No sabes si eso lo ha escogido Aimar.
Claro que no sabemos si el menú lo ha escogido el chaval...pero por las caras que pone ante una hamburguesa de verdad ( e invitados por los del chiringuito, claro está, sino de que la Vende va a hacer ese dispendio!) y del tamaño que corresponde a ese cuerpecito, a la cara ante otra hamburguesilla de niño de 6 años, yo encuentro que hay una gran diferencia, no crees?
Pobre chaval, pasa más hambre que el perro un ciego, véase los bracillos que tiene, necesita proteína y buenos pucheros de garbanzos y lentejas.
Aquí con cara de resignación en el MacMierdi con su ídem de hamburguesa, ah, sí, el juguete incluido que sirve p' a rascarse la espalda es de troncharse, no veas que caras de chiste se gastan todos con la tontería!!! #ironíatotal, vaya caras que arrastran los críos, están hasta el moño y más allá.