Hola chicas/os! Soy nueva por aquí, llevo un tiempo leyendo por el foro y hoy me he decidido a participar y contaros mi historia, porque os veo personas muy razonables, abiertas de mente y que dais buenos consejos, y creo que ahora mismo necesito eso, alguien que me escuche y que me dé un consejo porque yo unos días pienso una cosa y otros días otra y ya no sé que hacer, necesito la visión imparcial de una tercera persona, que no le influya nada emocional hacia mí, como puede ser mi madre o amigas.
Siempre he sido de tener relaciones estables y largas, con mi primer novio estuve 5 años y cuando se terminó, comencé a salir al poco tiempo con mi segundo novio, ya nos conocíamos, eramos amigos y surgió la chispa. Estuvimos juntos 8 años, de los cuales los 2 últimos fueron un infierno...
Al final reuní el valor suficiente y le dejé, al principio fue duro pero fue lo mejor que pude hacer en mi vida, después de eso conseguí el trabajo de mis sueños en París, voy por temporadas a trabajar allí. Hace casi dos años iba paseando por una calle de allí cuando de repente un chico francés me paró y comenzó a hablar conmigo, me dijo que se llamaba Sam, era muy agradable y me resultó atractivo. Me dijo que conocía España, que había estado en Barcelona y Valencia, me pidió mi número de teléfono y quedar otro día para tomar algo y hablar un poco más, ya que en ese momento no podía porque había quedado con unos amigos. No me llamó y no le volví a ver.
El año pasado terminaba mi contrato de la temporada en noviembre, así que decidí pasar mi último día paseando por París. Después de todo el día andando y ya cansada iba hacia el metro cuando un chico me paró para decirme "Perdona, tú no eres francesa, verdad?" cuando me giré para mirarle noté cierta sorpresa en su cara pero no supe porqué. Comenzó a andar conmigo mientras hablábamos y me dijo que por qué no le acompañaba a una terraza a tomar algo y así seguíamos hablando un poco más, al principio dudé pero pensé, por qué no?, vamos a estar en un sitio público con un montón de gente, si veo algo raro me largo.
Nos sentamos en una terraza, me preguntó mi nombre y cuando yo le pregunté el suyo bajó los ojos un poco avergonzado, "Sam" dijo tímidamente "Samuel" y me miró a los ojos.
Yo no me lo podía creer, era el chico que conocí hace un año y algo?! Me costaba estar segura porque ahora llevaba una barba muy tupida, y yo le conocí con la cara completamente afeitada, además solo le había visto una vez. Me dio apuro decírselo por si me confundía de persona y él pensaba que me iba a tomar algo o le daba mi teléfono al primero que me lo pedía, cuando jamás lo he hecho...
Los nervios que sentía al principio al estar con un extraño desaparecieron rápido, había mucha química, mucha complicidad entre nosotros, era fácil hablar con él y parecía que le conocía de hace tiempo. A medida que me hablaba de él y le iba conociendo me iba gustando cada vez más, un chico alegre, optimista, muy extrovertido, adoraba viajar tanto como yo, y lo hacía también por su trabajo, adoraba aprender y hacer cosas nuevas, lo que siempre había deseado en una pareja y todo lo contrario a mi ex, que solo sabía ir del trabajo a casa y de casa al trabajo y si salíamos a algún lado lo hacía por mí, no porque le apeteciera...
Mi perfecto compañero de viaje, lo que siempre había buscado!
Pagó la cuenta y me preguntó que cual era mi barrio favorito de París, le dije que Montmartre y allí que me llevó. Me dijo que Montmartre no solo era la colina, sino también las calles de abajo, es decir, donde se encuentran todos los sex-shops. Me dijo que para los franceses el s*x* no es un tema tabú que es algo muy normal y lo tratan con mucha naturalidad. De repente me cogió de la mano y entramos en un sex-shop, aunque me sorprendió, no me molestó, me sentía cómoda con él y nos dedicamos a curiosear por los pasillos y bromear sobre los productos más extraños.
