionado con el Skoda Fabia: si hubiéramos de creer la versión oficial, resulta que unos islamistas que van a cometer una masacre se desplazan hasta Alcalá utilizando, entre otros vehículos, un Skoda Fabia que no sólo es robado, sino que está implicado a su vez en dos delitos más, ambos denunciados ante la Policía. Y los islamistas utilizan ese vehículo sin doblar las matrículas del coche. Ese comportamiento es imposible: ningún terrorista usaría, para cometer un atentado, un coche que pudiera ser detectado por casualidad en cualquier control rutinario.

ALCALÁ

La Policía también recabó datos, a petición del juez Del Olmo sobre las consultas de matrículas realizadas en Alcalá durante el 11-M y el 12-M, para verificar quién y cuándo había comprobado los datos de la furgoneta Kangoo y del Skoda Fabia.

Según las bases de datos de la Policía, en esos dos días, y sólo desde la Comisaría de Alcalá, se realizaron más de 400 consultas a la base de datos de matrículas, relativas a docenas de vehículos distintos. Entre esas consultas se encontraba, por supuesto, la matrícula de la furgoneta Kangoo, pero la del Skoda Fabia no aparece. Lo cual remacha aún más algo que ya necesita pocas demostraciones: el Skoda Fabia no estaba en Alcalá aquella mañana del 11-M; nadie consultó su matrícula dentro del proceso de "peinado" que se realizó en las inmediaciones de la estación.

LA DECLARACIÓN DEL PORTERO

La Policía y el juez también tomaron declaración al portero de la Avenida de Bruselas que Fernando Múgica citaba en su artículo. Y ese portero confirmó, punto por punto, excepto en un aspecto (luego veremos cuál) las informaciones publicadas en el diario El Mundo: recordaba perfectamente ese coche que estuvo aparcado en una zona de carga y descarga durante unas tres semanas antes de las Navidades de 2003; dijo que no sabía cómo era el coche por dentro, pero sin embargo pudo describir el color de la tapicería, lo que indica que estuvo mirando el interior del coche por las ventanillas; le habló del coche tanto a los policías municipales que estuvieron multándolo, como a un policía nacional que ejerce labores de escolta de un magistrado que vive en las inmediaciones; posteriormente, el vehículo desapareció una noche y ya no lo volvió a ver.

¿Y cuál es ese aspecto en el que no corroboró las informaciones de El Mundo? Pues justamente el único en el que es imposible que Fernando Múgica se equivoque. El portero le había declarado al periodista que el policía nacional al que le habló del Skoda consultó las bases de datos policiales y le dijo que el coche figuraba como robado. Sin embargo, ante el juez Del Olmo, el portero declaró que ese policía le dijo que el coche NO figuraba como robado. Evidentemente, esa segunda versión del portero es imposible: si el policía consultó las bases de datos, el vehículo constaba como robado (recuérdese la consulta efectuada desde la comisaría de Alcorcón). En cualquier caso, más que el resultado de la consulta, lo importante es que esa consulta se hizo por parte de ese policía.

Por tanto, tenemos que ese Skoda estuvo allí aparcado durante varias semanas, en la segunda quincena de noviembre y primera de diciembre (la primera multa tiene fecha de 26 de noviembre y la última, de 11de diciembre; que el portero lo vio y lo recuerda; que se lo comentó a ese escolta de un magistrado; que el escolta lo consultó en las bases de datos policiales; y que poco después el coche desapareció de allí.

En la declaración del portero ante el juez se produjo un hecho curioso: el juez Del Olmo le mostró una fotografía del Skoda Fabia al portero para que ratificase que ése era el coche y el portero le dijo que no, que ése no era. El coche que él había visto era de color gris plata, mientras que la fotografía que le enseñaban correspondía a un coche de color azul celeste (¿se acuerdan de que el chileno declaró haber robado un coche de color azul celeste?). Consultada la documentación de las denuncias, se confirmó que el Skoda Fabia era de color gris plata, así que Del Olmo hizo que la Policía Científica le trajera todas las fotografías realizadas al coche, para enseñárselas al portero. Al ver el juego de fotografías, pudieron comprobar que en algunas el coche aparecía gris y en otras azul claro, dependiendo de la luz. Pero el coche era, indudablemente, de color gris plata, tal como lo recordaba el portero.

Esto confirma, por un lado, la veracidad del testimonio del portero. Pero, por otro, nos permite detectar una tercera mentira en la declaración del chileno: cuando él describe como de color azul celeste el Skoda Fabia que robó, sólo puede deberse a que, en realidad, ese chileno no llegó nunca a ver el Skoda. Tan sólo vio alguna foto que le enseñara la propia Policía, una foto donde, por cuestiones de la luz, el coche aparecía de color más azulado. Resulta más que dudoso que ese chileno robara aquel Skoda.
Cronología

Para no perdernos, recordemos brevemente la cronología constatada del vehículo:
  • 7 de septiembre de 2003: Robado en Benidorm (Alicante).
  • 11 de septiembre de 2003: Participa en un robo con intimidación en Alcorcón (Madrid).
  • 22 de octubre de 2003: Se va sin pagar de una gasolinera de Alcorcón.
  • Mediados de noviembre a mediados de diciembre de 2003: Permanece aparcado en una zona de carga y descarga de la Avenida de Bruselas, donde es multado varias veces.
  • Mediados de diciembre de 2003: Desaparece de la Avenida de Bruselas.
  • 13 de junio de 2004: Aparece en Alcalá de Henares (Madrid).
Y, con esta cronología en mente, sigamos con los datos.
LAS CONSULTAS DEL SKODA

Puesto que el portero había ratificado que le habló a un policía sobre el Skoda y que ése policía consultó si era robado, Del Olmo solicitó que se le informara de TODAS las consultas realizadas sobre el Skoda en las bases de datos de la Policía. Y los datos recabados permiten ir cerrando el círculo y acotando los tiempos.

En total, entre el 7/9/2003 y el 13/6/2004, se realizaron 26 consultas sobre el Skoda Fabia matrícula 3093-CKF. Varias de ellas tienen una explicación perfectamente lógica, teniendo en cuenta los datos que conocemos hasta el momento:
  • 15 consultas, efectuadas por diversos funcionarios, desde las comisarías de Benidorm y Alicante. Esas consultas están asociadas con las diligencias abiertas por el robo del vehículo.
  • 3 consultas efectuadas el 11/9/2003 desde la comisaría de Alcorcón. Están relacionadas con el episodio del robo con intimidación.
  • 2 consultas efectuadas entre el 22 y el 23/10/2003 desde la comisaría de Alcorcón. Están relacionadas con la denuncia por marcharse sin pagar de una gasolinera.
  • 2 consultas efectuadas desde la sección de informática de la Policía los días 10 y 11 de mayo de 2005, como resultado de un requerimiento que el Ayuntamiento de Madrid realizar para obtener información sobre ese vehículo que tenía multas pendientes.
  • 1 consulta en Alcalá el 13/6/2004, cuando aparece oficialmente el vehículo, tres meses después de los atentados.
¿Y qué pasa con las otras tres consultas? Pues que ya no tienen una explicación tan lógica. Una de ellas, efectuada el 25/5/2004 desde la comisaría de Alcalá fue efectuada por el funcionario policial 82930 que, en su declaración, dijo que se había limitado a hacer una consulta genérica sobre los vehículos sospechosos cuya matrícula tuviera las letras CKF, y que entre ellos supone que saldría listado el Skoda. Curiosamente, nadie preguntó a este funcionario, en su declaración, cuál era el motivo por el que realizó esa consulta genérica sobre vehículos con las letras CKF. ¿Podría indicar esta consulta que el Skoda Fabia ya estaba aparcado en la C/ Infantado de Alcalá el 25 de mayo? Si se detectó ya entonces, y dado que constaba como robado, ¿por qué no se informó inmediatamente a la empresa propietaria del vehículo?

Las otras dos consultas son todavía más peculiares. Se trata de consultas específicas (es decir, en las que se preguntó por esa matrícula en concreto) y las dos fueron realizadas por un mismo funcionario policial, el 80953, de la comisaría del distrito de Usera. Una de esas consultas es del 23/12/2003 (que cuadraría con la consulta que, según el portero, realizó el escolta), pero la otra es del 12/9/2003 (al día siguiente del robo con intimidación en Alcorcón). Preguntado por la propia Policía, este funcionario declaró que trabajaba en la comisaría de Usera y solía consultar las matrículas de vehículos sospechosos, y que no recordaba por qué había consultado precisamente ése.

Y no hay más consultas entre esas fechas. Lo cual nos deja dos alternativas que suscitan, las dos, numerosos interrogantes. Si el policía 80953 es el que habló con el portero de la Avenida de Bruselas (o hizo la consulta por encargo del que habló con el portero), las dos preguntas que surgen inmediatamente son:
  • ¿Qué pinta esa otra consulta efectuada el 12 de septiembre? ¿Existe alguna relación entre las dos?
  • ¿Por qué no informó inmediatamente este policía a la empresa Hertz de que había localizado su vehículo robado?
Y, si el policía no es el que habló con el portero (ni hizo la consulta por encargo de quien hablara con el portero), a esas dos preguntas anteriores se le une una tercera: ¿por qué no aparece en las bases de datos policiales la consulta efectuada por el escolta que trabajaba cerca de la Avenida de Bruselas? ¿Ha borrado alguien el rastro?

¿Qué explicación podemos encontrar para toda esta serie de acontecimientos?

UNA EXPLICACIÓN POSIBLE

Alguien de origen sudamericano robó el coche en Benidorm, lo trajo a Madrid inmediatamente y cometió un robo en Alcorcón. Ese vehículo se movía por la zona de Usera, donde lo ve el policía 80953. Posteriormente, el ladrón del coche lo deja aparcado en la Avenida de Bruselas durante unas semanas, lo vuelve a coger a mediados de diciembre y vuelve a aparecer con él por su zona habitual de Usera (donde lo vuelve a ver el policía 80953).

Esto implica que esa persona que robó el coche no pudo transferir el vehículo hasta pasado el 25/diciembre/2003 (que es la fecha en que el policía 80953 efectúa su segunda consulta). Por tanto, toda la declaración del chileno es mentira de principio a fin. Sigue siendo posible que el sudamericano que robó el coche transfiriera luego el vehículo a alguien vinculado a los terroristas del 11-M, pero esta hipótesis benévola sigue sin aclarar:
  • a quiénes se transfirió el vehículo
  • por qué nadie avisó a Hertz de que su vehículo había sido avistado
  • por qué los terroristas iban a usar un coche tan marcado
  • por qué el vehículo no estaba en Alcalá el 11-M
Y, sobre todo, deja sin aclarar una pregunta importante y otra fundamental. La importante: ¿dónde está la consulta que realizó en las bases de datos el escolta que trabajaba en la Avenida de Bruselas? Y la fundamental: ¿por qué alguien monta una declaración falsa de un chileno para dar al juez una explicación falsa sobre las andanzas del Skoda?

En otras palabras: en esta hipótesis (la más benévola de todas) se habría cometido, como mínimo, un delito de falso testimonio, que casi con toda seguridad habría sido propiciado por alguien que trabaja en los servicios del Estado.

La otra alternativa a esta hipótesis es mucho peor: quien retiró el Skoda de la Avenida de Bruselas no fue el que lo había robado en Benidorm, sino los propios servicios del Estado, que serían quienes luego depositan el coche en Alcalá como forma de orientar las investigaciones judiciales y policiales. Esta hipótesis explicaría perfectamente por qué el Skoda no estaba en Alcalá el 11-M (porque se "plantó" después), por qué nadie avisó a Hertz de que su vehículo había sido avistado (el vehículo pasó a engrosar la lista de los que se tienen en reserva por si hay que utilizarlos) y por qué se monta una declaración falsa con el chileno. Sin embargo, sigue quedando un interrogante: ¿qué pinta esa consulta efectuada el 12 de septiembre por el policía 80953? ¿Acaso no indican las dos consultas que efectuó ese policía que el vehículo estaba en unas mismas manos el 12 de septiembre y el 23 de diciembre? ¿O es que el vehículo estaba controlado desde el principio?

