Doña Letizia lleva meses acudiendo a un psicólogo

No me creo los motivos que explica la noticia, que vaya porque se da cuenta de que es muy controladora, eso es lo que pensamos los de fuera pero reconocerlo sería una ataque de humildad y sensatez que no cuadran para nada
 
Dice el interno 16, que se iba a escapar de cienpozuelos, pero que le ganó el psiquiatra que atiende a zzzetizzia. Si lo buscas esta bailando con la cibeles.....
 
Y el malhadado psicólogo a quién acude? Ya .A Greenpeace ,el probe animaliño.:muted:

Se ha metido :sorry: en el hueco que dejó un percebe :rolleyes: en su huida al enterarse de que Agüelus Máximus tiene ahora la corte en Sanxenxo.
Ésto está creando un conflicto médico-marisquico :alien: de increíbles proporciones. Están esperando la opinión experta del Nietus de Cousteau. :astronaut::droid::borg:
Notedigomás :unsure:
 
Hola, @singlecita!!!

Hay diversos componentes en este tipo de patologías... Genéticos y/o familiares, dependiendo de la enfermedad. En este último caso y por decirlo de alguna manera, heredas cierta tendencia / rasgo.

A pesar de ello, yo siempre he creído que, en en el caso de las Ortiz Rocasolano (y conste que esto lo digo más como cotilla que como médico), su desequilibrio tiene más que ver con lo insustancial que parece la madre. La veo totalmente superficial y simple. Lo siento. No puedo evitarlo. Y esto, unido a muchas cosas que he ido leyendo en el foro a lo largo de los años (que no atendía a sus hijas cuando vivían en Oviedo, entre otras) me hace pensar que Paloma no era una madre constante ni involucrada en la crianza de unas niñas. Estas actitudes generan carencias y desequilibrios en los hijos que se ven más cuando se hacen mayores.

Ojo, dicho esto, no quiero culpar a la madre del su***dio de Erika. Dios me libre, porque de eso nadie estamos libres y porque, para llegar a ese extremo, tiene que haber muchísimos más componentes que el que he citado, por desgracia. Además, nunca se me ocurriría juzgar a una persona que decide quitarse la vida. Ocurra lo que ocurra (cada caso es distinto), se trata de personas que no ven otra salida a su situación, desafortunadamente.

Saludos!


¿Yastáis hablando de mi???images.jpeg-19.jpg
A ver por qué no soy "idósnea" para criar unas "prinzezas", con los cambios que me he hecho con vuestros impuestos...
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Porque estuviese zascandileando por el universo mundo, que es muuucho más divertido y cansa menos, les enseñé a buscarse la vida desde bien jovencitas... sólo tenéis que adivinar donde está el "arma de la casa" en la foto (pista: debajo del volantón y dentro del p....lón jijijijijijijijiji y más jijijijijijiji). Me río porque donde pisan, todo cambia y dejan "güella" (últimamente oigo "violines" ¿por qué seráaaaaa?) 1-6.jpg
¡Vamos!
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Última edición:
Me resulta extraño que una persona que decidió que solo trabajaba de lunes a viernes, quiera ahora aumentar los actos en su agenda.
No va a empoderarla y puede ser incluso perjudicial ya que ahora con una agenda con menos actos, muchas veces se la ve forzada, sin falta de interés.
En la agenda de la Casa Real echo de menos actos culturales relacionados con nuestro patrimonio. No me refiero a la entrega de premios, uno detrás de otro.
En nuestro país el turismo es una fuente importantísima de ingresos. Echo en falta que desde Casa Real se de visibiidad a todo el patrimonio que tenemos, tanto inscrito como no en la UNESCO, a todas esas fiestas de interés turísitico en la que nunca vemos haciendo acto de aparición a la familia real.
Echo de menos que aparezcan en más eventos deportivos. No solo entregando trofeos. Podrían aparecer en algún evento deportivo solidario.
En nuestro país hay gente en el umbral de la probreza, comedores sociales, centros de antención al drogodependiente, casas de acogida para mujeres maltratadas...tampoco aparecen en esos lugares.
En el ámbito musical, se reduce a un par de apariciones en el Teatro Real o en el Auditorio Nacional. En el resto de España hay festivales y eventos musicales todo el año que pasan desapercibidos o solo son conocidos de forma local.
Se supone que deberían llevar encima la marca España.
Y asi podemos seguir: parques naturales, playas, momumentos históricos...etc. Patrimonio gastronómico...
También echo en falta una web de la Casa Real por ejemplo donde cada uno de ellos cada vez que fuese a un acto, hiciera por sí mismo(y no por otros) una reflexión sobre el significado de ese acto en concreto.



En otras palabras echas de menos que trabajen ...yo también ! . Lo poquito que hacen es totalmente prescindible. No añaden valor al Pais para nada.
 
