Y por cierto, cuando se manifestaban las sufragistas eran sobre todo otras mujeres las que hacían mofa de ellas, llamándolas desde feas, marimachos hasta indignas. Yo les agradezco enormemente su falta de dignidad. Han hecho falta generaciones de mujeres que públicamente han olvidado su zona de confort para que nosotras podamos abrir una cuenta bancaria, fundar una empresa y poder viajar sin permiso de un miembro masculino de la familia, votar, estudiar, y tener la libertad de reírnos de ellas aquí.