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'Por 13 Razones': banalizando lo importante
Por Xabier Rodríguez Fraile
Lunes 1 de mayo de 2017

Hace un mes llegaba a Netflix una nueva serie basada en la novela “Thirteen Reasons Why” de Jay Asher. El eje central tanto en la novela como en la serie es el siguiente: Hannah Baker (magníficamente interpretada por Katherine Langford), una adolescente de 17 años, se ha suicidado y ha dejado grabadas 13 cintas en la que explica los motivos de este acto. 13 cintas, 13 razones.

De vez en cuando surge alguna ficción que va más allá. No es una simple trama policiaca o de acción. “Por Trece Razones” aborda temas importantísimos: el acoso escolar, el abuso sexual y el su***dio en la adolescencia. Todos esperábamos con ansias un producto como este, pensando que podría aportar algo positivo y, sin embargo, no ha dado de sí todo lo posible.

En este artículo dejaremos al margen la calidad de la serie para centrarnos en lo clave: ¿cómo ha abordado Por Trece Razones el tema del su***dio adolescente? En opinión del redactor, ha fallado en varios puntos, especialmente en algo clave: la salud mental.

Hannah Baker sufría acoso en el instituto. En cada cinta descubrimos una nueva circunstancia propiciada por alguno de sus compañeros que cada vez acercará a Hannah más hacia el borde del precipicio. Y, si bien en la novela el protagonista (un muy correcto Dylan Minnette en la serie) escucha las trece cintas seguidas, en la serie han jugado con la intriga haciendo que las cintas sean escuchadas a lo largo de semanas, convirtiendo la pregunta de “por qué se suicidó Hannah Baker” en un juego morboso más que en una reflexión sincera. Inevitablemente nos acordamos de “¿quién mató a Laura Palmer?”. “Por Trece Razones” enfoca el tema alejándose del modelo de algunas de sus series teen antecesoras, como la fantástica “My Mad Fat Diary”, cayendo en muchas ocasiones en la banalización del acoso escolar en pos del misterio (estirado hasta la saciedad a causa de la demencial duración de sus episodios).

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Dylan Minnette y Katherine Langford como Clay Jensen y Hannah Baker

Volviendo a la salud mental, sería fantástico comentar cómo ha sido tratada en la serie, pero hay un inconveniente: no ha sido tratada. Sí, Hannah Baker sufría acoso y las circunstancias la desbordaron, pero enfermedades mentales como la depresión a menudo juegan un papel clave en casos de su***dio, y en ningún momento de los casi 800 minutos de duración de la serie se hace hincapié en ello. Tal vez por ignorancia o tal vez porque las susodichas razones son más efectistas, pero el pilar clave de la salud mental brilla por su ausencia en “Por Trece Razones”.

No entraré en si “Por Trece Razones” romantiza el su***dio o pretende dejar a Hannah como una heroína (lo cual sería gravísimo), pero que existan personas, pacientes y profesionales de la salud mental que hayan encontrado esta lectura me parece motivo suficiente para no recomendar “Por Trece Razones”, especialmente a alguien que pueda estar pasando por circunstancias similares a las de Hannah. Insisto en que esta romantización del su***dio es probablemente lo último que los creadores de la ficción querían transmitir pero, sea por el motivo que sea (guiones superficiales, filtros de colores cuquis y cálidos) hay espectadores que están encontrando en Hannah Baker un modelo a seguir (lo que se conoce como “efecto llamada”).

Hannah Baker no es la chica guay que consigue su venganza. Hannak Baker era una adolescente que sufría en silencio, con problemas de salud mental, a la cual las circunstancias desbordaron y no supo (o quiso) pedir ayuda. Pero, mientras haya un solo espectador que no saque de “Por Trece Razones” la lectura de que el su***dio NO es una opción, debo señalarla como un producto potencialmente peligroso al que hay que acercarse con sumo cuidado (o simplemente acercarse a él como una serie de misterio más, y todavía así funciona solo parcialmente).