ALLEKEMA LAMARI

Lo que más alienta las sospechas acerca del papel de los servicios del Estado en este tema son dos cosas. Por un lado, que se recurriera al testimonio falso del chileno para tratar de apuntalar la versión oficial sobre las andanzas del coche. Por otro lado, el uso que se dio al Skoda Fabia, porque ese Skoda sirvió, fundamentalmente, para introducir en las investigaciones del 11-M al argelino Allekema Lamari, que hasta ese momento no había aparecido y que, a raíz de que el Skoda fuera encontrado, fue identificado como el séptimo suicida de Leganés.

Las personas que asistieron a las reuniones de coordinación que los distintos servicios del Estado efectuaron desde poco después de los atentados del 11-M recuerdan con sorpresa un aspecto. Si entre el 11 y el 14 de marzo el CNI había estado insistiendo, en todos sus informes, en que la autoría del atentado correspondía a ETA, a partir del 15 de marzo (celebradas ya las elecciones) se produce un cambio radical, y los representantes del CNI en esas reuniones de coordinación no sólo comienzan a defender la tesis islamista, sino que además señalan con insistencia un nombre, Allekema Lamari, como el del presunto cerebro de los atentados.

Aquella insistencia en apuntar a Allekema Lamari resultó muy llamativa para los asistentes a aquellas reuniones, porque nadie veía cuál era motivo por el que el CNI insistía en esa persona, ya que hasta el momento no había aparecido nada que vinculara a Lamari con los atentados. De hecho, durante los meses siguientes tampoco apareció nada... hasta que se encuentra el Skoda Fabia en Alcalá con rastros del ADN de Allekema Lamari. Las investigaciones posteriores no han permitido corroborar la participación de Lamari por otras vías (por ejemplo, cruces telefónicos con otros presuntos responsables), pero ahí queda el Skoda para probar la vinculación.

¿Fue el CNI quien aprovechó el Skoda para imponer la tesis que querían imponer desde el principio? Pues tiene todo el aspecto, la verdad. ¿Con qué objeto? Pues eso nos gustaría saber a todos.

Y una última pregunta: ¿cómo es posible que el CNI hiciera semejante chapuza en el tema del Skoda? Esta pregunta tiene más fácil respuesta. Situémonos en la fecha en que fue "plantado" aquel Skoda en Alcalá: mayo-junio de 2004. Por aquel entonces, ni por asomo podía nadie imaginarse que el sumario y las investigaciones del 11-M fueran a ser sometidos a un escrutinio tan brutal como el que se ha realizado en estos dos años. Quienes plantaron el Skoda en esa fecha lo único que sabían era que la opinión pública había tragado sin inmutarse con todo: con la cinta coránica y los restos de explosivo de la Kangoo, con la mochila de Vallecas llena de Goma-2 ECO, con la detención de dos indios de religión hindú como posibles implicados en una supuesta trama islamista, con la voladura controlada del piso de Leganés... ¿Por qué no iba a tragar también con el Skoda?

De hecho, todas las chapuzas relativas al Skoda estuvieron ocultas durante dos años, y seguirían estándolo de no ser porque una persona llamada Fernando Múgica tuvo las santas narices de irse a la Avenida de Bruselas a hablar con los porteros de la zona.

LA EXPULSIÓN

En cualquier caso, lo que sí queda claro es que el testimonio del chileno que supuestamente había vendido el Skoda a El Tunecino es falso, y que ese chileno probablemente no había visto el Skoda Fabia en su vida, ya que son demostrables, con los datos disponibles, diversas mentiras y varias contradicciones temporales. Pero eso indica que alguien, probablemente desde los propios servicios del Estado, recurrió al falso testimonio del chileno para tratar de apuntalar la mentira oficial.

No resultó extraño, por tanto, que tras saltar el escándalo del Skoda nos desayunáramos unos meses después con la noticia de que la Policía había expulsado de España al chileno en aplicación de la Ley de Extranjería sin comunicárselo previamente a Del Olmo. Eliminación de testigos incómodos, se llama eso. Descubiertas las mentiras, el chileno estorbaba, no fuera a cantar quién le ordenó mentir. Teniendo en cuenta que el Cuerpo Nacional de Policía es el único facultado para poder realizar las expulsiones, ¿cómo se explica que se expulsara a un imputado en el 11-M sin informar al juez del caso? La actuación de este Gobierno en relación a las investigaciones del 11-M hace mucho tiempo que traspasó la frontera de lo delictivo.

LAS CONSECUENCIAS JUDICIALES

Como hemos visto, las investigaciones de Fernando Múgica sobre el Skoda Fabia tuvieron una importante influencia en la marcha de las investigaciones. De hecho, todavía no se han llevado hasta sus últimas consecuencias las deducciones que han podido realizarse a partir de los datos aportados.

Dejando aparte el hundimiento del testimonio del chileno, el propio Skoda Fabia quedó desacreditado como prueba. El mismo juez Del Olmo reconoce amargamente que no es posible establecer que el Skoda estuviera en Alcalá en la mañana del 11 de marzo.

Sin embargo, el juez no se ha atrevido (que nosotros sepamos) a hacer dos cosas que antes o después habrá que hacer: anular las pruebas que se encontraban dentro del Skoda (si el Skoda no estaba en Alcalá el 11-M, las ropas que aparecieron en su interior, por ejemplo, no pudieron ser depositadas por los terroristas, sino por quien plantó el coche) y tomar medidas judiciales contra los responsables (aún por determinar) de la falsificación de una de las pruebas fundamentales del caso.

Con respecto a las pruebas halladas dentro del Skoda, se van al garete la alfombrilla del vehículo con restos de nitroglicol, los restos de ADN de Mohamed Afalah y de Allekema Lamari encontrados en varias prendas de ropa, el papelito con el teléfono de Safwan Sabagh...

Pero lo más importante es que se abre la puerta a que se pidan responsabilidades a las personas responsables de "plantar" una prueba falsa en el sumario y concertar un falso testimonio con un falso testigo. En relación con esto, la pregunta crucial es la siguiente: ¿de dónde sacaron las pruebas falsas quienes "plantaron" el Skoda? ¿De dónde sacaron, por ejemplo, una prenda de ropa con el ADN de Allekema Lamari o de Mohamed Afalah?

¿QUÉ HACER?

Los abogados personados en la causa tienen la posibilidad de extraer las consecuencias de lo que hemos ido conociendo acerca del Skoda. Para empezar, la identificación del policía que ejercía labores de escolta en las proximidades de la Avenida de Bruselas resultaría sencilla: bastaría con que el juez solicitara que el Ministerio de Interior le identifique y que el portero ratificara, en un careo, que ése es el policía que le dijo que había consultado las bases de datos para ver si el vehículo era robado.

A continuación, sería necesario que ese policía dijera cuándo hizo la consulta para, con ello, averiguar si es una de las que aparecen en el listado entregado al juez. Si no aparece, alguien tendrá que explicar por qué ese rastro no aparece. Convendría, asimismo, que el Policía nos contara qué gestiones posteriores realizó.

Finalmente, no estaría de más que declararan en sede judicial los policías que realizaron las tres consultas peculiares acerca del Skoda, con el fin de clarificar las circunstancias y los motivos de esas consultas.

Que quede claro que todos esos policías (el escolta y los dos funcionarios policiales que consultaron sobre el Skoda en fechas poco lógicas) son funcionarios que se limitan a cumplir con su trabajo de manera honesta y eficaz, y que no pretendo lanzar sobre ellos la más mínima sombra de sospecha. Simplemente, los tres tienen un papel en los hechos, y creo que pueden aportar mucho para esclarecer las circunstancias que rodean a la aparición del Skoda. Los tres deben declarar aquello que sepan. Se lo deben (se lo debemos todos) a las 192 personas que murieron el 11 de marzo en un atentado en el que está claro, desde hace mucho tiempo, que ha existido la intención consciente, deliberada, dolosa, de usar pruebas falsas con el fin de tapar la verdad de los hechos.


http://www.libertaddigital.com/naci...da-de-alcala-era-una-prueba-falsa-1276286825/
 
Será que los sondeos que revelaban ese despunte en las semanas previas a las elecciones se hicieron entre los socialistas que estaban en la pomada. Salieron los del sondeo a la calle y se dijeron: a ver, quiénes son los sociatas que están al corriente de un acto terrorista que va a suponer un revés para el PP, a esos hemos de preguntar! Pues que quieres que te diga Diógenes. Si ves los sondeos en esos términos, pues poco te puedo decir.

Lo que yo veo es que lo del despunte en los sondeos era una patraña.
Y que empezaron a decir eso porque esa fue la consigna que se dio desde arriba. Sobre todo después de las elecciones. Recuerdo perfectamente que esa cantinela se convirtió en una consigna después del 14M.

Como dice la información, los mandatarios confiaban en revertir la situación por algo que iba a ocurrir muy a última hora, que tenía que ver con el terrorismo y que iba a estropearles al PP su estrategia de usar ETA como estímulo electoral.


El PSOE se guarda un súpermisil contra la campaña de Rajoy y el PP

Ayer sábado parecía volver la sonrisa al rostro de algunos dirigentes del PSOE de los que están en la pomada electoral y que estos días atrás andaban realmente tristes.

22 de febrero. ¡Ojo, que el partido aún no ha terminado!, advertían ayer mismo desde la sede de campaña socialista, en de la calle Gobelas –donde el PSOE tiene alojado a su Comité de Estrategia Electoral--. "En Génova dan por terminada la campaña electoral y finiquitado poco más o menos al PSOE de cara al día 14 de marzo y, esto, no ha hecho más que empezar", insisten las fuentes socialistas con las que ayer mismo hablaba Garganta Profunda. "El asunto Carod-Rovira y la tregua de ETA en Cataluña, que tanto rédito electoral cree el PP que puede sacarles, está por ver si no se les puede volver en contra todavía".

Ayer sábado parecía volver la sonrisa al rostro de algunos dirigentes del PSOE de los que están en la pomada electoral y que estos días atrás andaban realmente tristes, cabizbajos y dando tumbos. "Nos han dado una buena noticia desde Gobelas y aunque de momento no podemos decir nada más, puede producirse un vuelco curioso al asunto Carod –ETA", confesaban casi susurrando nuestras fuentes.

Pues bien, la alegría que traslucían por la mañana sólo unos pocos dirigentes socialistas --los que están en la pomada electoral del partido--, se contagió rápidamente horas más tarde a muchos más. El "algo va a ocurrir", en la tarde del sábado en Santiago de Compostela era ya rumor general en la familia socialista que sigue a Zapatero en los actos electorales. En los corrillos se detectaba, con facilidad, una misma consigna: "Hay algo sobre contactos con ETA de dirigentes del PP y Pepiño (Blanco) y Alfredo (Pérez Rubalcaba) están analizando el mejor momento para largarlo". "Hasta que no pita el árbitro el partido está vivo", decían. elsemanaldigital.com

22 de febrero de 2004
 
LOS ENIGMAS DEL 11-M. CAPÍTULO 30

La Policía mintió al juez al atribuir a Jamal Ahmidan dos tarjetas telefónicas relacionadas con la de la mochila de Vallecas

Nuevas mentiras que añadir al listado de falsedades en que se ha convertido el sumario sobre el peor atentado de nuestra historia.

Luis del Pino 2006-10-12

De todas las tarjetas del 11-M relacionadas con la de la mochila de Vallecas, sólo hay dos cuyos propietarios sigan vivos después de la explosión del piso de Leganés. Pero nadie se ha molestado en interrogar a esas dos personas para saber si es verdad que esas tarjetas se adquirieron en un locutorio de Lavapiés. Y la razón es que al juez Del Olmo se le volvió a engañar en los informes policiales, atribuyendo ambas tarjetas a Jamal Ahmidan, El Chino.
Ya hemos publicado anteriormente que existe una tarjeta telefónica relacionada con la de la mochila de Vallecas que tiene una gran importancia. Se trata de la tarjeta 656722489, atribuida por la Policía a Jamal Ahmidan, El Chino. Esa tarjeta mantuvo diversas conversaciones con el confidente Rafá Zouhier en diversos días clave anteriores y posteriores a la masacre de Madrid, a pesar de lo cual nadie había interrogado a Rafá Zouhier sobre el contenido de esas conversaciones telefónicas.


La razón de que nadie se molestara en interrogar a Zouhier a este respecto es muy simple: en realidad, la Policía mintió al juez al decir que esa tarjeta pertenecía a Jamal Ahmidan. Y se mintió al juez para evitar que declarara el verdadero propietario de esa tarjeta.


