Galicia: tierra de rías, faros, gaiteros y mucho corazón.

O Salnés, hay que decirlo más


Ni cruce de culturas, ni tierra de contrastes, ni experiencia para los cinco sentidos, ni lugar en el que se dan la mano la tradición y la modernidad ni nada de nada. La comarca de O Salnés está en Galicia, junto a las gélidas aguas de la ría de Arousa y la de Pontevedra. Es bonita, aunque se han pasado plantando eucaliptos. Se come bien. Tiene una ermita cubierta de conchas y una piedra en la que se puede hacer el amor al aire libre. Qué desastre de entradilla. Mejor te lees el resto.



Vamos, sin rodeos. La belleza obvia de O Salnés está en el pueblo de Cambados. Si sólo se pudiera visitar un pueblo, sería éste y si sólo se pudiera visitar una cosa, pues la plaza de Fefiñanes, que se les fue de las manos a los urbanistas, por el tamaño absolutamente demencial que tiene. Bueno, mentimos. Con la plaza no sería suficiente y habría que darse un garbeo por otro monumento: el cementerio de Santa Mariña, enlatado en las ruinas de la antigua iglesia y con un encanto gótico muy cafre, un poquito mohoso y blackmetalero, ideal para fans preadolescentes (o fans de 36 años, da igual) de la saga Crepúsculo, True Blood y embutidos culturales similares.

Ahora, algo más cultureta. No es fácil ver edificios románicos junto al mar. En España, decimos. Aunque en el siglo XX lo de alicatar las playas ha sido trending topic, en la Edad Media no tenía mucha lógica ponerse a rezar junto a las olas. Por ello, la ermita de Nuestra Señora de la Lanzada es una pequeña rareza. Lo mejor es su ábside (parece un ‘muffin’, redondito, gomoso, de piedra románica) y las vistas de una de las playas surferas de la zona por excelencia. Eso y el sexódromo que hay escaleras abajo, en la llamada Cuna da Santa, una piedra con forma de piedra sobre la que planea la sospecha de que garantiza embarazos, siempre y cuando se copule sobre ella. Obviamente, el sitio no es un picadero pero sí que puede darse la posibilidad de que haya parejas ahí. Donde no hay s*x* (bueno, donde no debería haberlo) es el monasterio de Armenteira, que es casi todo lo contrario a la ermitilla: está en las entrañas verdes de O Salnés, a los pies del monte Castrove, y es un tocho medieval de manual, con una marcadísima influencia del Cluny francés y un rollo siniestro muy gallego. Aquí hay mucha piedra oscura, algo de musgo y los ventanales justos para que la luz entre a cuentagotas.




No hay nada como el olor a pescado fresco por la mañana. Las visitas guiadas suelen ser, por lo general, un horror. En manada. Pero el asunto de Guimatur no tiene nada que ver con eso porque, con suerte, puedes acabar oliendo a mar. Y a pescado. A pescado del bueno, quero decir. Guimatur lo forman una veintena de chicas vinculadas al mar, todas ellas muy legales, que le dan al marisqueo y a las redes. Como saben tanto de mar, como son conscientes de que si al mar se le trata mal, el mar te pega un escupitajo en la cara, pues explican cuál es su trabajo, cómo se recogen los frutos del mar, cómo funcionan las subastas de pescado y cuánto mal hacen al ecosistema marino los pescadores furtivos. La experiencia es un cañonazo.

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La ría de Arousa © Gontzal Largo

Miniruta Mariana. Oye, que la isla de La Toja es de un bonito muy reseñable, con mucha cosa bella y el rollete decimonónico que está presente en muchos sitios bien/pijetes del Cantábrico como San Sebastián o Santander. Hace cien años, lo que molaba eran las playas frescas, los baños de ola –es decir, recibir equis golpes de olas en el cuerpo para curar enfermedades, todo muy retorcido- y pasear por sitios hermosos. Pero en La Toja hay una cosa que asusta: la ermitilla de San Caralampio, que es uno de esos muchos edificios que hay desperdigados por España recubiertos de conchas. La cosa es un tanto hortera, de un gusto discutible y un desasosiego estético que casi produce ansiedad. Encima, ahí dentro se casó Mariano Rajoy. En un edificio cubierto de conchas. No te digo nada y te lo digo todo.