A pesar de todo esto, “Por Trece Razones” ha conseguido algo positivo: se está hablando del gran tema tabú del su***dio, una de las principales causas de muerte en personas jóvenes y, aun así, ampliamente ignorada. Aunque sea a causa de la propia existencia de la serie y no de su contenido, hablar de ello es un paso adelante en una lucha de la que aún queda demasiado por hacer.
 
Me la apunto. ¿En dónde la viste? ¿TV o Internet? ¿Está en netflix?
Te doy el twitter y buscas las temporadas y las ves en Drive de Google, es que la serie no la han internacionalizado por los derechos de las canciones, ya encontré los links:

SKAM TEMPORADA 1

https://drive.google.com/open?id=0B6lJjaFFZUZNRnNZZWtoYTB0U28

SKAM TEMPORADA 2
https://drive.google.com/open?id=0B6lJjaFFZUZNUGwtbVZGblhTQmc

SKAM TEMPORADA 3
https://drive.google.com/open?id=0BzFBolaMzPSrWUF4STJycmNjS2c

Y ESTE ES EL TWITTER DE SKAM LATAM.

https://twitter.com/SkamLatinoA
 
‘The Leftovers’: la mejor serie que nadie ha querido ver
Una de las series más cuidadas y arriesgadas de la década llega a su final tras no haber conectado mucho con el público. ¿Acabará siendo considerada de culto? Lo merece.

Por Daniel de Partearroyo - 03 de Mayo de 2017



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The Leftovers

Tanto HBO España como Movistar+ comenzaron a emitir la tercera temporada de The Leftovers hace unas semanas. La serie producida por HBO llega a su conclusión con una tanda final de ocho episodios después de que las temporadas anteriores no alcanzaran las cifras de espectadores deseadas por el canal para un producto con el sello de un showrunner estrella como Damon Lindelof, procedente de Perdidos. Con todo, en vez de desenchufar a lo bruto, los responsables de la cadena han permitido que el serial tenga un final digno y pensado como cierre del (fascinante) camino que ha recorrido durante su breve tiempo en antena.

Si bien la audiencia de The Leftovers no ha crecido como para convertir la serie en un fenómeno cultural a la altura de otras propuestas contemporáneas del canal de Juego de tronos, sería irresponsable despreciar el arrojo que demostró desde el primer momento para ofrecer algo distinto y valiente dentro del saturado panorama televisivo. Lindelof y Tom Perrotta, autor de la novela original que la serie empezó adaptando (publicada en España por la editorial Hidra como Ascensión), apostaron por una radicalización de las obsesiones que ambos habían mostrado en sus trabajos anteriores: diseñar misterios enrevesados sin solución obligatoria a la vista y orquestar ironías vitales que arrojan el existencialismo contra el muro de un callejón sin salida. Todo ello, con el apocalipsis, el desamparo religioso y el fin de los tiempos como escenario.

El resultado ha sido una de las mejores y más arriesgadas series de la década en un momento donde la competencia feroz se encuentra con el agotamiento de ciertas fórmulas que las ficciones televisivas han explotado durante los últimos años. En ese ecosistema, una The Leftover trágicamente ignorada por las cifras de audiencia que habrían asegurado su porvenir consiguió acomodarse en un vuelo bajo radar que le ha permitido desarrollar su libertad creativa para tensar sus propios límites narrativos con imaginación, un reparto entregado y un aparato formal de primera.

Somos afortunados de poder darle un merecido último adiós, así que si, aún no has empezado a ver The Leftovers, aquí va una pequeña presentación sin spoilers de gran magnitud para animarte a ponerte con ella.

