Feminismo-Día de la mujer - 8 de marzo.

Para mí, feminista es la mujer y el hombre que defienden la igualdad en derechos y oportunidades para mujeres y hombres.
Y femi**** es la mujer y el hombre que defienden solamente a las mujeres que piensan como ellas/ellos, intentan crear una guerra entre hombres y mujeres y persiguen y criminalizan a los hombres por el hecho de serlo, como en la Alemania nazi se perseguía a los judíos por el hecho de ser judíos.
 
Me quieres decir qué cosas pongo sacadas de páginas ultra.?..porque en esta conversación hablo de 100 años de investigacion científica, no del artículo de opinión absolutamente superficial e inadecuado al tema que pillaste para intentar rebatirlos.

Candy a mí sí me gustaría que pusieras algunos de esos estudios científicos. Me está gustando mucho tu aportación a este hilo.

Yo también creo que por lógica, la diferente conducta de hombres y mujeres se debe a la diferencia sexual y está biológicamente programada por razones evolutivas. Se puede tratar de modificar desde fuera, pero cuesta mucho y se consigue sólo a medias y con el coste de que si las mujeres nos dejamos de comportar como hembras y nos volvemos comductualmente machos todos nos extinguimos. De hecho, creo que es lo que está sucediendo en el mundo. Las mujeres superempoderadas y superliberadas del mundo occidental nos reproducimos tan poco que más pronto que tarde seremos sustituidas por superparidoras de culturas más atrasadas y, oh cielos, supermachistas.

Si seguimos tirando piedras contra nuestro propio tejado veremos a nuestras bisnietas con velo y como la sumisa cuarta esposa de un machista de los de verdad. Las más viejas del lugar recordarán que hubo un tiempo en el que las mujeres le montaban un pollo a su marido porque decía que les iba ayudar con la cena cuando volvía de asfaltar carreteras o de patronear un petrolero.

Además de que me parece lógico que la diferenciación sexual de la mujer ha hecho que se seleccionen en ella conductas que promueven la empatía, la menor agresividad y la tendencia al cuidado, sé que hay estudios que lo avalan. Me encantaría que compartieras alguno con las cotis.
 
Candy a mí sí me gustaría que pusieras algunos de esos estudios científicos. Me está gustando mucho tu aportación a este hilo.

Yo también creo que por lógica, la diferente conducta de hombres y mujeres se debe a la diferencia sexual y está biológicamente programada por razones evolutivas. Se puede tratar de modificar desde fuera, pero cuesta mucho y se consigue sólo a medias y con el coste de que si las mujeres nos dejamos de comportar como hembras y nos volvemos comductualmente machos todos nos extinguimos. De hecho, creo que es lo que está sucediendo en el mundo. Las mujeres superempoderadas y superliberadas del mundo occidental nos reproducimos tan poco que más pronto que tarde seremos sustituidas por superparidoras de culturas más atrasadas y, oh cielos, supermachistas.

Si seguimos tirando piedras contra nuestro propio tejado veremos a nuestras bisnietas con velo y como la sumisa cuarta esposa de un machista de los de verdad. Las más viejas del lugar recordarán que hubo un tiempo en el que las mujeres le montaban un pollo a su marido porque decía que les iba ayudar con la cena cuando volvía de asfaltar carreteras o de patronear un petrolero.

Además de que me parece lógico que la diferenciación sexual de la mujer ha hecho que se seleccionen en ella conductas que promueven la empatía, la menor agresividad y la tendencia al cuidado, sé que hay estudios que lo avalan. Me encantaría que compartieras alguno con las cotis.

Plenamente de acuerdo.

Los seres humanos somos animales, racionales pero animales

En todas las especies animales hay diferencias biológicas y de comportamiento entre machos y hembras, diferencias que están al servicio de la preservación de la especie.

Solo el ser humano es tan idiota y anti-natura como para querer ponerse en contra de esta diversidad que es absolutamente necesaria si queremos seguir existiendo como especie.
 
