Poliamor

Que cada un@ haga lo que quiera con su vida, Yo sólo pido que a la vuelta del quilombo, no me pasen la factura (Vía impositiva, o vía restricción de derechos). Ni pagitas RGI, ni observatorios, ni gabinetes psicológicos a costa del erario público, ni culpabilizar a la sociedad, ni hostias en vinagre.

El/La que la haga, que la pague.

Que la monogamia sea exclusivamente un costructo cultural, es por otra parte, debatible, amén de que buena parte de los "costructos culturales". tengan poderosas razones detrás.

Pero vamos, que cada un@ haga de su capa un sayo, sea poliamor, inciesto, automutilación sexual, o lo siguiente que salga, pero luego que apechugue. Y que no pretenda quitarme la libertad de desaprobarlo, o de educar a los mios sobre el particular como me parezca.



Pues has oído poco. Desde Creta, las tribus tibetanas, del Bután y parte de la India, los archipiélagos del África occidental, cierta etnia china cuyo nombre no recuerdo etc. La Poliandria ha sido históricamente mucho mas escasa que la poligamia, algo lógico en sociedades rurales pretecnológicas donde el músculo manda, pero ha estado ahí, donde han aparecido las condiciones adecuadas.

Y lo que son harenes, ¿No has oído hablar de Catalina La Grande?, pues ha habido más, en África y China hubo varios casos. Son casos excepcionales, pero existen.

Y si vamos a la situación que nos ocupa, todos conocemos muchos casos de "Mujeres modernas" que rotan a varios pargelas...

Y como funcionan los harenes masculinos?.
Yo es que no veo el tema de cómo tener poli amor. Me parece mucho trabajo.
Una cosa es tener varios follamigos y otra mantener varias relaciones a la vez, porque los quieres a todos
 
Yo por más que lo pienso no lo veo,no creo que pueda enamorarse uno de dos personas o tres o las que sea,no.Querer....yo puedo tener amigos y amigas y quererlos y eso no significa que tenga que formar una familia con ellos.
Puede que está chica que tú conoces @Narnia no tenga problemas psicológicos,aunque a mí me hubiese gustado conocerla y saber más de ella,porque esa situación familiar a mí me parece un galimatías.
En el tema de los amigos,al menos en mi caso,conoces mucha gente,pero si te paras a pensar,amigos, amigos,como mucho 1 o dos,dudo que más,yo no creo en el enamoramiento múltiple,lo respeto,pero no creo en él.

A mí me daría asco y pereza a partes iguales el tener que alternar los chichis y las poll*s, mucha higiene y orden o sólo de imaginar la mezcla de esmegmas me dan ganas de potar!!!
 
Por qué se habla tanto de poliamor

Los 'millennials' y los académicos cuestionan cada vez más el mito del amor romántico y exclusivo. ¿Va la monogamia camino de convertirse en algo anticuado?

RAQUEL SECO
27 ENE 2019


1548152386_924628_1548171402_noticia_normal.jpg



Cuando Giazú Enciso, doctora en Psicología Social especializada en afectos y feminismo, escribía en 2001 su tesis sobre poliamor, la gente solía mirarla perpleja y preguntaba qué era eso. Bueno, explicaba ella, la verdad es que el asunto tampoco era algo tan nuevo aunque sí lo fuera el término. “Los primeros datos sobre no monogamia vienen del Paleolítico. En los sesenta y setenta ya había artículos sobre la práctica de tener más de una relación sexual o romántica de forma consentida. En los ochenta estaba de moda ser swinger y el intercambio de parejas. Pero la primera vez que se usó la palabra poliamor fue en 1990 en un artículo. En esa década también se habló mucho de placer femenino, y Ética promiscua, el libro de referencia de Dossie Easton y Janet Hardy, se publicó en 1997”, recuerda casi 20 años después de publicar su trabajo, el primero en español sobre el tema.


1548152386_924628_1548580444_sumario_normal.jpg



Morning Glory Zell-Ravenheart fue quien acuñó la palabra poliamor en un artículo, y poco después volvió a emplearla en una convención neopagana. Lo que entonces trataba de definir no era algo tan radicalmente nuevo, —el apareamiento y las relaciones románticas múltiples tienen una larga y diversa historia—, pero, desde aquellos orígenes neohippies y alternativos, se ha pasado a un escenario francamente distinto. El poliamor ha dejado los márgenes para ocupar el centro de un buen número de debates y estudios. El mundo académico y, en particular, la sociología, la psicología y la filosofía viven un boom de publicaciones sobre alternativas a la monogamia desde hace 10 años. Y en las ciencias naturales, la discusión sobre las tendencias naturales del ser humano viene de largo. Algunas investigaciones aseguran que la exclusividad sexual no es innata y que contribuyeron a ella factores como las enfermedades de transmisión sexual y la necesidad de estrechar la cooperación y las relaciones de parentesco. Este mes, un estudio identificó los genes relacionados con la tendencia a la monogamia, pero la dificultad para examinar las interacciones entre cultura y biología hace imposible dar respuestas tajantes a la pregunta de si los humanos somos monógamos por naturaleza.


