Navidad de la Familia Real y vacaciones. Cristina e hijos estarán Nochebuena y Navidad en Zarzuela

Leonor y Sofía disfrutarán de 17 días de vacaciones de Navidad
Terminan las clases en el Colegio Santa María de los Rosales este viernes a mediodía

21/12/18

Este viernes 21 de diciembre, Leonor y Sofía comienzan sus vacaciones de Navidad. Lo harán a las 13:00, por lo que tendrán la tarde del viernes libre al salir antes de la hora acostumbrada, las 17:00.

Las vacaciones de Navidad de las hijas de Felipe VI durarán diecisiete días. En total, tendrán un día más de vacaciones que el año pasado. En 2016 tuvieron la misma cantidad de días de vacaciones, aunque ese año fue el jueves el último día de curso, ya que fue entonces cuando cayó el día 22. Las clases se reanudarán el próximo 8 de enero, con lo que tendrán dos semanas enteras de descanso.

Los reyes cierran su agenda
Por su parte, Felipe VI y la reina Letizia han tenido menos actos esta semana, según la agenda de la casa real. En concreto, los reyes aparecieron en los premios ABC de Periodismo, el pasado lunes. Dos días después, la reina Letizia presidió los Premios de la Moda.

La agenda de la semana antes de la Navidad se suele reducir ya que el rey dedica estos días a redactar el discurso que emite en Nochebuena. La agenda de la Casa Real estará vacía hasta el 6 de enero, cuando Felipe VI celebre la Pascua Militar en el Palacio Real.

En estas dos semanas de vacaciones, los reyes suelen aprovechar para pasar más tiempo con sus hijas. Algún año han hecho una escapada fuera de España, pero es más habitual que realicen actividades de ocio en familia.

https://monarquia.elconfidencialdig...-vacaciones-navidad/20181220202557023176.html
 
CRISTINA DE BORBÓN

22/12/2018

LA NAVIDAD MÁS TRISTE PERO BALSÁMICA PARA LA INFANTA
EL DIFÍCIL MENSAJE DEL REY PARA NOCHEBUENA
DOÑA ELENA, UNA MÁS EN EL ‘CLAN URDANGARIN’


No podrá compartir las fiestas con su marido. Pero el hecho de que Urdangarin esté en la cárcel es lo que le permite a la Infanta volver a Zarzuela en Nochebuena. El año próximo sufrirá de nuevo el ‘cordón sanitario’ familiar en torno al ex duque. POR EDUARDO ÁLVAREZ

NO ES AVENTURADO concluir que la Infanta Cristina desea que estas Navidades pasen en un abrir y cerrar de ojos. Van a ser las más amargas para la benjamina de los Reyes Juan Carlos y Sofía porque serán las primeras que pase obligatoriamente separada de su marido, Iñaki Urdangarin, desde que se casaron en 1997. Pese a los rumores sobre un distanciamiento, fuentes próximas sostienen a LOC que Doña Cristina sigue profundamente enamorada de su esposo y que en absoluto se le ha pasado por la cabeza un divorcio, por lo que verle en la cárcel en unas fechas tan sensibles para ella es una tortura emocional.

Sin embargo, aunque estemos ante la Navidad más triste para la Infanta, la paradoja es que también será balsámica. Porque el hecho de que el ex Duque de Palma esté en prisión es lo que va a permitir a Doña Cristina –con sus cuatro hijos–, por primera vez desde 2014, celebrar las Pascuas con sus padres, sus hermanos y sobrinos, algo que le hace muchísima falta. Como es habitual, desde la Casa del Rey no se informa de cómo pasará la Familia Real la Nochebuena y la Navidad, ya que considera que se trata de festividades de carácter privado. Pero todo apunta a que Cristina de Borbón acudirá a Zarzuela, donde sobrellevará con el arrope de los suyos el momento más difícil de su vida.

Todos en Zarzuela saben que las del próximo año volverán a ser unas Navidades muy complicadas en términos de imagen. Y el remanso de paz familiar que se ha vivido en los últimos meses –con una campaña de rehabilitación de la Infanta que se inició en vísperas del 80 cumpleaños de Doña Sofía– saltará por los aires. Fuentes jurídicas explican que, con total probabilidad, en 2019 Iñaki Urdangarin sí disfrutará de permisos para pasar las fechas navideñas más señaladas fuera de la cárcel. Y, en esas circunstancias, es inimaginable que el matrimonio pueda acudir a Zarzuela a pasar la noche más entrañable del año.

