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LOS VIAJES Y EL CINE

El mapa del cine de Almodóvar

Con el estreno de ‘Dolor y gloria’, volvemos a los lugares de sus películas y de su vida, todos aquellos que le han hecho llegar hasta aquí: su última obra maestra.


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Penélope Cruz, Raúl Arévalo y Asier Flores, la familia Mallo (Almodóvar) en Paterna. © Manolo Pavón



“Yo necesitaba Madrid”. Pedro Almodóvar lo llevaba diciendo a gritos desde hacía más de 30 años en casi cada una de sus películas, desde Pepi, Luci y Bom a Julieta, la penúltima. Pero jamás lo dijo tan claro, tres palabras que resumen su cinematográfica y emocionante relación con la ciudad.

Esas tres palabras, esa confesión la hace Salvador Mallo, la suerte de álter ego que Almodóvar ha creado para Antonio Banderas en Dolor y gloria. Un director en sus momentos más oscuros, más dolorosos, repasando su infancia y reencontrándose con sus años más gloriosos y las personas que en ellos se cruzaron.


Él necesitó Madrid para desarrollar su arte, su cine, para escribir y dirigir. Y Madrid le respondió inspirándole y dándonos a todos algunas de las escenas más míticas del celuloide.



En Dolor y gloria saca otro Madrid, un Madrid maduro, pausado. El Madrid que se ve desde su piso del Paseo Pintor Rosales, por ejemplo. O el que rodea la Escuela de Interpretación de Cristina Rota (Embajadores), transformada en un teatro underground. También nos mete otra vez en el Cine Doré, la Filmoteca. Y nos saca fuera de la ciudad, hasta San Lorenzo de El Escorial.

Y como tantas veces, escapa de la ciudad. Dolor y gloria es un retrato de auto ficción, Almodóvar se ha abierto en canal para dejarnos ver su intimidad, aunque no todo lo que vemos esté basado en él, hay episodios que sí. Como su infancia. No la sitúa en su querida Castilla La Mancha, en Calzada de Calatrava, Almagro. Tampoco en Madrigalejo (Cáceres) donde vivió la preadolescencia. Pero Madrigalejo correspondería en el filme a Paterna (Valencia), donde el joven Salvador vive con sus padres y descubre su primer deseo sexual.

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Almodóvar, Julieta Serrano y Banderas en la terraza de Pintor Rosales. © Manolo Pavón

El cine le educó en ese pueblo. Y el cine le salvó, dice este Salvador. Le salvó de los años duros de la droga, de los desamores y los dolores. Y Madrid le salvó también.

En Madrid están la mayoría de los lugares de este mapa del cine de Almodóvar, que también ha viajado un poco por la geografía española en 39 años y 21 películas.

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Mapa interactivo de 'Dolor y Gloria' © Dolor y Gloria

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Almodóvar y Banderas, director y actor, son uno en esta película. © Manolo Pavón
 
En busca de un equilibrio entre la protección a la cultura y el desarrollo
El turismo es una fuente de riqueza económica y social para las comunidades en Latinoamérica, que se debaten entre cuidar el patrimonio de los pueblos y generar empleos y mejoras locales



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Dos turistas observan a una mujer indígena mientras teje en San Juan La Laguna, una comunidad en la cuenca del Lago Atitlán. JORGE RODRÍGUEZ
Jorge Rodríguez
Uaxactún (Guatemala) 16 MAY 2019 - 19:01 ART

Son las tres de la mañana y un grupo de guías espirituales indígenas empieza a concentrarse en la plaza ceremonial de Siaan Ka'an, una ciudad observatorio de los antiguos Mayas y hoy un sitio arqueológico al norte de Guatemala. Mientras comienzan la preparación para la ceremonia de fuego que recibiría al Nuevo Sol de primavera, unos cientos de metros colina abajo, en la comunidad de Uaxactún, de 1.500 habitantes, un gran grupo de turistas locales y extranjeros se recupera de una noche de fiesta, bebidas y comida tradicional de la zona.


Para los primeros, la celebración es un acto de solemnidad y conexión con la tierra, el aire y la energía de los astros. Los segundos, atraídos por el Festival del Equinoccio de Uaxactún organizado por la oficina de turismo local, han visto la oportunidad de salir de sus rutinas, beber alcohol y hacerse selfies con una ceremonia de fuego y antiguas estructuras mayas de fondo. El evento astrológico es, en cambio, una oportunidad para los residentes de mostrarse al mundo y obtener ingresos que, de otra forma, serían difíciles de conseguir. No obstante, aunque el beneficio que el turismo proporciona es evidente, también genera una serie de consecuencias que impactan negativamente en el patrimonio cultural y natural, así como en la estabilidad social de las comunidades.

Los residentes de zonas paradisíacas con amplia diversidad biológica y natural, de áreas con yacimientos de restos arqueológicos, centros sagrados o simplemente de espacios naturales con algún atractivo turístico son conscientes de que pueden mejorar su condición económica y social a través del turismo sostenible. Pero es una tarea complicada por el limitado acceso a educación o fuentes de inversión, como créditos, capital para lanzar empresas o una red de contactos adecuada para la creación de modelos de negocios viables.

“Es uno de los grandes retos que los países afrontan para poder lograr que todos los sectores sociales tengan acceso a actividades que generen desarrollo. Para ello es necesario que se den algunos factores clave como la participación activa de las autoridades locales y los vecinos, la organización comunitaria y el ordenamiento territorial”, dice Flor Bolaños, Oficial de Programa de Energía y Medio Ambiente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). “En la actualidad, los presupuestos nacionales no están enfocados en el tema de sostenibilidad ni el desarrollo humano”, añade.

La desconexión con la población local favorece la creación de empresas asentadas en centros urbanos, que promueven a los destinos de una manera tradicional, sin tomar en cuenta la visión comunitaria de los pueblos. Sin embargo, algunas de las nuevas generaciones de empresarios, que utilizan términos como inclusión, diversidad y equidad, están buscando contrarrestar el modelo tradicional mediante el trabajo en conjunto con las comunidades.

“No es ningún secreto que las cosas se han hecho mal hasta el momento”, dice Pablo Hernández, un empleado de Étnica travel asentado en la Ciudad de Guatemala y que ofrece visitas culturales y educativas a viajeros locales y extranjeros. “La cultura es un producto turístico que se puede aprovechar de una forma muy buena, siempre que exista inclusión, reconocimiento y un respeto hacia todas estas manifestaciones. No se puede vender sin tomar en cuenta estos aspectos”, añade Sofía Godoy, otra trabajadora de la empresa.

La cultura es un producto turístico que se puede aprovechar de una forma muy buena, siempre que exista inclusión, reconocimiento y un respeto hacia todas estas manifestaciones

Sofía Godoy, empleada del sector turístico

Además de las dificultades ya mencionadas, el comportamiento de algunos visitantes condiciona también la generación de una atmósfera de beneficio mutuo. Hay quienes en estos lugares ven más una oportunidad de fiesta que de aprender a apreciar lo que la población local protege. “Para ellos no tienen valor [los monumentos arqueológicos], son como una piedra más. Este es el resultado de la educación que hemos recibido”, dice Salvador Cutzal, líder comunitario de la etnia maya K’achiquel’.

Regulación y capacitación
La Comuna 13, en Medellín, Colombia, vive un boom turístico gracias a su Graffitour, que ha llevado a esta zona roja a recibir hasta 1.000 turistas extranjeros cada semana. Esto ha atraído a personas no residentes del área, que han visto una oportunidad de desarrollo para ellos mismos, pero que según los habitantes del barrio no transmiten el sentimiento y el sentido de pertenencia como ellos, una situacioón que genera conflictos: “Si no hay valores muy arraigados, las comunidades corren el riesgo de perder su identidad, ya que un turismo mal enfocado genera más dificultades que ventajas”, dice Juan Correa, propietario de un bar en una zona turística de Medellín.

Para Julio Carranza, representante de Unesco en Guatemala, el tipo de turista que los lugares captan depende también de la promoción que se hace de los destinos en sí. “Si la promoción es equivocada y la venta de los atractivos no apunta su condición cultural, obviamente se corre el riesgo de atraer al público equivocado”, dice. Jorge Mario Chajón, Director General del Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat), ve necesaria la intervención del Gobierno, no como un ente regulador, sino como fuente de aprendizaje para la población local. “El Estado debe brindar capacitación técnica que permita el empoderamiento de las personas. El apoyo a los pequeños y medianos empresarios también es clave”, comenta.

