El Rey Juan Carlos en Irlanda y lo hemos pillado con Marta Gaya. Vídeo y fotos. Todo supuestamente.

¿Qué pinta en esto Podemos y Cia?
¿Acaso hace falta estar epatado, deslumbrado, coordinado o amigado con Podemos y Cia para saber la catadura moral de los Borbones que han reinado aquí?
No.
No.
Para saber no es el caso.
Yo no digo nada de saber o no saber.
No se como haces semejante interpretación.
Es para epatar.
Para que hagan buena amistad Felipe y Leti con Podemos y los tiempos nuevos.

No te disgustes, por favor.
 
No.
No.
Para saber no es el caso.
Yo no digo nada de saber o no saber.
No se como haces semejante interpretación.
Es para epatar.
Para que hagan buena amistad Felipe y Leti con Podemos y los tiempos nuevos.

No te disgustes, por favor.

Verás,@kasikasi, creo que dar a conocer los desmanes o la desvergüenza de Juan Carlos no convierte en bueno a su sucesor; Felipe de momento está protegido, de la misma forma que lo ha estado su padre durante décadas.

Por otra parte dudo mucho que Podemos y sus acompañantes sientan simpatía por Felipe y su consorte; aunque estos dos estuvieran tirando de la manta y dejando desnudo a su familiar.
 
Verás,@kasikasi, creo que dar a conocer los desmanes o la desvergüenza de Juan Carlos no convierte en bueno a su sucesor; Felipe de momento está protegido, de la misma forma que lo ha estado su padre durante décadas.

Por otra parte dudo mucho que Podemos y sus acompañantes sientan simpatía por Felipe y su consorte; aunque estos dos estuvieran tirando de la manta y dejando desnudo a su familiar.

Yo tengo muy claro desde el minuto uno, que la politica de anular y rebajar al padre y al mismo tiempo ensalzar y publicitar al hijo, es un asunto inutil. Da hasta risa. No obstante existe este plan, seguramente es efectivo porque siguen y siguen y ya son unos años.

Saludos.
 
Yo tengo muy claro desde el minuto uno, que la politica de anular y rebajar al padre y al mismo tiempo ensalzar y publicitar al hijo, es un asunto inutil. Da hasta risa. No obstante existe este plan, seguramente es efectivo porque siguen y siguen y ya son unos años.

Saludos.

¡Buenas noches!
 
La línea del periodismo la conocemos.
Ya son unos cuantos años.
Antes se cortan todos los dedos de las manos, que citar como fuente cotilleando.
Consideran basura al foro.
Se les caen los anillos si lo mencionan.
Ninguna de las estrellas de los massmedia, mencionarå siquiera que conoce la existencia de este foro.
Se les caen los anillos.
Y tu les haces un regalo.
Ni te moletes.
Ya ves la educación de Consuelo Estropajo.

Me cito para decirme, a mi, que muchas veces soy una inocente criatura.
 
El Mundo Orbyt.

12/08/2017

LA ‘‘CÓMODA Y TRANQUILA’’ RELACIÓN DE DON JUAN CARLOS Y MARTA GAYÁ
EL ANFITRIÓN DEL REY EN IRLANDA, BUENA QUÍMICA CON CORINNA
Y DOÑA SOFÍA MIENTRAS TANTO ( Y COMO SIEMPRE) SOLA EN MARIVENT

El Emérito y la decoradora han estado 10 días juntos de viaje lejos de Palma, donde la Familia Real restante se daba cita como cada verano. A Don Juan Carlos, dolido por haber sido apartado, ya no le importa que le vean con su amiga. POR CONSUELO FONT

A PRINCIPIOS DE AGOSTO, CUANDO LA Familia Real casi al completo se reunió en Marivent con la Reina Sofía y la atención mediática estaba puesta en Don Felipe navegando con sus sobrinos Urdangarin, Marta Gayá Hernández (68) volaba muy lejos de Palma, la ciudad donde reside.

