Conferencia de Madrid sobre el Cambio Climático, diciembre de 2019

Y lo de la americana exigiéndole a Sánchez que marque la ruta para la democracia en Venezuela?????
 
Éramos pocos y parió la Iglesia de la Gretología. Es deprimente, en Europa no cabe un tonto crédulo más. Ahora Nuestra Señora del Patrocinio vendiéndonos que vayamos a trabajar en burro, o no, que se tira pedos con metano, y quién y Mr. Falcon pontificando en una cumbre para que nos digan a los pringados de los contribuyentes que somos muy malos si vamos de vacaciones en avión dos veces al año.

Que yo no digo que no haya que contaminar menos, que sí, pero esta histeria colectiva no, por favor. De veras, que no soy mala persona, que yo también sería progre, de verdad, para ser güena como Santa Greta, pero es que no me lo puedo permitir.

Para quien aún tenga una neurona con un mínimo de capacidad de crítica, dejo aquí un enlace con una recopilación de predicciones fallidas sobre Apocalipsis climáticas inminentes. Lo que viene a ser no dar ni una.


El enlace no tiene desperdicio, queridas cotis. Las inquebrantables marxistas mejor no lo leáis, que os estallará el cerebro.
Hace ahora un año desde La Iglesia de Suecia

"
La semana pasada, por ejemplo, la Iglesia de Suecia Malmö anunció que tocarían las campanas de su iglesia junto con la Global Climate Strike, de la cual Thunberg es la cara.
"Junto con la Global Climate Strike, suenan las campanas de las iglesias y nos reunimos para orar por el futuro de la tierra", anunció la iglesia. “Oramos para que creamos que el hombre es responsable de nutrir y administrar la Creación para que los niños tengan la oportunidad de un futuro. Oramos para que sepamos que el cambio climático afecta a los más vulnerables: pobres, niños y mujeres. Oramos para que creamos en la capacidad del hombre para cambiar".
Matan dos pájaros de un tiro, tema climático y feminismo un tanto desnortado, resulta que el cambio climático es selectivo. Afecta a pobres, niños y mujeres, será que a los hombres les crea una burbuja alrededor y no les afecta, pero si el hombre es pobre pues entonces no , ese se joroba junto a los niños y las mujeres.
 
Gran expectación ante la llegada de Greta Thunberg a Lisboa
  • AITOR HERNÁNDEZ-MORALES
    Lisboa
  • Martes, 3 diciembre 2019
  • La joven activista completa su segunda travesía transatlántica y ya prepara su traslado a Madrid


Greta Thunberg


Greta Thunberg habla por el móvil a la espera de ser remolcada. REUTERS




Después de tres semanas en alta mar, atravesando el Atlántico en muy malas condiciones meteorológicas, esta mañana la activista medioambiental Greta Thunberg se dispone a desembarcar en Lisboa, concluyendo la etapa transoceánica de su peregrinaje a la Cumbre del Clima de Madrid.

La joven sueca rehúsa viajar en medios aéreos debido a la contaminación que producen, y por eso ha terminado por cruzar el océano dos veces este año: inicialmente en agosto, cuando viajó en velero ecológico a la cumbre medioambiental de Naciones Unidas en Nueva York, y nuevamente en noviembre, cuando el traslado de la Cumbre del Clima de Chile a Madrid la dejó en el lado equívoco del Atlántico. Gracias a la generosidad de la pareja australiana Riley Whitelum y Elayna Carausu, que se ofreció transportarla a bordo del catamarán familiar, La Vagabonde, Thunberg ha conseguido volver a Europa a tiempo para asistir a la cita climática en la capital española.

Tras rondar el Cabo da Roca y flanquear las villas costeras de Cascáis y Estoril, La Vagabonde se encuentra a punto de dejar atrás el Atlántico para subir el Tajo, y está rodeada por naves fletadas por distintos medios que intentan captar los últimos momento de la travesía. En breve pasará bajo el Puente 25 de Abril y entrará en la lisboeta Doca de Santo Amaro, si bien no lo hará sin ayuda. El catamarán no consigue acceder al espacio por su propia fuerza, y los medios lusos avanzan que dependerá de un remolcador para atracar en el muelle.

Ahí decenas de personas espera a la joven activista, entre ellas muchos jóvenes activistas de Fridays for Future -el movimiento estudiantil contra el cambio climático fundado por Thunberg- y otros tantos periodistas internacionales ansiosos por captar las primeras palabras de la joven al volver a pisar el suelo continental.

