Son la anti-influencia.Pues sí prima, lo que resulta ridículo es que Pepis y muchas de su gremio, teniendo un negocio donde podrían dar rienda suelta a la creatividad y al estilo personal sin necesidad de respetar un protocolo laboral acaben todas uniformadas, meras borreguitas seguidoras de las últimas tendencias, siervas de la campaña masiva de la marca del momento aunque poco o nada tenga que ver con ellas. Que obviamente pueden hacer lo que les de la gana pero es paradójico que al mismo tiempo se definan como referentes de estilo o prescriptoras de moda. Sí, sí, claro, claro...
Me quedo con este fragmento de un artículo de El Mundo:
“Francamente, creía que las blogueras estaban ya pasadísimas, que por fin no quedaba nadie en su sano juicio que las siguiera de verdad, que no había nadie que no se hubiera dado cuenta del criterio mercantilista que prevalece en todos sus canales, ya faltos de toda espontaneidad, cultura y moda. Porque sí, las egoblogueras confunden moda con shopping, 'lifestyle' con jetismo para que te inviten a comer y a un spa y que la vida te resulte gratis....”
https://www.google.es/amp/s/amp.elm...r/2017/05/29/blogueras-y-chochocentrismo.html