La camisa le sienta fatal. Parece que le tire por algunas zonas pero a la vez le sobra tela por otras.
De los zapatos lo primero que me sale decir es que son muy italianos. Por el dorado, que a mí no me gusta nada.
La idea del conjunto no está mal, pero no para embarazada. Ni para un Febrero frío y húmedo.).
(Yo lo que encuentro un poco ridículo es gastar taaaanto en estas piezas de alta costura “standard” durante el embarazo. Ni es ropa de embarazada ni es de la talla que se supone es la suya cuando ya no esté embarazada, así que habrá que ver si luego se las arreglan o no... Cuando yo estudié, allá por el Pleistoceno, hubiera sido un claro ejemplo de consumo conspicuo.).
Falda negra + blusa blanca tiene que tener más sofistificación. Si no pareces una camarera, que es lo que parece ella. Encima con moño rogelia camarera engominado.
Los zapatos me gustan, si supiera caminar con ellos y no para febrero.