1548152386_924628_1548158518_sumario_normal.jpg



Históricamente, la institucionalización de esta exclusividad se ha producido en el matrimonio, pero lo que hoy muchos consideran el culmen de una relación solía ser un instrumento para asegurarse propiedades, estabilidad financiera o conexiones. El amor era una enajenación temporal o un ingrediente que podía ayudar a sobrellevar una unión de por vida. Casarse empezó a ser visto como un vínculo fruto de una relación romántica en Occidente a partir del siglo XIX, cuando se empezó a hablar de poner el corazón por delante del bolsillo. Desde entonces, la lista de lo que debe aportar la pareja, en una relación larga y exclusiva, no ha hecho más que crecer: debe dar estabilidad, pero también novedad; seguridad, pero también misterio. La pareja debe ser amante, ancla, ofrecer la mejor amistad y consejos, además de, llegado el caso, apoyar al máximo en la crianza. Y sobre todo, debe encarnar el amor verdadero, un sentimiento legendario y apasionado, del que no se duda y que nunca se apaga. El discurso está presente en todas las películas, en todas las canciones, grabado a fuego en nuestro cerebro. La experta en teoría de género Coral Herrera lo describe como “la utopía colectiva”. Y añade que el sueño difundido es “encontrar a nuestra media naranja para encerrarnos en una burbuja de amor romántico”.

Este supuesto amor, tan único, exige renuncias: principalmente, al s*x* con otras personas. Puede haber otras relaciones, pero “solo una tiene el apoyo social, solo una está certificada como correcta, apropiada”, señala la educadora y activista LGTBQI (lesbianas, gais, transexuales, bisexuales, queer e intersexuales) Brigitte Vasallo en Pensamiento monógamo, terror poliamoroso. “Es un compromiso simbólico, el pago que se hace para adquirir esa legitimidad: yo no me acostaré con nadie más, pero, a cambio, nuestra relación será superior a las demás”.

Hoy muchas voces defienden que los modelos están cambiando. El pasado octubre, en la Universidad Carlos III de Madrid, decenas de veinteañeros atendían a una conferencia titulada Lejos de la monogamia. Se debatió sobre cómo abrir de forma ética un noviazgo, sobre relaciones no jerárquicas, sobre si el poliamor es, por defecto, feminista. Al acabar, varias chicas se acercaron a Noemí Casquet, una youtuber con más de 100.000 seguidores que desentraña conceptos como el de polidramas (por ejemplo, los celos de metamores, las otras parejas románticas o sexuales de tu pareja).


EL MAPA DE LA NO MONOGAMIA

1548152386_924628_1548171350_sumario_normal.jpg



INTERACTIVO | Este mapa, inspirado por el del activista Franklin Veaux, explica algunos modelos de relaciones no monógamas. Pincha sobre la imagen para ampliar el mapa y responde a unas preguntas para ver dónde te ubicarías tú.


¿Se está abriendo el abanico de las formas de relacionarse? Es complicado decir si en la actualidad hay un mayor rechazo a la monogamia porque, para empezar, es difícil precisar cuántas relaciones no exclusivas existen. Las uniones de más de dos no están reguladas, en general, aunque hay religiones y países como Marruecos que admiten la poligamia, y recientemente (en Brasil y Colombia) ha habido casos en los que se ha aceptado. Pero más allá del plano legal, lo cierto es que apenas hay cifras claras sobre relaciones no monógamas, y las pocas disponibles vienen de EE UU y son dispares. Según un informe del Journal of Sex & Marital Therapy de 2016, una de cada cinco estadounidenses (un 20%) asegura tener o haber tenido una relación consensual fuera de la pareja. Otros estudios colocan el porcentaje en ese país en torno al 4%, equiparando sus dimensiones a las de la población LGTBQI (según algunas estadísticas, también muy variables).


Pedimos que la misma persona sea a la vez amante, amiga, consejera y compañera de crianza


Lo que sí abundan son pistas, indicadores de que el tabú de la no monogamia se diluye, de que se habla más de ello. Sobre todo en Internet. En la lista de palabras googleadas en 2017 en EE UU, en la categoría de relaciones, “poliamor” fue la cuarta más buscada. Las redes sociales también son clave para que las comunidades que rechazan la monogamia se encuentren y se apoyen, especialmente fuera de la heteronormatividad. Y ahí es fácil toparse enseguida con el mapa que ideó en 2010 Franklin Veaux, educador sexual y coautor de Más de dos. Usando la teoría de diagramas de Venn, Veaux trata de poner orden y categorizar, con decenas de clasificaciones y superposiciones, desde relaciones abiertas a poligamia religiosa, pasando por la polifidelidad (una relación romántica o sexual que implica a más de dos pero no permite relaciones fuera del grupo sin un acuerdo). También tiene su sitio la anarquía relacional, que, según la activista y educadora Roma de las Heras, implica que no se establece una “diferencia entre vínculos románticos o no románticos como amistades, familia, relaciones de crianza o cuidado. Y si lo hace, no privilegia los primeros sobre los últimos”.

