Haters de Sálvame - Parte II

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Pues igual que años atrás cuando adelgazó tantos kilos, que luego todo el día hablando del tema. Qué no los aparenta los años? y qué quiere decir con eso? presumir? "qué guapa soy y qué tipo tengo...." si estuviera bien con ella misma no tendría que ir siempre con esas pavadas, que además solo habla de su físico.
Si verdaderamente aparentara menos, no necesitaría decirlo, y como aparenta más, queda de pena diciéndolo
 
Carlota sí que aparenta su edad incluso si dijera que tiene más sería pasable
Nuria la de Cazamariposas es del 81 y no parece que solo se lleven 6 años, ésa sí es una persona que puede decir no aparento tener casi 40
Del resto de la piara todas aparentan más de los que tienen, quizá Gemma no, aparenta los que tiene sin más, también ayuda que es la que menos se ha operado. A veces el operarse tanto hace el efecto contrario, se echan años y parecen señoras de 50 y muchos intentando rejuvenecer
 
Eso de Remescar ( el cemento rápido para quitar arrugas y ojeras un rato ) es a nivel europeo...no es un invento español...Cuesta entre 25 a 35 euros más o menos.

Cito para decir que estuve dando la brasa con el Remescar a todos los conocidos y que me he juntado con 8 Remescar este cumpleaños (el de Bolsas y Ojeras, el de Papados caídos y el de patas de gallo)
Si alguna prima le interesa por trirepetidos los revendo SIN ESTRENAR (obviamente) por 22€ negociables y en caso de querer más de uno se lo dejo por 19€ cada uno.

Un beso a todas!!
 
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Buff, tampoco es que el Migue si no estuviera con Belén tendría mucho donde elegir, cosa más fea y desagradable por Dios.
Esa cara de mala gente, esa papada con vida propia, esa expresión de mala leche, y esa cabeza apepinada, un poema vamos, creo que ambos se tienen que cuidar mutuamente porque no creo que tuvieran muchas posibilidades fuera de esa relación.
 
FLORES-CARRASCO CONFIDENCIAL
CAPÍTULO 1. El día que Rocío Flores tiró al suelo y “propinó varios golpes” y “patadas” a su madre, Rocío Carrasco
Esta es la historia de una ruptura. Se han contado muchas versiones de la misma. Demasiadas. Por fin sabremos lo que sentenció la justicia
Foto: Imagen: EC diseño


Imagen: EC diseño
NACHO GAY
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TIEMPO DE LECTURA5 min
20/02/2020 05:00
Sentencia del Juzgado de Menores número 4 de Madrid 44/2013
“Sobre las 8:00 h del día 27 de julio de 2012, encontrándose la menor en el domicilio familiar junto a su madre, la pareja de esta y su hermano, inició una disputa con aquella en el transcurso de la cual le propinó varios golpes, llegando incluso a tirarla al suelo, para posteriormente seguir golpeándola, dándole varias patadas. Como consecuencia de los hechos, Rocío Carrasco sufrió policontusiones con equimosis en la región frontal derecha, con edema en ambas muñecas, en muslo derecho, en el antepié derecho y un hematoma en el segundo dedo del pie derecho, para cuya curación únicamente precisó de una primera asistencia facultativa y de las que tardó en sanar ocho días, uno de los cuales estuvo impedida para el ejercicio de sus ocupaciones habituales”.
Párrafo extraído del epígrafe correspondiente a los “hechos probados”


[ Vea todo el especial: Rocío Carrasco o su hija, ¿quién es la verdadera superviviente? ]
Viernes negro en Valdelagua