Su proyecto era permanecer unos 10 días en un destino secreto, fuera de Europa. Hace varios años que prefiere poner tierra de por medio durante la Copa del Rey de Vela, ese escaparate donde las socialites patrias se pasean por un náutico atestado de paparazzicon la esperanza de cruzarse con el Monarca o, en su defecto, con algún miembro de la Familia Real o colaterales. Especialmente este año, que esta dama de la sociedad mallorquina todavía está en boca de todos por esa grabación del CNI, filtrada en marzo, donde Don Juan Carlos aseguraba en el año 1990, refiriéndose a Marta Gayá: “Nunca he sido tan feliz”.

Por cierto que el Emérito, junto con la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, ha sido el gran ausente este verano de la cita familiar en Mallorca, en la que no se han podido repetir esas imágenes del año pasado cenando con sus hijos y nietos en Flanigan o navegando con Doña Sofía. Algo que ni por asomo estaba en su mente, pues en esas mismas fechas estaba también en paradero desconocido. ¿Dónde? ¿Con quién?

La misma pregunta que muchos se hacían sobre Marta Gayá, al ver cerrada a cal y canto su casa en el sexto piso de la avenida Joan Miró de Palma, y su barco, anclado en el Club de Mar de la isla. “No ha dicho ni . Tan sólo que se marchaba unos 10 días y nos llamaría a su regreso. Cuando no da detalles, damos por supuesto con quien va acompañada y ni se nos ocurre preguntar”, asegura a LOC un miembro de su círculo. Esta misma persona indica: “A Marta le apasiona viajar y también a Don Juan Carlos. Imagino que porque fuera de España él se siente más libre de objetivos y miradas indiscretas. Por eso hacen frecuentes viajes juntos”.

Como el del mes de julio a Irlanda, donde se captó una de las imágenes más perseguidas de los últimos 30 años: la del Emérito con Marta Gayá, una relación sobre la que han corrido ríos de tinta, pero de la que no existía testimonio gráfico. Hasta esta semana, en que ha salido a la luz un vídeo de ambos, a raíz de que LOC publicara el pasado sábado que el Emérito había estado en julio en Irlanda invitado por unos amigos. Se trataba de Allen de Jesús Sanginés-Krause, un financiero de origen mexicano afincado en Londres, y su esposa, Lorena, a quien se la ha visto en Mallorca en alguna ocasión con Marta Gayá. Sanginés-Krause fue en el pasado hombre fuerte de Goldman Sachs en Iberoamérica y Europa y dirigió durante una etapa la división en España de esta banca, entablando gran amistad con Don Juan Carlos.

Apasionado de los monumentos históricos, adquirió en 1999 el castillo de Killua, en la villa irlandesa de Clonmellon, que rehabilitó convirtiéndolo en una lujosa mansión a la que invitó en julio al Emérito y a su amiga mallorquina. Ambos asistieron esos días a la inauguración de la iglesia de San Juan Bautista, en Clonmellon, cuya restauración patrocinó Sanginés-Krause, a la que fueron invitados todos los vecinos, quienes entusiasmados por la inusual presencia de un rey, hicieron vídeos con sus móviles, que colgaron en las redes, en uno de los cuales aparecía Gayá junto al Monarca.

YA SE DEJAN VER

Imágenes que han visto la luz esta semana en los medios de comunicación, provocando un alboroto, pues no sólo demuestra que han retomado esa relación que fue un secreto a voces en los años 90, sino que ahora no se preocupan de ocultarse. Según un personaje cercano a la Familia Real: “Es muy extraño que Don Juan Carlos haya ido a un acto público acompañado, sabiendo además que la gente llevaba móviles y cámaras, aunque quizá en este momento ya le dé igual. No sólo porque es de dominio público que su matrimonio con Doña Sofía es un vínculo meramente institucional, sino porque seguramente está dolido por el trato que está recibiendo”.

