Los Mossos capturan a un francotirador que quería matar a Pedro Sánchez

el terrorismo no es de verdad o de mentira según sea de un signo u otro.
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. Pues claro, el terrorismo es de verdad o de mentira por otras cosas, no por el signo politico. Y claro que ha habido terrorismo de extrema derecha, como de ETA, hay terrorismo de todo signo y no, no es el signo el que lo califica. Jajaja, parece mentira, Ondina, con las horas de vuelo que hemos hecho juntas en tantos hilos de terrorismo islamico, que vengas a hacer ahora como que te crees que este tipo es un terrorista y que te crees la historia. En fin, hasta otro dia que estes mas seria. O mas creible.
 
La parte cómica: el supermegatirador jubileta. En su club de tiro han salido diciendo que era más malo disparando que una escopeta de feria.

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La parte siniestra: utilizar esto para avivar el espantajo ultra con el podemismo, lazismo, etarrismo criminalizando a la gente que no es de su cuerda. solo hay que leer este hilo para ver la estrategia.

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. Pues claro, el terrorismo es de verdad o de mentira por otras cosas, no por el signo politico. Y claro que ha habido terrorismo de extrema derecha, como de ETA, hay terrorismo de todo signo y no, no es el signo el que lo califica. Jajaja, parece mentira, Ondina, con las horas de vuelo que hemos hecho juntas en tantos hilos de terrorismo islamico, que vengas a hacer ahora como que te crees que este tipo es un terrorista y que te crees la historia. En fin, hasta otro dia que estes mas seria. O mas creible.

a ver Pato, los que aprietan el gatillo tienden a ser son unos grillados y lo mantengo. Tú precisamente sabes bien que me ha caído la mundial por decirlo en relación con ISIS y ETA asi que no me vengas con historias. Me ha caído de la misma gente que ahora dice que el francotirador franquista es un chalao jajajaj. Justicia poética. Que se apliquen los insultos que me han dedicado y las acusaciones varias (incluida la de tener las manos manchadas de sangre).

Eso no quita que el terrorismo sea un fenómeno muy real (que mata a gente de verdad, no es un tema de la srta pepis eh) y que detrás de todo terrorista haya una organización, un ideario, una financiación... Y ya sabes a lo que voy: el terrorista en cuestión no se radicalizó regando las plantas en el balcón ¿verdad?

hay grupos de extrema derecha perfectamente organizados que tienen a terroristas "durmientes" listos para actuar. han actuado en el pasado y pueden volver a hacerlo en cualquier momento. el terrorismo "ultra" no es un terrorismo de la srta pepis, es tan terrorismo como caulqueir otro.
 
Última edición por un moderador:
si pillan a un "lobo solitario" vasco o catalanoparlante con un plan para cargarse al rey mismamente ¿de qué que te crees que le iban a acusar alma de cántaro? de un delito de terrorismo, en efecto.

el terrorismo no es de verdad o de mentira según sea de un signo u otro.

pero se ve que en el Estado franquista los terroristas siempre son los del otro bando. Los del nuestro hacen terrorismo de la Srta Pepis. Aunque sean cientos las víctimas de la extrema derecha desde la muerte de Franco. Por no remontarnos más allá, que entonces nos salimos de madre.
Manuel Murillo Sánchez no es cataloparlante viviendo en Tarrasa? Pobre Manuel... 63 años sin entender los letreros del colmado de la esquina, los carteles indicadores de las calles, sin comprender a su médico y sus recetas, sin ser asistido en la administración, sin poder dirigirse a un mozo de cuadra, sin.... sin....

Ahora resulta que este señor de Tarrasa no habla catalán y ya por eso es un catalán no catalán del que se dice que como no es catalanoparlante recibirá un trato especial y no será acusado de terrorismo. Si Manuel parlara catalán parece ser que otro gallo cantaría. Porque parlar catalán está perseguido.

Háztelo mirar... Para lo bueno y lo malo, Manuel es catalán. Os guste o no.
 
Manuel Murillo Sánchez no es cataloparlante viviendo en Tarrasa? Pobre Manuel... 63 años sin entender los letreros del colmado de la esquina, los carteles indicadores de las calles, sin comprender a su médico y sus recetas, sin ser asistido en la administración, sin poder dirigirse a un mozo de cuadra, sin.... sin....

Ahora resulta que este señor de Tarrasa no habla catalán y ya por eso es un catalán no catalán del que se dice que como no es catalanoparlante recibirá un trato especial y no será acusado de terrorismo. Si Manuel parlara catalán parece ser que otro gallo cantaría. Porque parlar catalán está perseguido.