Enorme siempre Gila
Por Farys930, 6 mar 2019, 21:30
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ARGUMENTARIO FRANQUISTA SOBRE MUJERES
La mujer: Vox y el franquismo
Mujeres del PP y Ciudadanos, ¿quieren volver al franquismo de la mano de VOX? ¿Mujer de derechas, es esto lo que quieres?

Edmundo Fayanas Escuer04 de Marzo de 2019 (15:51 h.)

El día ocho de marzo se celebra el Día de la Mujer. Hubo un movimiento reivindicativo importantísimo sobre el papel de la mujer en el año 2018, donde la petición de igualdad con el hombre resonó en todas las partes de este país.

Sin embargo, un año después, los movimientos eclesiales ligados a la iglesia católica y a los partidos de la derecha, sobre todo Vox, pero también el PP y Ciudadanos quieren enfrentarse a este movimiento por la igualdad de la mujer, para volver a la mujer tradicional. Intentan hacer retroceder los logros, que con gran esfuerzo la mayoría de las mujeres van consiguiendo.

Como historiador, contemplo con estupor cómo los partidos de la triderecha intentan una vuelta al franquismo más rancio. Esto me obliga a recordar lo que significaba la mujer en el franquismo. Lo de Vox es clarísimo, llamándolas feminazis, pero lo del PP con la estupidez intelectual de Pablo Casado recordando las limitaciones del aborto, preguntándose si las mujeres saben lo que tienen dentro en su embarazo, ya es de aurora boreal.

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Mujeres del PP y Ciudadanos, ¿quieren volver al franquismo de la mano de VOX? ¿Mujer de derechas, es esto lo que quieres? Vean algunos aspectos que el franquismo tenía muy elaborado sobre las mujeres.

La educación fue uno de sus principales caballos de batalla. Uno de los principales promotores del fin de la coeducación, que desarrollo la II República, fue Onésimo Redondo, porque consideraba: “la coeducación como un capítulo de acción judía contra las naciones libres, un delito contra la salud del pueblo, que deben penar con sus cabezas los traidores responsables”.

El artículo 26º del Concordato firmado entre España y el Vaticano en el año 1953, decía: “Todos los centros docentes, de cualquier orden y grado, sean estatales o no estatales, la enseñanza se ajustara a los principios del dogma y de la moral de la Iglesia católica”.

Con la llegada de la Ley General de Educación LGE de 1970, tampoco se introdujo la coeducación por la oposición que mostró la iglesia española. Esta afirmación se puede comprobar a través de la FERE (Federación Española de Religiosos de la Enseñanza) que en el diario Pueblo decía: “Los riesgos morales son grandes. La iglesia no se opone a una convivencia de s*x*, sino a sustituir fácilmente una legitima comunidad por una promiscuidad de carácter tendenciosamente igualitaria”.

Botella Llusía, rector de la Universidad Complutense de Madrid, lo dejaba bien claro, cuando decía lo siguiente:

“En esta educación juvenil de la mujer, es un error educar a las mujeres igual que a los hombres: la preocupación que deben recibir para la vida es radical y fundamentalmente distinta. Un formación encaminada no a hacer de ella un buen ciudadano, sino una buena esposa y una buena madre de familia o, si se queda soltera, en un ser útil a sus semejantes”.

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En el año 1943, Pilar Primo de Rivera decía: “Las mujeres nunca descubren nada, les falta talento creador, reservado por Dios para las inteligencias varoniles, nosotras no podemos hacer más que interpretar mejor o peor lo que los hombres nos dan hecho, por eso hay que apegar a la mujer con nuestra enseñanza a la labor diaria, al hijo, a la cocina, al ajuar, a la huerta, tenemos que hacer que la mujer encuentre allí toda su vida y el hombre todo su descanso”.

¿Queremos volver a una educación elitista y clasista?

Las mujeres solo podían pertenecer a un hombre. La virginidad femenina era esencial para la familia franquista, ya que si se perdía no sólo se ponía en duda la honestidad de la chica, sino también la de la familia.

