¿Tener hijos o no? No somos un útero con patas

Claro que es un deseo, y como tal, se persigue, a veces a costa incluso de la propia salud.


lNo te ofendas pero yo lo veo como un castigo divino en plan: no querías niños? Pues toma!!! Tal y como lo cuentas tus mellizos son como un castigo, por forzar la natura.a propia salud


En mi opinión y por seguir usando tus mismas palabras "lo gordo" lo dijiste tú que usaste varias expresiones muy fuertes en este contexto. Su madre no ha hablado de castigo divino en ningún momento. Es duro criar, pasamos por etapas difíciles y decimos mil cosas, lo normal. Tu vocabulario me ha chocado mucho viniendo de alguien que precisamente no ha pasado por esa experiencia

"No te ofendas pero yo lo veo como un castigo divino en plan: no querías niños? Pues toma!!! Tal y como lo cuentas tus mellizos son como un castigo, por forzar la natura"

Y claro que es un deseo por eso se persigue como se puede con todas las fuerzas de las que dispones, como cualquier deseo. No es eso lo que hacemos todos?

Gracias! No intentes explicar las situaciones límites de la maternidad a alguien que no tiene hijos, porque es muy difícil. Es como subir al Everest, que ya podemos ver películas y que nos lo cuenten, que ahí lo saben los que han subido.

Para mí esto igual, de lo que te imaginas a lo que luego es, hay diferencia (a veces para bien, otras veces para mal).

Yo de todas formas seguiré en mis trece de explicar mi experiencia como ha sido, a pesar de insultos y de malas miradas. Creo que en la libertad de explicar estos temas, y pasarse los tabús por el forro de los co*ones, se hace un favor a las futuras generaciones.

Creo que explicar que el amor que sientes por un hijo es algo enorme, que darías tu vida por ellos sin dudarlo ni un segundo. Pero que eso no quita que haya hijos que te amarguen la vida, y otros que te den mucha felicidad. Algo tan simple....a día de hoy eres un ogro si lo dices. Y los quieres a los dos por igual, eh! eso es ser padre o madre, querer a alguien aunque te esté machacando.
 
Es que hay mil formas de vivir la maternidad.
Cada una tenemos una situación personal que es única, nos afectan mil factores desde nuestro carácter, el trabajo que desempeñamos, la edad, nuestro entorno, nuestras expectativas, la salud, la situación económica, las experiencias pasadas y millones de cosas más que hacen imposible que nuestras experiencias y opiniones sean iguales.
En mi caso la maternidad ha sido algo deseado, me está encantando la experiencia pero termino reventada todos los días, no os voy a mentir, mis prioridades han cambiado totalmente y tengo una paciencis casi infinita
Por mucho que lo sueñes y lo planees lo que vives al convertirte en madre es muy diferente ( no en sentido negativo sino en general, ni lo bueno ni lo malo son como te lo imaginabas... Hay que llegar y vivirlo para entenderlo y cuando llegas comprendes muchísimas cosas que has criticado y te quedas con cara de: ups... ¿Asi pensaba yo?).
 
Muchas gracias por tus palabras. Tomes la decisión que tomes seguro que te irá bien. Por lo que escribes, si decides tener hijos, serás una buena madre.

Este tema, especialmente hoy que se reivindica la igualdad entre hombres y mujeres, es muy muy injusto. Si un hombre, después de tener hijos, dice "prefiero mi vida antes de ser padre. Era más feliz", no pasa nada. Se entiende y todo, claro...pobrecito! dejó su libertad, para acabar "cazado" por una mujer y unos hijos que le limitan la vida. Todo el mundo comprende que es un sacrificio y una pérdida de calidad de vida.

Pero una mujer...ay! como se le ocurra decir lo mismo. Es una hija de put*, como poco. Así es nuestra sociedad. De ahí que como es un tabú terrible hablar mal de la maternidad, no sepamos a lo que vamos. Ojalá se permitiera hablar abiertamente sobre el tema, porque no sólo ayudaría a los padres, también a los hijos.

Cuanta razón tienes, cuantas veces habré escuchado ese argumento del hombre cazado y engañado para ser padre, en otros foros los llaman "empuja-carritos" como si fuera una cosa que les ha pasado, que han sido forzados a renunciar a su libertad, a su vida de soltería y a sus juergas para meterse en casa a cambiar pañales.