LOS QUE SE MARCHARON



Igual que Ascensión, la acción de The Leftovers comienza tres años después de la misteriosa desaparición simultánea de 140 millones de personas a lo largo de todo el planeta. El desvanecimiento absoluto del 2% de la población humana de la Tierra sin dejar rastro un 14 de octubre. En vez de elucubrar sobre posibles explicaciones para un fenómeno así, que muchos relacionan con el Arrebatamiento (Rapto) cristiano, The Leftovers se centrará siempre en las distintas maneras que tienen sus personajes de lidiar con lo sucedido tras quedar atrás. No sólo a nivel individual, sino también social: algo como lo ocurrido supone un punto de inflexión para todas las creencias religiosas, surgen tanto nuevas sectas como gurús y charlatanes dispuestos a aprovechar el estado de vulnerabilidad de la población, la sociedad civil desarrolla instituciones para verificar la desaparición de personas, la comunidad científica se esfuerza por comprender qué ha ocurrido…

Es significativo que la familia Garvey, de la localidad ficticia de Mapleton, en Nueva York, sea la protagonista de la serie, pues a pesar de que ninguno de sus miembros fue víctima directa de la Ascensión, cada uno es uno reflejo distinto de sus consecuencias. La madre, Laurie (Amy Brenneman), se ha unido a la secta de los Culpables Remanentes, el hijo Tommy (Chris Zylka) escapa de casa para seguir a un gurú sanador, la hija Jill (Margaret Qualey) se ha convertido en una adolescente problemática… A medida que avance la historia, la figura del padre, el jefe de policía Kevin (Justin Theroux), como guía para la identificación del espectador en un mundo que el propio personaje nunca llega a comprender, irá diluyéndose, pues, igual que sucedía con Perdidos, The Leftovers es una historia orgullosamente coral, bien surtida de personajes atrayentes y complejos.

De hecho, uno de los principales atractivos de la serie, que seguramente ha jugado en su contra a la hora de enganchar a cantidades mayores de público, es la facilidad con la que The Leftovers se aparta de la historia principal de cada temporada para explorar otros meandros narrativos sin mayor finalidad que saciar la curiosidad de ver hasta dónde se avanza por un camino. Así es como surgen los mejores episodios de la serie, aquellos que se pegan a las rocambolescas peripecias de un solo personaje, como la maravillosa Nora (Carrie Coon) en Guest (temporada 1), Kevin en International Assassin (temporada 2) o su padre, interpretado por Scott Glenn, en Crazy Whitefella Thinking (temporada 3).

Y si hablamos de desapariciones repentinas, otra de las señas de distinción de The Leftovers tiene que ser su facilidad para reinventarse sin perder la esencia que fluye por su interior. Una bendición excepcional, facilitada por el hecho de haber agotado la fuente literaria original con la primera temporada. A partir de ahí, cada comienzo de nueva temporada ha tenido el mismo efecto reparador de un puñetazo en el estómago de quienes se hubieran encariñado con el tono de la serie durante la temporada anterior. Cambian localizaciones y una gran cantidad de personajes (aunque se mantienen los principales); los primeros compases de cada inicio de temporada son una lección de narración digresiva a la par que absorbente. Los trucos de Lindelof como demiurgo en estado puro.



LOS QUE SE QUEDARON



Más allá de las posibles teorías y elucubraciones sobre qué sucedió exactamente el 14 de octubre, la búsqueda de pistas en cada esquina narrativa que da combustible a las comunidades comentaristas de internet como en su momento sucedió con Perdidos o Westworld o el disfrute sin paliativo de la presencia y talento dramático de intérpretes en estado de gracia como la citada Carrie Coon o Kevin Carroll, lo que eleva a The Leftovers muchas atmósferas por encima de sus contemporáneas es el mimo visual de cada episodio. Es una serie a situar en la misma liga de pulcritud formal y audacia en la puesta en escena que aquellas obras que más contribuyen a la variedad plástica de la pequeña pantalla, como Better Call Saul, Mr. Robot o Legión.

De acuerdo, un desorientado Peter Berg dio el pistoletazo de salida de la serie con pasos en falso y una temblorosa cámara en mano rutinaria, casi capaz de desanimarnos antes de empezar. Pero, a medida que The Leftovers encuentra su tono narrativo con el discurrir de los episodios, también se asienta su identidad visual. A partir de la segunda temporada, con la consagración de la realizadora Mimi Leder como marcadora de la pauta formal de la serie, las imágenes se estabilizan, los encuadres se llenan de información, los primeros planos crecen en intensidad emocional y la gestión de información se traslada del avance argumental a la puesta en escena.