Tres semanas antes, el 28 de junio, el Emérito manifestó públicamente por vez primera su indignación tras ser excluido de la conmemoración del 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas en el Congreso. “Han ido hasta las nietas de La Pasionaria y a mí, conductor del camión de la Transición, se me elimina”, fue la queja que trasmitió su entorno. En realidad, Don Juan Carlos se ha visto frecuentemente ninguneado tras su abdicación, en aras de no quitar protagonismo a Don Felipe o de limpiar la imagen de la Corona, que al final de su reinado se desangraba por la crisis del elefante, Corinna y el caso Nóos. Según la citada fuente: “A pesar de ello, el ha tragado sapos, yendo donde le mandaban para ayudar a su hijo, al que no culpa de esta situación, sino más bien sus reproches se dirigen a Zarzuela y quizá a otros miembros de su familia. Entiende que le aparten ahora que está jubilado, pero que intenten empañar los méritos de su reinado ha colmado el vaso y, por eso, seguramente se ha negado a seguir haciendo el paripé”.

La sorpresa de verle de nuevo con Marta Gayá ha sido mayúscula, aunque no para su entorno cercano, sobre todo en Mallorca, que estaba al cabo de la calle de su estrecha relación. Según el amigo antes citado. “En realidad, su amistad nunca se ha interrumpido, salvo en los años álgidos de su relación con Corinna, quien le prohibió todo contacto y, aún así, el Monarca se interesaba por Marta y la protegía. Tras la ruptura con Corinna y su posterior abdicación, en que Don Juan Carlos pasó momentos muy bajos, sobre todo, por sus problemas de salud, poco a poco fueron de nuevo estrechando vínculos”, asegura dicho amigo, que matiza. “Yo lo calificaría de gran amistad, más que de otra cosa. En un hombre de casi 80 años ya no es la pasión lo que prevalece, sino la compañía, el cariño, el viajar juntos y seguramente reconocer la lealtad de una mujer que, al contrario de Corinna, nunca le ha fallado, ha sido discretísima, nada ambiciosa y jamás ha exigido nada a cambio, porque no lo necesita”.

A sus 68 años, Marta Gayá Hernández, hija del acaudalado empresario mallorquín Fernando Gayá, dueño entre otros negocios del Hotel Villamil, ha variado poco su existencia, que siempre fue propia de un miembro de familia muy acomodada. Posee un piso en Palma de 192 metros cuadrados (con otros 100 en la terraza) en la ya citada avenida Joan Miró de Palma con dos plazas de garaje. Aunque no consta en el Registro de la Propiedad, fuentes cercanas sostienen que suele disfrutar de vivienda en Madrid, en el barrio de Chamberí, y de otra en la estación suiza de Gstaad, donde pasa los inviernos.

También tiene un barco, amarrado en el Club de Mar, en el que navega cuando está en Mallorca. Pero su pasión es viajar, sobre todo a Florida y a Grecia, donde tiene amigos armadores. De hecho, este verano estuvo en la isla de Spetses, invitada por el armador Goulandris, muy allegado a la Reina Sofía. Decoradora de profesión, aunque ha ejercido poco, tuvo tres empresas, la náutica Wearever, y las inmobiliarias Avenidas 23 y Calvinet SA, que hoy han clausurado. Se casó con un ingeniero, Juan Mena, pero el matrimonio duró solo tres años, divorciándose a finales de los ochenta, antes de conocer al Rey.

Desde entonces, no se le conoce otra pareja, ni tampoco ha sido madre, pese a que la rumorología le atribuyó un hijo. Por tanto es un “espíritu libre” que valora enormemente su independencia, como asegura su mencionado amigo. “No creo que a raíz del vídeo donde aparece con Juan Carlos, vaya a cambiar el estatus de ninguno de los dos. El monarca, aunque en su día quiso el divorcio, pienso que ya no daría ese paso por no dañar a la Corona ni a su hijo, y tampoco a Marta le apetece comprometerse más a estas alturas. Ambos están cómodos con su amistad, que les proporciona un hombro en el que apoyarse y la posibilidad de disfrutar de la vida en compañía, ahora que el Rey tiene pocas obligaciones”.