¿Quién compró la tarjeta de Vallecas?


Con los datos del sumario en la mano, ni siquiera sabemos hoy, dos años y medio después del atentado, a quién se le vendió la tarjeta telefónica de la mochila de Vallecas. Esa tarjeta fue, supuestamente, vendida en el locutorio de Lavapiés propiedad del marroquí Zougham, pero ¿quién la compró?


Hay en el sumario una declaración de un testigo (Rachid “El Gordo”) en la que éste afirma que quien compró las tarjetas telefónicas en el locutorio fue Jamal Ahmidan, El Chino. En concreto, ese testigo afirma que Jamal Ahmidan compró varias tarjetas a un empleado de Zougham y al día siguiente fue a cambiar una de ellas porque resulta que, después de probarla, esa tarjeta no tenía saldo.


Pero esta declaración tiene todos los visos de ser falsa. Está demostrado (con los datos de las compañías telefónicas) que la tarjeta encontrada en la mochila de Vallecas y las otras seis que se activaron en Morata no fueron utilizadas nunca antes de la madrugada 9 de marzo y sólo se activaron una única vez. Si Jamal Ahmidan hubiera probado las tarjetas, entonces se habrían activado dos veces: una al probar si tenían saldo y otra al montar las bombas el día anterior a los atentados. Por tanto, debemos descartar la declaración de ese testigo y seguimos teniendo la duda: ¿quién compró las tarjetas supuestamente usadas en las bombas?


Hay otro dato más que nos confirma que hay gato encerrado en lo que nos han contado sobre la tarjeta de la mochila de Vallecas. Como ya hemos dicho en un capítulo anterior, al locutorio de Lavapiés propiedad de Zougham llegaron 200 tarjetas, entre las cuales se supone que estaban la de la mochila de Vallecas y las otras seis que se activaron en Morata.



Lo normal es que la Policía hubiera “peinado” todas las tarjetas que pudieran componer ese lote de 200, para tratar de localizar todas las tarjetas que los terroristas hubieran podido utilizar. Pues bien, dos años después de la masacre, la Policía ni siquiera había pedido a las operadoras telefónicas los datos de muchas de las tarjetas que podían componer ese lote de 200.


¿Es normal esa dejadez? ¿Se trata de un simple fallo policial, o lo que se estaba intentando era recabar el mínimo número posible de datos para construir una versión oficial, sin aportar demasiados datos, no fuera a ser que afloraran contradicciones?



Las contradicciones de los datos telefónicos



Porque lo cierto es que, cuando uno se pone a escarbar en los datos telefónicos, las contradicciones afloran a mansalva, como si fueran setas.

En efecto, está demostrado con los datos del sumario que varios de los supuestos implicados en el 11-M adquirieron (y utilizaron) algunas de las tarjetas que podrían formar parte de ese lote de 200 que llegó al locutorio de Zougham. No nos referimos a la tarjeta de la mochila de Vallecas ni a las que se activaron en Morata (porque ésas no sabemos quién las compró). A las que nos referimos es a otras tarjetas, que fueron utilizadas para hacer llamadas en las dos semanas previas al atentado (véase el Enigma 17, “Los intocables”).


Los informes policiales indican cuáles son esas tarjetas utilizadas por los miembros de la trama y detallan quién era el presunto terrorista que utilizaba cada tarjeta. Pero esos informes policiales están plagados de falsedades.



En concreto, dos de las tarjetas usadas por los miembros de la trama son atribuidas por la Policía a Jamal Ahmidan, El Chino. Se trata de las tarjetas 656720759 y 656722489. Pero es mentira que esas tarjetas fueran de Jamal Ahmidan. Basta con leer las actas de registro incluidas en el sumario del 11-M para ver que el soporte de cartón de una de esas dos tarjetas (la que lleva el número 656720759) apareció en la casa de un primo de Jamal denominado Hicham Ahmidan, en la Avda. Cerro de los Angeles 30. Lo que indica que no era Jamal, sino su primo, el propietario de esa tarjeta.


Y basta con leer las transcripciones de las conversaciones grabadas a los imputados para ver que quien usaba la otra tarjeta (la que mantuvo las conversaciones con Zouhier y que tenía por número el 656722489) no era Jamal Ahmidan, sino otro pequeño delincuente llamado Rachid Tachti (alias Rachid El Niño).


¿Por qué la Policía mintió, una vez más, al juez, atribuyendo a Jamal Ahmidan unas tarjetas telefónicas que no eran suyas? Pues, como vamos a ver a continuación, da toda la sensación de que se mintió al juez para evitar que declararan los verdaderos poseedores de esos dos números telefónicos.



Los dos marroquíes



Hicham Ahmidan y Rachid Tachti tienen tres cosas en común:




    • la primera es que ninguno de los dos tiene nada que ver con el islamismo, sino que ambos son delincuentes comunes dedicados al narcotráfico a pequeña escala.

    • la segunda es que son las dos únicas personas vivas (tras la explosión del piso de Leganés) de las que tengamos constancia de que usaron alguna de las tarjetas telefónicas supuestamente compradas en el locutorio de Zougham por los miembros de la trama.

    • y la tercera cosa en común son las peripecias sufridas por ambos para tratar de obstaculizar su declaración ante el juez.

Porque lo cierto es que, a fecha de hoy, nadie le ha preguntado a ninguno de esos dos individuos algo tan simple cómo: ¿dónde y cuándo compró usted esa tarjeta que podría pertenecer al lote de 200 que llegaron al locutorio de Zougham?



En realidad, al analizar el sumario, nos encontramos que la cosa es aún peor. Como ahora veremos, se ha hecho todo lo posible para que nadie tratara de aclarar qué pintan estos dos individuos en el relato de los hechos.



El caso de Hicham


El caso de Hicham Ahmidan resulta sangrante. No sólo es que nos podría aclarar el misterio de dónde se compraron las tarjetas telefónicas, sino que el sumario está plagado de datos que indican que Hicham Ahmidan jugó un papel fundamental en la trama del 11-M:




    • su coche ya fue detectado con anterioridad a los atentados del 11-M, en los seguimientos realizados al comando de los hermanos Almallah y a El Tunecino.

    • en el registro de su casa apareció una tarjeta telefónica del mismo lote que la encontrada en la mochila de Vallecas

    • sus huellas dactilares aparecen en el coche habitualmente utilizado por El Chino, propiedad de la suegra de éste

    • fue el encargado de falsificar tres de las matrículas usadas por los miembros de la trama

    • también aparecen sus huellas dactilares en la casa de Morata de Tajuña

    • en uno de sus coches apareció ropa con el ADN del propietario de la furgoneta de Alcalá

Aparece su rastro, como vemos, en casi todos los escenarios de la trama, a pesar de lo cual, el juez no ha llegado a tomarle declaración nunca.


Lo que nos cuentan es que este individuo desapareció de España y huyó a Marruecos antes del 11-M. Pocas semanas después de los atentados, saltó a los medios la noticia de que este individuo había sido (supuestamente) detenido en Marruecos por tráfico de drogas. Y más adelante también se filtró la noticia de que había sido condenado a ocho de prisión por narcotráfico, condena que estaría cumpliendo en la actualidad en el país vecino.


Esto no hubiera debido impedir que se le tomara declaración, pero el juez Del Olmo ni siquiera se había molestado, dos años después de la masacre, en mandar una comisión rogatoria a Marruecos para interrogarle. Y eso a pesar de que se lo solicitó explícitamente alguno de los abogados de la acusación. ¿Ustedes lo entienden? Porque yo no.


¿Es que ni la Policía ni el juez tenían el más mínimo interés en saber por qué aparecen las huellas de este individuo en tantos escenarios relacionados con los atentados? ¿No les interesaba conocer dónde podía haber adquirido esa tarjeta relacionada con la de la mochila de Vallecas?



El caso de Rachid


El caso de Rachid Tachti es aún más esperpéntico. Sería, junto con Hicham Ahmidan, la única persona que podría aclararnos dónde y cuándo compraron las tarjetas telefónicas los miembros de la trama. Pero, cuando uno de los abogados de las defensas solicitó al juez, el 4 de abril de 2005, que tomara declaración a Rachid Tachti, la Policía contestó que acababa de ser expulsado de España tres días antes, en aplicación de la Ley de Extranjería. Qué casualidad, ¿verdad? ¡Es increíble la mala suerte que tienen nuestros investigadores (salvo entre el 11-M y el 14-M, claro)!


Así pues, la Policía había supuestamente expulsado de España a ese testigo tres días antes de que lo solicitara el abogado de la defensa. Sin embargo, pocos meses después, en diciembre de 2005, ese individuo que nos decían que había sido expulsado fue detenido por apuñalar a una persona en la discoteca Joy Eslava.


La explicación que dio la Policía es que había vuelto a entrar ilegalmente en España poco después de ser expulsado.


Discúlpenme la suspicacia, pero después de tantas mentiras, ¿creen ustedes que me paso de desconfiado si digo que no creo que llegaran a expulsarle nunca? ¿Llegó a salir Tachti de España en algún momento? Quiero suponer que sí, pero no le haría ascos a una constancia documental. Son tantas las veces que se ha mentido a Del Olmo desde organismos dependientes del Ministerio del Interior que no me extrañaría en absoluto una mentira más.



¿Se mintió al juez para evitar que este testigo declarara?


El caso es que el juez Del Olmo, después de la detención de este individuo tras el apuñalamiento de Joy Eslava, pudo por fin tomarle declaración. Pero no pudo preguntarle por la tarjeta relacionada con la de la mochila de Vallecas, porque la Policía seguía sosteniendo en sus informes que esa tarjeta correspondía a Jamal Ahmidan El Chino, ocultando que su verdadero propietario era Rachid El Niño.



¡Pobre juez Del Olmo! Entre lo que no le han dejado investigar, lo que le han teledirigido y lo que no ha querido investigar él, el sumario del 11-M se le derrumba. Los hilos de las conexiones telefónicas, que permitieron construir la tela con la que trabar las tres pruebas falsas del caso, van a empezar a destejerse.


¿Se animará el juez a interrogar, como es su obligación, a esas dos únicas personas vivas que podrían decirnos dónde se compraron las tarjetas relacionadas con la de la mochila de Vallecas?


Aunque, bien mirado, a lo mejor el juez y la Policía tenían sus razones para no interrogarles. Total, ¿a quién le importan unas tarjetas relacionadas con otra tarjeta que apareció en una mochila que jamás estuvo en los trenes?

http://www.libertaddigital.com/naci...-con-la-de-la-mochila-de-vallecas-1276290084/
 
LOS ENIGMAS DEL 11-M. CAPÍTULO 31

La furgoneta Kangoo llegó al complejo policial de Canillas una hora antes de lo que indican los informes oficiales

Una de las incógnitas del 11-M era la gran cantidad de tiempo que le llevó a la furgoneta Kangoo llegar desde Alcalá de Henares hasta el complejo policial de Canillas, donde luego aparecería ese resto de Goma-2 ECO que los perros fueron incapaces de oler en Alcalá. La furgoneta salió de Alcalá de Henares, remolcada por una grúa, a las 14.15, pero los informes oficiales señalaban que no había llegado a Canillas hasta las 15.30. Demasiado tiempo para ese trayecto. En realidad, fue depositada en los hangares de los Tedax a las 14.35.

kangoo1.jpg


2006-12-13
L D (Luis del Pino) Son muchas las especulaciones que se han realizado acerca del posible trayecto que la furgoneta Kangoo hubiera podido seguir aquella mañana del 11-M, después de salir de Alcalá. Sabíamos que la furgoneta salió de Alcalá de Henares a las 14.15, pero no tuvo su entrada en el complejo de Canillas (según los informes oficiales) hasta una hora y cuarto después.

