🟠 Bernardo Montoya declarado CULPABLE por el asesinato de la profesora Laura Luelmo, en Huelva.

No creo que hagan pública la autopsia, como mucho dirán lo mas general, como el día y la hora de la muerte, la causa y si sufrio abuso sexual o no. Pero los detalles no.
 
A mí también me gustaría saber cómo funciona ese tema. Lo único que sé es que es la juez la que ordena que una autopsia se haga pública, pero y si la familia se niega? Supongo que será lo más habitual porque dudo mucho que a ninguna familia le apetezca que sea público ese informe. Qué recoge la legislación al respecto?
Pienso que no es obligatoria hacerla publica, pero a las partes implicadas se la tienen que dar, por lo tanto habrá filtraciones de todo tipo, por que los periodistas de sucesos, tienen sus fuentes.
 
Traigo aquí un artículo muy interesante que creo que no habéis colgado de Carmen Rigalt, lo mejor de todo son los comentarios de la gente, !quejándose de que una periodista dé información! Yo flipo, sinceramente. Por fin alguien dice a qué se dedican los padres de la pobre Laura, su padre ingeniero agrónomo, y su madre psicóloga; su hermana es farmacéutica, y su abuelo paterno era psiquiatra, lo que se dice una gente leída y estudiada. Por eso son tan tiquismiquis con que si la intimidad y la privacidad y la protección de datos. Si hubieran sido fontaneros o dependientas de supermercado no andarían con esas finuras. (por cierto, dicho totalmente al margen, qué fea la foto de Laura en el artículo, con los pelos que no se le ve la cara)


https://www.elmundo.es/cronica/2018/12/30/5c2753c421efa0d7438b4586.html


Laura Luelmo, la sonrisa de un ángel

CRÓNICA
La contraOPINIÓN
  • CARMEN RIGALT
30 DIC. 2018 12:47
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Imagen de Laura sonriendo subida a redes sociales por su novio días atrás

Es Laura Luelmo, 26 años, profesora de dibujo. Su cruz fue tener de vecino a un asesino

Cuatro días después de desaparecer en el campillo (Huelva), fue hallada muerta entre unos matorrales

Las huellas de los gemelos asesinos y los cuchillos ensangrentados con los que los Montoya empezaron a matar

El dramático caso de Laura Luelmo, la profesora de dibujo asesinada en El Campillo (Huelva) a los pocos días de tomar posesión de su plaza de interina, ha cubierto la Navidad con un sudario de tristeza.

El Campillo es un frío enclave de la Andalucía occidental donde los arqueólogos todavía buscan el corazón de Tartessos. Das patadas a las piedras y saltan por el aire lascas griegas, fenicias, romanas y árabes. Esta tierra es sabia, pero nadie ha sabido jamás si al otro lado del mar un día estuvo La Atlántida.

En el Campillo estos días se ha llorado un drama de sangre. Todo empezó el 12-D, cuando Laura desapareció. Esa tarde quebró el tiempo y a Laura se la llevó el diablo al salir del supermercado. El país vivía momentos de intensa actualidad, pero la España real no apartaba su mirada de Huelva, donde se libraba una lucha contrarreloj para encontrar a la profesora de 26 años cuya foto iluminaba los periódicos con su sonrisa.

Cinco días no son nada comparados con los años que tardan en resolverse muchas desapariciones. En El Campillo se habían precipitado los acontecimientos. Laura, de la que los medios habían distribuido ya varias fotos de sus redes sociales (por cierto, distaban mucho de las que suelen colgar las veinteañeras tipo MHYV; en el caso de Laura no sólo se notaba que era un ángel sino que tenía buen gusto, por algo había estudiado Bellas Artes), fue encontrada muerta con signos de agresión sexual. Estaba oculta entre unos matorrales y tenía el cuerpo helado como un témpano. El aire frío la ayudó a mantenerse intacta para la autopsia.

(Abro este paréntesis para poner en claro algunos extremos. Mientras escribo, no puedo ignorar la información -o la desinformación- que hemos conocido después. Son ventajas que no eludo, pues para eso están los tiempos verbales. Quiero aprovechar la ocasión para salir al paso de algún comentario familiar a propósito del «daño que ha hecho la prensa» (sic). Entiendo que el sufrimiento causa estragos y que la familia de Laura estaba cegada por el dolor. Pero los familiares deben saber que Laura ha sido tratada con una dulzura y un amor exquisitos.