La sexualidad en el franquismo tenía una función meramente reproductora, nunca para producir placer. Esta falta de placer de la mujer casada española era algo impuesto por la educación que se les proporcionaba. Si seguimos al rector de la Universidad Complutense de Madrid, Botella Llusía decía:

“Hay muchas mujeres, madres de hijos numerosos, que confiesan no haber notado más que muy raramente, y algunas no haber llegado a notar nada, el placer sexual, y esto sin embargo, no las frustra, porque la mujer, aunque diga lo contrario, lo que busca detrás del hombre es la maternidad. Yo he llegado a pensar alguna vez que la mujer es fisiológicamente frígida, y hasta la excitación de la libido en la mujer es un carácter masculinoide, y que no son las mujeres femeninas las que tienen por el s*x* opuesto una atracción mayor, sino al contrario”.

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¿Quiere la mujer española volver a no tener placer sexual?

El escritor Francisco Umbral en su libro “Memoria de un chico de derechas” describía lo siguiente:

“Nos enseñaron a odiar el propio cuerpo, a temerlo, a ver en su desnudez rojeces de Satanás, repeluznos de Luzbel, frondosidades infernales. Odiábamos nuestro cuerpo, le temíamos, era el enemigo, pero vivíamos con él, y sentíamos que eso no podía ser así, que la batalla del día y la noche contra nuestra propia carne era una batalla en sueños, porque, ¿de dónde tomar fuerza contra la carne sino de la propia carne? Había un enemigo que vencer, el demonio, pero el demonio era uno mismo”.

El padre Antonio Aradillas escribió un título ¿El beso…?, veremos qué cosas decía: “Pero un día pudo más la pasión que el cariño, y el novio sorprendió a Maribel con un beso brutal clavado con saña de bestia en la mejilla de nieve de la chica piadosa. El beso del novio se había clavado punzante en la mejilla, y con rabia comenzó Maribel a restregar su cara, intentando borrar toda huella posible. Y claro, la huella se hizo más ancha, más roja y más profunda. Se le ve a simple vista en su cara. Ha llegado a sentir auténtico asco de todos los labios humanos”.

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Emilio Encisó Viana escribía, en el año 1952, el libro “La muchacha y la pureza”, sobre la forma de vestir y decía:

Cuando los vestidos, por frivolidad o por tontería de la moda o por descuido, se achican, se ciñen, o de otro modo resultan provocativos, son inmodestos... Haya quien dice, ¿qué tiene que ver en el vestido femenino un centímetro más o menos? Son tonterías de los curas y las beatas ¿No han de tener nada que ver? Ese centímetro hace que en el vestido no exista la moderación, la regla, el equilibrio que exige la decencia cristiana, y es ocasión de que, al verlo, ofenda la pureza. ¿Qué tiene que ver, porejemplo, que los novios vayan cogidos del brazo? ¿No ha de tener que ver? Esas intimidades, esa licencia de coger el novio el brazo de la novia, es una puerta que se abre al pecado, es una facilidad para él, es un incentivo, es una hoja arrancada a la flor de la pureza, es la corteza que se ha quitado a la fruta”.

¿No dejan de sorprenderse?

Las chicas de la burguesía franquista con la educación que recibían acaban siendo frígidas. Su práctica sexual era timorata, haciendo el amor a oscuras, siempre con pijama y exclusivamente con fines reproductivos y no como forma de placer. Si una mujer tenía un orgasmo ultrajaba al marido e inmediatamente se iba a confesar.

En el trabajo “Las españolas en secreto, comportamiento sexual de la mujer en España”realizado por José Antonio Valverde y Adolfo Abril, publicado en el año 1975 decía lo siguiente: “Podemos estimar las insatisfacciones sexuales femeninas entre un 74% y 78%. Esto es muy claro, que cada cien españolas con actividad sexual generalmente dentro del matrimonio, setenta y seis no encuentran satisfacción; de cada cien, setenta y seis no alcanzan el orgasmo y, en muchas ocasiones, ni lo han conocido”.