Lo que vino a continuación sí que no me gustó... Al salir entramos en el siguiente establecimiento, un cine X! Pagó la entrada, 5 euros por cabeza, y entró esperando que le siguiera sin preguntar si yo estaba de acuerdo.
Era la única mujer en la sala, había tres hombres más, y aunque solo miraban la película yo me sentí muy incómoda y no aguanté ni 5 minutos, me levanté y me marché. Él me siguió visiblemente preocupado y me dijo que si todo iba bien, le dije que sí pero que no me había gustado el sitio.
Alquiló una moto de esas que hay por la ciudad para conocerla más cómodamente, me colocó el casco con cuidado y me llevó hacia lo alto de la colina de Montmartre.
Nos sentamos en un mirador alejado de los turistas desde donde se veía todo París, y seguimos charlando mientras me cogía la mano, a diferencia del momento cine X, fue un momento muy romántico.
Me acompañó hacia el metro paseando por las calles y cuando ya estábamos llegando se decidió a besarme, el beso fue subiendo de intensidad y si no hubiéramos estado en mitad de la calle seguramente habría pasado algo más entre nosotros. Me pidió mi número y él me dio el suyo, me hizo prometer que le llamaría cuando volviera en febrero, es cuando empezaba mi próximo contrato, y yo se lo prometí.
Me escribió para saber si había llegado bien a casa, y al día siguiente para desearme buen viaje.
A partir de ahí nos escribíamos una o dos veces por semana, los mensajes siempre terminaban subiendo de tono y terminábamos con conversaciones sexuales y mandándonos alguna foto, eso sí, nunca mostraban la cara. A mí en el fondo me preocupaba que no me contara nada de su día a día, si le preguntaba qué tal había empezado la semana, o qué tal el día, me respondía "Muy bien, genial!", si yo le contaba algo personal él me respondía, pero no profundizaba en el tema, eran conversaciones más cortas, en cambio, si el tema era sexual podía estar chateando conmigo 5 horas! Me decía a mí misma que cuando volviéramos a estar juntos sería diferente, que ya tendríamos tiempo de hablar otra vez, como el día que nos conocimos.
Durante el mes de diciembre no me escribió ni un solo mensaje, yo tampoco a él, no quería ir detrás siendo yo siempre la que escribiera, debía ser algo recíproco.
En enero me felicitó el año nuevo y yo aproveché para retomar el contacto y decirle que pronto volvería a París, me dijo que tenía ganas de verme y que iba a intentar venir a España a verme. Pasaron 2 semanas y no tuve noticias de él. Le escribí porque iba a ir antes a París para una entrevista de trabajo, quería cambiar de puesto en la empresa. Pareció emocionado, me dijo cuando llegaba, le dije que los días 29 y 30 de enero, me dijo que nos veíamos el día 29 porque el 30 tenía un viaje a Londres.
El día 29 llegué a París a las 9:30 de la mañana, a las 11 me escribió para ver qué tal, le dije que acababa de llegar al hotel, me dijo que genial que podía ir a verme allí. La verdad es que yo esperaba quedar con él en algún sitio, pasear... pero no le dije nada.
Cuando llegó estaba como siempre alegre y con una gran sonrisa, nos sentamos juntos delante de la tele con un zumo y comenzamos a hablar, me contó que había estado en Alemania por trabajo, el frío que había hecho, me preguntó por la entrevista, y otras cosas más pero no muy personales, me enteré de que tenía un hermano porque me dijo que le había cogido el coche prestado... No me preguntó qué tal estos casi 3 meses? Hablaba sin parar de cosas banales...
Pasado un buen rato me abrazó y se recostó conmigo en el sofá y bueno, las cosas fueron a más, me terminó llevando en brazos a la habitación, pero curiosamente no tuvimos relaciones sexuales completas, nos tocamos el uno al otro sin llegar a más.