En este sentido, el caso de Laura es comparable al de Gabriel Cruz, el pescaíto, con quien hasta los presentadores del telediario se mostraron incapaces de contener las lágrimas.

No creo que la prensa haya tenido un comportamiento indeseable, salvo que se considere así a ciertas molestias derivadas de los sucesos. Las filtraciones son inevitables, y lo único que logran es adelantar una información que está llamada a conocerse en diferido. De todas formas, la pasión y muerte de Laura Luelmo sería más dolorosa si hubiera transcurrido en silencio. Ahora los familiares tienen el apoyo de todos los españoles de buena fe).

La pesadilla de Laura se prolongó durante cinco días de agitación y zozobra cuya retransmisión fue seguida por todo el país. Fue en esa densa espera cuando brotaron algunos equívocos conocidos hoy como errores del sistema.

Teofi, el novio de la profesora, dijo que Laura le había escrito un wasap comentándole que un hombre la miraba con insistencia. Ahí quedó. Sin embargo, cuando Laura apareció muerta, todo el mundo pensó en aquel wasap. Cada vez estaba todo más claro. El hombre de las miradas insidiosas era Bernardo Montoya, que ocupaba una vivienda frente a la que había alquilado la profesora Luelmo.

La noticia ha propiciado una intensa polémica sobre los programas de rehabilitación en la cárcel. Programas que Montoya siempre se negó a participar. Él salía, delinquía y volvía a entrar. Condenado por el asesinato de una anciana, cuando empezó a tener beneficios penitenciarios volvió a delinquir. Ahora tenía una orden de alejamiento y no podía regresar a Cortegana, el pueblo de sus padres, así que en octubre buscó casa en El Campillo y allí se quedó, viendo pasar el tiempo, hasta que apareció un ángel llamado Laura y se cruzó ante sus ojos. Fue verla y obcecarse. Dicen que este hombre no puede contener los impulsos. En buena hora nos lo dicen.

Bernardo Montoya, de los Montoya de toda la vida, es de etnia gitana y tiene un hermano gemelo que comparte con él la delincuencia. Sé que no es políticamente correcto llamar gitano a un gitano, pero alguna vez hay que hacerlo, siquiera para no confundir. Estos días he visto a Juan José Cortés participando en algunas tertulias. Él es un gitano de Huelva al que un depredador (payo) le arrebató a una niña de cuatro años. Juan José dedica ahora buena buena parte de su tiempo a hablar de la prisión permanente revisable. Resumiendo: «Hay gente pa tóo».

Estos días he oído preguntar por la familia de Laura. No se les veía, pero eso no significaba que no estuvieran. Aguardaban en un hotel de Sevilla arropados por familia y amigos a la espera de poder llevarse a Laura y darle entierro en Zamora. Ellos ocupan un discreto lugar en la sombra y no tienen nada que decir. Cuántas veces se habrán acordado del día que Laura decidió hacer las oposiciones en Andalucía para obtener plaza allí. Laura era así. Había hecho un curso complementario de año y medio en México,y un master en Valencia. Cuando empezaba a trabajar, Montoya le salió al encuentro.

en mayo a manos de un menor. Pocas manifestaciones se han visto en Zamora tan multitudinarias y sentidas. Ya tiene la ciudad dos angeles nuevos en el retablo de oro de la catedral.
 
Última edición por un moderador:
No creo que hagan pública la autopsia, como mucho dirán lo mas general, como el día y la hora de la muerte, la causa y si sufrio abuso sexual o no. Pero los detalles no.
exacto.

por ej en Suskeda, los detalles, aunque algunos me han llegado, no los he visto publicados y menos aún, el informe real.
 
se levantó hace tiempo.. justo después q declarara el montoya creo que fue..

[ahora bien, desconozco si se volvió a decretar.. -tpco sé si eso es posible, decretarlo una vez ya lo has decretado/levantado almenos una vez]

se decretó el 18/12 y se levantó el 21/12.
 
He estado pensando. Se. Llamadme caso perdido. Es lo que hay. Mi elucubración: por qué existen estos especímenes? Buena pregunta. Mi respuesta: culpa del sistema. Se. Antecedentes criminales: dos niñitos quemando un aula del colegio. Dos buenas ostias. A cada uno, claro. No que se traumatizan. A la mierda la traumatización esa. Ahora cuatro ostias bien dadas. Por dudar. Sin miedo coxx.

Conclusión: cuatro pescozones a tiempo salvan vidas señor@s. No hay más.

Qué pasa si en vez de cuatro pescozones a tiempo, se les compone, a modo tributo, una saeta?