Se había comentado, para explicar esa tardanza, que la furgoneta podría haber pasado por otras dependencias policiales antes de encaminarse hacia Canillas. En concreto, se dijo que la furgoneta podría haber hecho una parada en Moratalaz. Sin embargo, la realidad es bastante más sencilla: no es verdad que la furgoneta hiciera su entrada en Canillas a las 15:30, sino que lo hizo a las 14:35, casi una hora antes de lo que dicen los informes oficiales.

kangoo2.jpg
Del transporte de la furgoneta se encargó una grúa municipal. Cuando la Policía requirió los servicios de la grúa, se presentó un vehículo en la C/ Infantado de Alcalá. Sin embargo, ese vehículo tenía la luz de emergencia del techo estropeada, lo que obligó a su conductor a volver al depósito para traer otro vehículo. Una vez llegada la nueva grúa, los dos empleados tuvieron que esperar unos minutos a que el policía que estaba al mando del operativo en Alcalá les diera la orden definitiva de llevarse la furgoneta. Recibida la orden, procedieron a calzar con una plataforma de ruedas la parte delantera de la furgoneta Kangoo y a tratar de subir la furgoneta a la grúa.

Sin embargo, la furgoneta tenía una marcha metida, por lo que hubo que retirar el precinto policial y entrar en el vehículo por la parte de atrás, después de forzar con una palanqueta el portón.

Durante aquellos minutos, los operarios de la grúa tuvieron la oportunidad de ver el interior de la furgoneta. En la parte trasera, que estaba prácticamente vacía, había una bolsa de un supermercado y alguna herramienta: un martillo y unos alicates. No había prendas de ropa.

El viaje de ida y vuelta

kangoo3.jpg
Partieron hacia Canillas, aunque los empleados de la grúa no conocían el destino que llevaban: un coche policial camuflado les iba abriendo paso. En ese coche viajaba, además del conductor, el policía que estaba al mando del operativo en Alcalá. Tardaron en llegar a Canillas unos 20 minutos, a lo sumo 25, porque apenas había tráfico. Llegados al inmenso complejo policial, les hicieron llevar la furgoneta a unos hangares situados junto a las oficinas de la Unidad Central de Desactivación de Explosivos y NBQ. Al ir a meter la furgoneta en uno de los hangares, una mujer vestida con bata blanca les indicó que no lo hicieran. El policía que dirigía la operación se llevó a la mujer al interior de las oficinas y volvieron a salir al poco tiempo, indicándoles que procedieran a introducir la furgoneta en el hangar.

Tal como traían remolcada la furgoneta, la introdujeron dando marcha atrás con la grúa, con lo que el morro de la Kangoo quedó hacia el interior del hangar y la parte trasera hacia afuera. La furgoneta quedó pegada a la pared derecha del hangar, para dejar un pasillo de separación con respecto al mostrador que ocupaba la parte izquierda, en el que tan sólo había unas cinco bolsas de plástico cuyo contenido no alcanzaron a ver.

Finalizada la operación, volvieron hacia Alcalá. En total, pasaron en Canillas no más de un cuarto de hora. El turno del conductor de la grúa finalizaba a las tres, así que estaba ansioso por llegar a su base, cosa que hicieron a las 15:15.

Los informes oficiales nos decían que la furgoneta llegó a Canillas a las 15:30, pero en realidad la grúa ya estaba de vuelta en Alcalá quince minutos antes de esa hora.

Los informes oficiales

A las 22:51 de la noche del 11 de marzo, la Sección de Actuaciones Especiales del Servicio de Innovaciones Tecnológicas de la Comisaría General de Policía Científica enviaba al juez la lista provisional de efectos intervenidos en la furgoneta Kangoo, pero sin adjuntarle el acta oficial de registro.

El informe de inspección ocular de la furgoneta Kangoo fue redactado por la Policía Científica (y enviado al juez) el 24 de marzo, trece días después de los atentados. Para empezar, llama la atención la fecha del informe. ¿Es que no se redactó ningún informe de registro o de inspección ocular anterior, con sus correspondientes fotografías? Parece imposible, así que la pregunta es: ¿dónde está ese informe original de inspección?

En segundo lugar, sorprende un hecho curioso: el informe entregado al juez no contiene ninguna fotografía de la furgoneta abierta por la parte trasera, con los objetos que estaban en su interior. ¿Por qué se omite esa fotografía donde se nos muestre esa multitud de evidencias que, según la Policía, aparecieron en la parte de atrás de la furgoneta? Parece imposible que nadie realizara esa fotografía de la furgoneta, así que, de nuevo, la pregunta es: ¿dónde está esa fotografía?

En tercer lugar, ese informe de inspección ocular indica que la furgoneta tuvo su entrada en Canillas a las 15.30, pero las peripecias de la grúa muestran que la furgoneta había sido depositada casi una hora antes en manos de los Tedax.

En cuarto lugar, los testimonios recogidos por Fernando Múgica entre los policías que estuvieron en Alcalá inciden en un hecho de gran importancia: en la parte trasera de la furgoneta no estaban esos objetos que luego aparecerían en dependencias policiales, entre ellos las prendas de ropa con el ADN de los presuntos terroristas. Los operarios de la grúa tampoco vieron en la parte de atrás de la furgoneta esas prendas de ropa.

El tarjetón de Mondragón

Fernando Múgica denunció también , a través de las páginas de El Mundo que, en la mañana del 11-M, había una tarjeta de la Corporación Mondragón en el salpicadero de la furgoneta Kangoo. El desmentido de la Policía a las informaciones de Fernando Múgica señalaba que, en efecto, en el salpicadero de la Kangoo había una tarjeta, pero que se trataba de un tarjetón de la empresa Gráficas Bilbaínas, radicada en Madrid; el propietario de la furgoneta utilizaba ese tarjetón para aparcar la Kangoo en doble fila, indicando en qué establecimiento comercial podían encontrarle en caso de que el coche estorbara.

El episodio no tiene ningún sentido: ¿nos están diciendo que unos presuntos terroristas roban la furgoneta Kangoo el 28 de febrero cuando el propietario tenía su tarjetón puesto (¿quizá porque estaba aparcada en doble fila?) y no se molestan durante doce días en quitar del salpicadero ese tarjetón, que llama forzosamente la atención sobre esa furgoneta robada? Es completamente absurdo, pero, de todos modos, vamos a suponer que fuera cierto lo que dice la Policía. Vamos a suponer que lo que los policías vieron al llegar a Alcalá aquella mañana fue ese tarjetón de Gráficas Bilbaínas en el salpicadero de la Kangoo.

Sin embargo, según el informe de inspección ocular de la furgoneta, en el salpicadero de la Kangoo no apareció nada. Por lo menos no se reseña esa tarjeta o tarjetón entre los elementos que estaban a la vista dentro de la Kangoo. ¿Por qué, si había efectivamente un tarjetón de Gráficas Bilbaínas en el salpicadero, se omite ese detalle en el informe de inspección ocular de la furgoneta?

De hecho, la fotografía frontal de la furgoneta incluida en el informe de inspección ocular muestra que en el salpicadero no hay nada. Nada de nada. No aparece ninguna tarjeta de Corporación Mondragón, pero tampoco ese tarjetón de Gráficas Bilbaínas que, según la Policía, fue lo que los funcionarios policiales vieron al llegar a Alcalá. ¿Por qué se quitó ese tarjetón del salpicadero antes de hacer la inspección ocular? Evidentemente, alguien quitó algo (no sabemos qué) del salpicadero de la Kangoo antes de que se hiciera el informe de inspección ocular.

Demasiadas falsificaciones

  • ¿Cómo es posible que todos los testigos coincidan en que en la parte trasera de la furgoneta no había prendas de ropa y, sin embargo, luego aparezcan esas prendas de ropa con el ADN de los terroristas al llegar al complejo policial de Canillas?
  • ¿Cómo es posible que los perros no olieran ningún explosivo en la furgoneta mientras ésta estaba en Alcalá y luego aparezca un resto de cartucho en la furgoneta al llegar al complejo policial de Canillas?
  • ¿Cómo es posible que la Policía confirme que en el salpicadero de la furgoneta Kangoo había algo y, sin embargo, ese algo del salpicadero no aparezca luego reflejado en el informe de la inspección ocular que se le hizo al vehículo en el complejo policial de Canillas?
  • ¿Cómo es posible que los informes oficiales digan que la furgoneta llegó a Canillas a las 15:30, cuando en realidad a esa hora la furgoneta hacía ya casi una hora que había entrado en ese complejo policial?
  • ¿Qué se estuvo haciendo durante esa hora con la furgoneta en el complejo policial de Canillas? ¿Quizá introducir esas prendas de ropa que ninguna persona vio, añadir ese resto de cartucho que los perros no olieron, eliminar del salpicadero esa tarjeta, o tarjetón, o lo que fuera, cuya presencia no interesaba que constara?
  • ¿Qué pudo pasar el 11-M que fuera tan horrible como para que hubiera que falsificar todos los aspectos de las investigaciones?
  • ¿Qué pudo pasar el 11-M tan horrible como para que un juez como Del Olmo haya permitido que durante casi tres años le mintieran a él, y nos mintieran a todos los españoles, en todos y cada uno de los aspectos de la versión oficial?
http://www.libertaddigital.com/naci...ue-indican-los-informes-oficiales-1276294753/
 
none.png

LOS ENIGMAS DEL 11-M. CAPÍTULO 32

Un piso alquilado en Granada por varios "suicidas" del 11-M desvela nuevas maniobras para sostener la versión oficial

Según la versión oficial de la masacre de marzo, los suicidas de Leganés no alquilaron un piso para esconderse, sino dos. Además del de la calle Carmen Martín Gaite alquilaron otro en la localidad granadina de Albolote. La Policía irrumpió en ese piso, que estaba vacío, dos días antes de ese sábado 3 de abril en que el piso de Leganés estalló. Sin embargo, el análisis de los datos contenidos en el sumario acerca de esa operación de Albolote hace aflorar nuevos enigmas y desvela nuevas contradicciones en la versión que nos contaron de los atentados.

2007-01-07

LD (Luis del Pino) Según la versión oficial, recogida por el juez en sus autos y por la fiscal en su escrito de calificación, y convenientemente difundida por las fuentes policiales desde horas después de la masacre, el grupo de delincuentes comunes articulado en torno a Jamal Ahmidan habría tenido un papel fundamental en los hechos. Uno de los episodios de esa participación es el viaje que Abdenabi Kounjaa y Rachid Oulad Akcha efectuaron a Albolote (Granada) para alquilar una casa.

El registro de la casa de Albolote. Regreso al futuro

A las 13:05 del día 1 de abril de 2004, dos días antes de la explosión del piso de Leganés, la Unidad Central de Información Exterior de la Policía (UCIE) solicitaba al juez por fax una orden de registro para una casa situada en el pueblo granadino de Albolote, supuestamente alquilada por Abdenabi Kounjaa, uno de los miembros del grupo de El Chino. La casa estaba situada, según la solicitud, en el número 4 de la C/ Hornillo. El juez concedió de inmediato la solicitud y, a las 14:01, ordenó a los juzgados de Granada que el registro se practicara.


La primera rectificación llegaría cuatro horas después, cuando la Policía le enviaba al juez otro fax a las 17:15 diciéndole que se habían equivocado en la dirección y que, en realidad, la casa estaba situada en la C/ Hornillo 2, no el número 4 como habían dicho inicialmente. El juez se vio obligado a emitir otro auto corrigiendo la dirección.

Resulta muy curioso este segundo fax de la Policía, porque la hora del fax son las 17:15, mientras que el sello de salida de la UCIE muestra como hora de salida de la solicitud las 17:57. Para colmo, el segundo auto del juez, corrigiendo la dirección de la C/ Hornillo, se envió a los juzgados de Granada a las 17:07. Es decir: tenemos una corrección del juez que se elabora minutos antes de recibir un fax de la Policía solicitándoselo, y ese fax de la Policía se envía tres cuartos de hora antes de lo que indica su sello de salida. ¡Para que luego digan que el tiempo sólo corre en una dirección!

Según el acta de registro incluida en el sumario, la Policía entró en el piso (que estaba deshabitado) a las 4:15 de la madrugada del día 2 de abril. También ese retraso (la Policía entra en el piso once horas después de emitido el segundo auto del juez) resulta extraño. ¿Para qué esperar tanto tiempo? Sin embargo, quizá no resulte extraño si lo ponemos en relación con un hecho que todavía no está aclarado: sabemos que los GEO fueron desplazados a algún lugar de Andalucía en vísperas del asalto al piso de Leganés y que ésa es la razón de que en Madrid tuviera que movilizarse, el sábado 3 de abril, a los retenes de guardia. ¿Fue quizá a Albolote adonde fueron desplazados los GEO? ¿Quizá el acta de registro policial corresponde a la hora en que la Policía entra, después de producido el asalto de los GEO? No lo sabemos.