En el árbol familiar, nada de "Rochesoleil", fueron " Roquesoulane". ¿ Por cierto, qué fué de la tia Otilia?

PACO ROCASOLANO

Se queda con Paloma, no con el hijo de chófer
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CONSUELO FONT MARIA RAMIREZ
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Paco Rocasolano, el abuelo taxista de la Princesa de Asturias, como popularmente le conoce toda España, está derrumbado. A pesar de que su hija Paloma, madre de la Princesa, con quien él y su mujer, Enriqueta, vivían desde hace año y medio, esta volcada con él. Como el resto de la familia, especialmente su otro hijo, Francisco, chófer del Parlamento Europeo, que reside en Luxemburgo. Y Abigail, David y Alfonso, que como la princesa Letizia y sus hermanas, son de sus 10 nietos los que mas unidos han vivido a sus abuelos maternos. Paco, que cumple 91 años el 21 de julio, ha perdido a su esposa, Enriqueta Rodríguez Figarredo. Una repentina crisis cardiaca puso fin a su vida el pasado domingo 22 de junio.

Nacida en Oviedo el 2 de marzo de 1919, la vida de Enriqueta no fue un camino de rosas, hasta que conoció a Paco Rocasolano. Su madre regentaba un puesto de pescado y su padre, nacido en Filipinas, aunque hijo de españoles, tenía fuertes convicciones republicanas, según relata Mariló Suárez, biógrafa de la familia de Letizia. Enriqueta se casó en primeras nupcias con un gijonés, del que pronto quedó viuda con una hija de corta edad, Otilia. Cuando las tropas de Franco tomaron Asturias, decidió refugiarse con su pequeña en Madrid, aún bajo control republicano.

La abuela de la Princesa, como a otros muchos españoles, pasó hambre y privaciones, más aún en su condición de joven viuda. Por eso la llegada de Francisco Rocasolano Camacho a su vida fue como una bendición. Hijo de un albañil, nacido en 1918 en el castizo barrio madrileño de Prosperidad, «al ladito del barrio de Salamanca» como él mismo subraya con orgullo, Paco, que durante la Guerra Civil había combatido en el bando republicano, ejerció como mecánico y posteriormente, logró agenciarse una licencia de taxi, profesión que ejerció en Madrid hasta 1991, año en que se jubiló. Simpático y dicharachero, cuando conoció a Enriqueta su corazón se rindió ante aquella joven madre viuda. Se casaron en 1950.

La propia Enriqueta había confesado que tenía «dos hijas y un hijo» , una de las cuales era Otilia, ya que de la unión de Paco y Enriqueta existen sólo dos hijos: Paloma la madre de la princesa Letizia, y un varón, Francisco, que inicialmente heredó la licencia de taxi de su padre y hoy reside en Luxemburgo.

Hace ya dos décadas que este hombre discreto y afable llegó al Gran Ducado, tras tropezarse con un anuncio de empleo en las instituciones europeas. Se buscaban conductores y especialistas en transporte. Algunos colegas recuerdan que entonces se presentaron cerca de 50.000 personas para apenas dos o tres plazas, pero el español quedó segundo y se convirtió en funcionario europeo, con un sueldo que triplica el de un burócrata español -el mínimo es de 2.400 euros y un conductor, con responsabilidad y décadas de antigüedad, puede incluso superar los 5.000-. El no quiere ser un personaje público ni hablar de su sobrina, aunque se suele apasionar al comentar su afición histórica por la genealogía, que le ha llevado a construir un gran archivo electrónico con el árbol familiar -con 75.000 nombres- desde Calanda, en Teruel, hasta Marcolès, hacia el sur de Francia, de donde sus antepasados, los Roquesoulane, huyeron por los altos impuestos.

Desde que se jubiló, Francisco, quien se mudó con su mujer y algunos de sus hijos (otros ya eran independientes), gestiona las flotas de coches para el Parlamento Europeo y su ritmo vital está marcado por la línea Bruselas-Luxemburgo-Estrasburgo. Hace años que él personalmente no lleva a eurodiputados, y sólo en ocasiones especiales conduce para algún alto cargo. Otros funcionarios reconocen que, sobre todo tras el anuncio de la boda real, hasta los líderes que a veces coincidían con él tenían ganas de preguntarle algún detalle y, después, comentaban: «Me ha llevado Rocasolano». Al taxi le debe, pues, buenas relaciones y una vida desahogada. Como Paco y la difunta Enriqueta.

Los ahorros que ambos amasaron les permitieron comprarse un apartamento en Torrevieja para reunir a sus hijos y nietos, entre ellos la princesa Letizia y sus hermanas Telma y Erika, que cada verano pasaban allí unos días. Y también como tantos abuelos, apechugaron con sus nietas cuando a su yerno, Jesús Ortiz, le trasladaron a Madrid por motivos laborales, mientras su hija Paloma, enfermera, tuvo que esperar a que le concedieran el traslado. Fueron Francisco y Enriqueta quienes se hicieron cargo de Letizia y Telma, hasta que la familia volvió a reunirse.