Para lograr que los sectores sociales tengan acceso a actividades es necesario que se dé participación activa de las autoridades locales, la organización comunitaria y el ordenamiento territorial

Flor Bolaños, Oficial de Programa de Energía y Medio Ambiente del PNUD

Según la propuesta de Chajón, la formación les brindaría así herramientas necesarias para el manejo y mantenimiento de una zona natural, un parque arqueológico o cualquier otro destino que deseen promover. Su participación activa evitaría, además, que se piense más en educar a los visitantes para disfrutar de manera respetuosa, sin dañar el patrimonio ni perder su valor cultural. “Es mediante experiencias de inmersión que los nuevos turistas están aprendiendo la valía de las diferentes culturas, no como un atractivo turístico, sino más bien como un patrimonio intangible que hay que reconocer y cuidar en su justa medida”, añade Hernández desde Guatemala.

Diversificación de la oferta
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Un grupo de guías espirituales mayas realizan una ceremonia de fuego mientras varios turistas trepan estructuras arqueológicas de más de 2.000 años de antigüedad, en Uaxactún. J. R.

“Debido a que los medianos y pequeños empresarios no pueden acceder a créditos para la mejora de la infraestructura fácilmente, es necesario que sepan cómo dar más valor a sus productos y ofrecer experiencias únicas”, dice Rodolfo Lizano, Director General de Planeamiento y Desarrollo Turístico del Instituto Costarricense de Turismo (ITC). “Nosotros trabajamos en capacitarlos en temas de innovación, gastronomía y tradiciones culturales para que, en términos generales, doten de un valor agregado a lo que ofrecen”, agrega el funcionario, que cuenta que uno de los éxitos de Costa Rica es la rotación de destinos porque eleva el período de estadías y permite el acceso a los beneficios económicos que el turismo genera. “Evita, además, la sobrecarga de los lugares, reduciendo así el impacto ambiental y social”, añade Lizano.

En Guatemala se busca potenciar la experiencia cultural, por lo que la formación comunitaria es esencial para permitir el desarrollo de las comunidades con un riesgo mínimo de gentrificación o alienación de los sus residentes. “Ya se ha dotado a 12 comunidades de infraestructura mínima para la atención de los visitantes y se les ha brindado capacitación en primeros auxilios, trato al turista, manejo de situaciones de riesgo y competitividad”, cuenta Chajón. Si bien existen muchas propuestas de parte de las organizaciones internacionales, ONGs y sociedad civil, los Estados y autoridades locales enfrentan muchos desafíos para encontrar un equilibrio entre el desarrollo social y económico y la conservación del patrimonio. “Si el criterio es la rentabilidad, un destino de mucho valor cultural termina siendo una feria. Estamos aún a medio camino”, añade el presentante de Unesco en Guatemala.

Eso se refleja en el sentir de la gente. Por un lado, la posibilidad de rentabilizar los sitios que protegen y promover su valor hace que el turismo se vea con buenos ojos. Por el otro, la gente lucha por evitar el deterioro del entorno en el que viven y proteger lo que consideran como su legado. “A veces es mejor que dejen todo cubierto porque al descubrirlo, se destruye y se pierde”, dice un habitante de Uaxactún, mientras señala los montículos que guardan los restos de la antigua ciudad maya. “La gente viene y hace su fiesta. Bebe, saca sus banderas y eso es lo más triste que se puede hacer. Es como un sacrilegio actuar así y no saber lo que tenemos”, concluye el líder comunitario de la etnia maya K’achiquel’.

https://elpais.com/elpais/2019/05/06/planeta_futuro/1557177766_948864.html?por=mosaico
 
Así es la laguna rosa de Torrevieja: un fenómeno natural único en España
Está prohibido bañarse en ella pero este espectáculo tan inusual bien merece una escapada a la Costa Blanca.


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Ver "12" fotos "Las salinas más espectaculares de España"


Así es la laguna rosa de Torrevieja © Getty Images


Tiempo de lectura 4 minutos

A veces no es necesario irse a la otra punta del mundo para encontrar (y fotografiar) los paisajes más efectistas. En plena comarca alicantina de la Vega Baja del Segura existe una enorme laguna rosa de 1.400 hectáreas que forma parte del Parque Natural de las Lagunas de la Mata y de Torrevieja.

Este fenómeno de origen natural, único en España, se produce por una bacteria que libera un pigmento rosáceo en aguas con alta concentración de sal: en el caso de la laguna rosa, 350 gramos por litro de agua, una cifra muy similar a la del Mar Muerto.


Y no solo es bonita: también es la laguna salada más productiva de todo nuestro continente, ya que de ella se extraen 800.000 toneladas anuales de sal, que se exportan al norte de Europa y a Estados Unidos con fines industriales –desde la sal de deshielo para carreteras a la sal del lavavajillas- pero también alimentarios –para hacer, por ejemplo, salazones de pescado-.

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Contraste © Getty Images

Precisamente ese exceso de sal es el “culpable”, en parte, de ese rosa chicle, en ocasiones incluso fucsia, que caracteriza a esta laguna, similar a otras como el lago Hillier o Hutt Lagoon, en Australia; los lagos rosas de Las Coloradas (Mexico); el lago Dusty Rose de Canadá, el lago Masazirgol de Azerbaiyán o el lago rosa de Senegal.




Es en aguas con una alta concentración salina donde aparecen las halobacterias y microalgas rojizas que poseen pigmentos carotenoides y de las que se alimenta la artemia salina, un crustáceo invertebrado diminuto y acuático de color rosáceo, que a su vez, es la base de la dieta del flamenco o de la gaviota picofina. Sí, aquí casi todo es rosa.

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Espuma de la salina de Torrevieja © iStock

La mala noticia es que, por muy apetecible que parezca, está prohibido bañarse en ella, aunque las fotos de medio Instagram parezcan decir lo contrario. Por motivos medioambientales, para garantizar la calidad de los ecosistemas de las lagunas, pero también por razones de seguridad, no está permitido el baño.

La extracción de la sal se realiza con máquinas agrícolas sumergidas, llamadas “volvedoras” y luego se recoge con barcazas, lo que supone un peligro para los bañistas que se saltan la norma, por lo que el mejor baño que te puedes dar es después y en el Mediterráneo.

Aunque no puedas chapotear en aguas rosas, sí podrás inmortalizar este espectáculo tan inusual o realizar cualquiera de las rutas a pie o en bicicleta que te recomendarán en el Centro de Interpretación del Parque Natural, para avistar, además de flamencos, aves invernantes como garzas reales o águilas pescadoras.




También organizan actividades de educación ambiental para los más pequeños de la casa si decides hacer la excursión en familia, como talleres de reciclaje o recorridos guiados para descubrir las más de 150 especies de flora inventariadas en el Parque Natural: narcisos, Flor de Saladar, senecios, Coronillas de Fraile o Abejeras pequeñas.

No hay que olvidar que el 52% del término municipal de Torrevieja está protegido y que este humedal del que se obtiene sal fue declarado Parque Natural en 1992.

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Vista de la laguna rosa de Torrevieja © iStock

¿Te hemos convencido? Sobre todo al atardecer, durante los meses más cálidos y justo antes de llover, la estampa es mágica. Claro que una vez allí quizá te entre la tentación de sucumbir e imitar a todos aquellos que se sumergen en el agua o se bañan en los lodos, pero la naturaleza nos enseña, una vez más, que a veces es mejor observar la belleza desde la orilla.

QUÉ MÁS PUEDES HACER EN TORREVIEJA

- Si eres de playa, planta la sombrilla en de la Mata, en la del Cura, la de Los Locos o en la de Los Náufragos.

- Prueba el pulpo a la plancha, la pelota con caldo, las huevas fritas y el tomate con capellán asado del Bar El Rojo. El de toda la vida, el que no necesita ornamentos.




- Camúflate entre locales en la Freiduría El Gambeo o en la Sidrería del Cura.

- Y cuando te canses de pescaíto frito, ve a Giusto, un restaurante vegano que será una de las sorpresas del viaje.

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Atardecer en la laguna rosa de Torrevieja © Getty Images

- Recorre el paseo marítimo comiéndote un helado de Sirvent Miralles o de Ramón Sirvent. Todo queda en familia.

- Llévate de recuerdo, para merendar en tu viaje de vuelta a casa, una mona o panquemao –un brioche típico de Alicante y Murcia- de la Panadería Miguel Hernández.