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Respecto al movimiento LGTBI, debemos recordar cómo el 15 de julio de 1954 se aprueba la Ley de Vagos y Maleantes. Dicha ley decía:

“A los homosexuales, rufianes y proxenetas, a los mendigos profesionales y a los que vivan de la mendicidad ajena, exploten menores de edad, enfermos mentales o lisiados se les aplicarán para que cumplan todas sucesivamente, las medidas siguientes:

- Internado en un establecimiento de trabajo o colonia agrícola. Los homosexuales sometidos a esta medida de seguridad deberán ser internados en instituciones especiales, y en todo caso, con absoluta separación de los demás.

- Prohibición de residir en determinado lugar o territorio y obligación de declarar su domicilio.

- Sumisión a la vigilancia de los delegados”.

Mujer ¿Es esto lo que deseas? Ya sabes que si votas triderecha es a este mundo, donde te conducirán. Espero que no te equivoques, pues las rectificaciones después son imposibles.

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https://www.nuevatribuna.es/articul...-machismo-feminismo/20190304155127160698.html
 

FALLECIÓ EL 5 DE MARZO DE 1889
Amy Levy, feminista desconocida
La novela “Historia de una tienda”, de la feminista Amy Levy, se publica por primera vez en España.

nuevatribuna.es | Gonzalo Gómez Montoro05 de Marzo de 2019 (17:58 h.)

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Levy fue hija de un corredor de bolsa y de un ama de casa judíos, cursó enseñanza media en Brighton y, en vez de abandonar los estudios para casarse y tener hijos, aprendió lenguas clásicas y modernas en la Universidad de Cambridge, donde fue la primera mujer estudiante

Es muy probable que quienes lean estas líneas no conozcan a Amy Levy (Clapham, 1861- Londres, 1889). Ese era mi caso hasta que, en primavera de 2016, hojeé un ejemplar de su primera novela, The Romance of a Shop, que incluía la necrológica que Oscar Wilde escribió sobre Levy: «una escritora deslumbrante e inteligente», así como el atractivo argumento de la obra: a finales del periodo victoriano, las hermanas Lorimer desafían al machismo y las convenciones sociales montando un negocio de fotografía en Londres.

Además, la biografía de Levy era tan interesante como el argumento de su novela. Segunda de siete hermanos, Amy Levy fue hija de un corredor de bolsa y de un ama de casa judíos, cursó enseñanza media en Brighton y, en vez de abandonar los estudios para casarse y tener hijos (lo que solían hacer las chicas de su entorno), aprendió lenguas clásicas y modernas en el Newnham College de la Universidad de Cambridge, donde fue la primera mujer estudiante. Levy pergeñó sus primeros textos a los trece años, publicó tres poemarios -Xantippe and other Verse (1881), A Minor Poet and Other Verse (1884) y A London Plane-Tree and other Verse (1889)-, escribió numerosos cuentos y artículos y tres novelas: The Romance of a Shop (1888), Reuben Sachs (1888) y Miss Meredith (1889).

Levy recorrió Europa trabajando como preceptora y acopiando experiencias en las que basaría sus creaciones (Miss Meredith es la historia de una institutriz inglesa en casa de unos aristócratas toscanos), y entabló amistad con intelectuales de la talla de EleonorMarx, primera traductora al inglés de Madame Bovary (e hija de Karl Marx), OliveSchreiner, autora de la novela protofeminista Historia de una granja africana, y Vernon Lee, seudónimo de la escritora Violet Page, de quien Levy se enamoró en Florencia sin ser correspondida.

Levy y sus amigas compartían perfil de New Woman Writer, apelativo que GeorgeGissing acuñó en Mujeres sin pareja (1893) y que se popularizó a finales del periodo victoriano, cuando empezó a cuestionarse la sociedad patriarcal y se desarrolló la lucha por la igualdad entre sexos en Inglaterra. Entre las New Women Writers había tanto mujeres de clase media como obreras, y todas compartían la aspiración de ser independientes, cultas y transgresoras.