Retrocedamos en el tiempo hasta aquel 27 de julio del año 2012. Es viernes, alrededor de las ocho de la mañana. Amanece en la urbanización Valdelagua, a las afueras de Madrid. Fidel Albiac aún duerme. También el hijo menor de Rocío Carrasco, David, descansa en otro de los cuartos del domicilio familiar sito en el término municipal de San Agustín de Guadalix.
En otra de las dependencias, concretamente en la cocina, desayunan las dos mujeres de la casa. Rocío Flores se ha levantado temprano para acudir a un cursillo de verano. Lleva todo el mes ocupada en dicho menester, ya que no coronó demasiado bien el curso escolar. Su madre, Rocío Carrasco, comparte con ella apenas un puñado de baldosas que dan forma (han pasado muchas cosas en esa casa en las últimas semanas) al puzle de una trinchera. En ese lugar, aquel día, a dicha hora está a punto de estallar una guerra mundial. ¿El arma nuclear? Una nectarina. Sí, una nectarina. Una simple excusa, quizá, si se tienen en cuenta los dantescos acontecimientos que habrían de suceder en el clan Jurado a partir de ese preciso momento.

Pinche aquí para ampliar el documento.

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Tras una disputa entre ambas mujeres que comienza por dicha pieza de fruta (según narraron en sede judicial), se suceden los gritos y los golpes en la casa familiar; ese día, más bien, casa del terror. Rocío Carrasco acaba en el suelo por dos veces. Aturdida. Así se refleja en la sentencia del Juzgado de Menores n.º 4 de Madrid antes referida. La primera vez cae sobre el suelo de la cocina. La segunda, intentando impedir la huida de su hija, muerde la lona del pasillo que da entrada a la casa.
La menor, que por entonces contaba tan solo con 15 años de edad, abre la puerta y sale corriendo. Atraviesa el jardín, accede a la calle y se introduce en el vehículo del chofer que todos los días la acerca al colegio de La Moraleja donde se imparte el ya mentado curso de verano. Estaba “muy nerviosa”, recoge la sentencia. Le comenta a aquel hombre que “su madre está tendida en el suelo”, tal y como este declaró cuando fue llamado como testigo en el proceso, y le pide que la lleve al cuartel de la Guardia Civil, pero el conductor se niega.
Le comenta al chofer de la familia que “su madre está tendida en el suelo” y le pide que la lleve al cuartel de la Guardia Civil, pero él se niega
Su padre, Antonio David Flores, sin embargo, no lo hizo. Horas después de aquella aparatosa escena doméstica, Rocío Flores Carrasco declararía ante la benemérita contra su madre, a la que atribuyó un supuesto delito de malos tratos. Las cosas se ponían feas entre ellas. Más aún, si cabe. Han leído bien, por cierto. A pesar de lo narrado más arriba (recalcamos, los hechos probados en el juicio en el que acabaría derivando todo este entuerto) fue la hija quien denunció a la madre.
Se abriría entonces una causa, por lo penal, que a la larga se bifurcaría en dos. Y, paradojas del destino, como se viene anunciando, la procesada en un primer momento, Rocío Carrasco, no solo no saldría condenada, sino que la malograda en este espinoso asunto sería finalmente su hija, Rocío Flores, con la que desde entonces no mantiene ningún tipo de relación.
Esta es la historia de esa ruptura. La verdadera historia de esa ruptura.



Flores-Carrasco Confidencial: una exclusiva de 2.000 folios
A lo largo de este reportaje especial, Vanitatis irá desgranando todo lo acontecido en la familia de Rocío Carrasco Mohedano antes, durante y después del 27 de julio de 2012, fecha en la que las dos generaciones descendientes de la cantante Rocío Jurado, hija y nieta, romperían para siempre a consecuencia de la apertura de un proceso penal por supuestos malos tratos. Lo que podrán leer en este diario no será en ningún caso la versión de ninguno de los implicados en el conflicto familiar, sino los hechos considerados probados por los jueces que se han ido ocupando del caso. Por tanto, se trata de la primera vez que conoceremos una verdad neutral y desinteresada, siempre desde los ojos de profesionales, también fiscales, forenses o psicólogos, que han abordado el conflicto que nos ocupa sin mayor implicación que la que les obliga el cargo público que desempeñan.
 