- Duerme en esta moderna villa con piscina o en el Hotel Doña Monse: 26 de sus 70 habitaciones tienen vistas a la laguna rosa. Además, desde su Pink Café, con terraza panorámica –solo para huéspedes-, piscina y barra de coctelería, podrás ver los mejores atardeceres de la zona.

https://www.traveler.es/naturaleza/...a-bano-fenomeno-natural-unico-en-espana/15266

https://www.traveler.es/naturaleza/galerias/las-salinas-mas-espectaculares-de-espana/1301
 
Así es la laguna rosa de Torrevieja: un fenómeno natural único en España
Está prohibido bañarse en ella pero este espectáculo tan inusual bien merece una escapada a la Costa Blanca.


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Ver "12" fotos "Las salinas más espectaculares de España"


Así es la laguna rosa de Torrevieja © Getty Images


Tiempo de lectura 4 minutos

A veces no es necesario irse a la otra punta del mundo para encontrar (y fotografiar) los paisajes más efectistas. En plena comarca alicantina de la Vega Baja del Segura existe una enorme laguna rosa de 1.400 hectáreas que forma parte del Parque Natural de las Lagunas de la Mata y de Torrevieja.

Este fenómeno de origen natural, único en España, se produce por una bacteria que libera un pigmento rosáceo en aguas con alta concentración de sal: en el caso de la laguna rosa, 350 gramos por litro de agua, una cifra muy similar a la del Mar Muerto.


Y no solo es bonita: también es la laguna salada más productiva de todo nuestro continente, ya que de ella se extraen 800.000 toneladas anuales de sal, que se exportan al norte de Europa y a Estados Unidos con fines industriales –desde la sal de deshielo para carreteras a la sal del lavavajillas- pero también alimentarios –para hacer, por ejemplo, salazones de pescado-.

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Contraste © Getty Images

Precisamente ese exceso de sal es el “culpable”, en parte, de ese rosa chicle, en ocasiones incluso fucsia, que caracteriza a esta laguna, similar a otras como el lago Hillier o Hutt Lagoon, en Australia; los lagos rosas de Las Coloradas (Mexico); el lago Dusty Rose de Canadá, el lago Masazirgol de Azerbaiyán o el lago rosa de Senegal.




Es en aguas con una alta concentración salina donde aparecen las halobacterias y microalgas rojizas que poseen pigmentos carotenoides y de las que se alimenta la artemia salina, un crustáceo invertebrado diminuto y acuático de color rosáceo, que a su vez, es la base de la dieta del flamenco o de la gaviota picofina. Sí, aquí casi todo es rosa.

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Espuma de la salina de Torrevieja © iStock

La mala noticia es que, por muy apetecible que parezca, está prohibido bañarse en ella, aunque las fotos de medio Instagram parezcan decir lo contrario. Por motivos medioambientales, para garantizar la calidad de los ecosistemas de las lagunas, pero también por razones de seguridad, no está permitido el baño.

La extracción de la sal se realiza con máquinas agrícolas sumergidas, llamadas “volvedoras” y luego se recoge con barcazas, lo que supone un peligro para los bañistas que se saltan la norma, por lo que el mejor baño que te puedes dar es después y en el Mediterráneo.

Aunque no puedas chapotear en aguas rosas, sí podrás inmortalizar este espectáculo tan inusual o realizar cualquiera de las rutas a pie o en bicicleta que te recomendarán en el Centro de Interpretación del Parque Natural, para avistar, además de flamencos, aves invernantes como garzas reales o águilas pescadoras.




También organizan actividades de educación ambiental para los más pequeños de la casa si decides hacer la excursión en familia, como talleres de reciclaje o recorridos guiados para descubrir las más de 150 especies de flora inventariadas en el Parque Natural: narcisos, Flor de Saladar, senecios, Coronillas de Fraile o Abejeras pequeñas.

No hay que olvidar que el 52% del término municipal de Torrevieja está protegido y que este humedal del que se obtiene sal fue declarado Parque Natural en 1992.

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Vista de la laguna rosa de Torrevieja © iStock

¿Te hemos convencido? Sobre todo al atardecer, durante los meses más cálidos y justo antes de llover, la estampa es mágica. Claro que una vez allí quizá te entre la tentación de sucumbir e imitar a todos aquellos que se sumergen en el agua o se bañan en los lodos, pero la naturaleza nos enseña, una vez más, que a veces es mejor observar la belleza desde la orilla.

QUÉ MÁS PUEDES HACER EN TORREVIEJA

- Si eres de playa, planta la sombrilla en de la Mata, en la del Cura, la de Los Locos o en la de Los Náufragos.

- Prueba el pulpo a la plancha, la pelota con caldo, las huevas fritas y el tomate con capellán asado del Bar El Rojo. El de toda la vida, el que no necesita ornamentos.




- Camúflate entre locales en la Freiduría El Gambeo o en la Sidrería del Cura.

- Y cuando te canses de pescaíto frito, ve a Giusto, un restaurante vegano que será una de las sorpresas del viaje.

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Atardecer en la laguna rosa de Torrevieja © Getty Images

- Recorre el paseo marítimo comiéndote un helado de Sirvent Miralles o de Ramón Sirvent. Todo queda en familia.

- Llévate de recuerdo, para merendar en tu viaje de vuelta a casa, una mona o panquemao –un brioche típico de Alicante y Murcia- de la Panadería Miguel Hernández.

- Duerme en esta moderna villa con piscina o en el Hotel Doña Monse: 26 de sus 70 habitaciones tienen vistas a la laguna rosa. Además, desde su Pink Café, con terraza panorámica –solo para huéspedes-, piscina y barra de coctelería, podrás ver los mejores atardeceres de la zona.

https://www.traveler.es/naturaleza/...a-bano-fenomeno-natural-unico-en-espana/15266
GRACIAS POR ESTE ESPECTACULO GRANDIOSO DE LUZ Y DE COLOR, YO TAMBIEN APRENDO MUCHO CONTIGO SOBRE MI PAIS COMPAÑERA @Coti7495 .-
 
Hablando de cine, he recordado unas bibliotecas ,que junto con Ateneo Grand Splendid de Buenos aires son unas de las mas bonitas del mundo
Esta biblioteca se rumorea que se se inspiro la autora de Harry Potter


Quien desee visitar la espectacular Librería Lello, en Oporto (Portugal), debe pagar una entrada de 5 euros que se descuenta si se compra un libro

Con 113 años recién cumplidos, la librería Lello es uno de los edificios más conocidos de Portugal y uno de los principales puntos turísticos de Oporto desde inicios del siglo XX, con una expansión de fama y admiración constante desde entonces.

Tenía buenas razones para ello, como su impresionante fachada neogótica, su selección de libros e incluso la curiosa historia de su fundación, lograda gracias a un billete de lotería premiado; anécdota, sin embargo, que pocos conocen al haber quedado enterrada por la locura de Harry Potter. Todo, en realidad, se debe a rumores jamás confirmados por la autora de la saga, explican a Efe fuentes de la administración de la librería, habladurías que sostienen que se inspiró en esta tienda cuando escribía la historia del niño mago.

destino ideal para escapadas, lo que hizo que las filas para entrar a la tienda no solo la compusieran fans de Potter; de hecho, éstos son ya residuales.«En realidad, aunque mucho se diga sobre la importancia de Harry Potter en las visitas a la librería Lello, la verdad es que en el estudio que hicimos con Nelson, una empresa internacional, en el que preguntamos específicamente eso, solo el 5 de los preguntados decían que habían venido por él», afirma Pedro Pinto.

«La librería es muy popular como punto turístico de la ciudad, ¿no? Vivimos aquí desde agosto y siempre hemos querido venir, pero es bastante concurrida», dijo a Efe Andrea, una venezolana que esperaba en la fila para entrar junto a su novio y que sostuvo venir solo por la arquitectura del recinto.

Pagar por entrar

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Es uno de los ejemplos que han permitido recuperar el establecimiento, ya la administración impuso en 2015 una entrada de 5 euros, que se descuentan en una eventual compra. La fórmula ha servido para incrementar las ventas, que ascienden a 1.200 ejemplares por día, lo que ha convertido a Lello en la tienda que más libros vende de Portugal.

La librería estima que el 40 % de los visitantes son lectores, lo que hace que el 60 % restante, como el caso de Andrea, deje beneficios por entrada que han permitido una enorme remodelación del espacio durante los últimos dos años y salvarse así del deterioro que empezaron a causar los pottermaníacos.
https://www.abc.es/viajar/noticias/...o-fans-harry-potter-201901170156_noticia.html



Estando tan cerca de nuestro hotel, no podíamos dejar pasar la ocasión de pasar por este famoso lugar. Una de las visitas imprescindibles en Oporto es la librería Lello, tal vez la más bonita del mundo, al menos eso piensan muchos.

