Victoria Federica es madrina de la exhibición de enganches de la Maestranza en Sevilla. Mayo 5, 2019

Es que para que quede bien la mantilla con peineta hace falta ser alta, si eres bajita no la luces igual, y saber llevarla. Yo nunca he lucido ninguna pero no parece ser muy cómoda y además con lluvia o viento tiene que ser una autentica tortura. Pero cuando se sabe llevar y lucir es un complemento bonito, sencillo, accesible a casi todos los bolsillos y además muy español.

Hay que ser alta y tener buena percha, si no parece una antena de telefonía móvil sobre un poste. A esta niña le falta mucho cuerpo. No es culpa suya, pero es lo que hay.
 
Victoria , en el dia a dia se viste como cualquier chica de su edad, que es lo normal

Hay chicas de su edad con gusto y chicas de su edad sin él. Hay chicas de su edad con estilo y chicas de su edad sin él. Dos chicas distintas con el mismo modelito de Zara pueden ser dos mundos opuestos.
 
va fataaaalllllllllllllllllll maquillada, y podia depilarse las cejas un poquitito, limpiarlas
 
Perdona que me entrometa, pero me parece que la Princesadelvisillo no se refería a ti. Tú tienes tu opinión y punto. Lo dijo por otra bastante impertinente

Yo solo la he contestado cuando me ha citado personalmente. Y en mi mensaje original yo contestaba a uno de @ELZAFROZEN. Lo que pasa es que al final los temas se entremezclan....y no se sabe ni de dónde vienen.
 
Parecerá una tontería pero el hecho de que no sepa maquillarse correctamente hace mucho, la chica no será ningún bellezón pero tiene unas facciones bonitas, armónicas. El problema es que en lugar de sacarse el máximo partido posible lo que hace es echarse años encima, solamente con una base de su tono de piel, un ligero contorno y una capa de máscara de pestañas (porque me da la impresión de que no llevaba, al menos en las fotos con la mantilla) le hubiera cambiado la cara por completo. Eso, sumado a que es demasiado delgada para la estatura que tiene, hace que no luzca demasiado la ropa que se pone (independientemente de que le favorezca más o menos).
 
Que te lo digan a ti.

Perdona, pero si no va con palmas y peinetas no lo entiendo :finger:

Que se puede esperar de una... persona? que califica "no me gusta" los comentarios de la gente que reivindica que España es España también encima de despeñaperros :meh::meh::meh::meh: Típica rancia de ultraderecha que cree que Dios la eligió para ser española solo a ella. Y esto no es una suposición.
 
Parecerá una tontería pero el hecho de que no sepa maquillarse correctamente hace mucho, la chica no será ningún bellezón pero tiene unas facciones bonitas, armónicas. El problema es que en lugar de sacarse el máximo partido posible lo que hace es echarse años encima, solamente con una base de su tono de piel, un ligero contorno y una capa de máscara de pestañas (porque me da la impresión de que no llevaba, al menos en las fotos con la mantilla) le hubiera cambiado la cara por completo. Eso, sumado a que es demasiado delgada para la estatura que tiene, hace que no luzca demasiado la ropa que se pone (independientemente de que le favorezca más o menos).
El maquillaje correcto y bien aplicado hace milagros. Además deberían perfilarle un poquito las cejas. Aún no ha sabido sacarse partido, y bien, quizá no le interese, pero posibilidades tiene. Si en verdad la asesora su padre como dicen, el buen hombre se ha quedado en el tiempo.
 
NFANTA ELENA / JAIME MARICHALAR

11/05/2019

DIEZ AÑOS DESPUÉS, SE SIGUEN EVITANDO

Este año se cumple un decenio de su divorcio. La pareja ha pasado de una relación pésima a la frialdad absoluta. Cuando coinciden por exigencias familiares, como en Sevilla el domingo, evitan la foto juntos. POR CONSUELO FONT
Descubra Orbyt
  • Disminuye el tamaño del texto
  • Aumenta el tamaño del texto
  • Imprimir documento
  • Comparte esta noticia
  • twitter
EL PASADO DOMINGO, 5 de mayo, Victoria Federica Marichalar de Borbón (18) vivió uno de los momentos más estelares de su existencia, al protagonizar su primer acto público en solitario como madrina de la XXIV exhibición de enganches de la Feria de Sevilla. Cuando la nieta del Rey Juan Carlos hizo su entrada en coche de caballos en la plaza de La Maestranza, ataviada con una españolísima mantilla blanca de encaje de Bruselas, entre los espectadores que abarrotaban el coso había dos especialmente emocionados: sus padres, la Infanta Elena (55) y Jaime de Marichalar (56), que no quisieron perderse el acontecimiento. Pero ni siquiera fueron capaces de compartir un momento tan señalado para su hija, ya que acudieron a la plaza por separado.