En la Jefatura del Estado son conscientes de que no pueden levantar los cordones sanitarios que han impuesto para proteger la imagen de la Corona. Iñaki Urdangarin sigue siendo un apestado, y no dejará de serlo al menos hasta que acabe de cumplir la pena de cinco años y 10 meses de cárcel por malversación, prevaricación, fraude a la Administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias, a los que fue condenado en sentencia ratificada la pasada primavera por el Tribunal Supremo, y que le hizo ingresar en la cárcel de mujeres de Brieva (Ávila) el 18 de junio.

Esta realidad estará muy presente en las celebraciones de esta próxima semana. Las primeras de la Infanta en Zarzuela después de un lustro y, probablemente, las últimas hasta no se sabe cuándo. Doña Cristina cree que tanto ella como su marido han sido injustamente tratados. Y se ha sentido amargamente dolida por la severidad que ante la opinión pública han ejercido estos últimos años tanto los actuales Reyes como el Monarca Emérito, quien no inició un acercamiento a su hija y a su yerno hasta el pasado enero cuando accedió a desplazarse a Ginebra para celebrar el 50 cumpleaños de éste. Semanas antes, la propia Infanta se había negado a acudir a la Zarzuela para participar en el almuerzo por el 80 cumpleaños de Don Juan Carlos. Desde la Casa del Rey se le comunicó que su presencia y la de sus hijos era bienvenida, no así la de su marido. Y ella, como ha hecho desde que estalló el escándalo por el caso Nóos, antepuso el amor y la lealtad a su esposo. Un mensaje similar volverá a escuchar cuando Urdangarin empiece a disfrutar de permisos fuera de prisión.

Para el ex Duque de Palma estas fiestas serán un suplicio añadido. Al hecho de verse privado de libertad en el periodo más entrañable del año se añade la soledad en la que se encuentra por su elección para cumplir condena en el pequeño módulo masculino en la cárcel de mujeres de Brieva, donde él es el único recluso, y donde apenas tiene comunicación con los dos funcionarios de prisiones que trabajan en cada turno.

Poca ilusión le hará el menú especial del que podrá disfrutar esta Navidad. Se ha sabido que en Nochebuena en la prisión se servirá un entrante de cuatro langostinos, tres lonchas de chorizo ibérico y tres de lomo embuchado, y una cuña de queso curado. Como primer plato, un consomé al Jerez y de principal, paletilla de cordero con ensalada de escarola. No faltarán algunos dulces típicos, incluida una porción de turrón, y una copa de sidra para quien desee brindar. En total, el menú ronda los ocho euros por persona, el doble de lo estipulado a diario, según el protocolo establecido por Instituciones Penitenciarias. Al día siguiente, 25 de diciembre, si lo desea, Urdangarin podrá desayunar chocolate con churros. Y, para comer, le servirán verduras rebozadas, dos rollitos de primavera, entrecot con ensalada y frutas y dulces navideños.

No existe un régimen de visitas en la cárcel distinto al ordinario por el hecho de ser Navidades. Lo previsible es que la Infanta y alguno de sus hijos vaya a verle a Brieva este domingo o lunes por la mañana. Difícilmente se captaría la imagen de la llegada de Doña Cristina, puesto que goza de un permiso de Interior para acceder en su propio vehículo hasta el interior de la instalación penitenciaria con el fin de salvaguardar el orden y evitar cualquier posible incidente, algo que ha sido tachado por algunos dirigentes políticos como un “trato de favor”.

Pasada la Navidad, a Doña Cristina se la espera en Vitoria. Allí ha despedido los últimos años junto a su familia política. La madre de Iñaki, Claire Liebaert, y los seis hermanos del ex duque han sido un gran apoyo para la Infanta incluso en los momentos en los que apenas ha gozado de respaldo de los suyos. La unión de Doña Cristina con su suegra y con sus cuñados, en especial con Ana –la hermana mayor de Iñaki– y con Mikel –el único hermano varón–, se ha mantenido inalterable tras la entrada en la cárcel de su marido, tal como se comprobó el pasado agosto cuando la Infanta y sus hijos pasaron unos días de vacaciones en Bidart (País Vasco francés) con todos ellos. En años anteriores, Doña Cristina e Iñaki han contado en Vitoria también con el apoyo de Doña Elena y sus hijos para pasar la Nochevieja. A las dos Infantas se las vio en 2017 tomar un aperitivo con el dirigente de los populares vascos y ex ministro Alfonso Alonso en el conocido bar del Parque del Prado, situado frente a la iglesia donde acuden a misa los Urdangarin, muy cerca del acomodado barrio del Batán donde han residido siempre.