El mapa de Veaux no ha parado de crecer y en Occidente la no monogamia empieza a dejar de ser tabú. Conceptos como fidelidad, adulterio, cuernos, van mutando. Muchos millennials han crecido en un ambiente más liberal e informado y ven como una opción más, por ejemplo, el poliamor. A esto, sostienen algunos, ha contribuido la visibilidad de la comunidad LGTBQI, que ha abierto la puerta a cuestionar lo establecido.

Una prueba más de que las relaciones no normativas han dejado los márgenes se encuentra en las pantallas. En los dos últimos años Netflix ha estrenado Tú, yo y ella, comedia sobre una pareja enamorada de una tercera persona; Nola Darling, versión de la película de Spike Lee de 1986 sobre una joven con tres amantes, y Wanderlust, sobre un matrimonio que prueba a salir con otros, además de varios documentales sobre la monogamia. Los actores de Hollywood también hacen de altavoz, con Scarlett Johansson declarando que la exclusividad “no es natural”; y la antigua niña Disney Bella Thorne, presentando a su novia y su novio. La no monogamia ética —las relaciones consentidas con otros fuera de la pareja— cuestiona los vínculos íntimos y emocionales que establecemos entre nosotros, personal y colectivamente. ¿Es esta una época en la que se consumen amores, amistades o parejas de forma vertiginosa, como productos? ¿Qué es la fidelidad realmente? ¿Tener varias parejas simultáneamente rompe dinámicas de poder y patrones de antaño? Abundan las preguntas que cuestionan un tipo de relación que, aunque no sea monógama, deja las cosas como están. Muchos activistas defienden que la no monogamia es una decisión esencialmente política, que va mucho más allá del s*x* y la esfera íntima. “La monogamia no se desmonta follxxxx sin más, ni enamorándose simultáneamente de más gente, sino construyendo relaciones de manera distinta que permitan follxx más y enamorarnos simultáneamente sin que nadie se quiebre en el camino”, escribe Brigitte Vasallo. Pero, claro, no faltan quienes, aprovechando el discurso de la no monogamia, van dejando cadáveres a su paso.


Abundan las críticas a una no monogamia que no es política y consume relaciones como productos


Para la periodista británica Laurie Penny, que lleva 10 años practicando el poliamor y habla de ello en Bitch Doctrine, hay algo profundamente millennialen este cambio. “Algo unido a esta generación temerosa, frustrada, sobreanalizada, con un sentido exagerado de las consecuencias de sus acciones y el impulso de hacer el bien en un mundo loco. Queremos la libertad sexual y el amor libre que nuestros padres disfrutaron, al menos en teoría, pero también una comprensión más profunda de lo que puede ir mal. Queremos diversión y libertad, pero también sacar buena nota en el examen. Queremos hacer lo correcto”.

Cabe esbozar una sonrisa cínica ante todo esto, pero entonces se pasarían por alto las pertinentes preguntas que esta nueva reflexión sobre el amor plantea: qué significan los roles de género, el significado del compromiso, el porqué de los celos. En definitiva, ¿qué es eso tan complicado de amar a otros?

TEST:

https://elpais.com/elpais/2019/01/22/ideas/1548152386_924628.html?por=mosaico&por=mosaico
 
Y como funcionan los harenes masculinos?

Pues conjeturo que igual que los femeninos. Se pierde el factor de la descendencia, el de la promoción de Odalisca, Concubina, Favorita, Esposa (Es la terminología del Sultanato, la mas conocida, pero aplicable a otros casos) vía maternal. Se pierde también la "ventaja reproductiva", por muchos esclavos que haya en el harén, el factor limitante es que hay un único vientre, el de la Señora del harén.

Al final, los harenes son una muestra particularmente siniestra de la esclavitud, y poco tienen que ver con el tema. Lo comenté como curiosidad, al mencionarlos tú.

Ahora si quieres tenemos el debate serio.

Contrariamente a lo que tu decías:
Pero vamos a ver, esto del poliamor es algo para que los hombres disfruten tranquilos de varias mujeres, pero no para mujeres.