La novela Historia de una tienda (traducción de The Romance of a Shop), que acaba de publicarse en España, es un retrato de las “nuevas” mujeres que sobrepasaban los límites del hogar para acceder a las universidades, los clubs y los negocios, espacios que hasta entonces les habían sido vedados. La novela muestra también el conflicto entre los viejos y los nuevos valores, así como las oportunidades que surgían para aquellas mujeres y los obstáculos que les imponían los sectores reticentes a aceptar las innovaciones que pondrían fin al siglo XIX.

Las hermanas Lorimer -como las Mujercitas de Louisa May Alcott, a quienes suele emparentarse con las protagonistas de Historia de una tienda- representan los arquetipos de la mujer nueva y la de valores tradicionales: Gertrude es escritora y promotora del negocio de fotografía junto con Lucy, la más pragmática de las Lorimer. Ambas encarnan a las New Women mientras que la bella Phyllis y Fanny poseen mentalidad conservadora.

El hecho de que las Lorimer sean fotógrafas tampoco es algo casual. Levy retrata subjetivamente la ciudad de Londres a través de los ojos de las hermanas. La fotografía era, además, una actividad en boga cuando escribió Historia de una tienda. La industria inglesa de la imagen se desarrolló a partir de 1880 gracias a los periódicos ilustrados, los retratos familiares y las carte de visite (fotografías sobre cartulina similares a las actuales tarjetas de presentación), cuya circulación era frecuente entre las clases medias. Por entonces ya había en Londres unos trescientos estudios de fotografía -disciplina que comenzaba a ser considerada como una de las bellas artes-, y las fotógrafas Clementina Hawarden y Julia Margaret Cameron gozaban de gran popularidad (esta última por sus retratos de mujeres burguesas e intelectuales, como el biólogo Charles Darwin, el poeta Alfred Tennyson y el historiador Thomas Carlyle). Capítulo aparte merece otra moda tardovictoriana presente en la novela, la fotografía post mortem: las imágenes de cadáveres aún frescos servían para guardar luto y recordar a los fallecidos.

Otro elemento importante de Historia de una tienda es el paisaje urbano. Las Lorimer abandonan la tranquilidad de Campden Hill, en las afueras de Londres, para mudarse al bullicioso barrio donde establecen su vivienda y su negocio («Gertrude nunca lamentó haber cambiado la relativa calma de Campden Hill por otras zonas con actividad urbana más intensa», leemos en el cuarto capítulo). Paseante inveterada, Gertrude osa montar sola en transporte público (algo reprobable si a la mujer no la acompañaba un hombre), recorrer las calles y visitar exposiciones de arte, así como el Museo Británicopara recibir clases de fotografía.

El ambiente artístico londinense también está presente, pues, en la novela. Gracias al éxito de su estudio de fotografía, las Lorimer acceden al mundo de «la clase media ilustrada londinense, que era más variado e interesante que el suyo y quizá se acercaba como ningún otro a esa sociedad de individuos escogidos que Gertrude consideraba la ideal». Aunque ese entorno deslumbrante tiene su lado oscuro en el personaje de Sidney Darrell, arrogante pintor cuya avidez de reconocimiento finamente descrita revela la capacidad de observación psicológica de Levy.

Todos estos méritos no impidieron que Historia de una tienda fuera acogida con tibieza. Si bien Oscar Wilde celebró su publicación, otros críticos censuraron el “convencionalismo” del final de la novela, que pronto cayó en el olvido. Sin embargo, toda la obra de Amy Levy actualmente se revaloriza en congresos y en artículos donde se la considera precursora del Modernism, movimiento literario al que pertenecen novelas fundamentales de la literatura occidental, como La señora Dalloway (1925), de Virginia Woolf.

Además de ser el primer texto en prosa de Amy Levy traducido al español, Historia de una tienda invita a los lectores hispanohablantes a adentrarse en la breve pero compleja obra de una escritora que, de no haber muerto a tan temprana edad (se suicidó en 1889, a los veintisiete años, poco antes de su última publicación, Miss Meredith), probablemente figuraría entre los grandes nombres de la literatura inglesa de finales del siglo XIX y principios del XX.

https://www.nuevatribuna.es/articul...afeminista-huelga8m/20190305175855160730.html
 
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