Lo que sí es seguro es que estamos ante una de las librerías más antiguas de Europa, que ha inspirado a compradores y escritores como J. K. Rowling. La famosa autora de “Harry Potter” en su estancia en Oporto conoció la Librería Lello y que Lello y quedó fascinada, lo cual le sirvió después para ambientar alguna escena de su novela.



Dicen que ahí se rodó parte de la película “Harry Potter”, pero parece que esto tiene más de mito que de realidad, y si alguien encuentra un fotograma en el que aparezca realmente esta bella librería, que nos lo haga saber…

El nombre completo de esta tienda es Librería Internacional Lello & Irmão, y sus orígenes se remontan a la fundación, en la Rua dos Clérigos, por el ciudadano de origen francés Ernesto Chardron en 1869.

Después de pasar por dueños y ubicaciones diversas se traslada al edificio de 1906 que hoy se ha hecho mundialmente famoso. Su inauguración a principios del siglo pasado resultó ser todo un evento social, y convocó a destacadas personalidades de la política y la cultura.

Casi cien años después de la fundación de la Librería se quiso llevar a cabo una modernización y renovación, y en 1994 terminó la excelente obra del arquitecto Vasco Morais Solares, encargado de la nueva imagen de la catedral del libro. Y ello sin quitarle un ápice de su pasada monumentalidad y luminosidad.



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Un paseo por la Librería Lello
Ya la fachada destaca con sus detalles modernistas y neogóticos. Se trata de un edificio construido específicamente para albergar la librería, obra de Xavier Esteves, un conocido ingeniero de la época. Las dos grandes figuras humanas que simbolizan al arte y la ciencia nos dan la bienvenida desde la fachada.

En su interior destaca en primer lugar la abundante presencia de público y unos dependientes que están más pendientes de llamar la atención a todo aquel que va con la cámara en mano que otra cosa.

En los pilares podemos ver los bustos de destacados nombres de las letras portuguesas, obra del escultor Romao Júnior. Allí están Eça de Queiroz, Camilo Castelo Branco, Antero de Quental, Tomás Ribeiro, Guerra Junquiero…

Infinitas estanterías en las paredes y mesas expositoras sostienen los libros, que parece ser lo que menos interesa a los que allí nos congregamos. Nos fijamos más en el yeso pintado imitando madera, la impresionante escalera de acceso a la planta superior, preciosa obra de ebanistería…

Y las grandes vidrieras del techo, que dan luminosidad a todo el espacio y que llevan el monograma y el lema de la librería: “Decus in Labore” (“decoro en el trabajo”), toda una declaración de intenciones en la labor editorial de la marca.

Otro de los detalles es que en el suelo aún permanecen los raíles de las vagonetas que se utilizaban para transportar los ejemplares que era necesario desplazar de unos estantes a otros.

Una lástima que no se puedan hacer fotos, porque eso te obliga a ir disimulando con el móvil en la mano y captar lo que puedas de mala manera… Si las fotos os dejan con ganas de ver más, aquí podéis recorrer la Librería Lello en una imagen panorámica.

En la tienda venden todo tipo de obras, en portugués y otros idiomas, clásicas y modernas, libros de poesía, de fotografía o de arquitectura, hay una sección de música… Y como no quería irme con las manos vacías de esta librería tan espectacular, me hice con un librito que repasa la historia del lugar, con fotografías de distintas épocas incluidas.

La Librería Lello en Oporto está en la Rua das Carmelitas, 144, cerca de la iglesia y la Torre dos Clérigos. Dejaos seducir por el encanto de sus escaleras, su techo y sus estanterías… y de sus libros, cómo no. Eso si el trasiego de compradores y curiosos lo permite…
https://www.diariodelviajero.com/eu...ibreria-lello-tal-vez-la-mas-bonita-del-mundo

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Última edición:
BIBLIOTECA DE HARRY POTTER EN LA TRINITY COLLEGE


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Imagen: Juan Salmoral

En la tercera peli de la saga, Harry Potter y el prisionero de Azkaban, se ve la biblioteca de Hogwarts. Pues bien, esas escenas fueron filmadas en la antigua Biblioteca del Trinity College. Esta biblioteca es el hogar de uno de los libros más importantes de la Edad Media que ha llegado hasta nuestros días, El libro de Kells. Este manuscrito es considerado la pieza principal del cristianismo celta y del arte hiberno-sajón.
https://www.pequeviajes.com/8-lugares-fans-harry-potter/

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Isla Múcura, el Caribe colombiano del que no te querrás marchar

“Bienvenido al fin del afán”
Elena Ortega @@elenab_ortega


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“Bienvenido al fin del afán” © iStock



Cuenta la leyenda que unos niños encontraron tres tinajas o múcuras llenas de oro mientras jugaban y, sin saber el valor de su contenido, las arrojaron al mar dando origen a Múcura.

Esta islita caribeña está localizada al norte de Colombia, en el departamento de Bolívar. Pertenece al archipiélago de San Bernardo, que forma parte del Parque Nacional Natural Los Corales del Rosario y San Bernardo.


Su espectacularidad reside en el color de sus aguas, sus fabulosas playas vírgenes y el arrecife coralino que la rodea, hábitat de gran número de especies marinas.

Ponemos rumbo a Múcura despidiéndonos de los rascacielos de Cartagena de Indias, que se alzan elegantes encima del mar mientras nos alejamos en el barco.

Durante el trayecto, de unas dos horas de duración, pasamos por islas como Tierra Bomba, Barú o islas del Rosario; nos cruzamos con barquitas de pescadores que buscan la comida del día y nos relajamos con la brisa del mar mientras contemplamos hechizados los intensos azules del Caribe.

Otra forma de llegar es haciéndolo desde Santiago de Tolú en un recorrido en lancha de 45 minutos.

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Isla Múcura, el Caribe colombiano que te enamorará © Alamy

Antes de desembarcar en nuestro destino, la lancha deja a algunos pasajeros en minúsculas islas artificiales ocupadas únicamente por una cabaña-hostal que parece naufragar en medio del mar. También paramos en Tintipán y en El Islote, dos sitios que visitaremos más detenidamente durante nuestra estancia.



“Bienvenido al fin del afán” reza el eslogan local al llegar. ¡Y no puede ser para menos! Las cristalinas olas acarician las cabañas salpicadas entre decenas de palmeras.

No hay coches ni ningún otro medio de transporte, tampoco es necesario pues la isla se recorre a pie en unos pocos minutos. La paz nos ha invadido nada más pisar tierra y nuestros deseos se han hecho realidad.

Un rústico puente sobre un pequeño manglar nos conduce hasta Dahlandia, un alojamiento de cabañas sencillas abiertas directamente al mar. A diferencia de otros establecimientos, que parecen retener a los visitantes para que no vean la otra cara de Múcura, éste está en pleno contacto con la vida local.

A dos pasos, el pequeño poblado de pescadores Champundum es idóneo para mezclarse con su gente y palpar el día a día en una isla caribeña. También será curioso ver terneros y cerdos campando a sus anchas en la parcela contigua.

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Cabañas, palmeras y ninguna red wifi © iStock

El peculiar propietario del hostal, el profesor Fabio Flórez, recibe a sus huéspedes con la información más amplia del archipiélago. Nos recuerda a El Viejo y el Mar contándonos todo tipo de anécdotas sobre la isla antes de su llegada para preservarla, como esa de que pertenecía a un narcotraficante cuyo nombre no conseguimos arrancar de su boca.



¿Tal vez se refiere al protagonista de alguna serie actual? La intriga nos hace indagar y llegar hasta el año 2000, en el que la zona fue ocupada por José Israel Guzmán, conocido como 'El arquitecto' y mano derecha de 'El Chapo Guzmán'.

Aunque una de las escenas de mayor acción que se han vivido en Múcura y que la han dado a conocer, fue protagonizada por la detención de otro narco, en el año 2012, mientras celebraba su boda.

Fuera como fuese, Múcura se afana por mostrar al mundo la amabilidad de sus pobladores y todos los encantos que la convierten en paraíso. Uno de ellos es el hecho de que la electricidad sea limitada y convierta las noches en silencio y en oscuridad.

Otro, la ausencia de internet, garantizando la desconexión absoluta. Cruzarnos con iguanas huidizas, practicar kayak y windsurf o simplemente relajarnos con una buena lectura en una hamaca son más opciones para disfrutar de sus atractivos.

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Esta islita caribeña te espera al norte de Colombia © iStock

Entre el hostal Dahlandia y el Hostal Isla Múcura, otro de los más elegidos por su variedad de habitaciones, encontramos el pequeño edén de la isla. Se trata de una playita de aguas turquesas y dorada arena sobre la que se inclinan las palmeras.