En cualquier caso, también resulta curioso quiénes firman el acta de registro del piso de Albolote. Además de algún miembro de la Policía de Granada, se desplazan efectivos policiales desde Madrid para participar en la operación. En el acta de registro figuran dos:

  • Inspector de la UCIE con carnet profesional 84.128, que ya había participado en el registro del bazar de los dos hindúes detenidos el 13-M, que se encargó de tomar declaración a la propietaria del Toyota presuntamente utilizado en el transporte de explosivos y que posteriormente, entre otras varias actuaciones recogidas en el sumario, se encargaría de traer desde Argelia supuestas muestras de ADN de la madre de uno de los huidos del 11-M (Daoud Ouhnane), de instruir las diligencias de detención de Safwan Sabagh a raíz de la aparición del Skoda Fabia, de participar en el registro del domicilio de Hassan El Haski (el islamista del ácido bórico) y de dar oficialmente explicaciones sobre por qué se había enviado al juez una falsa mochila de Vallecas.
  • Policía de la UCIE con carnet profesional 87.555, que es el funcionario que entrega a la BPI la tarjeta de teléfono de la mochila de Vallecas y que participó en el interrogatorio a uno de los detenidos del 13-M (Mohamed Chaoui), entre varias otras actuaciones.
¿Cómo se localizó el piso de Albolote?

A las 10:30 del 1 de abril de 2004, policías de la Brigada Provincial de Información de Granada fueron a interrogar al dueño de la inmobiliaria Granahidal, para preguntarle por unas llamadas efectuadas el 5 de marzo a su teléfono móvil por algunos de los implicados en el 11-M y para averiguar si esos implicados habían alquilado algún piso.

El propietario de la inmobiliaria, A. H. J., declaró que en los primeros días del mes de marzo una persona sin barba se había presentado en su inmobiliaria y le había preguntado si tenía un piso en Granada. A esa persona se la quedó esperando en el exterior otra persona que sí tenía barba. Él le contestó que en Granada no, pero que tenía un piso en una localidad cercana. El que no tenía barba quedó en pensárselo y el día 5 le llamó para quedar con él y ver el piso. Después recibió otra llamada diciendo que no podían ir a la hora acordada y que quedaban para más tarde. A la hora convenida, ese mismo día 5, fueron juntos a ver el piso de Albolote los tres, yendo él en su coche y los dos arrendatarios en un Peugeot azul, llegando a un acuerdo para alquilar la casa por 600 euros y un periodo de un mes. Facilitaron como teléfono de contacto el 625286979.

Al día siguiente, 6 de marzo, formalizaron el contrato, figurando como arrendatario el que tenía barba, que aportó un pasaporte a nombre de Mohamed Ali Mohamed. La fotografía que figura en el pasaporte es de Abndenabi Kounjaa. El otro individuo, el que no tenía barba, firmó como fiador. Dijo que no tenía ningún documento de identidad con él en ese momento y se limitó a indicar que se llamaba Ismael Ahmed Anuar.

En el reconocimiento fotográfico, el propietario de la inmobiliaria reconoció sin ningún género de dudas a Abdenabi Kounjaa como el individuo de la barba y reconoció con dudas a Rachid Oulad Akcha como el que no tenía barba.

El análisis pericial del contrato de arrendamiento reveló que, en efecto, quien rellenó el contrato y firmó (con firma falsa) como fiador fue Rachid Oulad Akcha, mientras que la firma falsa del arrendatario no pudo atribuirse a nadie (aunque, como había dejado copia de su pasaporte falso, se demuestra por la fotografía que se trataba de Abdenabi Kounjaa). Por tanto, dos de los suicidas de Leganés alquilaron aquella casa.

Así pues, queda claro, en esa primera declaración, que el piso de Albolote se localiza siguiendo el rastro de las llamadas de algunos de los implicados del 11-M. Y queda claro también que dos de los implicados en el 11-M estuvieron en aquella agencia inmobiliaria de Granada los días 5 y 6 de marzo. También estuvieron otro día anterior a esos dos, pero en cualquier caso fue a principios de marzo. En total, estuvieron con el de la inmobiliaria tres veces, en tres días distintos: una primera vez para ver si tenía alguna casa, una segunda para ir a ver la casa de Albolote y una tercera para firmar el contrato.

El análisis de huellas dactilares reveló la existencia de dos huellas de Asrih Rifaat Anouar (uno de los suicidas de Leganés) en un azulejo del cuarto de baño, de una huella de Jamal Ahmidan (otro de los suicidas de Leganés) en un vaso de la cocina y de otras tres huellas anónimas. Asimismo, en una sábana encontrada en el piso se localizó el ADN de Asrih Rifaat Anouar, el de Jamal Ahmidan y otro perfil genético que se catalogó como anónimo.

Parece, en cualquier caso, que dos de los suicidas de Leganés alquilaron aquella casa de Albolote y que al menos otros dos de esos suicidas estuvieron en ella en algún momento, ¿verdad?

Empiezan los problemas

Vayamos a los datos telefónicos para ver qué pista es la que siguió la Policía hasta dar con el dueño de la inmobiliaria.

Para empezar, el teléfono de contacto con los terroristas que figura en la declaración policial del propietario de la inmobiliaria es erróneo: tiene dos números bailados. El teléfono correcto es el 652286979.

Este teléfono es uno de los que supuestamente se vendieron a través del locutorio de Jamal Zougham, como el de la mochila de Vallecas. Al analizar las llamadas efectuadas por este teléfono, aparecen, en efecto, dos llamadas al número fijo de la inmobiliaria, efectuadas a las 13:37 y a las 14:22 del 5 de marzo. Recordemos que el da la inmobiliaria dijo que le llamaron primero para quedar a una hora y que luego le llamaron para quedar un poco más tarde.

Sin embargo, el primer problema se refiere a la ubicación de esas llamadas. La Policía no da cuál es la ubicación desde la cual se realizan, pero sí que da la ubicación de la llamada inmediatamente anterior e inmediatamente posterior: a las 12:55, ese teléfono se encontraba en la C/ San Claudio de Madrid y a las 16:47 se encontraba en Morata de Tajuña. Por tanto, es imposible que ese teléfono se encontrara en Granada entre las 13:37 y las 14:22, por una simple cuestión de distancia. ¿Cómo es posible que llamaran al de la inmobiliaria desde ese teléfono para ir a ver el piso poco después?

El segundo problema es la atribución del teléfono: la propia Policía atribuye el teléfono 652286979 a Jamal Ahmidan (no a Abdenabi Kounjaa ni a Rachid Oulad Akcha, que eran los dos que supuestamente van a Granada). La atribución se basa en que con ese número se efectuaron llamadas a la novia de Jamal Ahmidan y en que esa tarjeta telefónica (652286979) estuvo albergada en terminales telefónicos en los que también estuvieron operando, en otros momentos, otras tarjetas telefónicas de Jamal Ahmidan.

¿Qué debemos suponer entonces? ¿Que en lugar de llamar al de la inmobiliaria los dos que estaban en Granada, quien les llama es Jamal Ahmidan desde Madrid? Algo no cuadra.

La otra llamada

Además de esas dos llamadas al teléfono fijo de la inmobiliaria el 5 de marzo, hay otra llamada al teléfono móvil del propietario de la inmobiliaria, efectuada a las 11:03 del día 6 de marzo, desde el teléfono 653026006, atribuido por la Policía a Rachid Oulad Akcha. Resulta curioso que el propietario de la inmobiliaria no mencionara esa tercera llamada en su declaración ante la Policía. En el momento de efectuarse esa llamada, Rachid Oulad Akcha se encontraba en Mengibar (Jaén).

Para reconstruir las actividades de los terroristas que supuestamente habían alquilado el piso, vayamos a consultar el macroinforme sobre contactos telefónicos que la UCIE elaboró y envió al juez el 29 de marzo de 2004 a partir de los datos supuestamente suministrados por la empresa Amena.

En ese informe consta la posición de los teléfonos de cada terrorista en el momento de efectuarse cada llamada. Complementando los datos de ese informe de ubicaciones con los propios datos suministrados por Amena, y que también constan en el sumario, tenemos que las posiciones de los terroristas en los días objeto de estudio eran las siguientes:

653026006 (Rachid Oulad Akcha) 665393235 (Abdenabi Kounjaa)
4/3 11:14 hasta las 14:04 Granada
4/3 15:33 Deifontes (Granada)
4/3 16:09 Pegalajar (Jaén)
4/3 18:04 N-IV PK. 147 (Ciudad Real)
4/3 18:36 N-IV PK 76 (Toledo)
4/3 20:08 a 20:26 Madrid
4/3 21:44 a 22:29 Morata de Tajuña (Madrid)
5/3 11:22 Arganda del Rey (Madrid)
5/3 18:43 Madrid
5/3 20:42 Pinto (Madrid)
5/3 23:14 Madrid
6/3 11:03 Mengíbar (Jaén)
6/3 11:23 Cambil (Jaén)
6/3 12:47 Granada
6/3 12:53 Peligros (Granada)
6/3 13:28 Albolote (Granada)
6/3 14:34 Mengíbar (Jaén)
6/3 18:56 Morata de Tajuña (Madrid)
6/3 22:46 Ciudad Real
7/3 17:06 Bargas (Toledo)
7/3 18:01 Arganda del Rey (Madrid)
7/3 18:03 Morata de Tajuña (Madrid)
7/3 18:39 Morata de Tajuña (Madrid)
7/3 19:33 Ciudad Real Alcubillas (Ciudad Real)
7/3 19:35 Ciudad Real Alcubillas (Ciudad Real)
7/3 20:04 Olías del Rey (Toledo) Cabañas de la Sagra (Toledo)
7/3 20:09 Olías del Rey (Toledo) Olías del Rey (Toledo)
7/3 20:13 Bargas (Toledo) Olías del Rey (Toledo)
7/3 20:17 Bargas (Toledo)
7/3 21:54 Leganés (Madrid)
7/3 22:17 Rivas-Vaciamadrid (Madrid)
7/3 22:20 Rivas-Vaciamadrid (Madrid)
7/3 22:23 Rivas-Vaciamadrid (Madrid)
7/3 20:24 Morata de Tajuña (Madrid)

Ese informe de ubicaciones resuelve el problema de que se hubiera llamado al dueño de la inmobiliaria desde un teléfono situado en Madrid, ya que demuestra que al menos Abdenabi Kounjaa (uno de los dos que participó en el alquiler del piso de Albolote) estaba en Madrid el día 5, así que podía perfectamente haber efectuado la llamada desde el teléfono de Jamal Ahmidan. También permite hacerse una idea de cuáles podían haber sido los movimientos de los terroristas, que al parecer habrían consistido en una primera visita a Granada el día 4 y una segunda visita el día 6.

Sin embargo, esto viene a plantear dos problemas. En primer lugar, no se corresponde con lo declarado por el dueño de la inmobiliaria. Según él, el día 5 le llamaron para quedar a ver el piso. Pero es imposible que Abdenabi Kounjaa estuviera en Granada el día 5, según las tablas de posicionamiento. Que esos dos terroristas estaban en Madrid el día 5 viene avalado, además, por otro hecho. Existe un vídeo de una cámara de seguridad de una sucursal bancaria en el Paseo de Santa María de la Cabeza de Madrid en el que se ve a Rachid Oulad Akcha sacando dinero del banco el día 5 de marzo.

El segundo problema es más grave. En los datos de posicionamiento entregados por Amena, consta que Rachid Oulad Akcha estaba a las 18:39 del día 7 de marzo en Morata de Tajuña, mientras que a las 19:33 estaba en Ciudad Real. ¿Cómo pudo recorrer en 54 minutos los 193 km que separan ambas localidades? Todavía peor: a las 19:35 estaba en Ciudad Real y a las 20:04 en Olías del Rey (Toledo); ¿cómo pudo recorrer los 125 km que separan ambas localidades en 29 minutos?

Ante la evidente contradicción, el 28 de junio de 2004 la UCIE enviaba un escrito a José Domingo Río, jefe de seguridad de Amena, solicitándole que comprobara la información. "Pensamos que se ha producido un error numérico", decía el escrito.