La Infanta, que momentos antes había ayudado a vestirse a Victoria Federica en el hotel Alfonso XIII, se ubicó en el palco, acompañada por el hermano mayor de la Real Maestranza de Caballería y otros miembros de esta corporación. Por su parte, Jaime de Marichalar estuvo en todo momento junto a su hermano Amalio, conde de Ripalda, la mujer de éste y la condesa viuda de Luna. No consta que el ex matrimonio se saludara ni que coincidieran.

“Frialdad” es el adjetivo que, según su entorno, mejor define la relación entre la Infanta Elena y su ex marido, cuando este 2019 se van a cumplir 10 años de su divorcio, ya que no mantienen ningún tipo de contacto salvo para tratar cuestiones relativas a sus hijos, Froilán y Victoria Federica. Una gelidez que ha sustituido a la virulencia inicial tras su “cese temporal de la convivencia” en noviembre de 2007. La decisión inapelable correspondió a la Infanta, quien, pese a los ruegos de Jaime, abandonó el lujoso hogar conyugal propiedad de Marichalar, un triplex en la calle Ortega y Gasset esquina Serrano, en plena milla de oro, y se trasladó a un chalecito alquilado en la colonia de Fuente del Berro. Posteriormente se instaló en un piso, esta vez en propiedad, en el barrio Niño Jesús de Madrid, junto al Retiro. El vacío fue inmenso para un Marichalar aquejado de las secuelas de la isquemia cerebral que sufrió en 2001. Doña Elena no sólo se llevó todas sus pertenencias, entre ellas sus regalos de boda, sino también a sus hijos, Froilán y Victoria, aunque finalmente la pareja llegó a un acuerdo de custodia compartida. Un régimen que, ahora que los niños son mayores, es más laxo y responde más a sus necesidades.

En esos primeros tiempos, la tensión entre los duques de Lugo era grande. “Jaime estaba destrozado, de hecho, su madre se vino desde Soria a vivir con él para cuidarle. A él jamás se le pasó por la cabeza la idea de separarse, pero su mujer se empeñó, le costó mucho superarlo y a día de hoy, sigue sin pareja y siente nostalgia de su anterior vida de familia”, asegura una fuente cercana al ex duque.

Algo que Elena jamás ha añorado ya que, pese a que no ha vuelto a rehacer su vida sentimental ni se le conocen noviazgos salvo un breve revival con el jinete Luis Astolfi, su gran amor, que no cuajó, está encantada de haber recuperado su libertad. Y pese a que la tensión inicial con Marichalar se ha suavizado bastante, tampoco ha tenido el más mínimo interés por mantener una amistad con su ex marido, ni nada que vaya más allá de un educado saludo cuando se encuentran. Doña Elena intenta coincidir poco con él. De hecho, en los años más conflictivos de Froilán, los jefes de estudios del colegio Santa María del Pilar nunca lograron que acudieran juntos a una reunión con los tutores del chico.

Sólo coinciden en momentos puntuales en los que evitan fotografiarse juntos. La primera vez en que lo hicieron tras el cese de su convivencia fue en la comunión de Victoria Federica, en mayo de 2009. Aunque el encuentro tuvo lugar dentro de la iglesia de los padres dominicos de Madrid, se supo que la Infanta saludó a su ex y también le dio la paz por educación.

Nobleza obliga y también en marzo de 2014, cuando la madre de Jaime, Concepción Sáenz de Tejada, sufrió un ictus que le costó la muerte, la Infanta se acercó al hospital La Paz a interesarse por su ex suegra, y se pudo ver a la pareja saludarse. Una visita que Jaime agradeció enormemente, como también el que Doña Elena acudiera al funeral.

Sin embargo, no significó en absoluto que la situación se suavizara, como se demostró primero en la celebración de los 18 años de Froilán y después en su graduación, que tuvo lugar en verano de 2017 en el Blue Ridge Saint George, en Virginia, donde el nieto primogénito de Don Juan Carlos estuvo interno dos cursos. Viajaron hasta Estados Unidos la Infanta Elena acompañada por la Reina Sofía así como Jaime Marichalar, que fue por su cuenta. Los progenitores no posaron juntos en ninguna fotografía del evento como tampoco lo han hecho durante la presentación en sociedad de Victoria Federica.
 
estos dos debieron acabar terrible
yo recuerdo unas imágenes que él devolvía a los niños a casa de la madre y ella casi ni le abría la puerta con unas caras de una tensión tremenda...
no sé qué pasaría...
 
NFANTA ELENA / JAIME MARICHALAR

11/05/2019

DIEZ AÑOS DESPUÉS, SE SIGUEN EVITANDO

Este año se cumple un decenio de su divorcio. La pareja ha pasado de una relación pésima a la frialdad absoluta. Cuando coinciden por exigencias familiares, como en Sevilla el domingo, evitan la foto juntos. POR CONSUELO FONT
Descubra Orbyt
  • Disminuye el tamaño del texto
  • Aumenta el tamaño del texto
  • Imprimir documento
  • Comparte esta noticia
  • twitter
EL PASADO DOMINGO, 5 de mayo, Victoria Federica Marichalar de Borbón (18) vivió uno de los momentos más estelares de su existencia, al protagonizar su primer acto público en solitario como madrina de la XXIV exhibición de enganches de la Feria de Sevilla. Cuando la nieta del Rey Juan Carlos hizo su entrada en coche de caballos en la plaza de La Maestranza, ataviada con una españolísima mantilla blanca de encaje de Bruselas, entre los espectadores que abarrotaban el coso había dos especialmente emocionados: sus padres, la Infanta Elena (55) y Jaime de Marichalar (56), que no quisieron perderse el acontecimiento. Pero ni siquiera fueron capaces de compartir un momento tan señalado para su hija, ya que acudieron a la plaza por separado.