Cuando terminamos fue al baño a lavarse un poco ya que estaba cubierto de sudor y me esperó en el salón. Cuando llegué al salón él estaba raro, no me miraba a la cara, evitaba mi mirada, el teléfono comenzó a sonar y me dijo que se tenía que ir que le llamaba un cliente, que de hecho había venido a verme porque su cliente no le había llamado, se puso el jersey y la chaqueta rápidamente, estaba serio y distante, me dijo "Voy a trabajar un rato y luego te escribo", hizo como intención de darme un beso y un abrazo, pero muy poco convencido, y yo no me acerqué... Le acompañé a la puerta, me echó una mirada rápida e hizo un gesto de "te llamo" y se marchó.
Me sentí tan vacía, tan sola... Tantas ganas que tenía de verle, de estar con él, no me imaginaba que nuestro reencuentro fuera a ser así. Estuvo 2 horas conmigo nada más.
Estuve toda la tarde en el hotel y él no me escribió. Pensé, ya está, es solo s*x*,no volverás a saber nada de él.
Lo curioso es que al día siguiente me escribió para saber cómo había ido la entrevista de trabajo.
No he vuelto a saber de él, porque volví a España y no le volví a escribir, él tampoco a mí. Pero no hay un solo día en el que no piense en él, pienso que fui yo quien quedó en llamarle cuando volviera en febrero, pero también pienso que si él estuviera realmente interesado en mí se preocuparía de ponerse en contacto para saber si ya volví a París o no.
Pienso que no merece la pena alguien que te deja tirada justo después de un momento íntimo, porque aunque diga que era por trabajo, por qué tenía que estar tan frío y distante? Pero al día siguiente me muero de ganas de escribirle y me tengo que auto convencer otra vez de que esta relación no es para mí, que yo nunca he sido de rollos ni de "solo s*x*", y luego me surge la duda de, si era solo s*x*, por qué no intentó sacar todo lo que pudiera de ese encuentro?
Objetivamente, como lo veis desde fuera, debería olvidarme de una vez de él? Por qué soy tan tonta y me colgué así tan rápido de alguien a quien apenas conozco?
Siempre he sido de tener relaciones estables y largas, con mi primer novio estuve 5 años y cuando se terminó, comencé a salir al poco tiempo con mi segundo novio, ya nos conocíamos, eramos amigos y surgió la chispa. Estuvimos juntos 8 años, de los cuales los 2 últimos fueron un infierno...
Al final reuní el valor suficiente y le dejé, al principio fue duro pero fue lo mejor que pude hacer en mi vida, después de eso conseguí el trabajo de mis sueños en París, voy por temporadas a trabajar allí. Hace casi dos años iba paseando por una calle de allí cuando de repente un chico francés me paró y comenzó a hablar conmigo, me dijo que se llamaba Sam, era muy agradable y me resultó atractivo. Me dijo que conocía España, que había estado en Barcelona y Valencia, me pidió mi número de teléfono y quedar otro día para tomar algo y hablar un poco más, ya que en ese momento no podía porque había quedado con unos amigos. No me llamó y no le volví a ver.
El año pasado terminaba mi contrato de la temporada en noviembre, así que decidí pasar mi último día paseando por París. Después de todo el día andando y ya cansada iba hacia el metro cuando un chico me paró para decirme "Perdona, tú no eres francesa, verdad?" cuando me giré para mirarle noté cierta sorpresa en su cara pero no supe porqué. Comenzó a andar conmigo mientras hablábamos y me dijo que por qué no le acompañaba a una terraza a tomar algo y así seguíamos hablando un poco más, al principio dudé pero pensé, por qué no?, vamos a estar en un sitio público con un montón de gente, si veo algo raro me largo.