Unos días los próximos, en definitiva, en los que se agolparán los sentimientos y en los que Doña Cristina intentará cicatrizar heridas con el bálsamo que representa su rehabilitación familiar. Su padre, el Rey Juan Carlos, no ocultaba esta semana su satisfacción cuando los periodistas le preguntaron por el retorno de la Infanta, aunque no quiso confirmarlo. La secuencia tuvo lugar a la salida del Rey de un restaurante madrileño donde disfrutó de un almuerzo junto a varios amigos, incluido el empresario José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona. Tras las críticas por el reciente encuentro de Don Juan Carlos con el príncipe heredero saudí en Abu Dabi, al ex jefe del Estado se le ha pedido desde Zarzuela que mantenga estas Navidades un perfil más discreto que otros años, cuando solía recibir el año nuevo en el Golfo o en algún paraíso caribeño invitado por sus grandes amigos los magnates Fanjul. Una escapada así causaría otro terremoto cuando la posición del Emérito en la agenda institucional sigue en entredicho, como ha confirmado que el Gobierno no haya recurrido a él –una vez más– para la toma de posesión del nuevo presidente de Brasil, el 1 de enero. El marrón de tener que volar en plenas campanadas se lo han endosado a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, y no es un marrón glacé.


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Don Felipe graba este fin de semana el Mensaje de Navidad que se emite en Nochebuena. La complicada situación en Cataluña estará muy presente en las palabras del jefe del Estado, quien es consciente de que, diga lo que diga, le lloverán las críticas de los partidos independentistas y de formaciones de ultraizquierda. El de Navidad es el Discurso más personal del Rey de todo el año. Se empezó a elaborar hace más de un mes, y el Monarca consulta a líderes políticos y a numerosos asesores. La Reina Letizia también participa muy activamente. El año pasado la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía observaron atentas la grabación. Don Felipe ha despejado toda su agenda esta semana para centrarse en el Mensaje.

La Infanta Elena ha sido el gran apoyo para su hermana desde que estalló el ‘caso Nóos’, que supuso su ostracismo de la Familia Real. Pero la primogénita de Don Juan Carlos tiene además una relación excepcional con los familiares de su cuñado Iñaki Urdangarin, hasta el punto de que ha pasado con ellos las últimas nocheviejas en Vitoria.

En 2014, el mismo año en el que Felipe VI fue proclamado Rey tras la abdicación de su padre, Doña Cristina ya no pasó las Navidades en Zarzuela, ya que días antes el juez Castro decidió sentarla en el banquillo. Aquel año, Doña Elena se desplazó a la capital vasca con sus hijos Froilán y Victoria Federica tras pasar en Madrid el Día de Navidad.

La misma situación se repitió en 2016 y 2017, cuando se pudo ver a las dos hermanas pasear por el centro de Vitoria. El año pasado fue muy duro porque se sabía que en cuestión de meses Urdangarin entraría en la cárcel.
 
Cristina de Borbón: la Navidad más triste pero balsámica para la Infanta

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No es aventurado concluir que la Infanta Cristina desea que estas Navidades pasen en un abrir y cerrar de ojos. Van a ser las más amargas para la benjamina de los Reyes Juan Carlos y Sofía porque serán las primeras que pase obligatoriamente separada de su marido, Iñaki Urdangarin, desde que se casaron en 1997. Pese a los rumores sobre un distanciamiento, fuentes próximas sostienen a LOC que Doña Cristina sigue profundamente enamorada de su esposo y que en absoluto se le ha pasado por la cabeza un divorcio, por lo que verle en la cárcel en unas fechas tan sensibles para ella es una tortura emocional.

