CASO ALCASSER

"El Señor A y el artículo de Interviú, resumen

El 7 de agosto de 1996, Miguel Nicolás Cortona se presentó rápidamente y de forma voluntaria para declarar en las dependencias de la 311 comandancia de la Guardia Civil con motivo de la publicación en la revista Interviú de un artículo sobre él (ff. 3.991-3.994).

El artículo de Interviú va firmado por Luis Miguel Montero y Andrés Sánchez, y trata sobre el conocido ataque del encapuchado a Cortona. Se entrevista al autor de la paliza, al que el periodista, llama “Señor A”. Todo lo que escribiremos a continuación es esta versión publicada por Interviú.

Según el Señor A, Cortona, alias “El Marley” (apodo por el que Miguel Nicolás Cortona era conocido en el submundo de la delincuencia), era un camello habitual de hachís y un chivato de la Guardia Civil. Había organizado una red de prostit*ción en su caseta, en la cual había caído la hija menor de dicho empresario, a quien “El Marley” mantuvo secuestrada y drogada.

Según su versión, en esta caseta o chalet, se prostituían mayores y menores de edad, voluntariamente o por la fuerza, además de venderse cocaína. Concretamente, el tiempo que el Señor A vigiló a Cortona, había dos menores en la caseta: la hija del empresario valenciano y otra chica de 17 años. Si accedían a prostituirse, les daban cocaína; en caso contrario, les daba una paliza.

A este chalet iban algunos guardias civiles del puesto de Llíria.

Por fortuna, la hija del empresario pudo escapar y volver a casa. Después de eso, Cortona se vio obligado a dejar el negocio de la prostit*ción temporalmente. Cuando el padre de la menor secuestrada oyó lo que le contó su hija, contrató al Señor A para obtener venganza.

El Señor A investigó también el interior de la caseta varias veces antes de entrar, para saber qué se iba a encontrar y cómo iba a actuar: “encontré cajas con ropa de mujer de diferentes estilos y tallas”; encontró también una pistola, que se quedó, pero luego se dio cuenta de que era de aire comprimido.

El Señor A encontró una noche favorable para entrar en el chalet de Cortona sobre el 7 o el 8 de enero de 1993, a las 4 de la madrugada.

El Señor A afirma que Miguel Nicolás Cortona estaba totalmente solo, que miente cuando dijo que Miguel Ricart estaba ahí.

El Señor A se introdujo en la casa, hasta la habitación de Cortona, e hizo ruido para que se despertara. La caseta no tenía luz, así que Cortona encendió un mechero. El Señor A lo amenazó con una réplica Derringer 38, y empezó a pegarle con un trozo de viga de hierro. Cortona “El Marley” le preguntó por qué le pegaba. El Señor A contestó que por lo de la niña. Entonces el “El Marley” dijo temblando: “Yo a las niñas no les hice nada. Yo no he sido”. En aquellos días en Valencia todos se referían a Miriam, Toñi y Desirée como “las niñas”. El Señor A sacó a Cortona de la casa y siguió golpeándolo. Volvió a meterlo dentro, pero las luces de los chalets cercanos comenzaron a encenderse y, al verlo, el Señor A le dijo “Métete dentro del armario que esta noche se te ha aparecido la virgen”.

El periodista pregunta sobre los hechos a Miguel Nicolás Cortona, alias “El Marley”: Cortona reconoce que le pegaron una paliza en enero de 1993, y que cree que fue Anglés, pero que iba encapuchado. Ricart estaba durmiendo con Cortona, en la misma habitación y la misma cama, Ricart a los pies y él a la cabecera. Unos días después Cortona se dio cuenta de que el encapuchado era Antonio Anglés porque llevaba la misma cazadora, que reconoció por unas iniciales que esta llevaba. Confirma que en la casa tenía unas cajas de cartón con ropa de mujer, pero da vagas excusas, como que serían de Ricart o Anglés, o de alguna de las chicas a las que invitaba a ir a su casa, también dice que podían ser de su mujer o de una amiga.

