+3. Separados al nacer.
No tengo pandilla, tengo varias, eso de pertenecer a un sólo núcleo no va conmigo no soy nada de clanes, no lo soporto. En el clan hay líder y no me guía nadie, que quieres que te diga.
Mi ex tenía una pandilla desde la adolescencia, todos amigos hombres con sus respectivas parejas que iban formando parte del clan a medida que se emparejaban, yo es que me sentía desplazada: grupo de chicas en wasap, grupo de los chicos, luego el mixto. Se contaban todo entre ellos y hacían alarde "es que en el grupo contamos todos", no me gusta ni siquiera ese concepto de "grupo". Yo me enteraba de todos los cotilleos de ellas y ellos, y tan tan unidos no estaban porque como se diera la vuelta uno, despelleje. Si ya en mi familia ve sentía encerrada en clan, en mi vida no lo iba a consentir, así que una de las razones de peso que creo que nos separó fue que yo sin más, sólo encajo en mi mundo, os hablo de una pandilla de estas cerradas, de peso, vivían todos muy de cara a los demás y tenía a sus líderes: el guaperas y la parienta que parecía una primera dama de barrio, estilo Johnny y Jenny, el capitán del equipo de fútbol del insti y la animadora reina del baile. Vomitivos. Lo que decían esos dos iba a misa, en planes y demás, inaguantables, y mi ex menos mal, era un pasota y les veía de pascuas a ramos, que era lo bueno, no estaban siempre juntos, pero los demás...como lapas. Uno de ellos, de hecho, era el flipado mano derecha del líder, un Milhouse de Bart ya con 40 años hoy que sigue persiguiendo al otro como su sombra, y se emociona con él y tiene idealizada esa amistad de barrio, vamos, que no ha superado la infancia, de hecho este chico en las bodas siempre lloraba. Inmaduro total. Cuando alguno informaba de que un bebé estaba en camino, este niño grande era carne de bajón: empezaba a llorar más porque no superaba que es ley de vida que la gente se case y hagan ya sus vidas por ahí, una obsesión con el grupo increíble. Y son ya 40 años los que acaba de cumplir y sigue igual.
Tu ex y el mío eran hermanos o qué. Las mujeres de estos sujetos, eran unas visilleras de tomo y lomo, lo más aburrido que podrías echarte encima. Su grandísima conversación eran los hijos, mocos, pañales e itis. Otros días cambiaban y eran los itis, los mocos y los pañales. El orden del día de sus reuniones eran pañales, mocos e itis. Formaron un grupo cerradísimo y yo estaba fuera. Eran el prototipo que se describía en todobodas.
De hecho, mi ex era tan social que se paraba a charlar con todo el mundo que se encontraba, igual tardando tres horas en ir al supermercado a comprar cuatro cosas. Me he encontrado con fulano,mengano y el otro. Una vez, harta de hacer de aguafiestas y sabiendo que trabajaba de turno de tarde, le dejé pegar toda la hebra que quiso, llegando a casa diez minutos antes de salir por la puerta sin haberse preparado la comida. Yo saludo por la calle pero son más selectiva con quien dedico mi tiempo. Los únicos sitios en los que encajo y es más fácil entablar conversación para mí es en yoga, meditación y sitios así.