Además de carteles de bienvenida, abundan los que hacen referencia al polémico proyecto del polémico segundo aeropuerto de Lisboa en Montijo, criticado por las asociaciones medioambientalistas, las cuales consideran que su construcción será devastador para las especies autóctonas del Tajo.

Al estar ausente el primer ministro António Costa -desplazado a la Cumbre de la OTAN en Londres-, tocó al alcalde de Lisboa, Fernando Medina, recibir la activista. . Una vez en tierra firme, Thunberg ofrecerá una breve conferencia de prensa antes de retirarse para descansar.


A MADRID A BORDO DEL TRENHOTEL LUSITANIA

Después de tantos días navegando por aguas agitadas, la joven se dirigirá a un hotel local donde intentará recomponerse. En principio sólo tiene organizadas unos encuentros privados con otros activistas, aunque se rumorea que ha sido invitada al Palacio de Belém para reunirse con el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, esta tarde. En todo caso, su estancia en Lisboa será corta, ya que esta misma noche se marchará a Madrid a bordo del Trenhotel Lusitania.

La activista dormirá a bordo del tren nocturno que conecta las capitales ibéricas, un viaje que dura 10 horas y concluye en la estación terminal de Madrid-Chamarín a las 08.15 del miércoles. Aunque a totalidad de las vías que el tren recorre en tierras lusas están electrificadas, en el tramo de 100 kilómetros entre la frontera hispanoportuguesa y Medina del Campo el Trenhotel depende de una locomotora diésel que produce el doble del CO2 producido por los trenes eléctrico, factor que hace que el viaje incumpla los estándares de sostenibilidad que tanto defiende la activista.

Aunque la Consejería de Transición Ecológica y Sostenibilidad de la Junta de Extremadura puso un coche eléctrico a su disposición, el equipo de la activista indica que finalmente ha optado por desplazarse en tren. La oferta de la Junta fue criticada por la plataforma medioambientalista Salvemos la Montaña, que pidió que Thunberg no aceptara el coche -que opera con baterías de litio- para denunciar la decisión autonómica de dar luz verde a una mina de litio cerca de Cáceres. El equipo de la joven no ha revelado si la petición de la asociación fue valorada por la activista a la hora de elegir el modo de trasporte a Madrid.

 
En tren mal, en coche también mal, que lleva baterías, en avión crimen horrendo, el mar se vuelve a tragar las Maldivas si vamos en avión, andando tampoco, que pisa las margaritas y no llega.

Suicidémonos todos, por pecadores.

Yo es que no puedo con esto, me supera.
 
Yo también recelaba de Greta, hasta que oí a mi hija y a Ana Rosa Quintana

¿Símbolo de la lucha contra el cambio climático, referente para millones de jóvenes, o una niñata insoportable e inofensiva? Observar las reacciones que el activismo de Greta Thunberg provoca en los más jóvenes por un lado, y en el negacionismo más cobarde por otro, ayuda a valorar a la joven sueca.
Isaac Rosa
03/12/2019 - 21:16h
Benjamin Wagner junto a Greta Thunberg en agosto de 2018. (Mårten Thorslund)

Greta Thunberg en agosto de 2018. (Mårten Thorslund)

Viene a España Greta Thunberg, y cada uno puede elegir su propia Greta: 1) el símbolo de la lucha contra el cambio climático Greta, 2) el referente para millones de jóvenes Greta, 3) la joven activista Greta, 4) la cría valiente pero con sobreexposición Greta, 5) la chica que debería estar en clase Greta, 6) la hasta en la sopa Greta, 7) la niñata insoportable Greta, 8) la inofensiva títere del poder Greta, 9) la loca esa de Greta.

En esa escala de Gretas, ¿en cuál se sitúan ustedes? No tiene que ser una posición fija, algunos nos hemos ido deslizando por la misma, hacia delante y hacia atrás según el momento. En mi caso, durante un tiempo me situé en la zona media, en el 4 ("cría valiente pero con sobreexposición"), y llegué a poner un pie en la casilla 5, con riesgo de dar el paso fácil a la 6, y desde ahí despeñarme por la escalera para acabar haciendo chistes sobre "la loca esa de Greta".




Pero en los últimos tiempos he rehecho el camino: sin perder mi preocupación (paternalista, claro) por la excesiva presión sobre alguien tan joven, he ido viéndola como una joven activista (una entre tantos que a su edad ya se movilizan), un referente para millones como ella, y hasta un símbolo de la lucha contra el cambio climático. Para desandar hacia el otro lado de la escala, han sido fundamentales dos personas: mi hija Olivia, y Ana Rosa Quintana. Vayamos por partes.