La sociedad no suele ver mal que el padre se quite de en medio para irse al bar o a despejarse, incluso aunque ambos trabajen, se entiende que cuidar a los niños es cosa de la mujer, porque tiene como un instinto que lo soporta todo, y si de verdad queremos igualdad eso es algo importante que hay que cambiar.

Un hombre si que puede decir que a veces no aguanta a sus hijos, pero una mujer no, ¿por qué? ya está bien de juzgarnos entre nosotras.
 
Contra los hijos' se publicó por primera vez en México, donde el libro de Lina Meruane (Santiago de Chile, 1970) se vendía con un preservativo de regalo. Era la manera juguetona que tenían los editores y la autora de advertir de las posibles consecuencias de su lectura: pensar que los hijos son unos emperadores y las madres, sus esclavas. Así que mejor abstenerse de procrear. Random House publica ahora en España el provocador texto de Meruane, novelista, ensayista y profesora en la Universidad de Nueva York. El libro, eso sí, se vende sin condón.

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Su ensayo se titula 'Contra los hijos'. Pero se podría llamar 'Contra el Estado', 'Contra los hombres ausentes', 'Contra la familia' o 'Contra todos'. Contra muchas cosas, sí. Contra lo único que no va este libro es contra las madres, que siempre se han sentido culpables y han sido dejadas de lado por el Estado y por sus parejas. A veces también se pelean con otro tipo de madres. Tienen un conflicto importante.



¿De verdad están tan solas las madres? Sí, claro que lo están. Y mucho. No es que estén aisladas de la gente sino que están solas porque a su alrededor se cierne una gran culpa. Si se les ocurre quejarse de algo, entonces son acusadas de algo tan duro como de no amar a sus hijos.



Describe en el libro cómo el "ángel de la casa", término de Virginia Woolf, ha vuelto. Habla también de cómo Betty Friedman analizó las "heroicas amas de casa" que en los años 50 en EEUU renunciaron a sus aspiraciones profesionales y regresaron a unas casas de muñecas llenas de electrodomésticos que facilitaron su vida. Ahora estamos en 2018. ¿Hemos vuelto ahí? Es un péndulo histórico. Hemos ido desde momentos de gran libertad para las mujeres, a las que se les requirió en el espacio público y se les ofreció trabajo y una ciudadanía activa porque los hombres se retiraron para ir a la guerra o a revoluciones a otros momentos en los que a las mujeres se las llamó de vuelta a casa con el lema del amor materno, la crianza y la procreación. En la actualidad, con otros discursos y otras ideas, se las está volviendo a llamar al hogar.



Hay mujeres que son madres y deciden solicitar una excedencia o una reducción de jornada.¿Son prisioneras? ¿Están renunciando a su futuro profesional? No. Eso es tomarse un tiempo para dedicarse al hijo. Mi madre lo hizo conmigo y luego regresó a su trabajo. Es algo que aplaudo. Lo que me parece peligroso es retornar al hogar y después no volver a salir. Y no solo por voluntad propia sino porque, a veces, las madres que trabajan fuera de casa lo llevan muy mal debido a la falta de ayuda. Hay empresarios fantásticos. Otros no tanto.





Es usted muy crítica con la lactancia materna. No, no. No estoy en contra de la lactancia. Lo que observo es que el discurso ha cambiado de una lactancia razonable de meses a lactancias durante uno, dos, tres o cuatro años. Eso conlleva para la mujer una enorme restricción de horario.

"Hay un discurso actual que invita a las madres a pasar más tiempo en casa o, directamente, quedarse ahí"







Pero si a ellas les apetece ¿qué problema hay? No estoy diciendo que las mujeres deberían dejar de dar el pecho. Pero hay una tendencia que empuja a la mujer a alargar la lactancia y rechazar el biberón, que resultó liberador para nuestras madres y nuestras abuelas. La leche de fórmula está siendo muy rechazada, como si fuera un invento tóxico que se le da a los niños. Ese discurso favorece que las madres estén mucho más pendientes y más pegadas a sus hijos. No digo que sea malo o bueno. No quiero moralizar ni criticar a las madres. Solo hago hincapié en cómo se articulan determinados discursos para que las mujeres pasen más tiempo en casa o, directamente, se queden en casa. El discurso está yendo a un terreno muy conservador en el que colaboran los medios de comunicación, el sistema educativo, el discurso médico y el político.