Tras el revuelo, nadie ha visto a Marta en Mallorca, aunque no estaba previsto que regresara de su viaje hasta este fin de semana. En su entorno no creen que esté afectada anímicamente. “En todo caso enfadada por verse de nuevo en el foco de atención”. Tampoco se sabe nada del Emérito desde su estancia en Irlanda, aunque en unos días tiene una cita en las Rías Baixas, pues está previsto que compita con el Bribón en la regata de San Vicente.


Marta Gayá lleva tiempo saliendo en la prensa. Una de las primeras veces fue en 1992, tras un polémico viaje a Suiza junto al Rey, lo que desató una importante controversia.

Allen de Jesús Sanginés-Krause, el anfitrión del Rey Juan Carlos en su viaje a Irlanda en el mes de julio y artífice de que acudiera a la inauguración de la iglesia de Saint John’s, en Clonmellon con Marta Gayá, es un financiero de origen mexicano afincado en Londres. Un hombre que ha pasado de manera discreta por la vida del Rey, pero que juega un papel fundamental desde hace tiempo. También lo hacía en la época de la llamada entrañable amistad de Su Majestad conCorinna zu Sayn-Wittgenstein. Allen y Corinna tienen buena química e incluso se les ha visto juntos públicamente en algún evento, como en junio del 2014, durante el festival de las Noches Blancas que tuvo lugar en el palacio de invierno de San Petersburgo, en Rusia. El motivo de su asistencia se explica porque tanto la amiga de Don Juan Carlos como Allen mantienen relaciones de negocios con la oligarquía rusa. De hecho, el amigo del Rey habla ruso, entre otros idiomas.

Los viajes de Don Juan Carlos en la época de mayor actividad familiar en Palma ponen de manifiesto, de manera especial, el distanciamiento de su esposa. La Reina Sofía se ha vuelto a enfrentar al trance mediático de la revitalización de la amistad de Don Juan Carlos con Marta Gayá. Mucha gente se pregunta qué pensará ella de todo esto. Si su profesionalidad seguirá siendo la misma o si volará algún día por los aires, minada por los disgustos que soporta con una estoicidad casi espartana. Y eso que este 2017 ha sido una luna de miel institucional para los Eméritos. De enero a julio llevan ya una decena de actos juntos, tres de ellos viajes al extranjero. Fuera de agenda, han comparecido también públicamente ambos en más ocasiones, como el velatorio de la infanta Alicia o la comunión de la Infanta Sofía. Estos días, Doña Sofía está entregada a la amistad de sus amigos J.H. Fruchaud y Tatiana Radziwill, que la visitan en Mallorca.
 
Última edición por un moderador:
Don Juan Carlos y doña Sofía, llevan muchos años "separados".
Su matrimonio lleva roto mucho tiempo.
Y al parecer, no les ha quedado mistad.
No tienen amistad.
Llega un tiempo, que las personas precisan amistad. Ya a esas edades, necesitan amistad y afecto.
Parece que doña Sofia no puede esperar amistad.
Parece que no les queda ni amistad, ni afecto.
Parece....que entre ellos no es posible ni la amistad ni el afecto fraternal.
 
Hombre inventar y realizar difamaciones ya seria el colmo.

Los massmedia no debieron ocultar los escondites de doña Activo.
Ni sus viajes constantes.
Ni todo lo demås.

Machan sin piedad ni miramientos al rey Juan Carlos. Siguen la orientación establecida para hacer destacar al hijo, "por bueno".
Ja.
No sólo clava el puñal, por la espalda, a su propio padre sino que arroja el aún vivo y coleando cuerpo a las fieras para así (intentar) salvar el propio culo…sería cómico si no fuera por lo que el espectador apoquina por semejante espectáculo:bored:
 
Última edición:
El Mundo Orbyt.