Háztelo mirar... Para lo bueno y lo malo, Manuel es catalán. Os guste o no.

ainsss me refería a un (vasco) abertzale o a un (catalán) CDR

que hay que explicarlo todo, sopor

el hombre este recibe un "trato especial" por franquista. De otro modo estaba ya compareciendo en la AN.
 
Última edición por un moderador:
Como están las cabezas. O cuántas ganas de envenenarlo todo.

La Audiencia Nacional entiende de delitos de criminalidad organizada o de terrorismo, no de montajes políticos, fakes manipuladores o jubilados con problemas mentales.

seria muy interesante que la AN investigara como nuestro terrorista franquista se hizo con su particular arsenal de armas sin levantar sospechas por ejemplo o qué entornos políticos frecuentaba, no sé, lo mismo tirando del hilo salía algún tipo de criminalidad organizada …
 
seria muy interesante que la AN investigara como nuestro terrorista franquista se hizo con su pequeño arsenal de armas por ejemplo sin levantar sospechas o qué entornos políticos frecuentaba, lo mismo tirando del hilo salía algún tipo de criminalidad organizada ...

Y hasta un complot internacional. Mira, mira...

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Los Mossos capturan a un francotirador 'lobo solitario' que quería matar a Pedro Sánchez

Manuel Murillo Sánchez, un experto tirador de 63 años, planeaba atentar contra el presidente como venganza por la orden de exhumación de los restos de Franco y fue detenido en su domicilio de Terrassa, donde tenía un arsenal de 16 armas de fuego, incluidos rifles de alta precisión y un subfusil de asalto. Decía estar dispuesto a "sacrificarse por España".



El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a otras personalidades en el pasado desfile del 12 de octubre. EFE

barcelona / madrid
08/11/2018 07:47 Actualizado: 08/11/2018 07:47
carlos enrique bayo / patricia lópez

@tableroglobal@patricialopezl


Tenía la voluntad, la preparación, el armamento y el fanatismo suficientes para dar en el blanco: el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Además, es un tirador sobresaliente, el mejor de los del club de tiro olímpico del Vallés en el que practicaba y competía con éxito desde hacía muchos años, hasta convertirse en un experto en armamento; un francotirador avanzado capaz no sólo de modificar armas cortas o largas, sino incluso de construirlas.

Con una personalidad obsesiva –a los 30 años se le metió en la cabeza hacer la maratón y logró convertirse en un buen corredor de fondo–, y un historial familiar de problemas psicológicos, a sus 63 años Manuel Murillo Sánchez se inflamó contra el líder socialista a raíz del anuncio de que se iban a exhumar y sacar del Valle de los Caídos los restos de su admirado Francisco Franco.


Así que este vigilante de seguridad privada –con licencia de armas por su profesión y su afición deportiva– empezó a buscar cómplices para acabar con ese "rojo de mierda" –como escribió en un grupo reducido de WhatsApp– con el que compartía uno de los apellidos. Nunca había participado en actos violentos, aunque frecuentara ambientes ultraderechistas, por lo que no tenía antecedentes policiales de ningún tipo, así que era muy difícil que las fuerzas de seguridad se fijaran en él.


Es decir, era el perfecto lobo solitario: "Un don nadie con permiso de armas, cuya maestría en el tiro no llamaba la atención, igual que no resultaba sospechoso que llevase pistola, pues la necesitaba para su trabajo", explica a Público una fuente cercana a la investigación, tras levantarse hace pocos días el secreto del sumario de un proceso que instruye el Juzgado Nº3 de Terrassa (Barcelona), ciudad en la que nació y donde residía cuando fue finalmente capturado por los Mossos d'Esquadra hace tres semanas.


La voz de alarma la dio una usuaria de aquel chat cerrado de WhatsApp, al ver que Murillo pasaba de lanzar continuas invectivas y amenazas contra el líder del PSOE, a solicitar inequívocamente apoyo logístico para cometer un atentado contra Sánchez, aprovechando su pericia como francotirador, su profesión y su arsenal. A su edad, confesó a seis de sus contactos que no conocía bien las herramientas de Internet y les pidió ayuda para obtener la agenda de actos del presidente y su localización concreta en momentos determinados.