Describe a los hijos como seres despóticos, reyes absolutos de una casa en la que la madre está entregadísima y el padre casi siempre ausente. Niños sobreestimulados, sobreprotegidos e, incluso, violentos. ¿No peca usted de pesimista? No considero que mi libro sea pesimista. El pesimismo supone sumarse a un pensamiento conservador: nada puede cambiar y así son las cosas. 'Contra los hijos' contiene una alerta: cómo los críos han pasado de tener solo deberes a tener ahora solo derechos en la casa. Les convertimos en tiranos. La idea del niño tirano y el síndrome del emperador es una generalización, pero es una tendencia.

¿Deberíamos cambiar la forma de educar para no criar niños odiosos? Hay que repensar la estructura de la familia, marcar espacios de libertad y poner límites. Siempre pienso que la única manera de vivir en sociedad es que nuestra libertad termina donde empieza la del otro. A los niños hay que educarles igual: sus derechos terminan donde empiezan los de sus padres. Es un equilibrio difícil porque cada hijo y cada circunstancia es diferente. Pero los hijos no tienen derecho a todo. Parece, sin embargo, que los padres tienen que procurar a sus vástagos el éxito en todo, siguiendo las directrices del sistema capitalista.





"Las supermadres son un modelo que corresponde a la hiperproductividad que nos impone la sociedad capitalista"







Su libro está plagado de humor e ironía, pero leyéndolo es fácil llegar a la conclusión de que tener hijos es lo peor que te puede pasar. Tengo amigas no madres que me han dicho que las he convencido en su decisión de no procrear. Y otras que me han dicho lo contrario. 'Contra los hijos' puede doler en algunas esquinas. Pero también espero que haga reír. [Meruane explica en el libro que decidió hace tiempo no tener hijos].



Para terminar. Describe usted a las "supermadres" como mujeres sacrificadas, infatigables, esposas y amantes, madres capaces de dar la teta mientras trabajan y personas exitosas en todo. No conozco a ninguna. Pues sí que existen. En el libro describo varios tipos de madres. Ninguno corresponde con la realidad al 100%, es una manera de estructurar la clasificación. Las supermadres son personas entregadas sin tiempo para sí mismas, un modelo que engancha muy bien con la hiperproductividad que nos impone la actual sociedad capitalista.

Una curiosidad. En algunas páginas de su libro destila bastante hartazgo porque sus vecinos de arriba, una familia con niños, hacen tanto ruido que no la dejan escribir. ¿Cómo va ese asunto? Ay, es que hay niños que corren y uno se desespera. Bueno, sí, todo va mejor. Negocié con ellos unas alfombras y parece que hemos disminuido el problema. Todos tenemos que poner de nuestra parte.





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Cuanta razón tienes, cuantas veces habré escuchado ese argumento del hombre cazado y engañado para ser padre, en otros foros los llaman "empuja-carritos" como si fuera una cosa que les ha pasado, que han sido forzados a renunciar a su libertad, a su vida de soltería y a sus juergas para meterse en casa a cambiar pañales.

La sociedad no suele ver mal que el padre se quite de en medio para irse al bar o a despejarse, incluso aunque ambos trabajen, se entiende que cuidar a los niños es cosa de la mujer, porque tiene como un instinto que lo soporta todo, y si de verdad queremos igualdad eso es algo importante que hay que cambiar.

Un hombre si que puede decir que a veces no aguanta a sus hijos, pero una mujer no, ¿por qué? ya está bien de juzgarnos entre nosotras.

No quiero desvirtuar el hilo con este tema, pero es curioso que esos que hablan de empuja-carritos y que ven bien que el padre se airee, porque lo normal es que de los niños se encargue la mujer, son los primeros que se echan las manos a la cabeza si después de una separación el juez, por X motivos, da la custodia a la madre. Cuántos casos habrá de padres que hasta que no hay un divorcio no espabilan y se encargan realmente de sus hijos..
 
