La estricta “Gobernanta”. Carmen Rigalt.

no se puede resumir mejor coti!!!
que manía de hacernosla pasar por un dechado de virtudes cuando es mediocre hasta decir basta!!!
lustrosas las Meninas?
si tienen unas ojeritas y una palidez ...que se ven necesitadas de sus buenos garbanzos..lentejas...macarrones diarios con filete y ensalada si...pero también patatas...pero que están creciendo...por favor!! y un bocata de merienda con su cola cao...en fin...
y a él lustroso tampoco le veo

Culigordi está mas rugoso que lustroso
 
La Rigalt se ha vuelto directamente gilipollas.
No sé si trata de ser crítica, pelota o quedarse en una postura ambigüa para no mojarse y no ser señalada por unos u otros. Creo que es esto último.

Atención al comentario que he visto en El Mundo, estaba pensando lo mismo cuando he leído el artículo traido por @AMBERS. Por cierto, muchas gracias.

3
capucine
29/12/2018 10:43

¿A qué viene ese "no lo he leído, ni falta que me hace"? Usted está hablando de lo que no sabe. "Mujercitas" ha sido un verdadero ejemplo de vida para generaciones enteras de mujeres desde que se publicó. En una sociedad patriarcal enseñó a las niñas -como yo, y lo agradezco- que hay que defender la propia personalidad sin obedecer a reglas impuestas. Jo March fue la primera feminista, en el sentido humanista del término, y muchísimas autoras , como Simone de Beauvoir, por poner un ejemplo, reconocen la influencia de este libro en su decisión de devenir escritoras. Veo que no es su caso y me da igual, pero no desprecie lo que no conoce, que está hablando de algo que no ha leído.
 
CARMEN
RIGALT

29/12/2018

LA
ESTRICTA ‘GOBERNANTA



Mujercitas
es una novela de la americana Louisa May Alcott que no he tenido el gusto de leer ni falta que me hace. En su momento vi una de sus versiones cinematográficas, pero la olvidé rápido. Lo único que recuerdo, un poco por encima, es el argumento, las historias alegres de cuatro hermanas con la guerra de Secesión de fondo. Liz Taylor era una de ellas, guapa y un poco cursi, o bastante, no lo voy a negar.

De eso hace ya la torta. Sin embargo, la última versión de Mujercitas data de mil novecientos noventa y pico y estaba protagonizada por Susan Sarandon, que siendo menos guapa que Taylor, era más interesante. Por cierto, en la peli protagonizada por Liz Taylor nevaba bastante, aunque a lo mejor es una ilusión mía, porque yo tengo alma de pánfila y a la mínima me monto un cuento de Navidad. Respecto a Louisa May, la autora del libro, era una mujer con mucho carácter. Aparte de pasar a la historia con Mujercitas, también se hizo famosa por su lucha en dos causas difíciles: sufragismo y abolicionismo.

Mujercitas triunfó en las librerías y el cine. Lo único que le perdía era el título, como de cuento de hadas imposible. Algo parecido les sucedió a las hermanas Brontë, autoras de libros cuyos títulos causaban retortijones. Cumbres borrascosas es el ejemplo por excelencia. Lees ese título y ya no pegas ojo en toda la noche. A su manera, las hermanas Brontë eran capaces de poner los pelos de punta con sus libros: historias de mujeres atormentadas y de niños infelices, maltratados por sus padres y maestros.