Nos sentamos en una terraza, me preguntó mi nombre y cuando yo le pregunté el suyo bajó los ojos un poco avergonzado, "Sam" dijo tímidamente "Samuel" y me miró a los ojos.
Yo no me lo podía creer, era el chico que conocí hace un año y algo?! Me costaba estar segura porque ahora llevaba una barba muy tupida, y yo le conocí con la cara completamente afeitada, además solo le había visto una vez. Me dio apuro decírselo por si me confundía de persona y él pensaba que me iba a tomar algo o le daba mi teléfono al primero que me lo pedía, cuando jamás lo he hecho...
Los nervios que sentía al principio al estar con un extraño desaparecieron rápido, había mucha química, mucha complicidad entre nosotros, era fácil hablar con él y parecía que le conocía de hace tiempo. A medida que me hablaba de él y le iba conociendo me iba gustando cada vez más, un chico alegre, optimista, muy extrovertido, adoraba viajar tanto como yo, y lo hacía también por su trabajo, adoraba aprender y hacer cosas nuevas, lo que siempre había deseado en una pareja y todo lo contrario a mi ex, que solo sabía ir del trabajo a casa y de casa al trabajo y si salíamos a algún lado lo hacía por mí, no porque le apeteciera...
Mi perfecto compañero de viaje, lo que siempre había buscado!
Pagó la cuenta y me preguntó que cual era mi barrio favorito de París, le dije que Montmartre y allí que me llevó. Me dijo que Montmartre no solo era la colina, sino también las calles de abajo, es decir, donde se encuentran todos los sex-shops. Me dijo que para los franceses el s*x* no es un tema tabú que es algo muy normal y lo tratan con mucha naturalidad. De repente me cogió de la mano y entramos en un sex-shop, aunque me sorprendió, no me molestó, me sentía cómoda con él y nos dedicamos a curiosear por los pasillos y bromear sobre los productos más extraños.
Lo que vino a continuación sí que no me gustó... Al salir entramos en el siguiente establecimiento, un cine X! Pagó la entrada, 5 euros por cabeza, y entró esperando que le siguiera sin preguntar si yo estaba de acuerdo.
Era la única mujer en la sala, había tres hombres más, y aunque solo miraban la película yo me sentí muy incómoda y no aguanté ni 5 minutos, me levanté y me marché. Él me siguió visiblemente preocupado y me dijo que si todo iba bien, le dije que sí pero que no me había gustado el sitio.
Alquiló una moto de esas que hay por la ciudad para conocerla más cómodamente, me colocó el casco con cuidado y me llevó hacia lo alto de la colina de Montmartre.
Nos sentamos en un mirador alejado de los turistas desde donde se veía todo París, y seguimos charlando mientras me cogía la mano, a diferencia del momento cine X, fue un momento muy romántico.
Me acompañó hacia el metro paseando por las calles y cuando ya estábamos llegando se decidió a besarme, el beso fue subiendo de intensidad y si no hubiéramos estado en mitad de la calle seguramente habría pasado algo más entre nosotros. Me pidió mi número y él me dio el suyo, me hizo prometer que le llamaría cuando volviera en febrero, es cuando empezaba mi próximo contrato, y yo se lo prometí.
Me escribió para saber si había llegado bien a casa, y al día siguiente para desearme buen viaje.
A partir de ahí nos escribíamos una o dos veces por semana, los mensajes siempre terminaban subiendo de tono y terminábamos con conversaciones sexuales y mandándonos alguna foto, eso sí, nunca mostraban la cara. A mí en el fondo me preocupaba que no me contara nada de su día a día, si le preguntaba qué tal había empezado la semana, o qué tal el día, me respondía "Muy bien, genial!", si yo le contaba algo personal él me respondía, pero no profundizaba en el tema, eran conversaciones más cortas, en cambio, si el tema era sexual podía estar chateando conmigo 5 horas! Me decía a mí misma que cuando volviéramos a estar juntos sería diferente, que ya tendríamos tiempo de hablar otra vez, como el día que nos conocimos.