El hecho de estar poco frecuentada por bañistas y gozar de los atardeceres más espectaculares, se suman a los motivos para convertirla en paraíso dentro del paraíso.

Mientras nos deleitamos ante estas vistas, un columpio de madera nos mece devolviéndonos la inocencia más feliz. ¡Ningún filtro de Instagram podría superar la realidad!

Por el contrario hay que evitar la playa principal, a la que todos los días llegan barcos cargados de turistas que pasan el día entre atracciones, chiringuitos y mucha gente. Eso sí, a partir de las cuatro de la tarde suele quedarse vacía, recobrando el encanto paradisiaco.

NAVEGANDO POR EL ARCHIPIÉLAGO DE SAN BERNARDO

El archipiélago de San Bernardo ofrece buen buceo y esnórquel entre corales. Una de las excursiones más comunes para practicar estas actividades es la que recorre el coral vivo de Bajo Chara, la hundida Isla Maravilla e Isla Panda, que actualmente se encuentra dividida en dos.

Navegando entre estos puntos, las aguas turquesas no pueden ser más transparentes, regalándonos unas profundidades marinas de lo más sensacionales.



La última parada son los extensos manglares de Tintipán, que constituyen el ecosistema de la zona. Nadamos entre intrincados canales y observamos las raíces del mangle rojo.

Los manglares ocupan la mayor parte de esta isla, la más grande del archipiélago, configurando un laberinto desde el que escapar se muestra como un desafío para aquellos que acceden sin conocer la salida. “Salsipuedes” lo llaman. ¿Nos atrevemos?

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San Bernardo, el archipiélago colombiano donde perderse © Alamy

Otra de las excursiones más meritorias en el archipiélago es la del plancton bioluminiscente. También se realiza en Tintipán, pero en un horario un tanto intempestivo, a las cuatro de la mañana. Habrá que tener en cuenta las fases de la Luna o que el cielo esté nublado, ya que cuando hay mucha luz es difícil de apreciar.

Nadar con plancton bioluminiscente en mitad de la noche es una de esas experiencias para guardar de por vida en la mente, pues las cámaras no captan la espectacularidad del fenómeno.

El barco apaga su motor y, en plena oscuridad, soy la primera en saltar a las cálidas aguas que rodean los manglares. De repente, veo como por arte de magia todo mi cuerpo se ilumina con lucecitas que parecen encender el mar.

Con cada movimiento que efectúo, las pequeñas partículas aplacan los tonos oscuros de la noche. Emerjo para contemplar el cielo. Ya no sé si son las estrellas las que se reflejan en el agua o el plancton en el firmamento, pero ese momento queda reproduciéndose una y otra vez en mis retinas hasta que los primeros rayos de sol le devuelven los azules y verdes al mar.

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Tintipán © Getty Images



SANTA CRUZ DEL ISLOTE, LA ISLA MÁS DENSAMENTE POBLADA DEL MUNDO

Visitar Santa Cruz del Islote, a tan sólo cinco minutos en lancha desde Múcura, nos genera sentimientos encontrados. Desde la lejanía, esta isla, que destaca por ser la más densamente poblada del mundo, se intuye caótica flotando allá en medio del océano. Al llegar, nuestra percepción cambia, pudiendo sentir el fuerte espíritu de comunidad de sus gentes.

125 metros de largo por 80 de ancho es la base sobre la que se asientan 110 casas aproximadamente. En ellas conviven más de 1.200 personas, niños en su mayoría, aunque hay muchas discrepancias con la cantidad exacta de residentes.

Paseamos por sus calles y encontramos un colegio, cuatro tiendas, un restaurante que funciona como puerto y grandes dosis de sonrisas entre los locales. Una pequeña plaza con una cruz en el centro, que da nombre a la isla, es el espacio más desahogado. Y es que este terreno, a pesar de estar tan densamente poblado, da mucho de sí.

La población de El Islote ha crecido algo abandonada por el gobierno. Tardaron tiempo en tener servicios básicos como agua potable, que llega desde la armada de Cartagena, o luz, que ahora consiguen gracias a un generador y a los 180 paneles solares donados por Japón.



Viven de la pesca y del turismo, con la espeluznante atracción de ofrecer tocar un tiburón encerrado en una piscina a la que llaman acuario como principal reclamo.

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Santa Cruz del Islote, la isla más densamente poblada del mundo © iStock

Las coloridas viviendas crecen a lo alto debido a la falta de espacio, siendo compartidas por hasta cuatro familias. Por eso su vida está en las calles, donde los niños disfrutan con juegos tradicionales o se bañan felices en el puerto, los adultos juegan al parchís o a las cartas y las mujeres charlan a las puertas de las tiendas.

Todos se ayudan, no hay policía u otra figura autoritaria. La convivencia se basa en el respeto y en compartir lo que tienen, desde la comida hasta los baños.

Una comunidad convertida en un estilo de vida que sería un gran ejemplo para muchos. Y, a pesar de sus carencias, allí, con el mar teñido de azul turquesa e Isla Múcura como vecina, algunos de sus habitantes aseguran que no desearían vivir en ningún otro lugar.

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El Caribe colombiano: paraíso azul © Alamy

 
Así son los Tatras, los montes eslovacos que Lonely Planet ha elegido mejor destino europeo