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Aquí se casó Rajoy © Gontzal Largo



Protopunk literario y periodismo de viajes del bueno. A Valle-Inclán le conoce mucha gente (pero sólo de oídas porque está muerto). A Julio Camba casi nadie. Y es una pena tremenda e injusta porque este tipo escribió cosas prodigiosas que hoy en día interesan a muy pocas personas. De entrada, hizo reportajes de viajes inteligentes, con conocimiento y mala leche; se pateó una parte considerable del mundo; escribió un libro de gastronomía imprescindible -‘La Casa de Lúculo’-, con una frase para el recuerdo –“El primer francés que se comió un caracol no era, ciertamente, un epicúreo, sino un hambriento”- y luego murió dejando tras de sí una obra ingente y desperdigada.

En su localidad natal, Vilanova de Arousa, le abrieron un museíto (en su casa, en la de él y la de su hermano, que también tuvo recorrido literario) y ahí sigue. Esto no es un museón con interactivos carísimos, sino un espacio sencillo y mimado en el que se exhiben cartas, originales, ediciones retro de sus libros y varias fotografías. Si eres fan, pues vas. Si no, pues lees algo suyo antes (‘Aventuras de una peseta’, por ejemplo o el de Lúculo) y vas igualmente. En Vilanova también nació y vivió Valle-Inclán que tiene una casa-museo mucho más potente que la de Camba. Sólo por comprar una chapita con un retrato del dramaturgo protopunk –porque ‘Luces de Bohemia’ es un ‘Funhouse’ de los Stooges pero en libro, y parido medio siglo antes- ya merece la pena visitarla. Ojo, que Valle-Inclán no era un ñoño: perdió el brazo tras una pelea y escribió sobre dragones.



Beber y comer (es ese orden). Puede que en el restaurante A Traiña de Cambados preparen platos con nitrógeno líquido. Sí. Vale. Algún día del año 2097. De momento, lo que hacen es una cocina casera, tradicional, artesana, cercana, de producto, marinera y todo eso. Aquí no engañan a nadie porque sirven lo que sirven casi todos los restaurantes de la zona (pescado, marisco y carne, para qué más) pero lo hacen con tanta sencillez y a un precio tan coleguil (unos 25 euros por cabeza) que hay que ir. Por eso y por lacazuela de rape con almejas.

Antes de pasarse por ahí (a comer o a cenar) se puede acudir a las cercanas bodegas de Martín Códax para calentar un poco el estómago con una cata de Albariño. Para qué engañarse. Sanxenxo bonito no es. Famoso, sí. Tiene un microclima prodigioso y es muy cómodo para dormir y juerguear pero el pueblo dista mucho de ser un lugar idílico. Con suerte, es posible toparse con Julio Iglesias en verano, lo que es todo un subidón, pero el desarrollo urbanístico y portuario no ha sido benévolo con el lugar. Vaya, que aquí hay demasiada cosa construida.

Afortunadamente, una de éstas es el Augusta Spa Resort, hotel de lujete muy moderno, muy diáfano, muy minimal, con habitaciones amplísimas y luminosas. Está ligeramente alejado del centro del pueblo, cuesta arriba pero se agradece el relativo aislamiento. El spa mola, claro, como todos los spas que tienen un punto asiático bien conseguido, sin demasiados artificios ni olores postizos. Relativamente cerca de Sanxenxo está el otro gran restaurante clasicote de la zona, el Mouíño da Chanca. Si fuera una iglesia no tendría altar, sino brasero que es donde preparan todas las cosas ricas. La más de todas puede que sea esto que se reseña aquí en el número 7.



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El cementerio de Cambados © Gontzal Largo

https://www.traveler.es/naturaleza/articulos/o-salnes-hay-que-decirlo-mas/2806
 
Quisiera acercarme este verano (si es posible) a Galicia, en concreto me interesaría pasar por Lugo; lo tengo al lado, por así decirlo y sería como una excursión de un día. ¿Me recomendáis algún sitio para visitar y algún restaurante para pasar el mediodía? Gracias.
Y si tuviera dinero suficiente, me gustaría ir a Vigo otro día.
 
Quisiera acercarme este verano (si es posible) a Galicia, en concreto me interesaría pasar por Lugo; lo tengo al lado, por así decirlo y sería como una excursión de un día. ¿Me recomendáis algún sitio para visitar y algún restaurante para pasar el mediodía? Gracias.
Y si tuviera dinero suficiente, me gustaría ir a Vigo otro día.
Para comer ,te recomiendo este restaurante,tienes que llamar unos dias y si es una semana antes mejor ,para reservar mesa.


http://www.portoderinlo.com

Si no conoces la playa de las Catedrales puedes comer y visitar la playa, mira el horario de mareas cuando este baja para poder bajar a la playa, tambien tienes que reservar numero para ir a la playa.