No le importaba ser después capturado, afirmaba en el chat: "Estoy dispuesto a sacrificarme por España", escribió. Fue entonces cuando los Mossos recibieron el chivatazo y empezaron a rastrear al personaje; aparentemente un vigilante anodino que no pertenecía siquiera a una agencia de seguridad importante porque cambiaba a menudo de empleo: vigilancia nocturna de grandes edificios o garajes que requerían portan armas.


Fue al descubrir su gran pericia como francotirador cuando solicitaron la orden de entrada, registro y detención del sujeto. Y no se esperaban lo que hallaron en su domicilio el pasado 19 de septiembre: 16 armas de fuego cortas y largas, incluido un fusil de asalto militar Cetme, un subfusil ametrallador checoslovaco Skorpion vz. 61, y cuatro rifles de altísima precisión, capaces de acertar un blanco a 1.000 o hasta 1.500 metros de distancia. En su coche llevaba dos pistolas, una de ellas modificada e ilegal.


Un 'manitas' de la transformación de armamento

Por supuesto, gran parte de ese arsenal estaba fuera de la ley, y varios fusiles habían sido modificados por Murillo, reparando las perforaciones en el cañón y otros puntos del arma que se hacen para inutilizarla. No cabe duda de que era un manitas de la transformación de armamento.

Tras su detención se dio aviso de inmediato a Seguridad de La Moncloa, pero el Ejecutivo decidió que lo mejor era la discreción, así que no se comunicó el incidente. No obstante, en la investigación del caso participaron también el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil, que siempre interviene en los casos donde hay armas de fuego.


En cuanto a las diligencias judiciales, pasaron del Juzgado de Guardia –el 2 de Terrassa, ese día– al de Instrucción Nº3 porque la Audiencia Nacional rechazó el caso, considerando que no se trataba de una amenaza terrorista, sino meramente una "proposición de homicidio de autoridad", con "tenencia ilícita" de un "depósito de armas".


Manuel Murillo está actualmente en prisión incondicional en el Centro Penitenciario Brians-2, en Sant Esteve Sesrovires, cerca de Martorell, donde confesó nada más ingresar sus intenciones de atentar contra Pedro Sánchez. Poca duda cabe de que lo habría hecho si hubiera podido, por su determinación y capacidad para cometer el crimen.


También queda claro que a partir de ahora los servicios de inteligencia policiales deberán estar atentos a un nuevo y amenazador perfil: el de los franquistas frustrados, sin filiación ni historial violento, que de pronto están dispuestos a tomar las armas contra la Memoria Histórica.

Una tontá.
 
Los Mossos capturan a un francotirador 'lobo solitario' que quería matar a Pedro Sánchez

Manuel Murillo Sánchez, un experto tirador de 63 años, planeaba atentar contra el presidente como venganza por la orden de exhumación de los restos de Franco y fue detenido en su domicilio de Terrassa, donde tenía un arsenal de 16 armas de fuego, incluidos rifles de alta precisión y un subfusil de asalto. Decía estar dispuesto a "sacrificarse por España".



El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a otras personalidades en el pasado desfile del 12 de octubre. EFE

barcelona / madrid
08/11/2018 07:47 Actualizado: 08/11/2018 07:47
carlos enrique bayo / patricia lópez

@tableroglobal@patricialopezl


Tenía la voluntad, la preparación, el armamento y el fanatismo suficientes para dar en el blanco: el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Además, es un tirador sobresaliente, el mejor de los del club de tiro olímpico del Vallés en el que practicaba y competía con éxito desde hacía muchos años, hasta convertirse en un experto en armamento; un francotirador avanzado capaz no sólo de modificar armas cortas o largas, sino incluso de construirlas.

Con una personalidad obsesiva –a los 30 años se le metió en la cabeza hacer la maratón y logró convertirse en un buen corredor de fondo–, y un historial familiar de problemas psicológicos, a sus 63 años Manuel Murillo Sánchez se inflamó contra el líder socialista a raíz del anuncio de que se iban a exhumar y sacar del Valle de los Caídos los restos de su admirado Francisco Franco.


Así que este vigilante de seguridad privada –con licencia de armas por su profesión y su afición deportiva– empezó a buscar cómplices para acabar con ese "rojo de mierda" –como escribió en un grupo reducido de WhatsApp– con el que compartía uno de los apellidos. Nunca había participado en actos violentos, aunque frecuentara ambientes ultraderechistas, por lo que no tenía antecedentes policiales de ningún tipo, así que era muy difícil que las fuerzas de seguridad se fijaran en él.