Pues que mañana ya no te queman un aula del cole, te queman la biblioteca del pueblo. Conmigo dentro. Y no me da la put* gana.

Si no salgo de los bares será porque yo no quiera, no porque dos mierdaniños me dejen sin carnet de lectura.
 
Última edición por un moderador:
exacto.

por ej en Suskeda, los detalles, aunque algunos me han llegado, no los he visto publicados y menos aún, el informe real.
Sí, nada de nada se publicó, especulaciones sobre el primer informe. También me acordaba estos días que el juez tardó muchísimo en entregar los cuerpos a las familias y lo supimos por notas breves en diarios locales, he tratado de buscar la fecha de los entierros pero en google ya no aparecen, de memoria me parece que fue más de un mes, casi dos, pero igual estoy equivocada, tú lo recuerdas?
 
Última edición:
Y es posible hacer pública una autopsia? Pregunto desde el desconocimiento, pero si yo fuera familia de Laura, no m haría mucha gracia. Creo que pertenece a su intimidad. Puedes dar el motivo y la fecha, pero toda la autopsia??
Es imposible que toda la autopsia se haga pública. Lo que se filtra es un resumen de las conclusiones, un informe de autopsia está formado por fotos que no son nada agradables, no es todo texto.
 
Traigo aquí un artículo muy interesante que creo que no habéis colgado de Carmen Rigalt, lo mejor de todo son los comentarios de la gente, !quejándose de que una periodista dé información! Yo flipo, sinceramente. Por fin alguien dice a qué se dedican los padres de la pobre Laura, su padre ingeniero agrónomo, y su madre psicóloga; su hermana es farmacéutica, y su abuelo paterno era psiquiatra, lo que se dice una gente leída y estudiada. Por eso son tan tiquismiquis con que si la intimidad y la privacidad y la protección de datos. Si hubieran sido fontaneros o dependientas de supermercado no andarían con esas finuras. (por cierto, dicho totalmente al margen, qué fea la foto de Laura en el artículo, con los pelos que no se le ve la cara)


https://www.elmundo.es/cronica/2018/12/30/5c2753c421efa0d7438b4586.html


Laura Luelmo, la sonrisa de un ángel

CRÓNICA
La contraOPINIÓN
  • CARMEN RIGALT
30 DIC. 2018 12:47
15460811139701.jpg


Imagen de Laura sonriendo subida a redes sociales por su novio días atrás

Es Laura Luelmo, 26 años, profesora de dibujo. Su cruz fue tener de vecino a un asesino

Cuatro días después de desaparecer en el campillo (Huelva), fue hallada muerta entre unos matorrales

Las huellas de los gemelos asesinos y los cuchillos ensangrentados con los que los Montoya empezaron a matar

El dramático caso de Laura Luelmo, la profesora de dibujo asesinada en El Campillo (Huelva) a los pocos días de tomar posesión de su plaza de interina, ha cubierto la Navidad con un sudario de tristeza.

El Campillo es un frío enclave de la Andalucía occidental donde los arqueólogos todavía buscan el corazón de Tartessos. Das patadas a las piedras y saltan por el aire lascas griegas, fenicias, romanas y árabes. Esta tierra es sabia, pero nadie ha sabido jamás si al otro lado del mar un día estuvo La Atlántida.

En el Campillo estos días se ha llorado un drama de sangre. Todo empezó el 12-D, cuando Laura desapareció. Esa tarde quebró el tiempo y a Laura se la llevó el diablo al salir del supermercado. El país vivía momentos de intensa actualidad, pero la España real no apartaba su mirada de Huelva, donde se libraba una lucha contrarreloj para encontrar a la profesora de 26 años cuya foto iluminaba los periódicos con su sonrisa.

Cinco días no son nada comparados con los años que tardan en resolverse muchas desapariciones. En El Campillo se habían precipitado los acontecimientos. Laura, de la que los medios habían distribuido ya varias fotos de sus redes sociales (por cierto, distaban mucho de las que suelen colgar las veinteañeras tipo MHYV; en el caso de Laura no sólo se notaba que era un ángel sino que tenía buen gusto, por algo había estudiado Bellas Artes), fue encontrada muerta con signos de agresión sexual. Estaba oculta entre unos matorrales y tenía el cuerpo helado como un témpano. El aire frío la ayudó a mantenerse intacta para la autopsia.