La editorial de viajes propone descubrir la zona norte del macizo
Jordi Pastor

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    1Parque nacional Alto Tatras Creada en 1949, la reserva natural más antigua de Eslovaquia ha sido elegida por Lonely Planet como el destino que hay que descubrir este año en Europa, encabezando su lista ‘Best in Europe 2019’ (cuyo segundo lugar ocupa Madrid). El parque, que celebra su 70º aniversario, se extiende por gran parte de las Montañas Tatras, macizo integrado en la cordillera de los Cárpatos que comparte, hacia el norte, con Polonia. Este concentrado paraíso alpino reúne hasta 25 cimas que superan los 2.500 metros –algunas con nieves perpetuas– en una extensión de 25 kilómetros de ancho y 78 de largo, está declarado reserva de la biosfera por la Unesco y ofrece a sus visitantes muchas y variadas experiencias al aire libre, entre verdes y frondosos valles, lagos de origen glaciar, hayedos y extensiones de ‘kosodreviny’ (pino enano), elegantes cascadas y espectaculares miradores accesibles en aéreos teleféricos. Más información: spravatanap.sk Alexander Fortelny Getty Images
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    2Una ruta senderista: Tatranská Magistrala Entre las sendas que discurren por estas montañas, la Tatranská Magistrala es la opción más clásica. 42 kilómetros (tres días) desde la villa alpina de Podbanské (accesible desde Pribylina) hasta el pueblo de Zdiar (y sus casitas de colores) o viceversa, pues esta localidad cuenta con mejores opciones de alojamiento. La ruta requiere cierta preparación: en el camino aguardan empinados repechos de hasta medio kilómetro en varias ocasiones y crestas que superan los 2.000 metros de altitud, y que hacen factible encontrar tramos con hielo y nieve incluso dentro de las fechas oficiales para realizar la ruta: de mediados de junio a finales de octubre. El camino atraviesa lagos alpinos y espectaculares valles, contempla las principales cumbres del Alto Atlas eslovaco y pasa los refugios de montaña de Starý Smokovec y Štrbské Pleso. Alamy
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    3Rebecos, zorros y osos El Alto Tatras eslovaco ha permanecido a la sombra de la vecina vertiente polaca (más conocida por las ascensiones de alpinistas tan reputados como Jerzy Kukuczka, Wanda Rutkiewicz, Wojciech Kurtyka o Krzysztof Wielicki, ganador del Premio Princesa de Asturias de Deportes en 2018 junto a Reinhold Messner). Por ello, este refugio de naturaleza casi intacta alberga la posibilidad de observar, con relativa facilidad, especies en peligro de extinción como el lobo europeo, el lince eurasiático y el oso pardo. Si no tenemos tanta fortuna, siempre podremos toparnos con algún zorro o con la icónica gamuza de Tatra (en la foto), símbolo del parque nacional. Getty Images
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    4Un lago idílico: Popradské Hasta un centenar de lagos de montaña salpican el paisaje del Alto Tatras. Desde las azules aguas de los ‘tarns’, lagunas de origen glaciar que encontramos en el ‘tatry’ (franja de terreno rocoso por encima de los 2.000 metros que, se cree, da nombre al macizo), como el Modré (el más alto, a 2.192 metros), hasta idílicos espejos acuáticos en el lecho de frondosos valles, como los lagos de Popradske (en la foto) y Strebske, los más conocidos y visitados del parque nacional, unidos por una ruta senderista. Peter Mocsonoky Getty Images
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    5Un mirador: Lomnicky Stit Ubicada en la estación invernal de la cima del Lomnicky (el segundo pico más alto del Alto Tatras por detrás del Gerlachovský), esta pasarela se asoma al vacío desde 2.634 metros de altitud. Lo mejor es que no hace falta caminar demasiado para disfrutar de la panorámica: se encuentra apenas a unos pasos del final del teleférico que conecta esta cumbre con la localidad de Tatranská Lomnica. El ascenso cuenta con dos estaciones intermedias –Start y Skalnaté Pleso– y reserva el plato fuerte para el final: un espectacular vuelo de 855 metros hacia arriba (unos nueve minutos de duración) a bordo de una cabina suspendida en el vacío. lvenks Getty Images
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    6Un castillo medieval: Spis castle Elevado en lo alto de una colina entre los actuales pueblos de Spišské Podhradie y Zehra, el castillo de Spis fue construido en el siglo XII sobre los restos de una antigua fortaleza, cuando la región pertenecía al Reino de Hungría. En 1780 un devastador incendio arrasó la ciudadela, cuyas ruinas se pueden visitar actualmente entre abril y septiembre, incluyendo visitas guiadas e incluso nocturnas, en julio y agosto. Más información: spisskyhrad.com Jean-Philippe Tournut Getty Images
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    7Un valle para oxigenarse: Velka Studena Encajonado entre cimas que sobrepasan los 2.300 metros de altura, el estrecho y verde valle de Velka Studena dibuja la forma de una hoja visto desde el aire. Una ruta senderista bien señalizada lo recorre desde la localidad de Hrebienok, en el verde y angosto inicio del valle, hasta el refugio de Zbojnícka (1.960 metros), ubicado en las rocosas terrazas superiores (en la foto), que albergan hasta 22 lagos alpinos, como el de Vareškovo, Starolesnianske y Dlhé. Anna i Jacek Bieniek Getty Images
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    8Una cascada: Vodopády Studeného Sin movernos del valle de Velka Studena, un sencillo y corto sendero conduce desde el cruce (y punto de información) de Rainerovou, en la parte baja de la garganta, hasta la hermosa sucesión de cascadas de Vodopády Studeného (también llamadas Cold Creek waterfalls, en la imagen), entre cuyos saltos destaca el de Obrovský, con 20 metros de elegante caída. Tom Roche Getty Images
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    9Un pueblo pintoresco: Zdiar Visitar Zdiar es como trasladarse a los Alpes (sin salir de los Cárpatos). Este pequeño pueblo de montaña, ubicado en pleno Alto Tatras eslovaco, está repleto de casas rurales con encanto (como la de la foto), donde los dueños se encargan de que la estancia sea perfecta a base de buen trato y excelente comida nutritiva (sopas, mucha carne, guisos calóricos o quesos ahumados) para excursionistas en verano y esquiadores en invierno. PAWEL KAZMIERCZAK getty
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    10Una aventura subterránea: cueva de Belianska En Eslovaquia existen miles de cuevas, aunque solo 13 están abiertas al público. Una de ellas es Belianska Jaskyňa, la más grande del Alto Tatras, en la región de Prešovský Kraj, y conocida sobre todo por sus grandes coladas de calcita, sus estalagmitas en forma de pagoda y sus lagos subterráneos. La gruta acoge conciertos durante el mes de agosto y también tratamientos de espeleoterapia. Más información: ssj.sk Alamy
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Almuñécar, el trocito de Costa Tropical más “sexi”

Chirimoyas, mangos y aguacates custodian esta histórica localidad granadina ideal para desconectar del mundo.
Cristina Fernández González


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Almuñécar es sexi © Getty Images




Sexitanos. Así, tal cual.

Este es el nombre por el que son llamados los habitantes de Almuñécar. Un gentilicio peculiar, llamativo, gracioso quizás, y que nos hace pararnos un segundo a preguntarnos sin remedio: pero, ¿por qué?


La respuesta, como siempre, está en la historia. En estas tierras desembarcaron los fenicios allá por el siglo IX a. de C., pero sería con la llegada de los romanos, seis siglos más tarde, cuando la ciudad fue bautizada como Firmum Iulium Sexi. Eah, ahí lo tienes.

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Sexitanos. Así, tal cual. © Getty Images

Pero dejémonos de historia por el momento y situémonos. Nos encontramos en la costa granadina, un territorio que se extiende a lo largo de 76 kilómetros entre Nerja, en Málaga, y la provincia almeriense. Es ahí, al cobijo de las montañas de la Sierra de Almijara, amparada por el Paraje Natural de Maro-Cerro Gordo y de cara al Mediterráneo, donde se halla Almuñécar, una de las localidades más importantes de la Costa Tropical. ¿Y por qué tropical? Muy sencillo: porque el microclima del que goza durante todo el año es, pues eso, tropical.

Y es que aquí, en este rinconcito granadino, las temperaturas no suelen bajar de los 18 grados ni subir más de 30. Datos que hacen entender un poco mejor por qué está considerado un pequeño paraíso mediterráneo. Aquí el sol brilla una media de 321 días al año. Aquí el olor a sal está siempre presente. Y aquí decidimos detenernos para disfrutar de sus encantos a todos los niveles.



Hasta nuestro destino se llega por la carretera N-340, que comienza a retorcerse al llegar a la altura de La Herradura. Los campos de cultivo de frutos tropicales nos dan la bienvenida y flanquean nuestro camino hasta llegar al centro del municipio. ¿Lo primero que hay que hacer? Venga, va… Estamos en Granada, ¿no? ¡Pues tomemos unas tapas!

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Aquí las temperaturas no suelen bajar de los 18 ni subir de los 30 © Getty Images

El casco histórico de Almuñécar lo conforma un intrincado laberinto de callejuelas que se reparten desde el Cerro de San Miguel hasta la costa. En la calle Real decidimos parar y tomar un vermut en la Bodega Francisco I. De regalo, una tapa de jamón. Nos animamos con otra más en La Taberna del Gala. Esta vez lo que acompaña son unas migas con chorizo. Lo de comer en Granada es otra historia…

Pero para historia, la de esta milenaria ciudad. Y es que por Almuñécar no solo pasaron fenicios y romanos, sino que otros muchos pueblos también dejaron su impronta en cada uno de sus rincones. Para aprender más sobre ello, basta dar un paseo por su casco histórico.

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Vermutito sexi © Bodega Francisco I



SI LAS PIEDRAS HABLASEN...

En lo más alto del Cerro de San Miguel se encuentra el Castillo de San Miguel. Aunque en la zona ya se asentaron fenicios y romanos, fueron los musulmanes los que construyeron y dieron forma a esta fortaleza que llegó a ser utilizada, incluso, como morada de la dinastía nazarí.



Con los Reyes Católicos se añadieron algunos elementos nuevos, aunque todo quedó destrozado tras los bombardeos durante la Guerra de la Independencia. Tras llegar a funcionar incluso como cementerio, en la actualidad se ha hecho una gran labor de recuperación y el castillo es visitable.

Las casas encaladas protagonizan, como en toda localidad andaluza que se precie, gran parte del casco histórico sexitano, y caminando por ellas se llega a sentir ese aire que tanto nos seduce del sur. Solo un poco más abajo se halla el Museo Arqueológico “Cueva de los Siete Palacios”. Construido en el sótano de lo que se cree que fue un templo dedicado a Minerva, guarda en su interior piezas de gran valor histórico.

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Castillo de San Miguel © Alamy

¿Un ejemplo? El vaso canopo del faraón Apofis I de Egipto, del siglo XVII a. de C., es custodiado aquí mismo. Cómo llegó hasta aquí es un misterio, y más misterioso es aún que fuera hallado en una casa local. Como curiosidad: se trata del documento escrito –contiene jeroglíficos- más antiguo hallado en la Península Ibérica.

Otra de las joyas históricas de la ciudad es la antigua Factoría de Salazón de Pescado, hoy recuperada, situada en el corazón del Parque Botánico y Arqueológico El Majuelo y totalmente integrada en la ciudad. Los romanos trajeron consigo la industria del salazón de pescado –además del garum-, y tratándose Almuñécar de un enclave portuario, esta se desarrolló a lo grande.



Gracias a esto, y a que los romanos necesitaban agua potable para la industria del salazón, construyeron también un enorme acueducto de 7 kilómetros de largo del que permanecen 5 tramos diferentes.

Junto a la antigua factoría, unas construcciones que albergan pequeños negocios locales llaman nuestra atención. En uno de ellos conocemos a Antonio “El Salao”, un septuagenario lutier que sigue trabajando cada día en su pequeño taller con la misma pasión y entrega que cuando comenzó en el oficio.