Mi hija: tiene solo un año menos que Greta, y lleva ya tiempo sin perderse una movilización feminista ni una acción ecologista. Ecofeminismo, diríamos. El feminismo lo ha mamado en casa, y ha llegado a la adolescencia justo cuando la lucha feminista se convertía en el movimiento social más potente. Pero en su conciencia medioambiental ha sido decisivo el ejemplo de Greta, desde que la joven sueca empezó a faltar a clase y sentarse sola frente al parlamento sueco. Desde entonces, mi hija va a todas las sentadas frente al Congreso, asume y difunde los hábitos de vida que debemos cambiar, y sabe mucho más que yo de activismo medioambiental.

Sé, por sus amigas, por hijas de conocidos, y por los muchos jóvenes que estos días se movilizarán frente a la Cumbre, que ella no es la única que se hizo activista tras ver vídeos de Greta, escucharla ante Naciones Unidas, o verla cruzar el mar en barco ("¡esta semana llega Greta a Madrid!", se dicen con gran excitación).
Que sí, que ya sé que ni Greta Thunberg ni mi hija ni todos esos jóvenes van a resolver un problema de tanta complejidad, y que implica a los que seguramente son los intereses más poderosos hoy en el planeta. Ante su activismo juvenil, podemos mirar a Greta y a mi hija con una sonrisita condescendiente,

adultocéntrica, seguramente patriarcal, llena de incomprensión y resentimiento generacional ("estos niñatos que nos culpan a nosotros…"). O podemos entender que para millones de chavales empieza aquí su socialización política, su toma de conciencia y paso a la acción, que tal vez en poco tiempo irá mucho más allá de sentarse frente al Congreso, pintarse la cara en las manís, o cruzar el Atlántico en catamarán.
Qué pronto se nos olvidan nuestros primeros pasos en el activismo, a menudo con causas que en su día eran vistas por nuestros mayores, por los mayores de cada época, con la misma condescendencia,
incomprensión y resentimiento. Aquellas inocentes acampadas del 0'7, que no consiguieron gran cosa pero a muchos nos metieron de cabeza en el activismo social y político. O más reciente, esos niñatos del 15M, con sus manitas al aire, ¿se acuerdan?

Pero estos días no solo he oído a mi hija y a sus coetáneas. También he escuchado a Ana Rosa Quintana, y que me perdone por personificar en ella, que ni siquiera es la peor. He escuchado a Ana Rosa, y a algunos de sus colaboradores, y a varios presentadores de radio, y a numerosos tertulianos por todas las televisiones y radios, y a columnistas de prensa, y a varios políticos y ex políticos, todos hermanados en su ignorancia, repugnancia y mofa hacia la joven Greta Thunberg. Llevan más de un año riéndose de la niñata, malcriada, mesiánica, perturbada, histérica, mamarracha (palabras todas escuchadas esta semana); y ahora que viene a España ha estallado el jolgorio final, que va mucho más allá de Greta, incluye todo tipo de cuñadeces sobre el cambio climático propios del negacionismo más cobarde (ese de "yo no soy negacionista, yo defiendo que hay que hacer algo, peeeeero…").

Yo no sé si Greta va a conseguir mucho, poco o nada. Y tengo claro que frente a la grave crisis climática hace falta mucho más. Pero cuando escucho a mi hija, y a Ana Rosa y compañía, yo tengo claro cuál es mi lado.


Que raro que no salga la mujer del corrupto a la palestra. Cada vez se le soporta menos a ésta mujer.
 
A mí Greta me parece maravillosa.
Me pone los pelos de punta cuando la escucho.
Está haciendo un enorme esfuerzo y sacrificio por llevar su protesta adelante.
Porque lo de atravesar el Atlántico Norte en velero en esta época es de heroína.
Tiene muchísima razón.
Es un fenómeno absolutamente excepcional.
Como Juan Pablo II. Alguien llegado a abrir los ojos a todos los burros del mundo.
Es un ángel.
Dios la bendiga.:love:

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A mí Greta me parece maravillosa.
Me pone los pelos de punta cuando la escucho.
Está haciendo un enorme esfuerzo y sacrificio por llevar su protesta adelante.
Porque lo de atravesar el Atlántico Norte en velero en esta época es de heroína.
Tiene muchísima razón.
Es un fenómeno absolutamente excepcional.
Como Juan Pablo II. Alguien llegado a abrir los ojos a todos los burros del mundo.
Es un ángel.
Dios la bendiga.:love:

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Muy respetable tu opinión. A mi me parece una pobre Asperger maltratada y explotada. Y para nada un interlocutor respecto al clima. Seamos serios
 
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