Sin embargo, aunque estemos ante la Navidad más triste para la Infanta, la paradoja es que también será balsámica. Porque el hecho de que el ex duque de Palma esté en prisión es lo que va a permitir a Doña Cristina -con sus cuatro hijos-, por primera vez desde 2014, celebrar las Pascuas con sus padres, sus hermanos y sobrinos, algo que le hace muchísima falta. Como es habitual, desde la Casa del Rey no se informa de cómo pasará la Familia Real la Nochebuena y la Navidad, ya que considera que se trata de festividades de carácter privado. Pero todo apunta a que Cristina de Borbón acudirá a Zarzuela, donde sobrellevará con el arrope de los suyos el momento más difícil de su vida.

Todos en Zarzuela saben que las del próximo año volverán a ser unas Navidades muy complicadas en términos de imagen. Y el remanso de paz familiar que se ha vivido en los últimos meses -con una campaña de rehabilitación de la Infanta que se inició en vísperas del 80 cumpleaños de Doña Sofía- saltará por los aires. Fuentes jurídicas explican que, con total probabilidad, en 2019 Iñaki Urdangarin sí disfrutará de permisos para pasar las fechas navideñas más señaladas fuera de la cárcel. Y, en esas circunstancias, es inimaginable que el matrimonio pueda acudir a Zarzuela a pasar la noche más entrañable del año.

Iñaki Urdangarin sigue siendo un apestado, y no dejará de serlo al menos hasta que acabe de cumplir la pena de cinco años y 10 meses de cárcel por malversación, prevaricación, fraude a la Administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias, a los que fue condenado en sentencia ratificada la pasada primavera por el Tribunal Supremo, y que le hizo ingresar en la cárcel de mujeres de Brieva (Ávila) el 18 de junio.

Esta realidad estará muy presente en las celebraciones de esta próxima semana. Las primeras de la Infanta en Zarzuela después de un lustro y, probablemente, las últimas hasta no se sabe cuándo. Doña Cristina cree que tanto ella como su marido han sido injustamente tratados. Y se ha sentido amargamente dolida por la severidad que ante la opinión pública han ejercido estos últimos años tanto los actuales Reyes como el Monarca Emérito, quien no inició un acercamiento a su hija y a su yerno hasta el pasado enero cuando accedió a desplazarse a Ginebra para celebrar el 50 cumpleaños de éste. Semanas antes, la propia Infanta se había negado a acudir a la Zarzuela para participar en el almuerzo por el 80 cumpleaños de Don Juan Carlos. Desde la Casa del Rey se le comunicó que su presencia y la de sus hijos era bienvenida, no así la de su marido. Y ella, como ha hecho desde que estalló el escándalo por el caso Nóos, antepuso el amory la lealtad a su esposo. Un mensaje similar volverá a escuchar cuando Urdangarin empiece a disfrutar de permisos fuera de prisión.

Para el ex duque de Palma estas fiestas serán un suplicio añadido. Al hecho de verse privado de libertad en el periodo más entrañable del año se añade la soledad en la que se encuentra por su elección para cumplir condena en el pequeño módulo masculino en la cárcel de mujeres de Brieva, donde él es el único recluso, y donde apenas tiene comunicación con los dos funcionarios de prisiones que trabajan en cada turno.

Poca ilusión le hará el menú especial del que podrá disfrutar esta Navidad. Se ha sabido que en Nochebuena en la prisión se servirá un entrante de cuatro langostinos, tres lonchas de chorizo ibérico y tres de lomo embuchado, y una cuña de queso curado. Como primer plato, un consomé al Jerez y de principal, paletilla de cordero con ensalada de escarola. No faltarán algunos dulces típicos, incluida una porción deturrón, y una copa de sidra para quien desee brindar. En total, el menú ronda los ocho euros por persona, el doble de lo estipulado a diario, según el protocolo establecido por Instituciones Penitenciarias. Al día siguiente, 25 de diciembre, si lo desea, Urdangarin podrá desayunar chocolate con churros. Y, para comer, le servirán verduras rebozadas, dos rollitos de primavera, entrecot con ensalada y frutas y dulces navideños.