12/08/2017

LA ‘‘CÓMODA Y TRANQUILA’’ RELACIÓN DE DON JUAN CARLOS Y MARTA GAYÁ
EL ANFITRIÓN DEL REY EN IRLANDA, BUENA QUÍMICA CON CORINNA
Y DOÑA SOFÍA MIENTRAS TANTO ( Y COMO SIEMPRE) SOLA EN MARIVENT

El Emérito y la decoradora han estado 10 días juntos de viaje lejos de Palma, donde la Familia Real restante se daba cita como cada verano. A Don Juan Carlos, dolido por haber sido apartado, ya no le importa que le vean con su amiga. POR CONSUELO FONT

A PRINCIPIOS DE AGOSTO, CUANDO LA Familia Real casi al completo se reunió en Marivent con la Reina Sofía y la atención mediática estaba puesta en Don Felipe navegando con sus sobrinos Urdangarin, Marta Gayá Hernández (68) volaba muy lejos de Palma, la ciudad donde reside.

Su proyecto era permanecer unos 10 días en un destino secreto, fuera de Europa. Hace varios años que prefiere poner tierra de por medio durante la Copa del Rey de Vela, ese escaparate donde las socialites patrias se pasean por un náutico atestado de paparazzicon la esperanza de cruzarse con el Monarca o, en su defecto, con algún miembro de la Familia Real o colaterales. Especialmente este año, que esta dama de la sociedad mallorquina todavía está en boca de todos por esa grabación del CNI, filtrada en marzo, donde Don Juan Carlos aseguraba en el año 1990, refiriéndose a Marta Gayá: “Nunca he sido tan feliz”.

Por cierto que el Emérito, junto con la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, ha sido el gran ausente este verano de la cita familiar en Mallorca, en la que no se han podido repetir esas imágenes del año pasado cenando con sus hijos y nietos en Flanigan o navegando con Doña Sofía. Algo que ni por asomo estaba en su mente, pues en esas mismas fechas estaba también en paradero desconocido. ¿Dónde? ¿Con quién?

La misma pregunta que muchos se hacían sobre Marta Gayá, al ver cerrada a cal y canto su casa en el sexto piso de la avenida Joan Miró de Palma, y su barco, anclado en el Club de Mar de la isla. “No ha dicho ni . Tan sólo que se marchaba unos 10 días y nos llamaría a su regreso. Cuando no da detalles, damos por supuesto con quien va acompañada y ni se nos ocurre preguntar”, asegura a LOC un miembro de su círculo. Esta misma persona indica: “A Marta le apasiona viajar y también a Don Juan Carlos. Imagino que porque fuera de España él se siente más libre de objetivos y miradas indiscretas. Por eso hacen frecuentes viajes juntos”.

Como el del mes de julio a Irlanda, donde se captó una de las imágenes más perseguidas de los últimos 30 años: la del Emérito con Marta Gayá, una relación sobre la que han corrido ríos de tinta, pero de la que no existía testimonio gráfico. Hasta esta semana, en que ha salido a la luz un vídeo de ambos, a raíz de que LOC publicara el pasado sábado que el Emérito había estado en julio en Irlanda invitado por unos amigos. Se trataba de Allen de Jesús Sanginés-Krause, un financiero de origen mexicano afincado en Londres, y su esposa, Lorena, a quien se la ha visto en Mallorca en alguna ocasión con Marta Gayá. Sanginés-Krause fue en el pasado hombre fuerte de Goldman Sachs en Iberoamérica y Europa y dirigió durante una etapa la división en España de esta banca, entablando gran amistad con Don Juan Carlos.

Apasionado de los monumentos históricos, adquirió en 1999 el castillo de Killua, en la villa irlandesa de Clonmellon, que rehabilitó convirtiéndolo en una lujosa mansión a la que invitó en julio al Emérito y a su amiga mallorquina. Ambos asistieron esos días a la inauguración de la iglesia de San Juan Bautista, en Clonmellon, cuya restauración patrocinó Sanginés-Krause, a la que fueron invitados todos los vecinos, quienes entusiasmados por la inusual presencia de un rey, hicieron vídeos con sus móviles, que colgaron en las redes, en uno de los cuales aparecía Gayá junto al Monarca.