JUNTO AL MAR. Tras la jubilación, con los hijos asentados y los nietos criados, Paco y Enriqueta, atraídos por el beneficioso clima alicantino, se establecieron en un piso junto al mar en la urbanización San Gabriel, en las afueras de Alicante. Allí vivían una existencia plácida, que se interrumpió el 31 de octubre de 2003 con el compromiso de Letizia con el Príncipe. Según Victoria Mora, periodista del diario alicantino La Verdad, «él fue siempre muy amable con la prensa. Sin embargo, Enriqueta no quería hablar con los periodistas. Tampoco salía mucho de casa, porque alegaba que estaba pachucha, incluso tenía miedo de no llegar a la boda de su nieta con el Príncipe. Se les veía muy unidos, la típica pareja que llevaba toda la vida juntos. El era mucho más popular y vital, todos lo niños le conocían y le llamaban por su nombre. Incluso llegó a participar en una manifestación en Alicante en contra de que construyeran un astillero cerca de su vivienda».

Por fortuna, aunque se ha quedado viudo, Paco Rocasolano no entrará a forma parte de esa terrible estadística según la cual sólo uno de cada 10 ancianos en España vive con sus familias. El resto lo hace sólo o en residencias de la tercera edad, donde el 60% son viudos que no pueden sobrellevar su soledad.

A partir de ahora, el abuelo de Letizia, según fuentes próximas a la familia, continuará viviendo con su hija Paloma en Madrid. Ahora no tiene fuerzas para salir de casa. Pero los suyos confían en que vuelva a dar sus cotidianos paseos para ir a por el periódico y el pan. Y que se anime a pasar alguna tarde en la residencia de los Príncipes en Zarzuela, jugando con sus bisnietas Leonor y Sofía: su ilusión.
https://www.elmundo.es/suplementos/cronica/2008/663/1214690414.html
 
En el árbol familiar, nada de "Rochesoleil", fueron " Roquesoulane". ¿ Por cierto, qué fué de la tia Otilia?

PACO ROCASOLANO

Se queda con Paloma, no con el hijo de chófer
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CONSUELO FONT MARIA RAMIREZ
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Paco Rocasolano, el abuelo taxista de la Princesa de Asturias, como popularmente le conoce toda España, está derrumbado. A pesar de que su hija Paloma, madre de la Princesa, con quien él y su mujer, Enriqueta, vivían desde hace año y medio, esta volcada con él. Como el resto de la familia, especialmente su otro hijo, Francisco, chófer del Parlamento Europeo, que reside en Luxemburgo. Y Abigail, David y Alfonso, que como la princesa Letizia y sus hermanas, son de sus 10 nietos los que mas unidos han vivido a sus abuelos maternos. Paco, que cumple 91 años el 21 de julio, ha perdido a su esposa, Enriqueta Rodríguez Figarredo. Una repentina crisis cardiaca puso fin a su vida el pasado domingo 22 de junio.

Nacida en Oviedo el 2 de marzo de 1919, la vida de Enriqueta no fue un camino de rosas, hasta que conoció a Paco Rocasolano. Su madre regentaba un puesto de pescado y su padre, nacido en Filipinas, aunque hijo de españoles, tenía fuertes convicciones republicanas, según relata Mariló Suárez, biógrafa de la familia de Letizia. Enriqueta se casó en primeras nupcias con un gijonés, del que pronto quedó viuda con una hija de corta edad, Otilia. Cuando las tropas de Franco tomaron Asturias, decidió refugiarse con su pequeña en Madrid, aún bajo control republicano.

La abuela de la Princesa, como a otros muchos españoles, pasó hambre y privaciones, más aún en su condición de joven viuda. Por eso la llegada de Francisco Rocasolano Camacho a su vida fue como una bendición. Hijo de un albañil, nacido en 1918 en el castizo barrio madrileño de Prosperidad, «al ladito del barrio de Salamanca» como él mismo subraya con orgullo, Paco, que durante la Guerra Civil había combatido en el bando republicano, ejerció como mecánico y posteriormente, logró agenciarse una licencia de taxi, profesión que ejerció en Madrid hasta 1991, año en que se jubiló. Simpático y dicharachero, cuando conoció a Enriqueta su corazón se rindió ante aquella joven madre viuda. Se casaron en 1950.

La propia Enriqueta había confesado que tenía «dos hijas y un hijo» , una de las cuales era Otilia, ya que de la unión de Paco y Enriqueta existen sólo dos hijos: Paloma la madre de la princesa Letizia, y un varón, Francisco, que inicialmente heredó la licencia de taxi de su padre y hoy reside en Luxemburgo.