La Infanta, que momentos antes había ayudado a vestirse a Victoria Federica en el hotel Alfonso XIII, se ubicó en el palco, acompañada por el hermano mayor de la Real Maestranza de Caballería y otros miembros de esta corporación. Por su parte, Jaime de Marichalar estuvo en todo momento junto a su hermano Amalio, conde de Ripalda, la mujer de éste y la condesa viuda de Luna. No consta que el ex matrimonio se saludara ni que coincidieran.

“Frialdad” es el adjetivo que, según su entorno, mejor define la relación entre la Infanta Elena y su ex marido, cuando este 2019 se van a cumplir 10 años de su divorcio, ya que no mantienen ningún tipo de contacto salvo para tratar cuestiones relativas a sus hijos, Froilán y Victoria Federica. Una gelidez que ha sustituido a la virulencia inicial tras su “cese temporal de la convivencia” en noviembre de 2007. La decisión inapelable correspondió a la Infanta, quien, pese a los ruegos de Jaime, abandonó el lujoso hogar conyugal propiedad de Marichalar, un triplex en la calle Ortega y Gasset esquina Serrano, en plena milla de oro, y se trasladó a un chalecito alquilado en la colonia de Fuente del Berro. Posteriormente se instaló en un piso, esta vez en propiedad, en el barrio Niño Jesús de Madrid, junto al Retiro. El vacío fue inmenso para un Marichalar aquejado de las secuelas de la isquemia cerebral que sufrió en 2001. Doña Elena no sólo se llevó todas sus pertenencias, entre ellas sus regalos de boda, sino también a sus hijos, Froilán y Victoria, aunque finalmente la pareja llegó a un acuerdo de custodia compartida. Un régimen que, ahora que los niños son mayores, es más laxo y responde más a sus necesidades.

En esos primeros tiempos, la tensión entre los duques de Lugo era grande. “Jaime estaba destrozado, de hecho, su madre se vino desde Soria a vivir con él para cuidarle. A él jamás se le pasó por la cabeza la idea de separarse, pero su mujer se empeñó, le costó mucho superarlo y a día de hoy, sigue sin pareja y siente nostalgia de su anterior vida de familia”, asegura una fuente cercana al ex duque.

Algo que Elena jamás ha añorado ya que, pese a que no ha vuelto a rehacer su vida sentimental ni se le conocen noviazgos salvo un breve revival con el jinete Luis Astolfi, su gran amor, que no cuajó, está encantada de haber recuperado su libertad. Y pese a que la tensión inicial con Marichalar se ha suavizado bastante, tampoco ha tenido el más mínimo interés por mantener una amistad con su ex marido, ni nada que vaya más allá de un educado saludo cuando se encuentran. Doña Elena intenta coincidir poco con él. De hecho, en los años más conflictivos de Froilán, los jefes de estudios del colegio Santa María del Pilar nunca lograron que acudieran juntos a una reunión con los tutores del chico.

Sólo coinciden en momentos puntuales en los que evitan fotografiarse juntos. La primera vez en que lo hicieron tras el cese de su convivencia fue en la comunión de Victoria Federica, en mayo de 2009. Aunque el encuentro tuvo lugar dentro de la iglesia de los padres dominicos de Madrid, se supo que la Infanta saludó a su ex y también le dio la paz por educación.

Nobleza obliga y también en marzo de 2014, cuando la madre de Jaime, Concepción Sáenz de Tejada, sufrió un ictus que le costó la muerte, la Infanta se acercó al hospital La Paz a interesarse por su ex suegra, y se pudo ver a la pareja saludarse. Una visita que Jaime agradeció enormemente, como también el que Doña Elena acudiera al funeral.

Sin embargo, no significó en absoluto que la situación se suavizara, como se demostró primero en la celebración de los 18 años de Froilán y después en su graduación, que tuvo lugar en verano de 2017 en el Blue Ridge Saint George, en Virginia, donde el nieto primogénito de Don Juan Carlos estuvo interno dos cursos. Viajaron hasta Estados Unidos la Infanta Elena acompañada por la Reina Sofía así como Jaime Marichalar, que fue por su cuenta. Los progenitores no posaron juntos en ninguna fotografía del evento como tampoco lo han hecho durante la presentación en sociedad de Victoria Federica.

https://www.elmundo.es/loc/casa-real/2019/05/11/5cd3faa8fc6c83db118b4583.html
 

Temas Similares

4 5 6
Respuestas
68
Visitas
3K
Back