YA SE DEJAN VER

Imágenes que han visto la luz esta semana en los medios de comunicación, provocando un alboroto, pues no sólo demuestra que han retomado esa relación que fue un secreto a voces en los años 90, sino que ahora no se preocupan de ocultarse. Según un personaje cercano a la Familia Real: “Es muy extraño que Don Juan Carlos haya ido a un acto público acompañado, sabiendo además que la gente llevaba móviles y cámaras, aunque quizá en este momento ya le dé igual. No sólo porque es de dominio público que su matrimonio con Doña Sofía es un vínculo meramente institucional, sino porque seguramente está dolido por el trato que está recibiendo”.

Tres semanas antes, el 28 de junio, el Emérito manifestó públicamente por vez primera su indignación tras ser excluido de la conmemoración del 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas en el Congreso. “Han ido hasta las nietas de La Pasionaria y a mí, conductor del camión de la Transición, se me elimina”, fue la queja que trasmitió su entorno. En realidad, Don Juan Carlos se ha visto frecuentemente ninguneado tras su abdicación, en aras de no quitar protagonismo a Don Felipe o de limpiar la imagen de la Corona, que al final de su reinado se desangraba por la crisis del elefante, Corinna y el caso Nóos. Según la citada fuente: “A pesar de ello, el ha tragado sapos, yendo donde le mandaban para ayudar a su hijo, al que no culpa de esta situación, sino más bien sus reproches se dirigen a Zarzuela y quizá a otros miembros de su familia. Entiende que le aparten ahora que está jubilado, pero que intenten empañar los méritos de su reinado ha colmado el vaso y, por eso, seguramente se ha negado a seguir haciendo el paripé”.

La sorpresa de verle de nuevo con Marta Gayá ha sido mayúscula, aunque no para su entorno cercano, sobre todo en Mallorca, que estaba al cabo de la calle de su estrecha relación. Según el amigo antes citado. “En realidad, su amistad nunca se ha interrumpido, salvo en los años álgidos de su relación con Corinna, quien le prohibió todo contacto y, aún así, el Monarca se interesaba por Marta y la protegía. Tras la ruptura con Corinna y su posterior abdicación, en que Don Juan Carlos pasó momentos muy bajos, sobre todo, por sus problemas de salud, poco a poco fueron de nuevo estrechando vínculos”, asegura dicho amigo, que matiza. “Yo lo calificaría de gran amistad, más que de otra cosa. En un hombre de casi 80 años ya no es la pasión lo que prevalece, sino la compañía, el cariño, el viajar juntos y seguramente reconocer la lealtad de una mujer que, al contrario de Corinna, nunca le ha fallado, ha sido discretísima, nada ambiciosa y jamás ha exigido nada a cambio, porque no lo necesita”.

A sus 68 años, Marta Gayá Hernández, hija del acaudalado empresario mallorquín Fernando Gayá, dueño entre otros negocios del Hotel Villamil, ha variado poco su existencia, que siempre fue propia de un miembro de familia muy acomodada. Posee un piso en Palma de 192 metros cuadrados (con otros 100 en la terraza) en la ya citada avenida Joan Miró de Palma con dos plazas de garaje. Aunque no consta en el Registro de la Propiedad, fuentes cercanas sostienen que suele disfrutar de vivienda en Madrid, en el barrio de Chamberí, y de otra en la estación suiza de Gstaad, donde pasa los inviernos.

También tiene un barco, amarrado en el Club de Mar, en el que navega cuando está en Mallorca. Pero su pasión es viajar, sobre todo a Florida y a Grecia, donde tiene amigos armadores. De hecho, este verano estuvo en la isla de Spetses, invitada por el armador Goulandris, muy allegado a la Reina Sofía. Decoradora de profesión, aunque ha ejercido poco, tuvo tres empresas, la náutica Wearever, y las inmobiliarias Avenidas 23 y Calvinet SA, que hoy han clausurado. Se casó con un ingeniero, Juan Mena, pero el matrimonio duró solo tres años, divorciándose a finales de los ochenta, antes de conocer al Rey.