Es decir, era el perfecto lobo solitario: "Un don nadie con permiso de armas, cuya maestría en el tiro no llamaba la atención, igual que no resultaba sospechoso que llevase pistola, pues la necesitaba para su trabajo", explica a Público una fuente cercana a la investigación, tras levantarse hace pocos días el secreto del sumario de un proceso que instruye el Juzgado Nº3 de Terrassa (Barcelona), ciudad en la que nació y donde residía cuando fue finalmente capturado por los Mossos d'Esquadra hace tres semanas.


La voz de alarma la dio una usuaria de aquel chat cerrado de WhatsApp, al ver que Murillo pasaba de lanzar continuas invectivas y amenazas contra el líder del PSOE, a solicitar inequívocamente apoyo logístico para cometer un atentado contra Sánchez, aprovechando su pericia como francotirador, su profesión y su arsenal. A su edad, confesó a seis de sus contactos que no conocía bien las herramientas de Internet y les pidió ayuda para obtener la agenda de actos del presidente y su localización concreta en momentos determinados.


No le importaba ser después capturado, afirmaba en el chat: "Estoy dispuesto a sacrificarme por España", escribió. Fue entonces cuando los Mossos recibieron el chivatazo y empezaron a rastrear al personaje; aparentemente un vigilante anodino que no pertenecía siquiera a una agencia de seguridad importante porque cambiaba a menudo de empleo: vigilancia nocturna de grandes edificios o garajes que requerían portan armas.


Fue al descubrir su gran pericia como francotirador cuando solicitaron la orden de entrada, registro y detención del sujeto. Y no se esperaban lo que hallaron en su domicilio el pasado 19 de septiembre: 16 armas de fuego cortas y largas, incluido un fusil de asalto militar Cetme, un subfusil ametrallador checoslovaco Skorpion vz. 61, y cuatro rifles de altísima precisión, capaces de acertar un blanco a 1.000 o hasta 1.500 metros de distancia. En su coche llevaba dos pistolas, una de ellas modificada e ilegal.


Un 'manitas' de la transformación de armamento

Por supuesto, gran parte de ese arsenal estaba fuera de la ley, y varios fusiles habían sido modificados por Murillo, reparando las perforaciones en el cañón y otros puntos del arma que se hacen para inutilizarla. No cabe duda de que era un manitas de la transformación de armamento.

Tras su detención se dio aviso de inmediato a Seguridad de La Moncloa, pero el Ejecutivo decidió que lo mejor era la discreción, así que no se comunicó el incidente. No obstante, en la investigación del caso participaron también el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil, que siempre interviene en los casos donde hay armas de fuego.


En cuanto a las diligencias judiciales, pasaron del Juzgado de Guardia –el 2 de Terrassa, ese día– al de Instrucción Nº3 porque la Audiencia Nacional rechazó el caso, considerando que no se trataba de una amenaza terrorista, sino meramente una "proposición de homicidio de autoridad", con "tenencia ilícita" de un "depósito de armas".


Manuel Murillo está actualmente en prisión incondicional en el Centro Penitenciario Brians-2, en Sant Esteve Sesrovires, cerca de Martorell, donde confesó nada más ingresar sus intenciones de atentar contra Pedro Sánchez. Poca duda cabe de que lo habría hecho si hubiera podido, por su determinación y capacidad para cometer el crimen.


También queda claro que a partir de ahora los servicios de inteligencia policiales deberán estar atentos a un nuevo y amenazador perfil: el de los franquistas frustrados, sin filiación ni historial violento, que de pronto están dispuestos a tomar las armas contra la Memoria Histórica.

Los Mossos se lo tienen q hacer mirar. La q liaron ayer con la "hebilla-granada", y la q montan ahora con este hombre q nada discreto parece q iba por la calle diciendo lo q iba a hacer.
Muy listos no son, desde luego.
Da la impresión de q se quieren cargar España. Frontera ya!!!! y q suspendan el ave Barcelona-España y el puente aéreo, ya!
 
si pillan a un "lobo solitario" vasco o catalanoparlante con un plan para cargarse al rey mismamente ¿de qué que te crees que le iban a acusar alma de cántaro? de un delito de terrorismo, en efecto.

el terrorismo no es de verdad o de mentira según sea de un signo u otro.

pero se ve que en el Estado franquista los terroristas siempre son los del otro bando. Los del nuestro hacen terrorismo de la Srta Pepis. Aunque sean cientos las víctimas de la extrema derecha desde la muerte de Franco. Por no remontarnos más allá, que entonces nos salimos de madre.
La justicia es muy diferente

 
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