FLORES-CARRASCO CONFIDENCIAL
CAPÍTULO 1. El día que Rocío Flores tiró al suelo y “propinó varios golpes” y “patadas” a su madre, Rocío Carrasco
Esta es la historia de una ruptura. Se han contado muchas versiones de la misma. Demasiadas. Por fin sabremos lo que sentenció la justicia
Foto: Imagen: EC diseño


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NACHO GAY
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20/02/2020 05:00
Sentencia del Juzgado de Menores número 4 de Madrid 44/2013
“Sobre las 8:00 h del día 27 de julio de 2012, encontrándose la menor en el domicilio familiar junto a su madre, la pareja de esta y su hermano, inició una disputa con aquella en el transcurso de la cual le propinó varios golpes, llegando incluso a tirarla al suelo, para posteriormente seguir golpeándola, dándole varias patadas. Como consecuencia de los hechos, Rocío Carrasco sufrió policontusiones con equimosis en la región frontal derecha, con edema en ambas muñecas, en muslo derecho, en el antepié derecho y un hematoma en el segundo dedo del pie derecho, para cuya curación únicamente precisó de una primera asistencia facultativa y de las que tardó en sanar ocho días, uno de los cuales estuvo impedida para el ejercicio de sus ocupaciones habituales”.
Párrafo extraído del epígrafe correspondiente a los “hechos probados”


[ Vea todo el especial: Rocío Carrasco o su hija, ¿quién es la verdadera superviviente? ]
Viernes negro en Valdelagua

Retrocedamos en el tiempo hasta aquel 27 de julio del año 2012. Es viernes, alrededor de las ocho de la mañana. Amanece en la urbanización Valdelagua, a las afueras de Madrid. Fidel Albiac aún duerme. También el hijo menor de Rocío Carrasco, David, descansa en otro de los cuartos del domicilio familiar sito en el término municipal de San Agustín de Guadalix.
En otra de las dependencias, concretamente en la cocina, desayunan las dos mujeres de la casa. Rocío Flores se ha levantado temprano para acudir a un cursillo de verano. Lleva todo el mes ocupada en dicho menester, ya que no coronó demasiado bien el curso escolar. Su madre, Rocío Carrasco, comparte con ella apenas un puñado de baldosas que dan forma (han pasado muchas cosas en esa casa en las últimas semanas) al puzle de una trinchera. En ese lugar, aquel día, a dicha hora está a punto de estallar una guerra mundial. ¿El arma nuclear? Una nectarina. Sí, una nectarina. Una simple excusa, quizá, si se tienen en cuenta los dantescos acontecimientos que habrían de suceder en el clan Jurado a partir de ese preciso momento.

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Tras una disputa entre ambas mujeres que comienza por dicha pieza de fruta (según narraron en sede judicial), se suceden los gritos y los golpes en la casa familiar; ese día, más bien, casa del terror. Rocío Carrasco acaba en el suelo por dos veces. Aturdida. Así se refleja en la sentencia del Juzgado de Menores n.º 4 de Madrid antes referida. La primera vez cae sobre el suelo de la cocina. La segunda, intentando impedir la huida de su hija, muerde la lona del pasillo que da entrada a la casa.
La menor, que por entonces contaba tan solo con 15 años de edad, abre la puerta y sale corriendo. Atraviesa el jardín, accede a la calle y se introduce en el vehículo del chofer que todos los días la acerca al colegio de La Moraleja donde se imparte el ya mentado curso de verano. Estaba “muy nerviosa”, recoge la sentencia. Le comenta a aquel hombre que “su madre está tendida en el suelo”, tal y como este declaró cuando fue llamado como testigo en el proceso, y le pide que la lleve al cuartel de la Guardia Civil, pero el conductor se niega.
Le comenta al chofer de la familia que “su madre está tendida en el suelo” y le pide que la lleve al cuartel de la Guardia Civil, pero él se niega
Su padre, Antonio David Flores, sin embargo, no lo hizo. Horas después de aquella aparatosa escena doméstica, Rocío Flores Carrasco declararía ante la benemérita contra su madre, a la que atribuyó un supuesto delito de malos tratos. Las cosas se ponían feas entre ellas. Más aún, si cabe. Han leído bien, por cierto. A pesar de lo narrado más arriba (recalcamos, los hechos probados en el juicio en el que acabaría derivando todo este entuerto) fue la hija quien denunció a la madre.
Se abriría entonces una causa, por lo penal, que a la larga se bifurcaría en dos. Y, paradojas del destino, como se viene anunciando, la procesada en un primer momento, Rocío Carrasco, no solo no saldría condenada, sino que la malograda en este espinoso asunto sería finalmente su hija, Rocío Flores, con la que desde entonces no mantiene ningún tipo de relación.
Esta es la historia de esa ruptura. La verdadera historia de esa ruptura.