El impulso de las teorías del poliamor, el desarrollo de una justificación ideológica para ello, y el machaque mediático con el tema, va de mano en mano con el feminismo de tercera ola. No lo digo, lo dicen sus papisas:

El poliamor es un asunto feminista
https://elpais.com/elpais/2019/01/22/ideas/1548153417_646769.html
 
Última edición:
Pues conjeturo que igual que los femeninos. Se pierde el factor de la descendencia, el de la promoción de Odalisca, Concubina, Favorita, Esposa (Es la terminología del Sultanato, la mas conocida, pero aplicable a otros casos) vía maternal. Se pierde también la "ventaja reproductiva", por muchos esclavos que haya en el harén, el factor limitante es que hay un único vientre, el de la Señora del harén.

Al final, los harenes son una muestra particularmente siniestra de la esclavitud, y poco tienen que ver con el tema. Lo comenté como curiosidad, al mencionarlos tú.

Ahora si quieres tenemos el debate serio.

Contrariamente a lo que tu decías:


El impulso de las teorías del poliamor, el desarrollo de una justificación ideológica para ello, y el machaque mediático con el tema, va de mano en mano con el feminismo de tercera ola. No lo digo, lo dicen sus papisas:

El poliamor es un asunto feminista
https://elpais.com/elpais/2019/01/22/ideas/1548153417_646769.html

A mi lo que me llamó la atención de como está planteado el tema, es que hablamos de poder enamorarte de varios hombres a la vez, no s*x* y basta. Esto supone compartir tiempo experiencias....En fin, que con el poco tiempo que tenemos hoy en día lo encuentro complicado. Casi todas las mujeres dedicamos más tiempo a los hijos y a la logística que los hombres, y eso hace más fácil que vosotros podais tener, por ejemplo, dos familias.
 
Todas estáis esquivando marrulleramente el hecho indiscutible de que el macho es polígamo y la hembra hipérgama.

Y por ello, por ejemplo, las niñas de once años chillan por cantantes feos mientras sus compañeros de clase están (esto con Internet murió pero el ejemplo es aplastante) en el sótano del tío de alguno cascándosela con la colección de Playboy. Yo personalmente hice eso con TRES grupos de chavales diferentes.

Al revés jamás ocurriría. La ley es esto:

https://www.whosdatedwho.com/dating/mickey-rooney

https://www.whosdatedwho.com/dating/marilyn-monroe

No hace falta ser muy listo para saber qué demuestran esos dos enlaces. Pero no demuestran, sólo representan, lo que sí demuestra es que con cualquier famoso feo o cualquier famosa se cumple lo mismo. Todas las que me estáis leyendo sabéis de sobra que si fuerais actrices famosas buenorrísimas sobradísimas de dinero mataríais por salir con cualquier rey feo, viejales, gordo, hijo de put* y subnormal; o con cualquier actor de moda o como poco premiado con varios Oscars. Todas sabéis que si fuérais cantantes de R&B buenorrísimas con 600 millones en el banco MATARÍAIS por casaros con el negrata cantante gangster de moda que ha apuñalado a su madre el año pasado.

Porque lo lleváis en el ADN, en las hormonas. Y es idéntico en todas las especies excepto en abejas, en lobos y alguna más que habrá. Ciervos, osos, leones, gatos, elefantes, monos, ballenas, aves, etc., siguen el mismo esquema: (1) el que vence folla lo que quiera, los demás factores importan cero a las hembras (2) los machos queremos s*x* con la mayor cantidad-calidad posible y si pueden tienen harenes (Mayweather, Hefner, Sheen, etc; famosas ni una).

En este hilo estáis interpretando el papelón de que no sabéis lo evidente. Lo evidente es que CUALQUIER NOVIO que hayáis tenido o tengáis (1) mantendrían la relación contentísimos si sólo tuvieran s*x* con vosotras y sin siquiera hablar, (2) adorarían tener muchas novias a la vez (3) vosotras no (4) de hecho gracias a Internet podríais tener s*x* con muchos cada semana y pasáis (5) basáis las relaciones en el intercambio falsario de s*x* por compañía. Todas sabéis que si no usarais el s*x* como moneda para obtener amor falso nadie os lo daría.

Pero aquí estáis reunidas inventando el mundo contrario. Uno donde las mujeres se follarían a miles y los hombres preferirían tener una sola novia. Jajaja.

Perdona, pero yo no me enrollo con un tío feo y gordo aunque este forrado, ni de coña. Vamos, que no. Yo nunca entendí a las que se casan por dinero. Mucha ropa y joyas, pero luego ¿ que hacen por la noche?. Menudo asco.
Pero si estoy de acuerdo en que lo de ser polígamo es más de hombres. Vi un reportaje sobre esa web de infidelidades que hackearon, y resulta que el 90% de los que se habían apuntado eran hombres. Los perfiles de mujeres eran robots. Me reí un montón
 
Back