No existe un régimen de visitas en la cárcel distinto al ordinario por el hecho de ser Navidades. Lo previsible es que la Infanta y alguno de sus hijos vaya a verle a Brieva este domingo o lunes por la mañana. Difícilmente se captaría la imagen de la llegada de Doña Cristina, puesto que goza de un permiso de Interior para acceder en su propio vehículo hasta el interior de la instalación penitenciaria con el fin de salvaguardar el orden y evitar cualquier posible incidente, algo que ha sido tachado por algunos dirigentes políticos como un "trato de favor".

https://www.elmundo.es/loc/famosos/2018/12/22/5c1ce639fc6c836f538b4649.html
 
FAMILIA REAL ESPAÑOLA
La infanta Cristina, ante su Navidad más dura: estos son sus retos para 2019
La hermana del rey Felipe se prepara para pasar las fiestas en Zarzuela, mientras su marido permanece en prisión. El año que entra, Urdangarin podría salir de la cárcel por primera vez


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La infanta Cristina. (Getty)

SILVIA TAULÉS

INFANTA CRISTINA


22/12/2018

Se avecina un año complejo para la infanta Cristina. Está a punto de pasar las navidades más duras de su vida y se enfrenta además a 2019, un año en el que los desafíos serán importantes. Iñaki Urdangarin ingresó en prisión el pasado verano y lo más probable es que pueda disfrutar de su primer permiso a finales del año que viene. Pero la Infanta ha logrado, en ausencia de su marido, integrarse de nuevo en los actos privados de su familia, algo en lo que es muy difícil encajar al exduque de Palma, sobre todo si también participan los reyes don Felipe y doña Letizia.

LEER MÁS: "La imposible reinserción de la infanta Cristina en la agenda oficial"

Se espera que la hija menor de los Reyes eméritos pase la Navidad en Zarzuela y la Nochevieja con su familia política. A partir de ese momento, son varios los puntos calientes en su agenda.

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La infanta Cristina, saliendo del teatro tras ver 'El médico'. (Cordon Press)

El 5 de enero, sin ir más lejos, el rey don Juan Carlos cumple 81 años. El año pasado, aniversario redondo, se celebró una gran fiesta en Zarzuela de la que se hizo pública una foto en la que aparecían todos los hijos y nietos menos doña Cristina y los suyos. Fue un golpe duro para la Infanta, muy unida a su padre pese a los desmanes del marido. Y esa buena relación padre e hija ha quedado patente este diciembre cuando ambos se dejaron ver juntos en un viaje a los países árabes.


[LEA MÁS. El menú navideño de Urdangarin en prisión: langostinos y turrón]

Su reintegración (o rehabilitación) en la familia del Rey, que no familia real, ha puesto en duda su futuro en Ginebra. Son muchas las voces que apuntan a que la Infanta podría mudarse a Madrid para estar cerca de los suyos, algo que se niega en rotundo, por el momento, desde su entorno laboral. Pero un traslado se puede pedir con poco tiempo de antelación y la Infanta, además, no necesita trabajar con su equipo frente a frente como ya demostró durante su traslado a Ginebra. Es verdad que son muchos quienes hablan de mudanza, pero también se habló en su momento de un cambio de domicilio y de empleo a Lisboa y nunca tuvo lugar.

En cuestiones familiares también hay cambios. De los cuatro hijos del matrimonio, sólo dos siguen estudiando en la escuela Ecolint, Miguel e Irene. Y Miguel cursa este año su último curso, por lo que un traslado no supondría un problema para los hijos, porque además, la pequeña es la más integrada en la familia real. Irene tiene en su prima, Victoria Federica, a un gran aliado. Su relación con la abuela materna, la reina Sofía, es también estupenda.



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La reina Sofía y su hija, la infanta Cristina. (Getty)


Otro punto importante a tener en cuenta es la futura concesión a Urdangarin de un hipotético tercer grado. Es decir, podría salir por las mañanas para volver a dormir a la cárcel. Para que esto sea posible, el marido de la Infanta necesitaría tener un domicilio o un empleo que den garantías de su reinserción social. Es esto, al menos, lo que se le pide a otros presos. Y tener una casa en Madrid, a pocos kilómetros de Ávila, donde está Brieva, es un punto a su favor.