La contestación se produciría dos meses después, cuando el jefe de seguridad de Amena enviaba a la UCIE un segundo informe donde decía que se había producido un "error de cruce datos en nuestros sistemas". En ese segundo informe, se indicaba que donde se decía Ciudad Real en el anterior informe debía decir, en realidad, Parla. Además, el informe señalaba también que donde se leía Leganés en el primer informe, debía decir Fuenlabrada.

La nueva declaración del propietario

El 1 de junio de 2004, el propietario de la inmobiliaria prestaba declaración ante el juez. En ella, corregía la declaración efectuada ante la Policía, en el sentido de decir que no había visto a los terroristas el día 5 de marzo, sino que el día 4 se presentaron a eso de las 11 en su agencia y quedaron a las 13:30 para ir a ver el piso.

Luego, el día 5 le llamaron a mediodía para decirle que si tenía alguna otra cosa, pero él les dijo que no tenía. Le volvieron a llamar para decirle que les valía la casa y quedaron para firmar el sábado 6 a eso de las 11. Sin embargo, el sábado 6 le llamaron al móvil a las 11 para decirle que quedaban más tarde y aparecieron a las 13:30.

¡Asunto resuelto! Ahora, la corrección de posicionamientos efectuada por Amena eliminaba los datos de ubicación evidentemente imposibles y la declaración del propietario encajaba como un guante con el nuevo listado de llamadas. Bueno, tal vez como un guante no, porque sigue siendo un tanto extraño que el día 6 de marzo llegaran a la inmobiliaria en torno a las 13:30, rellenaran y firmaran el contrato, hicieran las fotocopias del pasaporte falso de Abdenabi Kounjaa y luego salieran pitando, a tiempo de estar a las 14:34 en Mengíbar (Jaén), que está situado a unos 100 km de Albolote.

Pero, con esos toquecillos, hay que reconocer que la versión oficial ya encajaba.

¿O no?

El curioso contrato

Si repasamos la letra pequeña del contrato de alquiler firmado entre el propietario de la inmobiliaria y los presuntos terroristas, nos encontramos con un par de detalles curiosos.

En primer lugar, el contrato se firma por un mes (del 6 de marzo al 6 de abril de 2004), ya que los arrendatarios dijeron que sólo querían la vivienda por ese tiempo, porque pensaban esquiar en Sierra Nevada. El precio pactado era de 600 euros y el contrato estipula que se pague por adelantado entre el 1 y el 5 de cada mes, algo bastante estándar. Lo normal, al ser el alquiler por un mes, es que pagaran los 600 euros de una tacada y santas pascuas. Sin embargo, el contrato afirma que los arrendatarios pagaron una fianza de 200 euros en el momento de firmar. Un poco incomprensible, la verdad.

Pero lo más curioso es la dirección de la vivienda que figura en el contrato: C/ Hornillo 4, es decir, una dirección errónea (según hemos visto por los autos del juez). Con eso nos explicamos por qué se equivocó la Policía en su primera orden de registro, pero la pregunta que surge entonces es: ¿y cuándo se dio cuenta la Policía de su error? Si en el contrato figuraba la dirección incorrecta, la única manera de que se enteraran de que estaba mal es acudiendo a esa dirección. ¿Es que entraron en la C/ Hornillo 4 y, al darse cuenta del error, averiguaron cuál era la dirección correcta? ¿Y cuándo se produjo esa otra entrada de la Policía? ¿Por qué en el sumario no consta una explicación?

Finalmente, resaltar también que la inmobiliaria no figura en realidad a nombre de la persona a la que se toma declaración, sino a nombre de dos hermanos suyos, José y Manuel.

¿Cuándo fue Jamal Ahmidan a Albolote?

Hay otra pregunta que queda en el aire: ¿cuándo fueron Jamal Ahmidan y Asrih Rifaat Anouar a dormir a esa casa que sus compinches habían alquilado? Dado que aparece ADN suyo en una sábana y huellas suyas en el piso, tuvieron que estar allí, pero ¿cuándo?

Rachid Oulad y Abdenabi Kounjaa alquilan la casa el día 6 de marzo y se vuelven a toda velocidad a Madrid.

El día 8, Jamal Ahmidan estaba en Madrid. Los datos de posicionamiento del teléfono 656721703 le sitúan en Madrid a partir de las 13:36 y los del 653026053 le sitúan en Morata a las 23:53.

Los datos de posicionamiento del 652284025 sitúan a Jamal Ahmidan en Madrid, Rivas-Vaciamadrid, Arganda del Rey y Morata entre las 21:23 del 9 de marzo y las 00:36 del 10 de marzo. También le sitúan en Madrid a las 19:43 del día 10 de marzo y en Madrid y Leganés entre las 14:30 y las 21:09 del 12 de marzo.

Finalmente, la tarjeta 639847428, también perteneciente a Jamal Ahmidan, nos permite saber algo de sus actividades después del 11 de marzo:

  • El 17 de marzo está en Madrid y Morata entre las 15:38 y las 21:14.
    El 18 de marzo está en Madrid a las 13:56, en Morata entre las 16:22 y las 20:50 y otra vez en Madrid (Vallecas) a las 22:51.
  • El 19 de marzo está en Morata a las 20:33 y en Madrid a las 21:27.
  • El 20 de marzo está en Madrid entre las 12:06 y las 13:32; en Parla y Leganés entre las 14:41 y las 15:07.
  • El 21 de marzo está en Madrid entre las 13:11 y las 15:01; otra vez en Madrid (Vallecas) entre las 20:00 y las 20:54.
  • El 22 de marzo está en Madrid (Vallecas) entre las 18:03 y las 18:51.
  • El 23 de marzo está en Madrid entre las 18:41 y las 21:13.
  • El 25 de marzo está en Madrid y Zarzaquemada entre las 18.51 y las 20:09.
  • Finalmente, el 27 de marzo está a las 21:31 en Madrid.
Ni uno solo de los datos de posicionamiento incluidos en el sumario sitúa en ningún momento a Jamal Ahmidan en Granada, ni en ningún punto del camino hasta Albolote, ni antes ni después del 11-M.

En cuanto a Asrih Rifaat, no tenemos ningún dato de posicionamiento de fecha posterior al 11-M. En realidad, en todo el sumario sólo se da el posicionamiento de dos llamadas realizadas por Asrih Rifaat los días 26 y 27 de febrero de 2004, ambas desde Madrid.

¿Cuándo estuvieron estos dos supuestos terroristas allí?

El perfil anónimo
Terminemos con los datos. Ya hemos dicho que en una sábana encontrada en la casa de Albolote se localizaron tres perfiles genéticos: el de Asrih Rifaat Anouar, el de Jamal Ahmidan y un tercero que quedó clasificado inicialmente como anónimo.

Un año y medio después del atentado, en octubre de 2005, la Policía enviaba un informe al juez Del Olmo en el que le señalaba que habían identificado, por fin, ese perfil: correspondía a un marroquí llamado Abdelaziz Stitou. Ese marroquí había sido detenido el 15 de junio de 2005 en el marco de la operación Tigris realizada en Cataluña contra supuestos integristas islámicos. Curiosamente, su nombre no se divulgó a la prensa.

Era la oportunidad de resolver las dudas sobre el episodio de Albolote. Aquella operación Tigris nos había puesto en las manos a alguien que forzosamente tenía que saber algo de lo que allí había pasado.

Sin embargo, y aquí viene lo sorprendente, en el sumario del 11-M ni siquiera se ha tomado declaración a ese marroquí, ni tampoco la Policía ha proporcionado ningún informe relativo a su presencia en Albolote. Del Olmo se limitó a dar traslado a la fiscal, el 8/11/2005, del informe en el que la Policía identificaba ese perfil genético... y ahí se quedó todo. Ni el juez ni la Policía han llamado a declarar a Stitou para preguntarle algo tan simple como qué hacía en la casa de Albolote, con quién estuvo en ella, en qué fecha estuvieron unos y otros y qué relación tenía con los implicados en el 11-M. La fiscal tampoco se molestó en instar al juez a hacerlo.

Ignoramos cuál es, en estos momentos, la situación procesal de Stitou. En el sumario del 11-M no está imputado; ni siquiera ha llegado a declarar. No sabemos si está imputado en algún sumario distinto del 11-M o si sigue en la cárcel o está, por el contrario, en libertad, como algunas informaciones apuntan.

El contexto

No se comprende muy bien cuál era el papel de la casa de Albolote en la mente de los supuestos terroristas. Se supone que la alquilan para tener un lugar donde ocultarse. Pero entonces, ¿para qué alquilan también el piso de Leganés? Otra pregunta: ¿por qué se quedan en Madrid, pudiéndose refugiar en Granada? Y la pregunta final: ¿por qué no se largan de España, en lugar de esperar a que la Policía los cace? Albolote, como Leganés, no encaja para nada en el comportamiento esperable de unos terroristas tras un macroatentado.

Lo que resulta más interesante es poner el episodio de Albolote en el contexto de los acontecimientos vividos aquellos días. La secuencia de hechos fue la siguiente:

  • El miércoles 31 de marzo se difunden las fotos de una serie de sospechosos del 11-M, básicamente los que luego aparecen suicidados en Leganés. Era la primera vez que la Policía difundía fotografías de sospechosos del 11-M que aún no hubieran sido detenidos.
  • El jueves 1 de abril por la mañana la Policía de Granada interroga al dueño de la inmobiliaria de Albolote. Durante la tarde de ese mismo día se produce la solicitud al juez para registrar la casa.
  • El piso es asaltado en la madrugada del jueves 1 al viernes 2, realizándose la operación entre las 4 y las 6.
  • Escasas horas después, en la mañana del viernes 2 de abril, se detecta el falso artefacto de las vías del AVE.
  • En la mañana del sábado 3 de abril se pone en marcha una operación en el sur de Madrid, en la cual se iba a asaltar a primera hora de la tarde un locutorio de Fuenlabrada. Esa operación fue abortada en el último minuto.
  • En la tarde del 3 de abril se produce la operación de Leganés.
Algunas preguntas al aire

El episodio de Albolote resulta bastante peculiar. Por un lado, la sucesión de correcciones y cambios, tanto en los autos, como en las declaraciones, como en los datos telefónicos, lleva a la sospecha de si no estamos, una vez más, ante un montaje. En concreto, los datos telefónicos resultan cuando menos sospechosos.

Para cuadrar la versión oficial y enlazar entre sí a los distintos personajes de la trama, el sumario del 11-M recoge abundante documentación telefónica, con la cual se pretendía demostrar los contactos entre unos implicados y otros y la presencia de algunos personajes en ciertos lugares, en fechas determinadas. La documentación telefónica es abundante, pero curiosamente incompleta y contradictoria. Basta con bucear en esa documentación para que empiecen a aflorar los enigmas, como hemos visto al hablar de la casa de Albolote.

O aceptamos que tanto la policía como los empleados de las compañías telefónicas son unos verdaderos chapuzas, o nos vemos forzados a preguntarnos si también los datos telefónicos pueden haber sido manipulados a conveniencia de la versión oficial. ¿Puede ser el episodio de Albolote tan sólo un montaje?

Sin embargo, en este caso, estamos ante un montaje verdaderamente raro: la operación de Albolote significó la movilización de una serie considerable de efectivos en vísperas del asalto a Leganés. Además de los cuatro policías que firman el acta de registro de la vivienda, al menos participaron otros cuatro de la Policía Científica, una serie de tedax y no sabemos si miembros del GEO. Estamos, además, al menos en teoría, ante un piso franco utilizado por esos mismos suicidas de Leganés, lo cual tenía una gran importancia.

Y, sin embargo, el episodio de Albolote se desvanece con el tiempo al ir progresando el sumario, de manera que al final queda como un episodio aislado, sin el más mínimo interés procesal, hasta el punto de que ni el juez ni la Policía se molestan en interrogar a la única persona viva que sabemos que estuvo en esa casa, Abdelaziz Stitou. ¿Acaso nos lo reservan como un nuevo falso testigo sorpresa, por si el sumario se desmorona durante el juicio? ¿Por qué ese desinterés del juez Del Olmo?