Este tema se ha sacado en el hilo de cotilleos youtuberiles, y ya que me interesa seguir hablando de esto sin molestar a nadie, abro hilo en su sección correspondiente para debatir.

Hay una edad a partir de la cual a las mujeres se nos empieza a tratar como un útero con patas, todos son comentarios sobre cuándo vas a dar nietos, sobrinos, y tu que estás hecha un lío, te das cuenta de que tal vez empieza a acercarse la edad de decidir. Pero quieres que sea una decisión tuya, sin presión de familiares, amigos o de la sociedad.

Comentarios como: "ya te entrarán ganas más adelante", "es egoísta no querer niños" o "¿vas a envejecer sola?" empiezan a entrar por puertas y ventanas, y tu intentas pasar de todos ellos.

Creo que merecería la pena debatir un poco sobre este tema. Reportajes como el de Samanta Villar pueden hacernos abrir un poco los ojos a ese lado un poco más oculto de la maternidad.

Parece que solo existe el lado de las que están seguras de que quieren hijos, o de las que han decidido que no, y no van a cambiar de idea.

Pero, ¿y que pasa con las que estamos dudando? ¿Soy ya la única que siempre ha pensado: "algún día" pero no sabe si ese día alguna vez llegará? Al final me veo congelando óvulos para decidir a los 40 años :ROFLMAO:

Edito: También podemos hablar sobre el tema de no tener hijos y ser perfectamente feliz toda tu vida, del que por cierto también se habla poco.
 
Hola!! Yo que tengo hijos y estoy muy feliz con ellos pero coincido contigo en todo lo que dices: tener hijos debería ser siempre una opción y no una imposición. Y además estoy convencida de que al menos en mi caso los hijos no son ni mucho menos la única fuente de felicidad posible.
Si queréis podéis echarle un vistazo a un vídeo en mi canal de youtube que he titulado LOS HIJOS NO DAN LA FELICIDAD precisamente hablando de esto:

Abrazos a todas!!
 
No he sentido nunca instinto maternal. El tener hijos "porque ya toca, ya es hora, todo el mundo los tiene" me parece de una irresponsabilidad monstruosa.

Ni yo, no tengo paciencia ni ganas, adoro vivir a mi aire, sería una madre espantosa, y eso no se lo merece nadie. Sigue habiendo mucha gente que los tiene pq es lo que la sociedad espera, y luego se ven en un callejón sin salida. Que de esto apenas se habla pero hay más de los que pensamos.

Otra cosa que me fastidia mucho es que parece que por ser mujer te tienes que morir por tener niños y casarte. A mí más de un tío (y señora) me ha soltado que eso lo digo ahora, cuando encuentre a uno que me encandile me voy a poner a parir como una coneja. Y del matrimonio igual. Se sigue creyendo que las mujeres somos todas iguales, con los roles clásicos. Me parece de un machista, una falta de respeto bestial.

Y me toca las narices esos amigos con nenes que son los únicos con voz y voto. De golpe todo tiene que girar entorno a sus niños, es que ni un santo día te puedes ir a algún lado sin los críos. Y no te atrevas a soltar que no los traigan, porque eres Satán. Además todos tus problemas pasan a 2º plano, pq claro, como no tienes hijos vives como Dios.
 
De acuerdo con la mayoría de las madres que han escrito. En mi caso fue que si venía bienvenido sería. Cuando estaba embarazada todo el mundo te dice lo maravilloso que es...en mi caso ayudé a cuidar a mis primos y ya sabía lo que había. Pero mi marido es el que se llevó la sorpresa.jaj. Nuestro niño va a hacer un año, cuando empiezan de verdad a dar más trabajo, lo de antes es jauja. Y a todo el mundo le dice lo mismo: es lo más maravilloso que me ha pasado y a la vez lo más duro. Y estoy totalmente de acuerdo con el
 
Muy interesantes los testimonios de por aquí... cuando era más joven, dudaba si quería tener hijos. Como era algo futuro, pensaba "ya llegará". Ahora que ya he llegado a la edad de empezar a planteármelo, lo tengo claro: no. Para nada.