Ribadeo es el ultimo pueblo de Lugo, esta a solo unos kilometros de Rinlo o San Pedro de Rinlo
Visita Tapia de Casariego ( es precioso)es el ultimo pueblo de Asturias ,lo separa el rio ,de Ribadeo
Espero que disfrutes ,con este recorrido que te recomiendo
 
Para comer ,te recomiendo este restaurante,tienes que llamar unos dias y si es una semana antes mejor ,para reservar mesa.


http://www.portoderinlo.com

Si no conoces la playa de las Catedrales puedes comer y visitar la playa, mira el horario de mareas cuando este baja para poder bajar a la playa, tambien tienes que reservar numero para ir a la playa.

Ribadeo es el ultimo pueblo de Lugo, esta a solo unos kilometros de Rinlo o San Pedro de Rinlo
Visita Tapia de Casariego ( es precioso)es el ultimo pueblo de Asturias ,lo separa el rio ,de Ribadeo
Espero que disfrutes ,con este recorrido que te recomiendo
Gracias Amiga @Sakuraa por recomendar mi Tierra, conozco bien el Occidente de Asturias.-
 
El verano pasado y el anterior estuve en Galicia... Y sólo puedo decir una cosa: me encantaaaaa! Me tiene enamorada :love::love::love::love:
Este verano repito pero esta vez estaré por Asturias... también preciosísima:happy:
 
Última edición por un moderador:
El verano pasado y el anterior estuve en Galicia... Y sólo puedo decir una cosa: me encantaaaaa! Me tiene enamorada :love::love::love::love:
Este verano repito pero esta vez estaré por Asturias... también preciosísima:happy:
qué lindo lo que nos cuentas de tu amor por Galicia!
Y para Asturias también tenemos un hilo, que como éste, aún hay que alimentar mucho...
https://www.cotilleando.com/threads/asturias-paraiso-natural-tierra-de-inconquistables.130943/
Bellas tierras, bellas personas...
Saludos cordiales.
 



HIMNO DEL ANTIGUO REYNO DE GALIZIA · (Trad. gallego) Por el Ensamble de Música Celta de Buenos Aires, del CD "Estoy en mi sueños", editado a finales de 2011. Gaita: Florencia Zaccardi. Tin-whistles: Silvina Elmore y Vanesa Martínez (melodía). Violín: Gabriela Magni. Mandolina:Guadalupe Barúa. Bodhrán: Marcela Gaitán. Guitarra: Nicolás Sokolic. Cello: Paola Lupino. Piano: Gustavo Fuentes. Dirección y arreglos: Gustavo Fuentes. Grabado en Buenos Aires entre octubre y noviembre de 2011. Masterización: Adrián Deasmundis. Producción: Gustavo Fuentes. Foto del video: Florencia Martínez Dalke www.gustavofuentes.com.ar
 
La historia de la playa de los cristales de Laxe, en A Coruña

O una historia de cómo la naturaleza devuelve todo lo que le lanzamos indiscriminadamente
Rober Amado

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La historia de la playa de los cristales de Laxe, en A Coruña © Getty Images



De vertederos hicimos playas. Como si un pueblo entero decidiese, por muy absurdo que suene, mirar para otro lado y hacer de una esquina que da al mar, un contenedor verde. Pero no se puede decir lo de aquellos barros estos lodos. Si el mar nos parece desconocido, más desconocido le pareceremos nosotros a él.

Porque cuando en Laxe hicieron lo mismo -lo de tirar botellas al mar-, éste les devolvió con los años una playa con arena de colores. No es apta para el baño -las corrientes son terribles- pero tampoco está permitido llevarse las piedras. Lo dicho, se mira, pero no se toca.


No es que en Galicia queramos ser diferentes: vertederos antiguos convertidos a playas espectaculares las hay en otras partes del mundo. Cerca de Fort Bragg, en el condado de Mendocino, California, está la Glass Beach, otrora un basurero en el que tiraban botellas, electrodomésticos y hasta vehículos, que luego quemaban cuando la cosa se ponía fea, hoy es un paraje inclasificable.

O en Asturias, al sur de Luanco, está la playa del Bigaral, ahora conocida como la playa de los cristales, que también fue un basurero.

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Todo lo que echamos al mar, el mar lo devolverá © Getty Images

Lo mismo sucede con la playa rusa de la bahía de Ussuri, en la región de Primorsky, la cual fue en el pasado un vertedero de botellas de vidrio y de porcelanas de una empresa cercana. Hoy muchos usuarios la califican de paraíso en la tierra por lo extraño de su paisaje: esperan encontrar una pocilga y no una playa de colores con el agua límpida y turquesa.