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Factoría de Salazón de Pescado de Almuñécar © Alamy

De los techos cuelgan guitarras, violines, bandurrias y hasta algún que otro instrumento inventado. En las paredes antiguos carteles y fotografías nos regalan algunos detalles de su vida. Después de una amigable charla, nos vamos de allí con una enorme sonrisa en la cara.

LOS DÍAS AL SOL

Y la sonrisa no se nos borra. Menos aún cuando llegamos a contemplar las vistas desde lo más alto del Peñón de San Cristóbal, el mirador más hermoso de toda la ciudad.

Para llegar a él, antes hay que subir alguna que otra escalera. Es el –pequeño- precio a pagar por disfrutar de la completa panorámica que se obtiene desde lo más alto. Pero aún hay más: hacia el frente, el inmenso Mediterráneo, hacia el oeste, la Playa de San Cristóbal, y al este, la Playa Costa Tropical.



Pero si algo tiene Almuñécar, son playas. 26, para ser exactos. Y todas ellas repartidas a lo largo de 19 bonitos kilómetros. Es decir: ¿que lo que queremos es sol, arena y jugar con las olas? Pues estamos de enhorabuena. Y aunque la lista de calas y paraísos cercanos daría para todo un artículo, aquí dos de las más populares y cercanas a la ciudad: Playa Puerta del Mar y Playa Velilla.

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Vistas desde La Herradura © Alamy



¿A QUÉ SABE ALMUÑÉCAR?

Espera, que aún hay más. ¿No te hablábamos al comienzo de esos frutos tropicales tan típicos de la zona? Como nos negamos a irnos de Almuñécar sin probarlos, decidimos poner rumbo a la Finca San Ramón, donde 12 hectáreas de cultivos nos esperan.

Y también nos espera Rita Galiana, propietaria de la finca y nuestra cicerone particular en este viaje a través de los sabores y propiedades de un sinfín de frutos tropicales. Chirimoyas –por cierto, ¿sabías que el 80% de la producción mundial sale de Almuñécar?-, nísperos, guayabas, kumquats, carambolas, babacos, aguacates, mangos…

No pongas esa cara: nosotros tampoco conocíamos la mitad de estos nombres hasta ahora. Rita nos muestra los detalles de cada árbol frutal y nos explica pacientemente sus propiedades… y para terminar nos ofrece una cata de lo más completa con algunos de ellos. Olvida los sabores a los que estás acostumbrado: aquí, los aguacates y mangos, saben a aguacates y mangos de verdad.

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Es nuestro sitio © Firmvm



Y tanta fruta nos ha abierto el apetito. ¿Hay ganas de probar un poco más la gastronomía sexitana? Para los más tradicionales, un lugar fundamental es Salitre Playa. Con vistas al mar, aquí el pescado y las frutas tropicales se fusionan en platos de toda la vida de una manera de lo más original.

Pero si el cuerpo nos pide algo más transgresor, no hay duda: Firmvm es nuestro sitio. El producto de altísima calidad unido a la pasión que demuestran tener por su trabajo desde la dirección y la cocina del restaurante, son fundamentales en este proyecto.

Y eso se nota al catar cualquiera de sus exquisitos platos: la milhojas de foie micuit o el pulpo seco, las gyozas de centollo o los corazones de alcachofa con cigalas de Motril. El carpaccio de wagyu, el calamar a baja temperatura con arroz y quinoa o la costilla de Angus a la parrilla. Todo en un ambiente de lo más estiloso y agradable. Y sí, paramos, que la boca ya se nos ha hecho agua.

Y finalizada la increíble experiencia gastronómica, con el estómago y el alma repletos de emociones, llegamos a una conclusión: Almuñécar, esencia de la Costa Tropical granadina, se vive, se disfruta, se aprende y se saborea.



Y, ¿lo mejor de todo? Que esto es así los 365 días del año.

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Que esto es así los 365 días del año © Getty Images
 
Una ruta de fin de semana siguiendo la luz de los faros de la costa catalana
Miradores excepcionales sobre el mar
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El faro de Sant Sebastià en la Costa Brava, Girona (Eloi_Omella / Getty Images/iStockphoto)

Han sido un vigía incansable a lo largo de los años y han servido para defender la costa de invasores, avisarde peligros, y guiar a los marineros para llegar sanos y salvos durante la noche y a través de la niebla. Los faros son esas fuertes construcciones rodeadas por un halo de misterio y fascinación que siguen custodiando el mar a pesar del paso del tiempo. Y aunque hoy en día ya no tienen esa función se han integrado perfectamente en el paisaje, algunos reconvertidos en alojamientos turísticos, y otros en museos y centros de interpretación de la vida marinera.

En los cientos de kilómetros de la costa catalana todavía permanecen en pie una veintena de faros, desde el Cap de Creus hasta las costas del delta del Ebro, todos ellos miradores excepcionales. Así pues, con la llegada del buen tiempo apetece salir, tomar el sol y sentir la brisa marina, y que mejor propuesta que la de visitar esas magníficas atalayas que siguen ahí, vigilando frente al mar.


Te gustarán
Si empezamos por el norte debemos dirigirnos la Costa Brava, a El Port de la Selva, un pueblo marinero que todavía mantiene ese aire tradicional donde las casas son bajas pintadas de blanco. Su costa está llena de acantilados y pequeñas calas escondidas, y si seguimos el camino de ronda de unos 6 km (ida y vuelta) llegaremos hasta el faro de S’Arenella de 1913 en el que disfrutaremos del espectacular paisaje azotado por la tramontana. Podemos seguir el camino hasta Cadaqués, una bonita localidad en el que destacan sus casas blancas con tejados rojos y estrechas calles de piedras con balcones llenos de flores, una preciosidad.

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El faro de S'Arenella en la Costa Brava, Girona (Damocean / Getty Images/iStockphoto)
No muy lejos se encuentra el faro situado más al este de la Península Ibérica, el de Cap de Creus, a unos 400 m del mar y a una altura de 75 m sobre un acantilado. Una edificación que ha sido muy importante pues el fuerte viento y el oleaje han moldeado un paisaje agreste y muy peligroso para la navegación. Hoy en día se ha convertido en oficina de información del parque natural Cap de Creus.

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Faro de Cap de Creus en la Costa Brava, Girona (Remanz / Getty Images/iStockphoto)
Es interesante el Conjunto Monumental de Sant Sebastià de la Guarda, en Palafrugell, está formado por los restos del yacimiento íbero de los indiketas del siglo VI a.C.; una torre de vigilancia “Torre de Guaita” del año 1445, cuya finalidad era claramente defensiva durante la época los piratas; una ermita y hospedería (hoy un hotel de lujo) de estilo barroco en la parte baja de la torre; además del faro más potente del litoral de levante de la península, el de Sant Sebastià, que data de 1857, situado a 167 m de altura sobre el nivel de mar con una proyección de luz de 50 millas (100km)

Seguimos hacia sur hasta llegar a Tossa de Mar donde se encuentra el único ejemplo de población medieval fortificada que todavía existe en la costa catalana, la Vila Vella (barrio viejo), casas de piedra rodeadas de la muralla medieval y tres grandes torres cilíndricas , y en el punto más alto se alza el faro de 1919 sobre un soberbio acantilado. Justo al lado se ubica el Centre d’Interpretació dels Fars de la Mediterrània, un museo en el que se muestran los detalles de la forma de vida de los fareros, además cuenta con bar con terraza y mirador desde donde se tienen unas vistas espectaculares.

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Faro de Torredembarra, Tarragona (Gerardton / Getty Images/iStockphoto)
Nos dirigimos hacia la Costa Daurada y llegamos a Torredembarra y al faro Punta Galera, el último en construirse en España, en el año 2000, y es el más alto de Catalunya con una torre de 38 metros sobre un acantilado. El casco antiguo de la villa conserva algunos edificios de gran riqueza arquitectónica y artística, el castillo de los Icart, actual sede del Ayuntamiento, del Renacimiento catalán , algunos restos de la muralla del s.XVII o la torre de la Vila del siglo XII o XIII de estilo mudéjar, entre otros.

Destaca el faro de Salou por su entorno natural rodeado de pinos, jardines y vegetación silvestre, y que ofrece unas impresionantes vistas desde el acantilado. Fue inaugurado en abril de 1858, y se puede acceder a través de un camino de ronda de 6,5 kilómetros que recorre el litoral, desde la zona de Pilons hasta el cabo de Salou pasando por una serie de calas y playas de belleza única.