Y no sólo el tema de tener hijos. Está el tema de tener pareja. Conforme pasan los años, la norma social de tener pareja, casarse y tener hijos me parece más y más absurda. ¿Por qué tenemos que encajar en esa vida, todas? Lo que me hace feliz a mi es todo lo contrario: tranquilidad, independencia. Estoy complementente segura que sería mucho más infeliz con pareja y con hijos. No podría llevar una vida así, me considero incapaz, lo que asociaba a ser demasiado joven o inmadura es en realidad mi carácter. Veo a mis compañeras de clase que empiezan a quedarse embarazadas y pienso que nunca, jamás, me veo así. ¿Una decisión irreversible que implique dedicar mi vida a otra persona? Nope. Soy demasiado mía. Y no me gustan las decisiones irreversibles.
Por suerte he encontrado un grupo de amigos afín, todos tenemos alrededor de 30 años, somos solteros la mayoría, nos gusta ir a la nuestra, hacer quedadas nocturnas, vivimos de alquiler y la palabra hijos nos da fobia. Todos tenemos nuestro trabajo, casi ninguno depende de sus padres (sólo uno que está al paro y busca trabajo activamente), en ese sentido somos adultos pero hemos optado por una vida más bohémica xD y me mola la verdad. No podría con un grupo de mamás y papás.

No sé si es inmadurez permanente o, simplemente, que cada persona es distinta. Me he educado pensado que sólo existe un modelo: el de formar una familia o, de lo contrario, pasar al grupo de "solteras" que era visto como lo peor, un escalón más bajo. En realidad hay muchas maneras de vivir, todas son igual de válidas. ¿Que llegaré a los 40 todavía quedando de forma nocturna con mis colegas? pues bienvenido sea. Mejor esto a aguantar los gritos de un niño que no puedo sacar de mi casa porque sería ilegal xD
 
Hola, soy nueva en el foro. Os cuento mi experiencia. Yo nunca quise tener hijos. Me hablaban del tema y me sonaba igual que ser astronauta, vamos, que no pensaba en el tema nunca. Con 35 años mi vida cambió porque comencé a desear tener hijos como si se acabase el mundo, y he tenido hijos. Soy muy feliz.
Creo que lo importante es seguir tu propio instinto. Si quieres tener hijos, a por ellos y a disfurtar la vida. Si no quieres tener hijos, a disfrutar de la vida.
Hay que pasar de las presiones externas. Cada persona somos un mundo y tenemos que decidir en función de lo que pensamos y deseamos.
Loo importante es intentar ser feliz, con hijos o sin hijos.
Saludos.
 
Este tema se ha sacado en el hilo de cotilleos youtuberiles, y ya que me interesa seguir hablando de esto sin molestar a nadie, abro hilo en su sección correspondiente para debatir.

Hay una edad a partir de la cual a las mujeres se nos empieza a tratar como un útero con patas, todos son comentarios sobre cuándo vas a dar nietos, sobrinos, y tu que estás hecha un lío, te das cuenta de que tal vez empieza a acercarse la edad de decidir. Pero quieres que sea una decisión tuya, sin presión de familiares, amigos o de la sociedad.

Comentarios como: "ya te entrarán ganas más adelante", "es egoísta no querer niños" o "¿vas a envejecer sola?" empiezan a entrar por puertas y ventanas, y tu intentas pasar de todos ellos.

Creo que merecería la pena debatir un poco sobre este tema. Reportajes como el de Samanta Villar pueden hacernos abrir un poco los ojos a ese lado un poco más oculto de la maternidad.

Parece que solo existe el lado de las que están seguras de que quieren hijos, o de las que han decidido que no, y no van a cambiar de idea.

Pero, ¿y que pasa con las que estamos dudando? ¿Soy ya la única que siempre ha pensado: "algún día" pero no sabe si ese día alguna vez llegará? Al final me veo congelando óvulos para decidir a los 40 años :ROFLMAO:

Edito: También podemos hablar sobre el tema de no tener hijos y ser perfectamente feliz toda tu vida, del que por cierto también se habla poco.
Yo entro dentro del grupo de las dudosas. A veces pienso que quiero tener hijos incluso sola, otras digo que de donde voy a sacar el tiempo, otras que si seré capaz de aguantar el embarazo, etc. De momento no me presionan con eso de tener hijos pero con lo de echarme novio.... muchas indirectas.
 
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