Hace ya dos décadas que este hombre discreto y afable llegó al Gran Ducado, tras tropezarse con un anuncio de empleo en las instituciones europeas. Se buscaban conductores y especialistas en transporte. Algunos colegas recuerdan que entonces se presentaron cerca de 50.000 personas para apenas dos o tres plazas, pero el español quedó segundo y se convirtió en funcionario europeo, con un sueldo que triplica el de un burócrata español -el mínimo es de 2.400 euros y un conductor, con responsabilidad y décadas de antigüedad, puede incluso superar los 5.000-. El no quiere ser un personaje público ni hablar de su sobrina, aunque se suele apasionar al comentar su afición histórica por la genealogía, que le ha llevado a construir un gran archivo electrónico con el árbol familiar -con 75.000 nombres- desde Calanda, en Teruel, hasta Marcolès, hacia el sur de Francia, de donde sus antepasados, los Roquesoulane, huyeron por los altos impuestos.

Desde que se jubiló, Francisco, quien se mudó con su mujer y algunos de sus hijos (otros ya eran independientes), gestiona las flotas de coches para el Parlamento Europeo y su ritmo vital está marcado por la línea Bruselas-Luxemburgo-Estrasburgo. Hace años que él personalmente no lleva a eurodiputados, y sólo en ocasiones especiales conduce para algún alto cargo. Otros funcionarios reconocen que, sobre todo tras el anuncio de la boda real, hasta los líderes que a veces coincidían con él tenían ganas de preguntarle algún detalle y, después, comentaban: «Me ha llevado Rocasolano». Al taxi le debe, pues, buenas relaciones y una vida desahogada. Como Paco y la difunta Enriqueta.

Los ahorros que ambos amasaron les permitieron comprarse un apartamento en Torrevieja para reunir a sus hijos y nietos, entre ellos la princesa Letizia y sus hermanas Telma y Erika, que cada verano pasaban allí unos días. Y también como tantos abuelos, apechugaron con sus nietas cuando a su yerno, Jesús Ortiz, le trasladaron a Madrid por motivos laborales, mientras su hija Paloma, enfermera, tuvo que esperar a que le concedieran el traslado. Fueron Francisco y Enriqueta quienes se hicieron cargo de Letizia y Telma, hasta que la familia volvió a reunirse.

JUNTO AL MAR. Tras la jubilación, con los hijos asentados y los nietos criados, Paco y Enriqueta, atraídos por el beneficioso clima alicantino, se establecieron en un piso junto al mar en la urbanización San Gabriel, en las afueras de Alicante. Allí vivían una existencia plácida, que se interrumpió el 31 de octubre de 2003 con el compromiso de Letizia con el Príncipe. Según Victoria Mora, periodista del diario alicantino La Verdad, «él fue siempre muy amable con la prensa. Sin embargo, Enriqueta no quería hablar con los periodistas. Tampoco salía mucho de casa, porque alegaba que estaba pachucha, incluso tenía miedo de no llegar a la boda de su nieta con el Príncipe. Se les veía muy unidos, la típica pareja que llevaba toda la vida juntos. El era mucho más popular y vital, todos lo niños le conocían y le llamaban por su nombre. Incluso llegó a participar en una manifestación en Alicante en contra de que construyeran un astillero cerca de su vivienda».

Por fortuna, aunque se ha quedado viudo, Paco Rocasolano no entrará a forma parte de esa terrible estadística según la cual sólo uno de cada 10 ancianos en España vive con sus familias. El resto lo hace sólo o en residencias de la tercera edad, donde el 60% son viudos que no pueden sobrellevar su soledad.

A partir de ahora, el abuelo de Letizia, según fuentes próximas a la familia, continuará viviendo con su hija Paloma en Madrid. Ahora no tiene fuerzas para salir de casa. Pero los suyos confían en que vuelva a dar sus cotidianos paseos para ir a por el periódico y el pan. Y que se anime a pasar alguna tarde en la residencia de los Príncipes en Zarzuela, jugando con sus bisnietas Leonor y Sofía: su ilusión.
https://www.elmundo.es/suplementos/cronica/2008/663/1214690414.html
Una pequeña aclaración : Rochesoleil, Rokazoleil y otras variantes del apellido Rocasolano son de la autoría de varias cotillas a través de los años ,quienes con mucha gracia e ingenio rekrearon tal inzigne apellido:finger: . No así el nombre de pila de la eztrella familiar de los Ortiz Rocasolano :LetiCia - con "C"- habiéndolo modificado ella mizma ,desde su tierna infancia - komo : LetiZia - con " Z"- en aras de la kurzileria y tilinguería que le sorbía y le zorbe el seso. :rolleyes:
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