Pero no termina aquí la lista de Mujercitas. Ahora mismo ha entrado en mi móvil una alerta llamando la atención sobre dos mujercitas que, según la noticia, reciben la educación más estricta de este país. Se trata de Leonor de Borbón, Princesa de Asturias, y Sofía de Borbón, Infanta de España. Según la voz en off que desgrana el relato, ambas reciben una educación esmerada con similares niveles de exigencia, si bien es la Princesa de Asturias la que se lleva la palma (el pelín de más), pues su futuro requiere un plus de dedicación. Su madre, la Reina, desempeña un papel no siempre bien aceptado por el común de madres que llevan a sus hijas al colegio Santa María de los Rosales. Cuando las hijas de los Reyes empezaron en el cole, no todos los alumnos coincidían en fervor monárquico y vegano. Transmitirlo ha sido para la Reina un trabajo lento y esforzado. Actualmente la Monarca se implica como la que más en los menús del cole. No en vano ha sido una de sus inspiradoras (los brócolis son su especialidad, ¿recuerdan?). Las iniciativas de lo que ocurre en la cocina le pertenecen: nada de fritos ni hidratos ni grasas polisaturadas, etc. Engordar es una palabra tabú. Las Infantas están delgadas pero lustrosas. Y el Rey, lo mismo. Felipe VI ha ganado en donosura y tiene la tripa metida hacia adentro.

Todo lo que no tiene Letizia de relajada lo tiene de estricta gobernanta. Las reglas hay que cumplirlas. Durante la semana, la Princesa heredera y la Infanta Sofía tienen vetado el uso de móviles, televisión, internet, etc. Entre semana también están prohibidas las chuches y los horarios descabalados. Por ejemplo: nunca se acostarán después de las 21.00 horas.

Durante un tiempo, las hermanas eligieron el ballet como actividad extraescolar, pero últimamente han cambiado. Ahora Leonor aprende a tocar el violonchelo y Sofía juega al fútbol. La música y el deporte amansan, mientras que la responsabilidad genera estrés. Resumiendo: que las niñas hagan lo que quieran, pero que lo hagan bien. El ojo de la perfección siempre está al acecho.
Vamos que es imposible que tomarán clases de ballet, basta verlas caminar arrastrando los pies y con los brazos colgando hacia adelante y la falta de gracia en sus gestos para ver que puede que hayan estado apuntadas a ballet pero faltaron a todas las clases.
 
Qué vergüenza, Carmen Rigalt!!!!!

Te vanaglorias de NO HABER LEÍDO el clásico MUJERCITAS)????…

te atreves a decir "ni falta que me hace leerlo"..

Ignorante, más que ignorante.

Ese precioso libro es un clásico, yo lo tenía en casa de pequeña, lo leí decenas de veces, eres una ignorante y, peor aún, te vanaglorias de ello, CARMEN rIGALT.
 
Ya vamos a ver cuando cómo se apaña Letizia para dominar a sus hijas cuando se les empiecen a revolucionar las hormonas... aunque por el aspecto fantasmil de Leonor parecería que le están dando algo para retrasar el crecimiento. Pero Sofía... tiene cara de que en cuanto pueda, se larga a vivir la vida loca.
Pobre Letizia, le espera un golpe duro cuando se dé cuenta que los hijos tienen voluntades propias que en general difieren con lo que las madres deseamos.
 
Este artículo retrata a doña excelsa como lo que es: enferma y desubicada (aunque pretendan alabar ese comportamiento) y a la que lo escribe la pinta de cuerpo entero: osa opinar desde la ignorancia más supina. Y así les va.
 
Será gobernanta pero el colegio elegido no es puntero ni bilingüe.
Las niñas en público acostumbran a vestir como huerfanitas para que no destaquen por encima de sus padres.
Letizia es un esqueleto y sus hijas no tienen el físico que les corresponde por edad .... seguro que comen bien?


Pues mas valía que las apuntaran a un curso de comunicación y salero , que las pobres entre lo paliditas que esta , los vestiditos de huerfanitas y lo sositas que parecen , dan lastima.
 
Y qué pretende la Rigalt con ese pésimo articulito?, Porque no dice nada importante ni se moja, y encima la habrán pagado por ello, en fin, una tontuna mas.
Mientras que el sexto no dé la señal para que los periodistas se tiren al cuello de la "gobernanta", lo que leeremos serán tontunas con infulas como la de Rigalt.
 

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