Declaración de Miguel Nicolás Cortona en relación al artículo de Interviú y sus declaraciones

Como decíamos, el 7 de agosto de 1996 Cortona comparece para declarar en la 311 comandancia de la Guardia Civil (ff. 3.992-3.994).

Cortona manifiesta que el periodista Andrés Sánchez (uno de los autores del artículo) se presentó para hacerle unas preguntas, que hablaron de la época en que Miguel Ricart vivió en su caseta, que un encapuchado le dio una paliza, que en la caseta había tenido ropa de mujer y que ahora le habían pedido muestras de sangre. Cortona confiesa que es conocido como “El Marley”. Las únicas mujeres que han estado en su casa fueron una prost*t*ta del barrio chino, de unos treinta años, y una tal Antonia, con quien tuvo una relación durante tres años. La prost*t*ta estuvo alrededor de finales de 1992 o principios de 1993. La ropa de mujer: un vecino le dio unas bolsas de ropa por si le interesaba algo, y quizás ahí había ropa de mujer, o quizás fuera de la mencionada Antonia, porque tenía cajas con ropa suya. Cortona dice que no colaboraba con la Guardia Civil de Llíria, y que los guardias de ese puesto no eran jóvenes. Dice que él no es traficante de hachís, solo consumidor, aunque fue detenido por tráfico. Confiesa que tenía una pistola de aire comprimido, pero que eso no se lo contó al periodista. No le dijo nada al encapuchado de las niñas, y por esa fecha ni siquiera sabía que habían desaparecido. La charla con el periodista duró media hora. El periodista no le hizo ninguna pregunta sobre una red de prostit*ción.

Valoración

Resulta difícil de conocer el grado de veracidad de todos los datos del reportaje, ya que, inexplicablemente, la Guardia Civil no hizo investigaciones al respecto, o si las hizo no constan en el sumario.

Pero algunos de los datos sí han sido contrastados, y nos hace pensar que, como mínimo, una parte del artículo contiene información veraz:

-Por primera vez Cortona confiesa que se le conoce como “El Marley”, mientras que en declaraciones anteriores decía no tener ningún alias.
-Tal como decía el Señor A, se confirma que había cajas de ropa de mujer en casa de Cortona.

Y eso lleva a preguntarse si el resto de información es también cierta o no:

-Según la entrevista, Miguel Ricart dormía en la misma habitación y cama que Cortona. En la declaración del 1 de febrero de 1993 Ricart estaba en otra habitación. En la del 30 de abril Miguel Ricart dormía en la misma habitación que Cortona, aunque en otra cama.
-El Señor A afirma que en casa de Cortona no había absolutamente nadie más, que no estaba Miguel Ricart.
-Según Interviú Cortona había montado un negocio de drogas y prostit*ción con mayores y menores de edad.
–Su negocio de drogas y prostit*ción estaba frecuentado por guardias civiles, según Interviú.
-Cortona no es capaz de explicar claramente a quién pertenecían las cajas con ropa de mujer que había en su casa.
–Cortona era uno de los informantes habituales de la Guardia Civil, según publica abiertamente Interviú.
-La Guardia Civil no investigó más a Cortona, o si lo hizo no figura en el sumario del caso."
https://elcrimendealcasser.wordpress.com/la-entrevista-de-interviu/
Uno de los videos de Batallador cuenta la historia de Cortona en su totalidad.
Es muy interesante y despeja muchas dudas.
La historia de la red de prostit*ción no está probada que existiera. Y también quedó claro que la relación con MR y Angles fue posterior a los hechos y no se conocían de antes.
 
Pues el director de la pelicula 75 dias que aún no se ha estrenado dice que ellos han hablado con Ricart y que no entienden como los de Bambú ( los del documental de Netflix) puedan decir que no se sabe dónde está...que si lo han encontrado ellos como que los otros no...
Algo leí x facebook pero no me dejó entrar en el enlace.
 
Lo de los calcetines igual están donde verdaderamente las torturaron y según MR, el vistió a las niñas y les puso los zapatos, eso sí está en el sumario
 
El que insultaba y faltaba, era fg en televisión llamando asesinos a personas inocentes.
El padre coraje que buscaba la verdad, no quiso ver la cinta que jib le recomendó no verla, que sería la prueba definitiva y no tendría que pagar una multa millonaria;)

Eso sí, FG recomendó comprar el libro con las fotos de su hija y sus amigas muertas porque así se haría justicia.