[LEA MÁS: Pablo Urdangarin, el hijo más apegado a Iñaki, cumple 18 años ya independizado]

Pero lo que puede ser positivo por un lado se podría convertir en un problema por otro. La pregunta es clara: ¿qué hacemos con Urdangarin? Si la Infanta tiene que celebrar, pongamos como ejemplo,el 81 cumpleaños de su madre, que sera en noviembre de 2019, y Urdangarin ya ha obtenido el permiso, ¿asistirá a la celebración? Sobre todo: ¿asistirá a la celebración si también están los reyes Felipe y Letizia? Son incógnitas que se despejarán el año que está a punto de comenzar.


https://www.vanitatis.elconfidencia...fanta-cristina-navidad-desafios-2019_1722610/
 
FAMILIA REAL ESPAÑOLA
La infanta Cristina, ante su Navidad más dura: estos son sus retos para 2019
La hermana del rey Felipe se prepara para pasar las fiestas en Zarzuela, mientras su marido permanece en prisión. El año que entra, Urdangarin podría salir de la cárcel por primera vez


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La infanta Cristina. (Getty)

SILVIA TAULÉS

INFANTA CRISTINA


22/12/2018

Se avecina un año complejo para la infanta Cristina. Está a punto de pasar las navidades más duras de su vida y se enfrenta además a 2019, un año en el que los desafíos serán importantes. Iñaki Urdangarin ingresó en prisión el pasado verano y lo más probable es que pueda disfrutar de su primer permiso a finales del año que viene. Pero la Infanta ha logrado, en ausencia de su marido, integrarse de nuevo en los actos privados de su familia, algo en lo que es muy difícil encajar al exduque de Palma, sobre todo si también participan los reyes don Felipe y doña Letizia.

LEER MÁS: "La imposible reinserción de la infanta Cristina en la agenda oficial"

Se espera que la hija menor de los Reyes eméritos pase la Navidad en Zarzuela y la Nochevieja con su familia política. A partir de ese momento, son varios los puntos calientes en su agenda.

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La infanta Cristina, saliendo del teatro tras ver 'El médico'. (Cordon Press)

El 5 de enero, sin ir más lejos, el rey don Juan Carlos cumple 81 años. El año pasado, aniversario redondo, se celebró una gran fiesta en Zarzuela de la que se hizo pública una foto en la que aparecían todos los hijos y nietos menos doña Cristina y los suyos. Fue un golpe duro para la Infanta, muy unida a su padre pese a los desmanes del marido. Y esa buena relación padre e hija ha quedado patente este diciembre cuando ambos se dejaron ver juntos en un viaje a los países árabes.


[LEA MÁS. El menú navideño de Urdangarin en prisión: langostinos y turrón]

Su reintegración (o rehabilitación) en la familia del Rey, que no familia real, ha puesto en duda su futuro en Ginebra. Son muchas las voces que apuntan a que la Infanta podría mudarse a Madrid para estar cerca de los suyos, algo que se niega en rotundo, por el momento, desde su entorno laboral. Pero un traslado se puede pedir con poco tiempo de antelación y la Infanta, además, no necesita trabajar con su equipo frente a frente como ya demostró durante su traslado a Ginebra. Es verdad que son muchos quienes hablan de mudanza, pero también se habló en su momento de un cambio de domicilio y de empleo a Lisboa y nunca tuvo lugar.

En cuestiones familiares también hay cambios. De los cuatro hijos del matrimonio, sólo dos siguen estudiando en la escuela Ecolint, Miguel e Irene. Y Miguel cursa este año su último curso, por lo que un traslado no supondría un problema para los hijos, porque además, la pequeña es la más integrada en la familia real. Irene tiene en su prima, Victoria Federica, a un gran aliado. Su relación con la abuela materna, la reina Sofía, es también estupenda.



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La reina Sofía y su hija, la infanta Cristina. (Getty)


Otro punto importante a tener en cuenta es la futura concesión a Urdangarin de un hipotético tercer grado. Es decir, podría salir por las mañanas para volver a dormir a la cárcel. Para que esto sea posible, el marido de la Infanta necesitaría tener un domicilio o un empleo que den garantías de su reinserción social. Es esto, al menos, lo que se le pide a otros presos. Y tener una casa en Madrid, a pocos kilómetros de Ávila, donde está Brieva, es un punto a su favor.

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Pero lo que puede ser positivo por un lado se podría convertir en un problema por otro. La pregunta es clara: ¿qué hacemos con Urdangarin? Si la Infanta tiene que celebrar, pongamos como ejemplo,el 81 cumpleaños de su madre, que sera en noviembre de 2019, y Urdangarin ya ha obtenido el permiso, ¿asistirá a la celebración? Sobre todo: ¿asistirá a la celebración si también están los reyes Felipe y Letizia? Son incógnitas que se despejarán el año que está a punto de comenzar.