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El faro de La Punta de la Banya en el delta del Ebro (Google Maps)
Y por último el faro de La Punta de la Banya situado en la península dels Alfac unida a Sant Carles de la Ràpita por el istmo del Trabucador, dentro del parque natural del Delta del Ebro, la zona húmeda mayor de las tierras catalanas . El faro se erigió en 1978, es de hormigón con bandas blancas y negras y tiene 26 metros de altura. Para llegar hay que caminar unos 6 km (ida y vuelta) desde la playa de la Marquesa. Es de acceso restringido menos en verano. Y como todo gira en torno al arroz nada mejor que comer una paella en alguno de los restaurantes de la zona.


En la costa catalana quedan una veintena de faros magníficos

https://www.lavanguardia.com/ocio/v...s-costa-catalana-propuesta-fin-de-semana.html

 
Así son los Tatras, los montes eslovacos que Lonely Planet ha elegido mejor destino europeo

La editorial de viajes propone descubrir la zona norte del macizo
Jordi Pastor

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    1Parque nacional Alto Tatras Creada en 1949, la reserva natural más antigua de Eslovaquia ha sido elegida por Lonely Planet como el destino que hay que descubrir este año en Europa, encabezando su lista ‘Best in Europe 2019’ (cuyo segundo lugar ocupa Madrid). El parque, que celebra su 70º aniversario, se extiende por gran parte de las Montañas Tatras, macizo integrado en la cordillera de los Cárpatos que comparte, hacia el norte, con Polonia. Este concentrado paraíso alpino reúne hasta 25 cimas que superan los 2.500 metros –algunas con nieves perpetuas– en una extensión de 25 kilómetros de ancho y 78 de largo, está declarado reserva de la biosfera por la Unesco y ofrece a sus visitantes muchas y variadas experiencias al aire libre, entre verdes y frondosos valles, lagos de origen glaciar, hayedos y extensiones de ‘kosodreviny’ (pino enano), elegantes cascadas y espectaculares miradores accesibles en aéreos teleféricos. Más información: spravatanap.sk Alexander Fortelny Getty Images
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    2Una ruta senderista: Tatranská Magistrala Entre las sendas que discurren por estas montañas, la Tatranská Magistrala es la opción más clásica. 42 kilómetros (tres días) desde la villa alpina de Podbanské (accesible desde Pribylina) hasta el pueblo de Zdiar (y sus casitas de colores) o viceversa, pues esta localidad cuenta con mejores opciones de alojamiento. La ruta requiere cierta preparación: en el camino aguardan empinados repechos de hasta medio kilómetro en varias ocasiones y crestas que superan los 2.000 metros de altitud, y que hacen factible encontrar tramos con hielo y nieve incluso dentro de las fechas oficiales para realizar la ruta: de mediados de junio a finales de octubre. El camino atraviesa lagos alpinos y espectaculares valles, contempla las principales cumbres del Alto Atlas eslovaco y pasa los refugios de montaña de Starý Smokovec y Štrbské Pleso. Alamy
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    3Rebecos, zorros y osos El Alto Tatras eslovaco ha permanecido a la sombra de la vecina vertiente polaca (más conocida por las ascensiones de alpinistas tan reputados como Jerzy Kukuczka, Wanda Rutkiewicz, Wojciech Kurtyka o Krzysztof Wielicki, ganador del Premio Princesa de Asturias de Deportes en 2018 junto a Reinhold Messner). Por ello, este refugio de naturaleza casi intacta alberga la posibilidad de observar, con relativa facilidad, especies en peligro de extinción como el lobo europeo, el lince eurasiático y el oso pardo. Si no tenemos tanta fortuna, siempre podremos toparnos con algún zorro o con la icónica gamuza de Tatra (en la foto), símbolo del parque nacional. Getty Images
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    4Un lago idílico: Popradské Hasta un centenar de lagos de montaña salpican el paisaje del Alto Tatras. Desde las azules aguas de los ‘tarns’, lagunas de origen glaciar que encontramos en el ‘tatry’ (franja de terreno rocoso por encima de los 2.000 metros que, se cree, da nombre al macizo), como el Modré (el más alto, a 2.192 metros), hasta idílicos espejos acuáticos en el lecho de frondosos valles, como los lagos de Popradske (en la foto) y Strebske, los más conocidos y visitados del parque nacional, unidos por una ruta senderista. Peter Mocsonoky Getty Images
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    5Un mirador: Lomnicky Stit Ubicada en la estación invernal de la cima del Lomnicky (el segundo pico más alto del Alto Tatras por detrás del Gerlachovský), esta pasarela se asoma al vacío desde 2.634 metros de altitud. Lo mejor es que no hace falta caminar demasiado para disfrutar de la panorámica: se encuentra apenas a unos pasos del final del teleférico que conecta esta cumbre con la localidad de Tatranská Lomnica. El ascenso cuenta con dos estaciones intermedias –Start y Skalnaté Pleso– y reserva el plato fuerte para el final: un espectacular vuelo de 855 metros hacia arriba (unos nueve minutos de duración) a bordo de una cabina suspendida en el vacío. lvenks Getty Images
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    6Un castillo medieval: Spis castle Elevado en lo alto de una colina entre los actuales pueblos de Spišské Podhradie y Zehra, el castillo de Spis fue construido en el siglo XII sobre los restos de una antigua fortaleza, cuando la región pertenecía al Reino de Hungría. En 1780 un devastador incendio arrasó la ciudadela, cuyas ruinas se pueden visitar actualmente entre abril y septiembre, incluyendo visitas guiadas e incluso nocturnas, en julio y agosto. Más información: spisskyhrad.com Jean-Philippe Tournut Getty Images
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    7Un valle para oxigenarse: Velka Studena Encajonado entre cimas que sobrepasan los 2.300 metros de altura, el estrecho y verde valle de Velka Studena dibuja la forma de una hoja visto desde el aire. Una ruta senderista bien señalizada lo recorre desde la localidad de Hrebienok, en el verde y angosto inicio del valle, hasta el refugio de Zbojnícka (1.960 metros), ubicado en las rocosas terrazas superiores (en la foto), que albergan hasta 22 lagos alpinos, como el de Vareškovo, Starolesnianske y Dlhé. Anna i Jacek Bieniek Getty Images
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    8Una cascada: Vodopády Studeného Sin movernos del valle de Velka Studena, un sencillo y corto sendero conduce desde el cruce (y punto de información) de Rainerovou, en la parte baja de la garganta, hasta la hermosa sucesión de cascadas de Vodopády Studeného (también llamadas Cold Creek waterfalls, en la imagen), entre cuyos saltos destaca el de Obrovský, con 20 metros de elegante caída. Tom Roche Getty Images
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    9Un pueblo pintoresco: Zdiar Visitar Zdiar es como trasladarse a los Alpes (sin salir de los Cárpatos). Este pequeño pueblo de montaña, ubicado en pleno Alto Tatras eslovaco, está repleto de casas rurales con encanto (como la de la foto), donde los dueños se encargan de que la estancia sea perfecta a base de buen trato y excelente comida nutritiva (sopas, mucha carne, guisos calóricos o quesos ahumados) para excursionistas en verano y esquiadores en invierno. PAWEL KAZMIERCZAK getty
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    10Una aventura subterránea: cueva de Belianska En Eslovaquia existen miles de cuevas, aunque solo 13 están abiertas al público. Una de ellas es Belianska Jaskyňa, la más grande del Alto Tatras, en la región de Prešovský Kraj, y conocida sobre todo por sus grandes coladas de calcita, sus estalagmitas en forma de pagoda y sus lagos subterráneos. La gruta acoge conciertos durante el mes de agosto y también tratamientos de espeleoterapia. Más información: ssj.sk Alamy
https://elviajero.elpais.com/elviajero/2019/05/22/album/1558546282_352770.html#foto_gal_1
Por cierto, y al leer tu estupendo pasaje con esas fotografias idílicas, permiteme recordar Querida Compañera @Coti7495, para aquellos lectores que no lo sepan, que esas Montañas que nos muestras han dado lugar y Nombre a una conocida Marca de Auto-camiones y vehiculos Militares,.- LOS TATRA.-
Gracias y un gran abrazo.-
 
Por cierto, y al leer tu estupendo pasaje con esas fotografias idílicas, permiteme recordar Querida Compañera @Coti7495, para aquellos lectores que no lo sepan, que esas Montañas que nos muestras han dado lugar y Nombre a una conocida Marca de Auto-camiones y vehiculos Militares,.- LOS TATRA.-
Gracias y un gran abrazo.-
Muchas gracias estimado compañero Franfei por tus permanentes aportes culturales. Eres una enciclopedia viviente.
Saludos cordiales.
 
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