Estáis de broma no????:rolleyes:
Yo creo que no hay cinta ni hay nada, Juan Ignacio Blanco y Frontela son unos trepas y unos caraduras que se han querido lucrar de la muerte de 3 personas y se han aprovechado del padre, que para mi personalmente no esta bien, creo que se quedó tocado psicológicamente. En el documental del Caso Alcásser, J.I. Blanco decía que tenía una cinta que se la dio el cura del pueblo en secreto al padre o yo que paranoia parecida y que si la cinta saliese a la luz temblaria todo, le preguntan a Fernando García por la cinta y el padre no tiene ni idea de que cinta habla Blanco y por lo que parece llevan años sin hablar. Yo os exhorto a que no os fieis de Frontela y de Blanco, solo saben mentir y tergiversar (Y sacar pasta, obviamente), por no hablar de la fundación que montó Fernando García y la pasta que se quedó y que también estaba metido Blanco... Los demás padres no quieren saber nada de F. García y por algo será. Perdón por el tocho, un saludo, prima.
 
Lo de la carta y la cassette (no un vídeo) dentro de un sobre me lo contaron dos personas que vivían por aquel entonces en el pueblo, al menos esa fue la noticia que circuló por allí. Y fue, como dice Fernando García, a través del párroco. Y esa cinta de cassette fue la que llevaron al Ministerio del Interior cuando les recibió Jaime Mayor Oreja. El audio debía de tener la suficiente importancia como para hacer llegar la cinta al ministro. Desde entonces recibieron la callada por respuesta. Fernando García debería de aclarar de una vez por todas este episodio y revelar el contenido de ese audio, porque nadie se cree que no lo escuchara. Sería quizás lo único que pudiera llegar a salir a la luz algún día.

Sobre la existencia del vídeo, tampoco lo descarto, pero desde luego que nunca ha estado en poder de Juan Ignacio Blanco. O terceros le hablaron de esas imágenes o quizás sí le llegaran a dejar verlas para que hiciese ruido, pero desde luego que nunca permitirían que se llevase el vídeo a su casa. Fernando García también reconoce que tiempo después del juicio a Juan Ignacio se le pudo hacer llegar información de la que él no dispone.

En la última conferencia que dio en el año 2017 se refirió a que un ex agente del CNI (con chalet en El Escorial) le proporcionó bastantes años atrás los vídeos, pero que no podía aseverar que no estuviesen manipulados, y eso sólo puede ser porque nunca obraron en su poder. Creo que ha podido mezclar ambos episodios, el del párroco con el posterior de ese ex agente del CNI, por cierto, persona muy cercana a un ex banquero defenestrado el mismo año que aparecieron las niñas de Alcàsser en la fosa de La Romana y que ha estado muchísimo menos tiempo en la cárcel del impuesto como pena en las sentencias. Hay que reconocer que no ha salido mal librado con toda la que lió por aquellos años.

Juan Ignacio pudo convertirse en ese juguete roto que otros que vuelan mucho más alto que él han utilizado durante aquellos convulsos años 90 en España. Fernando García también representaría el papel de padre coraje que agitara el caso en los medios, a algunos es probable que les viniera bien. Recordemos que el padre de Míriam ya no se fiaba un pelo de la versión oficial años antes de conocer a Juan Ignacio Blanco. Primero les abrieron de par en par las puertas de los medios de comunicación y después del juicio se las cerraron, fue entonces cuando empezó su interminable calvario, les dieron la espalda y se inició una cacería judicial y mediática.

Lo cierto es que si las cosas fueron tal y como cuenta la versión oficial, a estas alturas estaría todo archidemostrado, y no es así. El enorme cúmulo de cabos sueltos sigue haciendo dudar al más pintado después de casi 27 años.
 
