Como cuando la entrevistaron en el programa de ETB del señor ese que trabajaba en Sálvame (Aramendi era su apellido, del nombre no me acuerdo, perdón).
Le dijeron que si estaba en contra de la epidural (o algo así parecido), que cuando fuese al dentista no pidiese anestesia.
Le dan por todos los sitios pero ella erre que erre con ir a la tele.
Ese día fue buenísimo. La cara que se le quedó cuando vio el programa era un poema. No sólo no la declaraban diosa de la fertilidad sino que se reían abiertamente en su cara.
Como hoy. Grabando ella dice sus tonterías y no le tose nadie. Pero cuando la sueltan con profesionales, no sabe por donde salir. No es capaz de defender su estilo de su vida.