(Abro este paréntesis para poner en claro algunos extremos. Mientras escribo, no puedo ignorar la información -o la desinformación- que hemos conocido después. Son ventajas que no eludo, pues para eso están los tiempos verbales. Quiero aprovechar la ocasión para salir al paso de algún comentario familiar a propósito del «daño que ha hecho la prensa» (sic). Entiendo que el sufrimiento causa estragos y que la familia de Laura estaba cegada por el dolor. Pero los familiares deben saber que Laura ha sido tratada con una dulzura y un amor exquisitos.

En este sentido, el caso de Laura es comparable al de Gabriel Cruz, el pescaíto, con quien hasta los presentadores del telediario se mostraron incapaces de contener las lágrimas.

No creo que la prensa haya tenido un comportamiento indeseable, salvo que se considere así a ciertas molestias derivadas de los sucesos. Las filtraciones son inevitables, y lo único que logran es adelantar una información que está llamada a conocerse en diferido. De todas formas, la pasión y muerte de Laura Luelmo sería más dolorosa si hubiera transcurrido en silencio. Ahora los familiares tienen el apoyo de todos los españoles de buena fe).

La pesadilla de Laura se prolongó durante cinco días de agitación y zozobra cuya retransmisión fue seguida por todo el país. Fue en esa densa espera cuando brotaron algunos equívocos conocidos hoy como errores del sistema.

Teofi, el novio de la profesora, dijo que Laura le había escrito un wasap comentándole que un hombre la miraba con insistencia. Ahí quedó. Sin embargo, cuando Laura apareció muerta, todo el mundo pensó en aquel wasap. Cada vez estaba todo más claro. El hombre de las miradas insidiosas era Bernardo Montoya, que ocupaba una vivienda frente a la que había alquilado la profesora Luelmo.

La noticia ha propiciado una intensa polémica sobre los programas de rehabilitación en la cárcel. Programas que Montoya siempre se negó a participar. Él salía, delinquía y volvía a entrar. Condenado por el asesinato de una anciana, cuando empezó a tener beneficios penitenciarios volvió a delinquir. Ahora tenía una orden de alejamiento y no podía regresar a Cortegana, el pueblo de sus padres, así que en octubre buscó casa en El Campillo y allí se quedó, viendo pasar el tiempo, hasta que apareció un ángel llamado Laura y se cruzó ante sus ojos. Fue verla y obcecarse. Dicen que este hombre no puede contener los impulsos. En buena hora nos lo dicen.

Bernardo Montoya, de los Montoya de toda la vida, es de etnia gitana y tiene un hermano gemelo que comparte con él la delincuencia. Sé que no es políticamente correcto llamar gitano a un gitano, pero alguna vez hay que hacerlo, siquiera para no confundir. Estos días he visto a Juan José Cortés participando en algunas tertulias. Él es un gitano de Huelva al que un depredador (payo) le arrebató a una niña de cuatro años. Juan José dedica ahora buena buena parte de su tiempo a hablar de la prisión permanente revisable. Resumiendo: «Hay gente pa tóo».

Estos días he oído preguntar por la familia de Laura. No se les veía, pero eso no significaba que no estuvieran. Aguardaban en un hotel de Sevilla arropados por familia y amigos a la espera de poder llevarse a Laura y darle entierro en Zamora. Ellos ocupan un discreto lugar en la sombra y no tienen nada que decir. Cuántas veces se habrán acordado del día que Laura decidió hacer las oposiciones en Andalucía para obtener plaza allí. Laura era así. Había hecho un curso complementario de año y medio en México,y un master en Valencia. Cuando empezaba a trabajar, Montoya le salió al encuentro.

en mayo a manos de un menor. Pocas manifestaciones se han visto en Zamora tan multitudinarias y sentidas. Ya tiene la ciudad dos angeles nuevos en el retablo de oro de la catedral.

¿Y tiene alguna trascendencia saber la profesión de los familiares de esta chica asesinada?

Al margen de todo esto ¿es necesario decir que Laura no sale bien, según tu parecer, en la foto? ¿Es este un hilo de belleza, de la mejor foto del año?
 
Última edición:
Sí, nada de nada se publicó, especulaciones sobre el primer informe. También me acordaba estos días que el juez tardó muchísimo en entregar los cuerpos a las familias y lo supimos por notas breves en diarios locales, he tratado de buscar la fecha de los entierros pero en google ya no aparecen, de memoria me parece que fue más de un mes, casi dos, pero igual estoy equivocada, tú lo recuerdas?
ahora miro; fue cuando salió un dibujo.. voy a ver.
 
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