¿De qué obra literaria hablamos?

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Este hilo es una especie de juego para poner a prueba los conocimientos literarios de l@s participantes.

Consiste en que la persona que adivine el fragmento de obra debe colgar otro y quien adivine el nuevo fragmento deberá poner otro, haciendo así cadena...

Por ejemplo: yo pongo....

"Todas las familias felices se parecen pero las infelices lo son cada una a su manera."

Y otra forera que adivine: "Anna Karenina", de Leon Tolstoi, pondrá otro fragmento. A ser posible que contenga elementos reconocibles de la obra, sin necesidad de que sea el comienzo o que aparezca el nombre de los protagonistas.

No vale consultar en Google .

La ganadora será la primera persona que lo adivine. Pero se puede pedir pistas.

Asi que empieza el primer fragmento:

"Sobre una loma inmediata al puente se erguía una cruz de piedra, a cuyo alrededor se había reunido un grupo -media docena de mujeres y un mozo alto vestido con un sayo rojizodiscutiendo acerca de lo que podía anunciar el toque de rebato. Media hora antes, un mensajero había cruzado la aldea, con tal prisa que apagó la sed con un jarro de cerveza sin desmontar siquiera del caballo, tan urgente era su mensaje. Mas ni él mismo sabía de qué se trataba; únicamente, que llevaba pliegos sellados de sir Daniel Brackley para sir Oliver Oates, el párroco encargado de cuidar del Castillo del Foso en ausencia del dueño.
 
Ahhh, el libro no lo sé, sólo la peli. Que mala suerte. De todas maneras te envío dos rosas.

En efecto, es "La Flecha Negra", de R.L. Stevenson. ¡Lástima que no haya leído la novela y experimentar el placer de leer a Stevenson.

Por haber sido la primera en acertar - había que ponerlo fácil al principio -, es su turno ahora.
 
El primer fragmento de la novela, no incluye nombres ni lugares, pero queda patente de qué época de trata y a qué genero pertenece:

"En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, doy principio a la historia de una parte muy principal de mi vida; quiero decir que empiezo a narrar la serie de trabajos, servicios, proezas y afanes, por los cuales pasé en poco tiempo, desde el más oscuro antro de las regias covachuelas, a calentar un sillón en el Real Consejo y Cámara de Castilla.

Abran los oídos y escuchen y entiendan cómo un varón listo y honrado podía medrar y sublimarse por la sola virtud de sus merecimientos, sin sentar el pie en los tortuosos caminos de la intriga, ni halagar lisonjero las orejas de los grandes con la música de la adulación, ni poner tarifa a su conciencia o vil tasa a su honor, cual suelen hacer los menguados ambiciosillos del día, después que las sanas costumbres, la modestia, la sobriedad y la cristiana mansedumbre han huido avergonzadas del mundo, y son tan míseros de virtud los tiempos, que no se encuentra un hombre de bien aunque den por él medio millón de pícaros vividores.

¡Bendito sea Dios, padre de los menesterosos, sustento de los débiles, proveedor de los hambrientos, aposentador de los desamparados, amparo de los desnudos, alivio de todos los pobrecitos que quieren ganarse la vida, y despensero de las hormigas, de los pájaros y de los pretendientes!... ¡Bendito sea Dios, digo, que me ha conservado mis sueldos, gajes, pensiones, viáticos, emolumentos y obvenciones, para que desahogadamente y sin importunos cuidados pueda contar todos los pasos de mi fabulosa carrera! ¡Oh! ¿Por qué he de ocultarlo? Carrera como la mía no la hicieron más de cuatro, desde que brotó en la fecunda tierra el tallo de los empleos públicos y abrieron sus polvorientas corolas de papel los expedientes de Arbitrios, Propios, Tercias reales, Noveno, Pósitos, Paj* y Utensilios, Frutos civiles, Mandas, Renta de la Abuela, Chapín de la Reina y demás yerbas que componían el placentero jardín de la Administración."
 
El primer fragmento de la novela, no incluye nombres ni lugares, pero queda patente de qué época de trata y a qué genero pertenece:

"En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, doy principio a la historia de una parte muy principal de mi vida; quiero decir que empiezo a narrar la serie de trabajos, servicios, proezas y afanes, por los cuales pasé en poco tiempo, desde el más oscuro antro de las regias covachuelas, a calentar un sillón en el Real Consejo y Cámara de Castilla.

Abran los oídos y escuchen y entiendan cómo un varón listo y honrado podía medrar y sublimarse por la sola virtud de sus merecimientos, sin sentar el pie en los tortuosos caminos de la intriga, ni halagar lisonjero las orejas de los grandes con la música de la adulación, ni poner tarifa a su conciencia o vil tasa a su honor, cual suelen hacer los menguados ambiciosillos del día, después que las sanas costumbres, la modestia, la sobriedad y la cristiana mansedumbre han huido avergonzadas del mundo, y son tan míseros de virtud los tiempos, que no se encuentra un hombre de bien aunque den por él medio millón de pícaros vividores.


¡Bendito sea Dios, padre de los menesterosos, sustento de los débiles, proveedor de los hambrientos, aposentador de los desamparados, amparo de los desnudos, alivio de todos los pobrecitos que quieren ganarse la vida, y despensero de las hormigas, de los pájaros y de los pretendientes!... ¡Bendito sea Dios, digo, que me ha conservado mis sueldos, gajes, pensiones, viáticos, emolumentos y obvenciones, para que desahogadamente y sin importunos cuidados pueda contar todos los pasos de mi fabulosa carrera! ¡Oh! ¿Por qué he de ocultarlo? Carrera como la mía no la hicieron más de cuatro, desde que brotó en la fecunda tierra el tallo de los empleos públicos y abrieron sus polvorientas corolas de papel los expedientes de Arbitrios, Propios, Tercias reales, Noveno, Pósitos, Paj* y Utensilios, Frutos civiles, Mandas, Renta de la Abuela, Chapín de la Reina y demás yerbas que componían el placentero jardín de la Administración."

¡Bravo! Así empieza la segunda serie de los Episodios Nacionales de mi admiradísimo Benito Perez Galdós. El prota es un liberal que las pasa canutas durante el reinado de Fernando VII el Felón.
 
Bueno, como estoy segura de haber acertado, con permiso de Muguet, tomo el turno y pongo el nuevo fragmento:

"Un niño y un cadáver: tales encuentros no debieron ser tan raros en el Edimburgo de la época. Altas tasas de mortalidad y circunstancias precarias contribuían a un aprendizaje temprano. La familia era católica y el cuerpo era el de la abuela de Arthur, una tal Katherine Pack. Quizá dejar la puerta entornada había sido intencionado. Puede que quisieran inculcar en el niño el horror de la muerte; o, más optimista, mostrarle que la muerte no era nada temible. Era evidente que el alma de la abuela había volado al cielo y que solo había dejado la cáscara en putrefacción del cuerpo. ¿Que el niño quiere ver? Pues dejadle que vea."
 
Pista: es una novela basada en personajes y hechos reales... uno de los protagonistas es escritor famoso.
 

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