Mención especial merecen los episodios dirigidos por Craig Zobel, responsable de películas tan interesantes como Great World of Sound (2007), Compliance (2012) y Z for Zachariah (2015), donde The Leftovers explota una de sus armas más contundentes: el poder de dos personas hablando, contándose su vida y tratando de buscarle una explicación. Una justificación. Una narración en la que creer, porque no hay nada más importante para seguir adelante. Prácticamente todo lo que surgió a partir de la Ascensión tiende a eso y la misma dinámica se repite en varios momentos a lo largo de la serie, para terminar revelándose como un artificio. Algo en lo que creer, cuya realidad es menos importante que el acto de creer en ello. Zobel llega hasta a aislar a los personajes en primeros planos casi abstractos, con fondos negros.

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Por último, ningún repaso a las virtudes de The Leftovers estaría completo sin mencionar el potente trabajo de Max Richter a la música. Antes de que Denis Villeneuve descubriera su eficacia para transmitir estados emocionales frágiles sampleándolas en La llegada, las melodías de Richter al piano ya empapaban cada momento climático de la serie. De hecho, muchas veces da la impresión de que sus notas deberían ser el motivo más directo para que la gente se sumergiera en las imágenes, historias y hasta reflexiones metafísicas que llevan aparejadas. La puerta de entrada definitiva. En algo hay que creer.

 
A mí con The leftlovers me sucedió que me costó mucho meterme en la historia y al principio estuve a punto de abandonarla varias veces, pero al final mereció la pena verla, es muy recomendable.
 
Te doy el twitter y buscas las temporadas y las ves en Drive de Google, es que la serie no la han internacionalizado por los derechos de las canciones, ya encontré los links:

SKAM TEMPORADA 1

https://drive.google.com/open?id=0B6lJjaFFZUZNRnNZZWtoYTB0U28

SKAM TEMPORADA 2
https://drive.google.com/open?id=0B6lJjaFFZUZNUGwtbVZGblhTQmc

SKAM TEMPORADA 3
https://drive.google.com/open?id=0BzFBolaMzPSrWUF4STJycmNjS2c

Y ESTE ES EL TWITTER DE SKAM LATAM.

https://twitter.com/SkamLatinoA
Gracias. La veré cuando estaré en vacaciones. No tengo tiempo de ver la serie por internet por ahora mi estudio. Nuevmanete gracias.
 
Me quedan dos capítulos de "13 razones", la serie tiene fallos por todos lados, los capítulos son demasiado largos, hay actuaciones que dejan mucho que desear aunque hay otras que me parecen muy buenas, no te la crees y por mucho que intentes ponerte en situación lo único que consigues es aborrecer a Hannah y a Clay te dan ganas de darle un coscorrón, es un memo, no han conseguido que sientas pena por ninguno de los dos, y ostris de las trece razones, llevo 11 y aunque sé que las dos últimas son más fuertes..., no sé yo.
Después de ponerla a parir, tengo que decir que la serie para pasar el rato no está mal, me ha resultado fresca y algo a lo que no tengo que dedicarle ni un minuto en cuanto apago el ordenador.

Deseando que llegue ya la tercera y última de "Leftovers", me ha pasado lo mismo que alguna compi por ahí arriba, que me costó un poco meterme en situación pero que una vez que lo conseguí, me pareció muy chula.

Este de mes de mayo recuerdo haber leído que venía cargado de novedades y de buenas continuaciones, esperamos que así sea.
 
He disfrutado muchísimo de "Big little lies". Ahora estoy con "Thirteen reasons why" tras haberme leído el libro, que supera mil veces a la serie. Llevo dos capítulos y de momento me aburre bastante.
También he comenzado la tercera temporada de "Bosch", recomendable 100%.
 