Última edición:
Hacerse con las radiografías de los cadáveres, con los negativos de las fotos de La Romana o con las fotografías de las segundas autopsias de Frontela fue para Fernando García y Juan Ignacio Blanco una misión completamente imposible, y lo sigue siendo después de casi 30 años. El que no existan tampoco fotografías del levantamiento para comprobar qué había realmente en el interior de la fosa es un completo escándalo.

Para los que tengan dudas, Frontela apareció por allí porque fue requerido por el Ayuntamiento de Alcásser en representación de las familias. A Fernando García un mando de la GC le puso en alerta al llegar a Valencia al decirle que no debía de confiar en el equipo de forenses que se había nombrado para la realización de las primeras autopsias, no se trató de ningún capricho de Fernando. Y faltaban aún casi cuatro años para que apareciera Juan Ignacio Blanco por Alcásser.
 
Yo creo que no hay cinta ni hay nada, Juan Ignacio Blanco y Frontela son unos trepas y unos caraduras que se han querido lucrar de la muerte de 3 personas y se han aprovechado del padre, que para mi personalmente no esta bien, creo que se quedó tocado psicológicamente. En el documental del Caso Alcásser, J.I. Blanco decía que tenía una cinta que se la dio el cura del pueblo en secreto al padre o yo que paranoia parecida y que si la cinta saliese a la luz temblaria todo, le preguntan a Fernando García por la cinta y el padre no tiene ni idea de que cinta habla Blanco y por lo que parece llevan años sin hablar. Yo os exhorto a que no os fieis de Frontela y de Blanco, solo saben mentir y tergiversar (Y sacar pasta, obviamente), por no hablar de la fundación que montó Fernando García y la pasta que se quedó y que también estaba metido Blanco... Los demás padres no quieren saber nada de F. García y por algo será. Perdón por el tocho, un saludo, prima.

Yo a Frontela lo dejaría al margen. No creo que haya tenido interés económico en el tema Alcàsser, aunque sí de ego. Dinero no le falta que es de una familia acomodada y ha ganado mucho dinero con peritajes privados (como todos los médicos forenses, ojo, nada criticable), amén de su sueldo de catedrático y director de Medicina Legal de Sevilla. Le gusta el protagonismo, pero no me lo compares con Blanco, ni por trayectoria (forense top vs juntaletras de sucesos) ni por la forma de proceder.

Me parece que García ha tenido más jeta que Frontela en todo esto, aunque obviamente muy influido por el "criminólogo", y tampoco nos engañemos, Fernando no es que sea un tío precisamente muy inteligente, lo cual no es ninguna deshonra, pero lo que sí me pareció siempre una sobrada por su parte es verlo hablar y llevar la contraria a expertos en materias como medicina forense.
 
Lo de la carta y la cassette (no un vídeo) dentro de un sobre me lo contaron dos personas que vivían por aquel entonces en el pueblo, al menos esa fue la noticia que circuló por allí. Y fue, como dice Fernando García, a través del párroco. Y esa cinta de cassette fue la que llevaron al Ministerio del Interior cuando les recibió Jaime Mayor Oreja. El audio debía de tener la suficiente importancia como para hacer llegar la cinta al ministro. Desde entonces recibieron la callada por respuesta. Fernando García debería de aclarar de una vez por todas este episodio y revelar el contenido de ese audio, porque nadie se cree que no lo escuchara. Sería quizás lo único que pudiera llegar a salir a la luz algún día.

Sobre la existencia del vídeo, tampoco lo descarto, pero desde luego que nunca ha estado en poder de Juan Ignacio Blanco. O terceros le hablaron de esas imágenes o quizás sí le llegaran a dejar verlas para que hiciese ruido, pero desde luego que nunca permitirían que se llevase el vídeo a su casa. Fernando García también reconoce que tiempo después del juicio a Juan Ignacio se le pudo hacer llegar información de la que él no dispone.

