Serendi, acabo de enterarme de tu marcha. Te has ido cuando más te necesitaba, precisamente este fin de semana que quería hacer Pan de Calatrava, ahora me quedo sin saber qué clase de pan lleva la versión original.
Ante mi sorpresa descubro que no eras sólo un caballero cultísimo, sino un Don Juan además. Un Don Giovani diría yo, dado tu amor a la ópera. Me quito el sombrero ante tu poderío y potencia. No sólo podías abrir 10 hilos en un día y llenarlos de contenido magníficos, además podías enamorar a por lo menos tres damas a la vez, porque aquí sólo hay damas y tú lo sabes. La verdad es que siempre intuí tu lado más canalla, algunos hilos que te borraron, pero que me dio tiempo a vislumbrar el contenido, tu amor por el arte, ¿cómo no se iba a extender a las mil y una artes amatorias? Alguna vez dejaste entrever que debajo de ese sombre se escondía un Gray mediterráneo. Si hubieras abierto un hilo sobre sombras, habrías recogido no 50, sino 5000.
Debo confesar que dada tu potencia creativa en algún momento pensé fueras un robot, una máquina, ¡qué cerca estaba ya de acertar! Eras una love machine.
¿Cómo es que tú que tanto sabías de psicología femenina no pudiste intuir la indignación que surgiría cuando estas damas se enterasen de que no eran ellas las únicas que iluminaban tus tardes solitaria?. Y a todo esto ¿cómo es que nunca me tiraste los tejos a mí? No sabes lo que te perdiste, en la penitencia va el castigo
Pues bien, desde aquí me despido de ti, mi compañero de tardes, de gustos, de cocinas, de música. Digo adieu al creador del hilo del bidet, al hombre que ya nunca podrá contarme los secretos del pan de Calatrava, que sola me dejas en esta tarde otoñal, te has ido y en el aire yerra aun un perfume a heliotropos.
Permítime que aunque, sin méritos, también lleve luto por ti
Siento mucho nopoder llevar algo máshumilde y adecuado, peor tu partida me ha pillado con tan solo este modelo de Paquin en mi vestidor.
Ante mi sorpresa descubro que no eras sólo un caballero cultísimo, sino un Don Juan además. Un Don Giovani diría yo, dado tu amor a la ópera. Me quito el sombrero ante tu poderío y potencia. No sólo podías abrir 10 hilos en un día y llenarlos de contenido magníficos, además podías enamorar a por lo menos tres damas a la vez, porque aquí sólo hay damas y tú lo sabes. La verdad es que siempre intuí tu lado más canalla, algunos hilos que te borraron, pero que me dio tiempo a vislumbrar el contenido, tu amor por el arte, ¿cómo no se iba a extender a las mil y una artes amatorias? Alguna vez dejaste entrever que debajo de ese sombre se escondía un Gray mediterráneo. Si hubieras abierto un hilo sobre sombras, habrías recogido no 50, sino 5000.
Debo confesar que dada tu potencia creativa en algún momento pensé fueras un robot, una máquina, ¡qué cerca estaba ya de acertar! Eras una love machine.
¿Cómo es que tú que tanto sabías de psicología femenina no pudiste intuir la indignación que surgiría cuando estas damas se enterasen de que no eran ellas las únicas que iluminaban tus tardes solitaria?. Y a todo esto ¿cómo es que nunca me tiraste los tejos a mí? No sabes lo que te perdiste, en la penitencia va el castigo
Pues bien, desde aquí me despido de ti, mi compañero de tardes, de gustos, de cocinas, de música. Digo adieu al creador del hilo del bidet, al hombre que ya nunca podrá contarme los secretos del pan de Calatrava, que sola me dejas en esta tarde otoñal, te has ido y en el aire yerra aun un perfume a heliotropos.
Permítime que aunque, sin méritos, también lleve luto por ti
Siento mucho nopoder llevar algo máshumilde y adecuado, peor tu partida me ha pillado con tan solo este modelo de Paquin en mi vestidor.