No es que se piense que ciertos comportamientos son normales, pero:

  • Hanna prefiere tomarse el tiempo y grabar 13 cassetes dedicados a gente que la "desprecia" en vez de dejar una simple nota a sus padres, por cierto, todo el tiempo que invirtió haciendo esas cintas pudo haberlo dedicado hablando con alguien a quien realmente le importara ella.
  • Para quejarse tanto de supuesto bullying de parte de sus compañeros, no le importa un comino ponerle una diana en la frente a Tyler y que sus otros compañeros le maltraten a el.
  • Tampoco le importa con sus cintas, atormentar a un sensible Alex al punto de llevarlo a un, espero, intento de su***dio.
  • Por todos los medios intenta ser amiga de gente que no desea estar con ella, y se ve que en el colegio hay muchos mas estudiantes a los que ella ignora.
  • En varias ocasiones la gente quiere hablar con ella y ella simplemente se guarda todo.
  • Vio como su "amiga" era violada y no solo no dice nada sino que muy oronda vuelve a casa del violador y departe con el como si nada, hasta que ocurre lo inevitable y la viola a ella, ya se, el tipo esta enfermo, pero yo ni por el demonio volvería a su casa ni me metería a una piscina y menos bebería junto a un degenerado.
  • Hanna NO es victima de bullying, en realidad solo ha tenido inconvenientes con algunas personas y no ha sabido manejarlo o no ha tenido el carácter suficiente para hacerlo y enfrentarlos.
  • Quiere obligar a su "amiga" a salir del closet.
Para mi el problema de Hannah era que estaba rodeada de idiotas a los cuales ella prestaba demasiada atención, pero no era un problema de bullying, a ella le falto rodearse de la gente adecuada y tratar de hablar con otras personas, una psicóloga (que no fuera el orientador del colegio), pero a ella le gustaba andar con los populares....ah y el uso de las cintas y enviárselas a los supuestos causantes de su dolor, me parece de quinta y es como querer pintar el su***dio de una manera "cool" y hasta entretenida, además de ser un tormento para quienes las escuchan, por cierto un suicida de verdad no mas grabando las cintas se convencería probablemente de que no es necesario suicidarse, y en realidad y por lo poco que muestran del estado interior de Hannah, no son suficientes esas 13 Razones, pero yo si podría dar con unas cuantas mas por las que esta serie esta sobrevalorada y no aborda adecuadamente los temas de bullying o su***dio.
Me has leído la mente!! Yo no lo hubiera dicho mejor. Intenté darle una nueva oportunidad a la serie y llegué a la mitad (el resto me lo espoleó mi vecina). Pero sigue siendo un NO. El modo que muestra los temas no es muy profesional del todo, y sí más dado al drama típico de Hollywood: frívolo y superficial.
 
Me has leído la mente!! Yo no lo hubiera dicho mejor. Intenté darle una nueva oportunidad a la serie y llegué a la mitad (el resto me lo espoleó mi vecina). Pero sigue siendo un NO. El modo que muestra los temas no es muy profesional del todo, y sí más dado al drama típico de Hollywood: frívolo y superficial.
Recomiendo altamente de Handmaid's Tale, cada día se pone mejor, y lo mas tétrico del tema es que si uno piensa un poco y con estos cambios a nivel mundial, la extrema derecha siendo tomada por muchos como una tabla de salvación y muchas cosas que están pasando en el planeta, que nos quiten todos nuestros derechos como mujeres es una cosa que podría pasar sin darnos cuenta.
 
YES MINISTER.
Publicado el marzo 15, 2014 por economiavozsingritos
Siempre he pensado que la vieja serie “Yes Minister” es lo mejor que se ha hecho en TV. Para refrescar la memoria a los que la vieron en su día o informar a los jovencitos que no deben saber ni que existió, se trata de una serie de la BBC que estuvo en antena desde 1980 a 1984, seguida por “Yes Prime Minister” de 1986 a 1988. Las dos series se pasaron por TV3, creo recordar que a partir de 1986. Tiene tres personajes básicos: Jim Hacker, un político mediocre que de rebote llega primero a Ministro y después a Primer Ministro. Sir Humphrey Appleby (interpretado magistralmente por Nigel Hawthorne), el funcionario de carrera con muchísima experiencia, capaz de llevar al Ministro allí donde a él le interesa…casi siempre, y Bernard Wooley, el probo funcionario que tiene el problema de tomar lo que dicen el Ministro y Sir Humphrey al pie de la letra, los tres aparecen en la siguiente foto.