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¡Qué Navidad más dura, es cierto! No saber si comer langostinos o percebes, si beber cava o champán, si desplazarte en Mercedes o BMW. Estos juntaletras cada día son más tontos. Navidad dura para el que no tiene con qué o quién celebrarlas, no para quien se ha buscado estar como está. Respecto a los titulares del tinglao, el día 25 pican billete cada uno por su lado hasta el 5 de enero por la noche. Y ya se verán las caras el 6, porque no les queda otra. Yo si pudiera me iría a un paraíso ignoto, ¿por qué el que puede no lo va a hacer? (Todo presuntamente).
 
FAMILIA REAL ESPAÑOLA
La infanta Cristina, ante su Navidad más dura: estos son sus retos para 2019
La hermana del rey Felipe se prepara para pasar las fiestas en Zarzuela, mientras su marido permanece en prisión. El año que entra, Urdangarin podría salir de la cárcel por primera vez


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La infanta Cristina. (Getty)

SILVIA TAULÉS

INFANTA CRISTINA


22/12/2018

Se avecina un año complejo para la infanta Cristina. Está a punto de pasar las navidades más duras de su vida y se enfrenta además a 2019, un año en el que los desafíos serán importantes. Iñaki Urdangarin ingresó en prisión el pasado verano y lo más probable es que pueda disfrutar de su primer permiso a finales del año que viene. Pero la Infanta ha logrado, en ausencia de su marido, integrarse de nuevo en los actos privados de su familia, algo en lo que es muy difícil encajar al exduque de Palma, sobre todo si también participan los reyes don Felipe y doña Letizia.

LEER MÁS: "La imposible reinserción de la infanta Cristina en la agenda oficial"

Se espera que la hija menor de los Reyes eméritos pase la Navidad en Zarzuela y la Nochevieja con su familia política. A partir de ese momento, son varios los puntos calientes en su agenda.

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La infanta Cristina, saliendo del teatro tras ver 'El médico'. (Cordon Press)

El 5 de enero, sin ir más lejos, el rey don Juan Carlos cumple 81 años. El año pasado, aniversario redondo, se celebró una gran fiesta en Zarzuela de la que se hizo pública una foto en la que aparecían todos los hijos y nietos menos doña Cristina y los suyos. Fue un golpe duro para la Infanta, muy unida a su padre pese a los desmanes del marido. Y esa buena relación padre e hija ha quedado patente este diciembre cuando ambos se dejaron ver juntos en un viaje a los países árabes.


[LEA MÁS. El menú navideño de Urdangarin en prisión: langostinos y turrón]

Su reintegración (o rehabilitación) en la familia del Rey, que no familia real, ha puesto en duda su futuro en Ginebra. Son muchas las voces que apuntan a que la Infanta podría mudarse a Madrid para estar cerca de los suyos, algo que se niega en rotundo, por el momento, desde su entorno laboral. Pero un traslado se puede pedir con poco tiempo de antelación y la Infanta, además, no necesita trabajar con su equipo frente a frente como ya demostró durante su traslado a Ginebra. Es verdad que son muchos quienes hablan de mudanza, pero también se habló en su momento de un cambio de domicilio y de empleo a Lisboa y nunca tuvo lugar.

En cuestiones familiares también hay cambios. De los cuatro hijos del matrimonio, sólo dos siguen estudiando en la escuela Ecolint, Miguel e Irene. Y Miguel cursa este año su último curso, por lo que un traslado no supondría un problema para los hijos, porque además, la pequeña es la más integrada en la familia real. Irene tiene en su prima, Victoria Federica, a un gran aliado. Su relación con la abuela materna, la reina Sofía, es también estupenda.



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La reina Sofía y su hija, la infanta Cristina. (Getty)


Otro punto importante a tener en cuenta es la futura concesión a Urdangarin de un hipotético tercer grado. Es decir, podría salir por las mañanas para volver a dormir a la cárcel. Para que esto sea posible, el marido de la Infanta necesitaría tener un domicilio o un empleo que den garantías de su reinserción social. Es esto, al menos, lo que se le pide a otros presos. Y tener una casa en Madrid, a pocos kilómetros de Ávila, donde está Brieva, es un punto a su favor.