Se ubica al oeste del Cabo de Laxe, en la ensenada de Baleeira, nombre de pasado ballenero. Antes tenía otro nombre, Areal dos botiños. El botiño -en gallego- es el delfín mular o nariz de botella, como el de Delfy y sus amigos, el más conocido de los delfines, ese del que dicen es el más inteligente después de los humanos, y que es frecuente verlo por la costa.

Este arenal gallego está justo debajo del cementerio, desde el que sale un camino rehabilitado para acceder a la playa. Y pudo ser más espectacular de lo que ya es. La Xunta de Galicia comenzó su limpieza en 2004 pero, debido a la presión de los vecinos y de las asociaciones medioambientales, paró. Pero las tareas de limpieza llegaron a retirar la mitad de los cristales y no hubo manera de restituirlos. Además se les unió un fenómeno planetario.

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La historia de la playa de los cristales de Laxe, en A Coruña © Getty Images

Durante cuatro años, desde el 98 al 2002, se emitió en televisión la serie Mareas Vivas, rodada casi íntegramente entre Laxe y Corme, aupando a figuras jóvenes como Luis Tosar, Isabel Blanco, Luis Zahera o Carlos Blanco.

De hecho, en esa misma playa muere uno de sus personajes, el de Currás, interpretado por Miguel de Lira, que tratando de salvar a su peor enemigo de morir ahogado, Taracido -interpretado por Víctor Mosqueira- se salva y Currás se va al fondo del mar -en Galicia, ya sabéis, el drama y la épica quedan siempre en tablas-. Desde el reparto hasta los vecinos querían dejarla tal y como estaba, porque ya formaba parte del paisaje local.



MÁS ALLÁ DE LOS CRISTALES

Ya que estamos en pueblo galo, haz lo que vieres. Además de Laxe, con sus casas marineras de piedra y galería, su puerto y su playa, la zona tiene excusas, como una buena excursión tiene coal increíble dolmen de Dombate, algo así como una catedral de la época neolítica, situada en el municipio de Cabana de Bergantiños, en la parroquia de Borneiro, a once kilómetros de Laxe.

O darte un paseo por las playas de Traba o Soesto. Y como broche final, has de saber que Laxe tiene ría, y la comparte con Corme, que tiene, al norte, la zona de O Roncudo, famosa por sus percebes. Toda esta zona pertenece a la llamada Costa da Morte por la multitud de naufragios que hubo, las corrientes fuertes y del riesgo extremo que supone el trabajo de los percebeiros.

Ya se sabe, cosas de la vida y de la muerte. Ironías del drama y la retranca, el cristal que tiene la playa se hace a partir del dióxido de silicio (SiO2), que es el componente básico de la arena. Lo dicho, drama y épica. Del polvo vienes, en polvo te convertirás, pero ni se te ocurra llevarte un souvenir de recuerdo.

 
Ézaro, una espectacular cascada sobre el Atlántico

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12 Noviembre 2017 - Actualizado 12 Noviembre 2017, 10:08
Eva Paris

Dicen que es la única cascada que desemboca directamente al océano en Europa, y aunque es difícil corroborar esta exclusividad, lo cierto es que la cascada del Ézaro en Dumbría (A Coruña) es todo un espectáculo natural que no deberíamos perdernos en nuestra visita a esta zona de Galicia.

Al asomarnos a la “fervenza do Ézaro” sentimos la emoción que debieron de experimentar los descubridores de paisajes inusuales, esos exploradores para los que todavía quedaba tanto mundo sin cartografiar. Un delicioso asombro más incluso para los ojos de los niños, poco acostumbrados a los documentales que nos acercan a cualquier lugar del planeta sin movernos de casa.

Avanzando por el acantilado a los pies del monte O Pindo sobre una pasarela aparece ante nosotros, imponente, el salto de agua. Se trata de la desembocadura del río Xallas, que cae a una ría, unida al océano, y en la que se mezclan las aguas dulce y salada.

Los cuarenta metros de caída de las cascada del Ézaro y el fragor de las aguas al romper sobre el cañón y fundirse con las aguas óceanicas nos hacen diminutos. Este fenómeno natural ya de por sí fascinante es aderezado en temporada alta con iluminación artificial que nos ofrece una nueva fotografía.

Si queremos ampliar esta excursión por la Costa da Morte, en los alrededores podremos disfrutar de la zona de juegos y de pícnic, visitar el Museo de la electricidad, ir a la playa o subir al mirador de Ézaro. Pero puede que nos cueste despegarnos de esta peculiar cascada volcada al Atlántico que nos atrae, hipnótica, como una ensoñación.

Foto | Photos by Elisa, Martina and Joaquin en Flickr-CC
Más información | Dumbría

https://www.diariodelviajero.com/espana/ezaro-una-espectacular-cascada-sobre-el-atlantico
 
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