Inauguración temporada 2019/2020 del Teatro Real. Representación de la ópera "Don Carlo". Sept 18

Foto cortesía de @Samanthac
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Estaba observando lo mismo, querida @Brisky
No es posible ni comprensible que Letizia se presente a una gala pendiente de si se le abre el escote.
Lo entiendo en una joven principiante. No se tiene experiencia, se quiere agradar a toda costa, etc.etc.etc.
Pero después de tantos años la reina sigue cometiendo los mismos errores?
Cuando planifican el vestuario no contemplan todo el conjunto? No camina en su vestidor para ver cómo
le queda y que eventualidades le pueden suceder? No tiene costureras en Zarzuela para ajustar con prolijidad
las prendas? No ve que las pulseras (que son una locura de bellas) no lucen una encima de la otra y que
la manga larga las engulle? No contempló la posibilidad de hacerse una manicura aunque sea muy discreta
sabiendo que por la importancia de las joyas van a fotografiar sus manos hasta el menor detalle?
Todo es así de improvisado? Acaso elige algo y se lo prueba media hora antes del evento y listo ya salimos
como queda, aún cuando el resultado es un desastre?
Quiero decirle a todas las cotillas que mi opinión está dada desde el más profundo respeto.
El tema es que no puedo tolerar tanta desidia. La monarquía española es una de las instituciones más antiguas
de la historia. Mi familia paterna es española y siento a España como mía. Por eso me enfado con estas
actitudes de improvisación. En definitiva solo se trata de mostrarse con prolijidad.
Y después me pregunto cómo es posible que la reina aún no domine con soltura otro idioma que no sea
el castellano... Pero si aún no ha aprobado las mínimas reglas de como salir vestida con corrección
y naturalidad.
En en fondo me da pena. Si se da cuenta que quiere pero no puede, su frustración la debe hacer sufrir
hasta lo indecible. :unsure::unsure::unsure:
Entiendo y comparto todas las observaciones de tu comentario, tan respetuoso y agradable de leer como siempre.
En lo único que no concuerdo es en tu apreciación final sobre su posible sufrimiento y tu pena.
Respecto a lo primero, no me ha parecido nunca que se dé cuenta de nada que requiera un mínimo de sensibilidad o de humildad ante sus evidentes limitaciones y carencias, aun más teniendo en cuenta que de sobra dispone de quienes hubieran podido ayudar a disimularlas al menos.
En cuanto a lo segundo, como no creo que sufra, no le tengo pena. Y si alguna vez me he visto tentada de sentirla, ese sentimiento en seguida ha sido barrido por la oceánica vergüenza que generalmente me provocan tanto su aspecto como su actitud.
Te mando un abrazo, querida austral.
 
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