Flores-Carrasco Confidencial: una exclusiva de 2.000 folios
A lo largo de este reportaje especial, Vanitatis irá desgranando todo lo acontecido en la familia de Rocío Carrasco Mohedano antes, durante y después del 27 de julio de 2012, fecha en la que las dos generaciones descendientes de la cantante Rocío Jurado, hija y nieta, romperían para siempre a consecuencia de la apertura de un proceso penal por supuestos malos tratos. Lo que podrán leer en este diario no será en ningún caso la versión de ninguno de los implicados en el conflicto familiar, sino los hechos considerados probados por los jueces que se han ido ocupando del caso. Por tanto, se trata de la primera vez que conoceremos una verdad neutral y desinteresada, siempre desde los ojos de profesionales, también fiscales, forenses o psicólogos, que han abordado el conflicto que nos ocupa sin mayor implicación que la que les obliga el cargo público que desempeñan.
Que casualidad que salga hoy , me parece de muy mala baba
 
FLORES-CARRASCO CONFIDENCIAL
CAPÍTULO 1. El día que Rocío Flores tiró al suelo y “propinó varios golpes” y “patadas” a su madre, Rocío Carrasco
Esta es la historia de una ruptura. Se han contado muchas versiones de la misma. Demasiadas. Por fin sabremos lo que sentenció la justicia
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20/02/2020 05:00
Sentencia del Juzgado de Menores número 4 de Madrid 44/2013
“Sobre las 8:00 h del día 27 de julio de 2012, encontrándose la menor en el domicilio familiar junto a su madre, la pareja de esta y su hermano, inició una disputa con aquella en el transcurso de la cual le propinó varios golpes, llegando incluso a tirarla al suelo, para posteriormente seguir golpeándola, dándole varias patadas. Como consecuencia de los hechos, Rocío Carrasco sufrió policontusiones con equimosis en la región frontal derecha, con edema en ambas muñecas, en muslo derecho, en el antepié derecho y un hematoma en el segundo dedo del pie derecho, para cuya curación únicamente precisó de una primera asistencia facultativa y de las que tardó en sanar ocho días, uno de los cuales estuvo impedida para el ejercicio de sus ocupaciones habituales”.
Párrafo extraído del epígrafe correspondiente a los “hechos probados”


[ Vea todo el especial: Rocío Carrasco o su hija, ¿quién es la verdadera superviviente? ]
Viernes negro en Valdelagua

Retrocedamos en el tiempo hasta aquel 27 de julio del año 2012. Es viernes, alrededor de las ocho de la mañana. Amanece en la urbanización Valdelagua, a las afueras de Madrid. Fidel Albiac aún duerme. También el hijo menor de Rocío Carrasco, David, descansa en otro de los cuartos del domicilio familiar sito en el término municipal de San Agustín de Guadalix.
En otra de las dependencias, concretamente en la cocina, desayunan las dos mujeres de la casa. Rocío Flores se ha levantado temprano para acudir a un cursillo de verano. Lleva todo el mes ocupada en dicho menester, ya que no coronó demasiado bien el curso escolar. Su madre, Rocío Carrasco, comparte con ella apenas un puñado de baldosas que dan forma (han pasado muchas cosas en esa casa en las últimas semanas) al puzle de una trinchera. En ese lugar, aquel día, a dicha hora está a punto de estallar una guerra mundial. ¿El arma nuclear? Una nectarina. Sí, una nectarina. Una simple excusa, quizá, si se tienen en cuenta los dantescos acontecimientos que habrían de suceder en el clan Jurado a partir de ese preciso momento.