[LEA MÁS: Pablo Urdangarin, el hijo más apegado a Iñaki, cumple 18 años ya independizado]

Pero lo que puede ser positivo por un lado se podría convertir en un problema por otro. La pregunta es clara: ¿qué hacemos con Urdangarin? Si la Infanta tiene que celebrar, pongamos como ejemplo,el 81 cumpleaños de su madre, que sera en noviembre de 2019, y Urdangarin ya ha obtenido el permiso, ¿asistirá a la celebración? Sobre todo: ¿asistirá a la celebración si también están los reyes Felipe y Letizia? Son incógnitas que se despejarán el año que está a punto de comenzar.


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¿Y eso de que "la que no sabía nada"... sigue profundamente enamorada de su marido? No sé... después de haberla dejado en ridículo delante de todo el mundo, con los emails calentitos...pero bueno...serán cosas de la "realeza", jeje, que yo no alcanzo a comprender...
Si tu pareja no te respeta como mujer... anda y que se vaya a comer langostinos a Vitoria, el año que viene.
 
La cena de Navidad es una cena privada y en lo privado creo yo que evitan juntarse,salvo acuerdos de lavandería.
Por lo tanto pienso que hay dos cenas en casas diferentes.
Siempre que no estén fuera ya.

Por otro lado nos encontramos con un privilegio solamente apto para los privilegiados que gobiernan este bendito país vacaciones de 17 días con la que está cayendo ,sumadas a las de semana santa,verano que entre pitos y flautas son 3 meses o más ,cuanto es el tiempo que dedican a mal gobernar .Sumo también qué, la mayoría de las veces los escaños están vacíos.
El miércoles ,Sanidad trabajando,Justicia trabajando... ,salvo dias de vacaciones de verano disponibles.
Los que de verdad trabajan y muchos dejándose la piel, son los funcionarios .En sanidad están a tope .En muchos juzgados el trabajo a triplicado y ellos 17 días de vacaciones ,si son diez o quince es lo mismo.
Hasta el gorro de tanta prebenda
No deberían tener todo exactamente igual que el resto de trabajadores de las respectivas administraciones.
Quien les asigna la fiesta?
 
La reina Letizia y su plan ‘de chicas’ por Navidad sin el rey Felipe
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La reina Letizia, junto a sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía / Gtres.
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La reina Letizia ha querido disfrutar de la Navidad con un plan muy especial y acompañada de sus dos hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Una salida a la que no ha acudido el rey Felipe, convirtiéndolo en un plan de chicas


Llega la Navidad y, por tanto, unas fechas en las que realizar planes diferentes junto a amigos y familiares. Eso ha debido pensar la reina Letizia, que ayer por la tarde, junto a sus hijas la princesa Leonor y la infanta Sofía, y sin su marido, el rey Felipe, ha acudido al 40 aniversario del Ballet Nacional en el Teatro de la Zarzuela. Un día diferente para pasar estas fechas tan señaladas y del que no había convocatoria oficial, es decir, que la reina y sus hijas han ido por motivos personales. Tal y como informa la revista ‘Vanity Fair’, el gesto de la reina Letizia ha sido gratamente recibido por el director de la función, Antonio Najarro, que se ha sentado junto a ellas para guiarlas y atenderlas.

Bien es sabido que la reina Letizia siempre ha querido ayudar a sus hijas en el amor por la cultura. Por ejemplo, no es la primera vez que las tres acuden a ver un espectáculo de danza. En los días previos al cumpleaños de la princesa Leonor, en el mes de octubre, las tres acudieron al Teatro Real junto a su abuela materna, Paloma Rocasolano, para disfrutar de ‘Un réquiem alemán del Ballett am Rheim de Düsseldorf.


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No se conoce cuál fue el plan del rey Felipe mientras ‘sus chicas’ se lo pasaban en grande en el teatro. Un acontecimiento que permitió ver el lado más natural de la princesa Leonor, ya que según el citado medio, la joven agradeció vítores espontáneos a la corona con una inmensa sonrisa.
 
A Leonor la encuentro bien vestida, es una adolescente llenado a un acto privado, en dado caso la kk va peor vestida!!!
 
Para l@s malpensad@s que creemos que esta muy lejos de vacaciones:sneaky:.
24 horas al día al pie del cañón.;)
Las niñas las veo bien.
Vestidas más acorde a su edad como otras muchachas,no disfrazadas de huerfanita o vestido de niña de 5 años.
 
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