Desde entonces, no se le conoce otra pareja, ni tampoco ha sido madre, pese a que la rumorología le atribuyó un hijo. Por tanto es un “espíritu libre” que valora enormemente su independencia, como asegura su mencionado amigo. “No creo que a raíz del vídeo donde aparece con Juan Carlos, vaya a cambiar el estatus de ninguno de los dos. El monarca, aunque en su día quiso el divorcio, pienso que ya no daría ese paso por no dañar a la Corona ni a su hijo, y tampoco a Marta le apetece comprometerse más a estas alturas. Ambos están cómodos con su amistad, que les proporciona un hombro en el que apoyarse y la posibilidad de disfrutar de la vida en compañía, ahora que el Rey tiene pocas obligaciones”.

Tras el revuelo, nadie ha visto a Marta en Mallorca, aunque no estaba previsto que regresara de su viaje hasta este fin de semana. En su entorno no creen que esté afectada anímicamente. “En todo caso enfadada por verse de nuevo en el foco de atención”. Tampoco se sabe nada del Emérito desde su estancia en Irlanda, aunque en unos días tiene una cita en las Rías Baixas, pues está previsto que compita con el Bribón en la regata de San Vicente.


Marta Gayá lleva tiempo saliendo en la prensa. Una de las primeras veces fue en 1992, tras un polémico viaje a Suiza junto al Rey, lo que desató una importante controversia.

Allen de Jesús Sanginés-Krause, el anfitrión del Rey Juan Carlos en su viaje a Irlanda en el mes de julio y artífice de que acudiera a la inauguración de la iglesia de Saint John’s, en Clonmellon con Marta Gayá, es un financiero de origen mexicano afincado en Londres. Un hombre que ha pasado de manera discreta por la vida del Rey, pero que juega un papel fundamental desde hace tiempo. También lo hacía en la época de la llamada entrañable amistad de Su Majestad conCorinna zu Sayn-Wittgenstein. Allen y Corinna tienen buena química e incluso se les ha visto juntos públicamente en algún evento, como en junio del 2014, durante el festival de las Noches Blancas que tuvo lugar en el palacio de invierno de San Petersburgo, en Rusia. El motivo de su asistencia se explica porque tanto la amiga de Don Juan Carlos como Allen mantienen relaciones de negocios con la oligarquía rusa. De hecho, el amigo del Rey habla ruso, entre otros idiomas.

Los viajes de Don Juan Carlos en la época de mayor actividad familiar en Palma ponen de manifiesto, de manera especial, el distanciamiento de su esposa. La Reina Sofía se ha vuelto a enfrentar al trance mediático de la revitalización de la amistad de Don Juan Carlos con Marta Gayá. Mucha gente se pregunta qué pensará ella de todo esto. Si su profesionalidad seguirá siendo la misma o si volará algún día por los aires, minada por los disgustos que soporta con una estoicidad casi espartana. Y eso que este 2017 ha sido una luna de miel institucional para los Eméritos. De enero a julio llevan ya una decena de actos juntos, tres de ellos viajes al extranjero. Fuera de agenda, han comparecido también públicamente ambos en más ocasiones, como el velatorio de la infanta Alicia o la comunión de la Infanta Sofía. Estos días, Doña Sofía está entregada a la amistad de sus amigos J.H. Fruchaud y Tatiana Radziwill, que la visitan en Mallorca.
A título meramente informativo:whistle:, para aquellas cotis interesadas en geografía “y tal”:rolleyes: comentaré que la avenida Joan Miró, paralela a la costa, corre más o menos desde Calanova hasta un pelín pasado Marivent:sneaky: Bueno, es que Palma es un pañuelo; Valdebernardo es la gran capital a su lado;)
 
Y, a parte de estar con la Gayá, ¿nadie se ha fijado en casa de quién están invitados? Un ex directivo de Goldman Sachs que habría participado en el cierre de un negocio entre la empresa rusa Lukoil y Repsol... ¿Y quién más andaba de intermediaria? Corina.... Y por ende el emérito cuando era todavía rey titular. Para esto le sirve el cargo... ¡Poca vergüenza! Encima dirán que lo hace por el bien de los españoles...
Comisionista y viejo verde. Lo de siempre.
 

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