Desde que la vi, he coleccionado todo lo que se ha publicado sobre la serie (DVD, libros, etc.), y en 2010 publicaron la “The Yes Minister Miscelany”, que es un resumen de las mejores frases y situaciones de la serie, de la que antes de disponer del blog hice un muy reducido resumen, y como que los comentarios que incluí en dicho resumen no solo son vigentes sino que creo que cada día lo son más repito aquí la mayor parte:

Algunas frases de Sir Humphrey

– La obligación de la Oposición es hacer preguntas comprometedoras, y el arte del Gobierno es saber cómo no contestarlas.

– Una huelga del servicio de ordenadores llevaría al Gobierno a la inoperancia, si no fuese porque ya están en ella.

– Si quiere que algún asunto no sea discutido intensamente por el Gabinete, póngalo como el último antes de la comida.

– Es importante situar a los asesores políticos en despachos alejados del Primer Ministro. La influencia disminuye con la distancia.

– Si los funcionarios pudiesen echar a los políticos en base a su incompetencia, se vaciaría el Parlamento, nos quedaríamos sin Gabinete, sería el fin de la democracia, y el inicio del gobierno responsable.

– El problema de los Ministros no es que los funcionarios no les demos las respuestas correctas, sino que no hacen las preguntas adecuadas.

– Si no podemos refutar los argumentos de un periódico, simplemente desacreditamos a quien escribió el articulo. A eso le llamamos darle al jugador y no al balón.

-El objetivo de toda investigación interna, efectuada profesionalmente, es crear una inmensa cantidad de falta de evidencia.

– El trabajo de los funcionarios consiste en circular información no relevante sobre temas poco importantes a personas que no tienen ningún interés en ellos.

– Nuestra obligación es decir al comité la verdad y nada más que la verdad, pero sería profundamente inapropiado y sumamente irresponsable decirle toda la verdad.

ASUNTOS EXTERIORES.

-El Foreing Office es pro-Europa porque en realidad es anti-Europa. Todos sus funcionarios están de acuerdo en asegurarse que la U.E. no funcione. Por eso aceptamos formar parte de ella.

-La función del Foreing Office no es hacer cosas, sino explicar porque no se pueden hacer.

-La respuesta del Foreing Office a cualquier crisis pasa por cuatro fases:

1.- No va a pasar nada.

2.- Puede que pase algo, pero nosotros no debemos intervenir.

3.- Quizás deberíamos hacer algo, pero no hay nada que podamos hacer.

4.- Quizás podíamos haber hecho algo, pero ahora ya es tarde.

-La Gran Bretaña siempre tiene que estar a favor de la Ley y el Orden, siempre y cuando no afecte a nuestra política exterior.

-Proporcionar información a Moscú es serio. Dar información a cualquiera es serio. Pero algún tipo de información le hace menos daño al Reino si se la proporcionan al Kremlin que si se la dan al Gabinete.

-Tal como funciona hoy la política internacional, mantener el Foreing Office es irrelevante. No tenemos poder real, solo somos algo así como una base norteamericana de misiles.

-Los del Foreing Office no son flojos. Se ha de ser muy duro para pasarse todo el tiempo sin hacer nada.

UNION EUROPEA

-El típico funcionario de la U.E. tiene la capacidad organizativa de los italianos, la flexibilidad de los alemanes, la modestia de los franceses, la imaginación de los belgas, la generosidad de los holandeses y la inteligencia de los irlandeses.

-A veces nos hemos entendido bien con los franceses. La última vez fue en Waterloo en 1815.

Nota. A propósito de la U.E., en un memorable capítulo de la serie, el ministro Hacker y Sir Humphrey van a unas reuniones en Bruselas, y en la misma recepción conocen al Comisario Europeo encargado de las subvenciones para promover la producción de leche y derivados y al Comisario Europeo encargado de las subvenciones para colocar los excedentes de leche y derivados. En unos de los libros que leí se decía además que en el momento en que se produjo la serie esta contradicción existía y era real.

https://economiavozsingritos.wordpress.com/2014/03/15/yes-minister/
 
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