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Tras una disputa entre ambas mujeres que comienza por dicha pieza de fruta (según narraron en sede judicial), se suceden los gritos y los golpes en la casa familiar; ese día, más bien, casa del terror. Rocío Carrasco acaba en el suelo por dos veces. Aturdida. Así se refleja en la sentencia del Juzgado de Menores n.º 4 de Madrid antes referida. La primera vez cae sobre el suelo de la cocina. La segunda, intentando impedir la huida de su hija, muerde la lona del pasillo que da entrada a la casa.
La menor, que por entonces contaba tan solo con 15 años de edad, abre la puerta y sale corriendo. Atraviesa el jardín, accede a la calle y se introduce en el vehículo del chofer que todos los días la acerca al colegio de La Moraleja donde se imparte el ya mentado curso de verano. Estaba “muy nerviosa”, recoge la sentencia. Le comenta a aquel hombre que “su madre está tendida en el suelo”, tal y como este declaró cuando fue llamado como testigo en el proceso, y le pide que la lleve al cuartel de la Guardia Civil, pero el conductor se niega.
Le comenta al chofer de la familia que “su madre está tendida en el suelo” y le pide que la lleve al cuartel de la Guardia Civil, pero él se niega
Su padre, Antonio David Flores, sin embargo, no lo hizo. Horas después de aquella aparatosa escena doméstica, Rocío Flores Carrasco declararía ante la benemérita contra su madre, a la que atribuyó un supuesto delito de malos tratos. Las cosas se ponían feas entre ellas. Más aún, si cabe. Han leído bien, por cierto. A pesar de lo narrado más arriba (recalcamos, los hechos probados en el juicio en el que acabaría derivando todo este entuerto) fue la hija quien denunció a la madre.
Se abriría entonces una causa, por lo penal, que a la larga se bifurcaría en dos. Y, paradojas del destino, como se viene anunciando, la procesada en un primer momento, Rocío Carrasco, no solo no saldría condenada, sino que la malograda en este espinoso asunto sería finalmente su hija, Rocío Flores, con la que desde entonces no mantiene ningún tipo de relación.
Esta es la historia de esa ruptura. La verdadera historia de esa ruptura.



Flores-Carrasco Confidencial: una exclusiva de 2.000 folios
A lo largo de este reportaje especial, Vanitatis irá desgranando todo lo acontecido en la familia de Rocío Carrasco Mohedano antes, durante y después del 27 de julio de 2012, fecha en la que las dos generaciones descendientes de la cantante Rocío Jurado, hija y nieta, romperían para siempre a consecuencia de la apertura de un proceso penal por supuestos malos tratos. Lo que podrán leer en este diario no será en ningún caso la versión de ninguno de los implicados en el conflicto familiar, sino los hechos considerados probados por los jueces que se han ido ocupando del caso. Por tanto, se trata de la primera vez que conoceremos una verdad neutral y desinteresada, siempre desde los ojos de profesionales, también fiscales, forenses o psicólogos, que han abordado el conflicto que nos ocupa sin mayor implicación que la que les obliga el cargo público que desempeñan.

solo 15 años dice?????
a esa edad ya se mata y se maltrata.
 
Ha dicho Carlotoña: “no los aparento, pero tengo 45 años”. No es la primera vez que lo dice, y mi duda es si siendo consciente de que aparenta más, lo dice con ironía, o en su...no se como calificarlo, tiene tan distorsionada la realidad que piensa que es más joven y ademas está delgada...

dijo un dia que en Telecinco necesitabas tres sastres y varios días para hacerle un vestido.
el resto de colaboradores "traen de fuera el vestuario, ropa hecha"
 
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