El episodio de Albolote comparte esa característica con la falsa bomba de las vías del AVE. ¿Por qué el juez Del Olmo no ha incorporado al sumario del 11-M el episodio del AVE, si se supone que los terroristas eran los mismos, y por el contrario se tomó tanto trabajo para quitar a la juez Teresa Palacios las investigaciones de Leganés?

¿En qué consistió realmente la operación de Albolote? ¿Se trataba de alejar la vista de Madrid o de distraer efectivos policiales de Madrid, mientras se preparaba el teatro de Leganés en esas postrimerías del gobierno del PP? ¿O, por el contrario, el episodio de Leganés estaba destinado a representarse originalmente en Albolote, pero algo hizo cambiar los planes a última hora y reescribir la escena para que transcurriera en Leganés?

¿Qué pintaba Albolote dentro del guión? ¿Era una mera solución B, de la que deciden finalmente desembarazarse quienes escribieron la versión oficial? Digámoslo de otro modo: si algo se hubiera torcido en la operación Leganés, ¿habrían aparecido los cuerpos de los "suicidas" en Albolote?

http://www.libertaddigital.com/naci...-para-sostener-la-version-oficial-1276296201/
 
none.png

LOS ENIGMAS DEL 11-M. CAPÍTULO 33

El teléfono clave que condujo a Leganés estaba localizado 13 días antes de lo declarado por Gómez Menor


No es cierto que el teléfono clave para llegar a Leganés fuera descubierto en un arranque de genialidad el día anterior a la explosión del piso, como declaró el pasado jueves el ex comisario Gómez Menor ante el tribunal encargado del juicio del 11-M. La UCIE sabía de la importancia de ese teléfono desde al menos 13 días antes de lo declarado por dicho mando policial. Así consta en una de las declaraciones incluidas en el sumario del 11-M. Asimismo, los autos judiciales y las conversaciones grabadas a ese número clave por orden del juzgado ponen en duda la versión ofrecida por ese mando policial.


nleganes1.jpg


2007-05-07
L D (Luis del Pino) Rafael Gómez Menor, comisario experto en terrorismo islámico y anteriormente destinado en la UCIE, nos contó el jueves que a él es a quien debemos el haber podido encontrar el piso de Leganés. Los hechos, según él los narra, son los siguientes:

1. Él tenía destino en Burgos desde varios meses antes del 11-M, pero en las fechas correspondientes a los sucesos del 11-M y de Leganés estaba en comisión de servicio en Madrid para preparar el juicio contra la célula española de Al Qaeda (la célula de Abu Dahdah) y su jefe le pidió que echara una mano en la investigación del 11-M.

2. Consultó en los documentos de la instrucción un listado de 6 ó 7 folios donde constaban 230 tarjetas que habían sido comercializadas con la de la mochila de Vallecas.

3. Vio en ese listado un número que le llamó la atención, porque difería en 12 unidades de otro que él sabía que pertenecía a la mujer de Said Berraj, un presunto terrorista relacionado con la célula española de Al Qaeda.

4. Al ver ese teléfono, preguntó qué se había averiguado de ese número y le dijeron que se había descartado por el momento.

5. Entonces, convencido de la importancia de ese teléfono, solicitó el 2 de abril su listado de llamadas, vio varias de un móvil que correspondía a un español, contactaron con ese español y averiguaron que la persona que usaba el teléfono sospechoso había alquilado un piso en la Calle Carmen Martín Gaite a unos árabes. Exactamente a las 13:11:01, sus subordinados le confirmaron que las gestiones habían tenido éxito. ¡Voilá! ¡Piso de Leganés localizado!

Es una bonita historia, que podría fácilmente inscribirse como parte del relato de los hechos de la versión oficial. Hay algún problema, claro, como que esa versión no cuadra con otras que se han incluido en el sumario, como por ejemplo la que la fiscal recoge en su escrito de acusación: que el piso de Leganés se localiza porque unos árabes se lían a tiros en Zarzaquemada, huyen en un coche y terminan refugiándose en el piso de la Calle Carmen Martín Gaite durante la tarde del 3 de abril.

Tampoco cuadra la historia de Gómez Menor, por ejemplo, con el testimonio de Sánchez Manzano, el jefe de los Tedax, que dice que a él le avisan a las 12:00 (es decir, una hora y diez minutos antes de esas 13:11:01 señaladas por Gómez Menor) para que tenga preparados a sus hombres para una intervención en un piso de Leganés.

Pero vamos a suponer que la fiscal y Sánchez Manzano se equivocan y que el piso de Leganés se localiza, en efecto, como dice Gómez Menor. Vamos a analizar la historia que nos cuenta.

Primera falacia: el número de Gómez Menor

¿Cuál es ese número que le llamó tan poderosamente la atención a Gómez Menor como para centrar toda su investigación en él?

Pues ese número es el 645.65.84.95, que difiere, en efecto, en 12 números secuenciales de un número atribuido a Said Berraj, el 645.65.85.07, tal como consta en el sumario. Lo que nos lleva a la primera de las contradicciones de Gómez Menor: es imposible que Gómez Menor viera ese número 645.65.84.95 en ningún listado de 230 tarjetas comercializadas junto con la de la mochila de Vallecas, porque el número 645.65.84.95 no pertenece a los mismos lotes que la tarjeta de la mochila de Vallecas, ni nunca pudo ser vendido a través del locutorio de Lavapiés, ni nunca estuvo en poder de ninguno de los proveedores directos o indirectos de ese locutorio. De hecho, esa tarjeta 645.65.84.95 fue vendida, como consta en el sumario, por el sirio Abdul Khakek Al Jondi mucho antes del 11-M, y siguiendo una ruta de comercialización totalmente distinta a la de la tarjeta encontrada en la mochila de Vallecas.

Segunda falacia: 230 tarjetas

¿Por qué habla Gómez Menor de un listado de 230 tarjetas comercializadas con la de la mochila de Vallecas? Como consta en el sumario (véase el Enigma 17, "Los intocables"), el locutorio de Lavapiés compró 200 tarjetas telefónicas de Amena, pero no sabemos sus números, porque el proveedor de ese locutorio (la empresa Sindhu Enterprise) no apuntaba qué tarjetas vendía a cada cliente. Lo que sí sabemos es que esas 200 tarjetas provienen de un total de 473 tarjetas (373 identificadas y 100 no identificadas) que pasaron por las manos de Sindhu Enterprise o de sus mayoristas. Por tanto, podría existir un listado de 373 posibles tarjetas para estudio, pero no de 230. ¿De dónde saca Gómez Menor un listado de 230 tarjetas? ¿Qué listado de 230 tarjetas comercializadas con la de la mochila de Vallecas es ése?

Tercera falacia: el número que todo el mundo había despreciado

Nos cuenta Gómez Menor que él fue quien se dio cuenta el 2 de abril de la importancia de ese número 645.65.84.95 que "había sido descartado temporalmente en las investigaciones", por lo cual solicitó su intervención telefónica. ¡Ojo de lince, se llama eso!

Pues, o Gómez Menor miente de forma directa, o al pobre no le informaban de nada sus compañeros de la UCIE. En el sumario consta que ya el 20 de marzo de 2004 la UCIE preguntó al sirio Abdul Khalek Al Jondi por ese número 645.65.84.95. Y ese sirio declaró haber vendido esa tarjeta telefónica, y que era posible que se la hubiera vendido a El Tunecino. Por tanto, la UCIE conocía la importancia de dicho número al menos 13 días antes de lo declarado por Gómez Menor.

No sólo eso: en el informe redactado por la UCIE el día 29 de marzo de 2004 se indica que esa tarjeta 645.65.84.95 había estado en comunicación el 7 de marzo con uno de los números telefónicos que pertenecían al lote de la tarjeta de la mochila de Vallecas.

Para más inri, en el sumario consta una orden de registro del domicilio de Said Berraj de fecha 30 de marzo de 2004 donde precisamente se alega, para justificar ese registro, que el número telefónico atribuido a Said Berraj difiere en 12 números correlativos de otro (el 645.65.84.95) que podría estar relacionado con los atentados del 11 de marzo.

Fíjese el lector en este detalle, porque es importante por varios motivos:

En primer lugar, la orden de registro, en la que ya se resalta la importancia del número 645.65.84.95, tiene fecha de tres días antes de ese 2 de abril en que Gómez Menor nos dice que hace su descubrimiento. Por tanto, o no es Gómez Menor el primero en descubrir la importancia de ese número, o no descubrió esa importancia el 2 de abril, sino 3 días antes. Pero, si el 30 de marzo ya se sabía (bien por parte de Gómez Menor o de cualquier otro funcionario de la UCIE) que el número 645.65.84.95 tenía la suficiente importancia como para justificar el registro del domicilio de Said Berraj, ¿cómo es que la solicitud de intervención de ese teléfono no se realiza hasta el 2 de abril?

Y, lo más importante, fíjense en la inversión de razonamientos entre la solicitud de registro y la intervención telefónica. Gómez Menor nos dice que se solicita la intervención de la tarjeta 645.65.84.95 el 2 de abril porque difiere en 12 números correlativos de la tarjeta atribuida a Said Berraj. Es decir: como Said Berraj es un presunto terrorista, intervenimos ese número 645.65.84.95 que puede estar relacionado con él. Sin embargo, el razonamiento incluido en la orden de registro del domicilio de Said Berraj es justo el contrario: como la tarjeta 645.65.84.95 está relacionada con los atentados del 11-M, solicitamos que se registre el domicilio de Said Berraj, que parece estar relacionado con esa tarjeta.

Ni es verdad que ese número hubiera sido descartado en las investigaciones, ni es verdad que no se supiera de su importancia hasta el 2 de abril.

Cuarta falacia: las llamadas de la inmobiliaria

Gómez Menor dice que localiza el piso gracias a que el dueño de la inmobiliaria realizó una serie de llamadas al teléfono 645.65.84.95 para tratar de comunicarse con los árabes que habían alquilado el inmueble.

Efectivamente, en los listados telefónicos constan cuatro llamadas, efectuadas entre los días 25 y 30 de marzo. Lo cual resulta bastante curioso: el piso se había, supuestamente, alquilado a principios de marzo. Sin embargo, al dueño de la inmobiliaria (que en realidad es sólo una gestoría) no le entre la necesidad de llamar a esos árabes que le han alquilado el piso hasta el día 25 de marzo, es decir, cinco días después de que ya la UCIE hubiera preguntado por ese teléfono al sirio Abdul Khalek Al Jondi (cuya declaración tiene fecha de 20 de marzo). Coincidencias de la vida.

Quinta falacia: yo conozco ese número

Volvamos al modo en que Gómez Menor dice que se fijó en el número 645.65.84.95. Se fijó en él, nos cuenta, porque le sonaba que había otro atribuido a la mujer de Said Berraj (el 645.65.85.07) que difería en 12 números correlativos de éste.

¿Y cómo sabía Gómez Menor que ese otro número (el 645.65.85.07) estaba atribuido a Said Berraj? Lo que el sumario del 11-M nos cuenta es que ese número se atribuye a Said Berraj porque en los días previos al 11-M abandonó su domicilio y dejó ese número como nuevo número de contacto. El sumario cuenta también que esa tarjeta telefónica se vendió en mayo de 2003.

Por tanto, es imposible que Gómez Menor conociera ese número de Said Berraj por sus investigaciones anteriores acerca de la célula de Abu Dahdah, en cuyo juicio dice él que estaba trabajando. Said Berraj empieza a utilizar el número 645.65.85.07 muy cerca del 11-M, es decir, tres años después de los hechos a los que se refiere el sumario de la célula de Abu Dahdah. La propia comercialización de la tarjeta 645.65.85.07 se produce casi dos años después de la detención de Abu Dahdah. ¿De qué investigaciones te sonaba el número, Gómez Menor? ¿En qué Juzgado se estaban instruyendo las diligencias correspondientes?

En realidad, la respuesta es conocida: Gómez Menor hace referencia a unas diligencias que estaba instruyendo el juzgado de Garzón. Pero en esas diligencias ya estaba intervenido el teléfono 645.65.85.07.

Lo cual nos lleva a una consideración curiosa: ¿por qué se le cuenta a Del Olmo inicialmente que la razón para atribuir la tarjeta 645.65.85.07 a Berraj es que éste había dejado ese número como teléfono de contacto al abandonar su trabajo poco antes del 11-M? ¿Por qué no se le cuenta directamente a Del Olmo que ese número, el 645.65.85.07, está identificado e intervenido desde hace meses en otras diligencias instruidas por Garzón?