Durante el mes de diciembre no me escribió ni un solo mensaje, yo tampoco a él, no quería ir detrás siendo yo siempre la que escribiera, debía ser algo recíproco.
En enero me felicitó el año nuevo y yo aproveché para retomar el contacto y decirle que pronto volvería a París, me dijo que tenía ganas de verme y que iba a intentar venir a España a verme. Pasaron 2 semanas y no tuve noticias de él. Le escribí porque iba a ir antes a París para una entrevista de trabajo, quería cambiar de puesto en la empresa. Pareció emocionado, me dijo cuando llegaba, le dije que los días 29 y 30 de enero, me dijo que nos veíamos el día 29 porque el 30 tenía un viaje a Londres.
El día 29 llegué a París a las 9:30 de la mañana, a las 11 me escribió para ver qué tal, le dije que acababa de llegar al hotel, me dijo que genial que podía ir a verme allí. La verdad es que yo esperaba quedar con él en algún sitio, pasear... pero no le dije nada.
Cuando llegó estaba como siempre alegre y con una gran sonrisa, nos sentamos juntos delante de la tele con un zumo y comenzamos a hablar, me contó que había estado en Alemania por trabajo, el frío que había hecho, me preguntó por la entrevista, y otras cosas más pero no muy personales, me enteré de que tenía un hermano porque me dijo que le había cogido el coche prestado... No me preguntó qué tal estos casi 3 meses? Hablaba sin parar de cosas banales...
Pasado un buen rato me abrazó y se recostó conmigo en el sofá y bueno, las cosas fueron a más, me terminó llevando en brazos a la habitación, pero curiosamente no tuvimos relaciones sexuales completas, nos tocamos el uno al otro sin llegar a más.
Cuando terminamos fue al baño a lavarse un poco ya que estaba cubierto de sudor y me esperó en el salón. Cuando llegué al salón él estaba raro, no me miraba a la cara, evitaba mi mirada, el teléfono comenzó a sonar y me dijo que se tenía que ir que le llamaba un cliente, que de hecho había venido a verme porque su cliente no le había llamado, se puso el jersey y la chaqueta rápidamente, estaba serio y distante, me dijo "Voy a trabajar un rato y luego te escribo", hizo como intención de darme un beso y un abrazo, pero muy poco convencido, y yo no me acerqué... Le acompañé a la puerta, me echó una mirada rápida e hizo un gesto de "te llamo" y se marchó.
Me sentí tan vacía, tan sola... Tantas ganas que tenía de verle, de estar con él, no me imaginaba que nuestro reencuentro fuera a ser así. Estuvo 2 horas conmigo nada más.
Estuve toda la tarde en el hotel y él no me escribió. Pensé, ya está, es solo s*x*,no volverás a saber nada de él.
Lo curioso es que al día siguiente me escribió para saber cómo había ido la entrevista de trabajo.
No he vuelto a saber de él, porque volví a España y no le volví a escribir, él tampoco a mí. Pero no hay un solo día en el que no piense en él, pienso que fui yo quien quedó en llamarle cuando volviera en febrero, pero también pienso que si él estuviera realmente interesado en mí se preocuparía de ponerse en contacto para saber si ya volví a París o no.
Pienso que no merece la pena alguien que te deja tirada justo después de un momento íntimo, porque aunque diga que era por trabajo, por qué tenía que estar tan frío y distante? Pero al día siguiente me muero de ganas de escribirle y me tengo que auto convencer otra vez de que esta relación no es para mí, que yo nunca he sido de rollos ni de "solo s*x*", y luego me surge la duda de, si era solo s*x*, por qué no intentó sacar todo lo que pudiera de ese encuentro?
Objetivamente, como lo veis desde fuera, debería olvidarme de una vez de él? Por qué soy tan tonta y me colgué así tan rápido de alguien a quien apenas conozco?