En la última conferencia que dio en el año 2017 se refirió a que un ex agente del CNI (con chalet en El Escorial) le proporcionó bastantes años atrás los vídeos, pero que no podía aseverar que no estuviesen manipulados, y eso sólo puede ser porque nunca obraron en su poder. Creo que ha podido mezclar ambos episodios, el del párroco con el posterior de ese ex agente del CNI, por cierto, persona muy cercana a un ex banquero defenestrado el mismo año que aparecieron las niñas de Alcàsser en la fosa de La Romana y que ha estado muchísimo menos tiempo en la cárcel del impuesto como pena en las sentencias. Hay que reconocer que no ha salido mal librado con toda la que lió por aquellos años.


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El problema de eso es como todo lo que ha contado Blanco desde hace unos años hasta que por su estado terminal dejó de hacer declaraciones: cero pruebas de lo que dice, o peor aún, que las pruebas las tiene pero que no las puede sacar a la luz por si le matan, cuando falleciese ya si tal...

Y con el curriculum de mentiras, contradicciones y demás que ha tenido Blanco, pues como para creerse un tema tan importante como sería una cinta snuff...
 
Hacerse con las radiografías de los cadáveres, con los negativos de las fotos de La Romana o con las fotografías de las segundas autopsias de Frontela fue para Fernando García y Juan Ignacio Blanco una misión completamente imposible, y lo sigue siendo después de casi 30 años. El que no existan tampoco fotografías del levantamiento para comprobar qué había realmente en el interior de la fosa es un completo escándalo.

Para los que tengan dudas, Frontela apareció por allí porque fue requerido por el Ayuntamiento de Alcásser en representación de las familias. A Fernando García un mando de la GC le puso en alerta al llegar a Valencia al decirle que no debía de confiar en el equipo de forenses que se había nombrado para la realización de las primeras autopsias, no se trató de ningún capricho de Fernando. Y faltaban aún casi cuatro años para que apareciera Juan Ignacio Blanco por Alcásser.

Perdona, pero las fotos de la autopsia de Frontela fueron subidas a Internet junto a las de la primera autopsia. No hace tanto (igual 5 años) se encontraban por la famosa web del Palleter, o quizás la de Viriato. A lo mejor las radiografías no quiso dárselas por miedo a que las publicasen en el Mississippi. Con las fotos de la autopsia no tuvo más remedio porque estaban incluidas en el sumario.

En cuanto a la presencia de Frontela, pues hay varias versiones

Frontela dice que le llamó el Secretario de Estado Rafael Vera para que fuese a Valencia.
El ayuntamiento de Alcàsser dice que fueron ellos después de que Frontela se ofreciera
Blanco, y no García, dice que fue un Guardia Civil, Miranda, el que le dijo "hay gato encerrado"
 
Se puede ver en la web elcrimendealcasser..
el informe del INT sobre el estudio de huellas dactilares.
En él describe con detalle estado de todas las manos. Supongo que dicho informe fue después de la autopsia.

Tenía entendido q la duda sembrada era en una epífisis y no la mano entera.
Frontela parece que se decanta por T con seguridad pero podría ser de M perfectamente,como dices.Él es el experto y dice que así aparece en el sumario..la verdad es q no lo he comprobado.Quizá tú lo recuerdes mejor.Yo esa parte no la tengo nada fresca.
 
Pues como para hacer públicas unas verdaderas cintas en el caso de q las hubiese...aunque yo pienso que nunca existieron...pero igual que se " censura" sin " censurar" una película sobre el caso.como para que salga la verdad . de lo que estoy segura es que no es como lo cuenta la versión oficial.

Bueno si ahora se cambia por cintas de audio igual resulta que es una psicofonía y de ahí q Iker se haya interesado.Eso o podemos para película de calidad DVD ò HD.Todo vale.
Sobre 75 días afortunadamente el propio equipo ha dejado muy claro que no ha tenido ni trabas ni problemas de ningún tipo.
 
Última edición:
Bueno si ahora se cambia por cintas de audio igual resulta que es una psicofonía y de ahí q Iker se haya interesado.Eso o podemos para película de calidad DVD ò HD.Todo vale.
Sobre 75 días afortunadamente el propio equipo ha dejado muy claro que no ha tenido ni trabas ni problemas de ningún tipo.

Bueno, en los años 90 también se le llamaba "cassette" a las cintas VHS. Aunque fuese minoritario.
 

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