Sexta falacia: el listado de llamadas

En realidad, la historia de que el 2 de abril se solicita el listado de llamadas del 645.65.84.95 y con eso se localizan las llamadas a la inmobiliaria es falsa. O, por lo menos, no es toda la verdad.

Porque lo cierto es que, tal como consta en el sumario, la UCIE ya había solicitado el 29 de marzo al juez Del Olmo el listado de llamadas no sólo del 645.65.84.95, sino también del 645.65.85.07 (el teléfono atribuido a Said Berraj). Y el juez Del Olmo autoriza la entrega de esos listados el 30 de marzo (aunque, curiosamente, los autos correspondientes no tienen la firma del juez). Esta solicitud del listado de llamadas sí que cuadra con el hecho de que se solicitara el registro de la casa de Berraj el 30 de marzo.

Lo que el 2 de abril se hace es volver a enviar otra solicitud en el mismo sentido a la juez Teresa Palacios, añadiendo esta vez a la solicitud que, además de entregar los listados de llamadas, se procediera a la grabación de las conversaciones que tuvieran lugar a través de dicho número.

¿Por qué se efectuaron dos peticiones en el mismo sentido? Si ya había autorizado Del Olmo el listado de llamadas, ¿para qué enviar otra vez la misma petición a la juez Teresa Palacios?

Séptima falacia: conversaciones de terroristas

Pero el remate del tomate viene cuando acudimos a la documentación del sumario para ver qué conversaciones se consiguieron grabar de ese teléfono 645.65.84.95 adjudicado a los presuntos terroristas y que, según Gómez Menor, fue el teléfono clave para localizar el piso franco de Leganés.

Las conversaciones interceptadas a ese teléfono están almacenadas en 9 cintas que abarcan desde las 21:00 del día 8 de abril de 2004 hasta las 9:00 del día 23 de abril de 2004. Las conversaciones registradas, tal como figuran en las transcripciones oficiales que obran en el sumario, tienen el siguiente contenido:
CINTA 01
DESDE LAS 21:00 HORAS DEL DÍA 08.04.04 HASTA LAS 09:50 HORAS DEL DÍA 09.04.04
8/4/2004 21.13 Llama X (mujer) a José (español)
- X le dice que no va a bajar porque le duele la cabeza. Quedan en llamarse mañana.
FIN DE LA CINTA 01
CINTA 02
DESDE LAS 09.50 HORAS DEL 09-04-04 HASTA LAS 08.50 HORAS DEL 12-04-04.
11/4/2004 18:32 X (hombre) (castellano) llama a Y (mujer) (castellano)
- X le dice a Y que esta llegando a Villalba.
FIN DE LA CINTA 02.
CINTA 03
DESDE LAS 8.50 HORAS DEL 12/04/04 HASTA LAS 9.25 HORAS DEL 13/04/04.
12/4/2004 20:17 X (mujer) llama a Y (hombre)
- X- Hola Gus, estoy aquí en casa de Juan, porque Ana está enferma,
- Y- ¿Qué tiene?
- X- Un pinzamiento en la espalda, Juan ha tenido que ir a Coruña al médico porque lo operan el miércoles de varices.
- Y- nosotros vamos ahora a llevarte las esas, te los dejamos en casa.
FIN DE LA CINTA 03
CINTA 04
DESDE LAS 09.25 HORAS DEL 13-04-04 HASTA LAS 09J) HORAS DEL 14-04-04.
13/4/2004 12:43 Llama X (mujer) a Ana.
- Ana pregunta si está sola.
- X le dice que está Eva.
- Quedan en verse.
13/4/2004 19:22 Llama X (mujer) a Jorgiño
- X pregunta por Ana, ¿que como está? y le dice que si quiere que vaya cuando se vaya a correr.
- Jorgiño le dice que no, que irá Julia.
- Quedan a las 07.45 horas.
FIN DE LA CINTA 04.
CINTA 05
DESDE LAS 09.00 HORAS DEL 14-04-04 HASTA LAS 09.00 HORAS DEL 16-04-04.
14/4/2004 20:38 X (mujer) llama a Y (hombre) (español)
- X le dice a Y que esta bien, que se le ha olvidado el móvil.
15/4/2004 16:46 Ana llama a Doly (español)
- Ana le dice que si no quiere ir ahora, que no vaya, que irá con su madre.
15/4/2004 20:11 Llama Estrella a Dolores (español)
- Hablan de un operación de corazón y de familia. Sin interés.
FIN DE LA CINTA 05
CINTA 06
DESDE LAS 09.00 HORAS DEL 16-04-04 HASTA LAS 09,00 HORAS DEL 19-04-04.
16/4/2004 16:31 Llama Víctor a Dolores
- Victor pregunta si está en el San Rafael.
- Dolores le dice que sí, que está en la segunda planta.
- Quedan en ver ahí.
16/4/2004 18:00 Llama Dolores a Ana
- Para informarle de la persona que tiene que entrar en el quirófano.
16/4/2004 18:45 Llama Dolores a Ana
- Para informarle de que aún no ha salido.
16/4/2004 19:01 Llama Dolores a Ana
- Le informa que ya salió y que el médico le dijo que bien, que tenía la pierna hecha un desastre.
16/4/2004 19:20 Llama Dolores a X (hombre)
- Le dice que lo acaban de subir a la habitación y que lo mandan para casa.
16/4/2004 21:03 Llama Dolores a UCIN, le salta el contestador
- Deja un mensaje par decirle que dentro de un ratito estará en casa.
18/4/2004 13:13 Llama Dolores y le dicen que se ha equivocado
18/4/2004 13:16 Llama Dolores a Mari Carmen
- Dolores le pregunta que donde está.
- Mari Carmen le dice que está en COVAS.
- Dolores le dice que apunte el móvil suyo.
- Mari Carmen le dice que si es el que sale en el teléfono.
- Dolores le dice que sí.
- Se despiden.
FIN DE LA CINTA 06.
CINTA 07
DESDE LAS 09:00 HORAS DEL DÍA 19.04.04 HASTA LAS 09:00 HORAS DEL DÍA 21.04.04
19/4/2004 16:44 Llama X (mujer) a su madre (español)
- Le dice que está esperándola en el centro comercial.
FIN DE LA CINTA 07
CINTA 08
DESDE LAS 09.00 HORAS DEL 21/04/04 HASTA LAS 09.00 HORAS DEL 22/04/04.
21/4/2004 11:59 X (mujer) llama a Y(hombre)
- X quiere que la invite a comer.
21/4/2004 13:59 X(mujer) llama a Y(hombre)
- Hablan del pescado.
21/4/2004 14:05 X(mujer) llama a Y(hombre)
- Sin interés.
21/4/2004 16:57 X(mujer) llama a Alicia
- Pregunta por Agustín y le dice que le llame al móvil.
21/4/2004 17:00 Agustin llama a X (mujer)
- Hablan del seguro del coche del niño.
FIN DE LA CINTA 08
CINTA 09
DESDE LAS 09:00 HORAS DEL DÍA 22-04-04 HASTA LAS 09:00 HORAS DÍA 23-04-04
24/4/2004 11:05 X Llama a Y
- X pregunta a qué hora se van a Coruña.
- Quedan en casa de Juan, a las 16:00.
FIN DE LA CINTA 09.

Como puede verse, el usuario del 645.65.84.95 no parece precisamente un peligroso terrorista. Ni tampoco parece musulmán. Son conversaciones de alguien español, que tiene a alguien con problemas de salud en su familia y que vive en algún punto de Galicia o tiene algún familiar gallego.

¿A quién pertenecía en realidad ese teléfono?

Conclusiones

Las declaraciones de Gómez Menor no son más que un cúmulo de falacias y medias verdades, con las que se intenta justificar cómo se llegó a un piso de Leganés cuya ubicación, en realidad, se conocía perfectamente, porque para algo era un piso marcado, con policía vecino incluido.

¿Alquilaron realmente unos árabes ese piso? ¿O se trata, una vez más, de una historia fabricada para justificar el episodio de Leganés?

Sin embargo, Gómez Menor sí dijo algo en su declaración que resulta importante: que, aunque todas las solicitudes de intervención telefónica se dirigían al juez, quien coordinaba la relación con las compañías telefónicas para la obtención de los listados de llamadas era Enrique García Castaño, comisario jefe de la UCAO.

Sólo por ese detalle, que ya tendremos oportunidad de comentar y que nos ayuda a cuadrar algunas piezas del puzzle, ha merecido la pena que pasara por el estrado.

http://www.libertaddigital.com/naci...s-de-lo-declarado-por-gomez-menor-1276304979/
 
Para los interesados en conocer con más detalle las consecuencias de los atentados en las elecciones sin interferencias partidistas:

DEL 11-M AL 14-M: LOS MECANISMOS DEL CAMBIO ELECTORAL
http://www.upf.edu/dcpis/_pdf/ignacio_lago.pdf

Ese señor era columnista habitual de El País en la época de los atentados (ignoro si sigue siéndolo ahora porque ya no leo ese periódico). "Sin interferencias partidistas" es mucho decir para alguien que estaba en el grupo de comunicación de dio el gran golpe mediático del 11 al 14M.

¿Qué iba a decir cuando su propio grupo de comunicación estaba en la picota por la desvergonzada manipulación a la que contribuyeron? Pues que los atentados no tuvieron apenas influencia en los resultados. Y si hace falta recurrir retrospectivamente a sondeos a los que se hace decir el PSOE iba hacia la victoria como un cañón, y sin necesidad de bombas, pues ya ve usted qué problema.

Quien no tuvo empacho en inventarse terroristas suicidas con tres capas de calzoncillos no creo que tenga mucho problema en recurrir a sondeos fantasmas.
 
Última edición:
¿Qué iba a decir cuando su propio grupo de comunicación estaba en la picota por la desvergonzada manipulación a la que contribuyeron? Pues que los atentados no tuvieron apenas influencia en los resultados. Y si hace falta recurrir retrospectivamente a sondeos a los que se hace decir el PSOE iba hacia la victoria como un cañón, y sin necesidad de bombas, pues ya ve usted qué problema.

Quien no tuvo empacho en inventarse terroristas suicidas con tres capas de calzoncillos no creo que tenga mucho problema en recurrir a sondeos fantasmas.

No dice eso exactamente. Y los sondeos no son fantasma:

Sigma-Dos/El Mundo Marzo PP 42,1 PSOE 37,6 4,5

Demoscopia/Tele 5 Marzo PP 40,6 PSOE 38,3 2,3

Elecciones legislativas 14-M 14 de Marzo PP 37,7 PSOE 42,6

Te ahorro el sondeo de Opina/El País, pero no difiere mucho del de El Mundo y Tele-5. Pero si hay que desacreditar los sondeos porque no cuadran con tu versión de los hechos, pues nada, ancha es Castilla. Menudo nivel de argumentación. Te desacreditas tu mismo y las posiciones que defiendes.

http://www.upf.edu/dcpis/_pdf/ignacio_lago.pdf
 
Última edición:
¿Lo que tratas de decir es... Zapatero iba a barrer en las elecciones sí o sí y por tanto la teoría de que el objetivo del ataque era cambiar el rumbo político del país desalojando de la Moncloa a los entonces responsables no se sostiene. Ahhh. Vale. Pues debe ser que vivimos en dos realidades paralelas o distintas...porque vamos...es que hasta el grupo mediático de los 'terroristas suicidas en el tren' y los '4 capas de calzoncillos'...calificó de 'vuelco sin precedentes' en su portada el resultado.
 
Última edición:
¿Lo que tratas de decir es... Zapatero iba a barrer en las elecciones sí o sí y por tanto la teoría de que el objetivo del ataque era cambiar el rumbo político del país desalojando de la Moncloa a los entonces responsables no se sostiene. Ahhh. Vale. Pues debe ser que vivimos en dos realidades paralelas o distintas.

No trato de decir nada. Simplemente comparo los resultados de los sondeos pre-electorales con los resultados electorales. No se me ocurre un método más científico para intentar valorar cuál pudo ser el impacto de los atentados en la intención de voto. El resto lo dices tú. Y no sé de dónde sacas que Zapatero iba a barrer en las elecciones. Los sondeos no indicaban eso.
 
Back