Fran Rivera y Lourdes Montes. Boda religiosa, hijos y otros temas.

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¿la chorla y la coca?
 
02septiembre
Vuelvo a vestirme de novia


No suelo probarme nuestros vestidos de novia. Cuando hemos presentado una colección solían ser mi hermana Sibi o alguna modelo las encargadas de aguantar un largo rato de pie mientras ajustábamos y modificábamos las prendas. También, a la hora de hacer fotos para nuestra web, eran ellas las que posaban tanto para los catálogos de novia como para los de invitada. Como este año la colección, o pequeña muestra como prefiero llamarla, es muy de mi estilo y me siento muy identificada con los vestidos, de pronto decidí que en esta ocasión me apetecía ser yo quien se pusiera delante de la cámara. Es verdad que la confianza que tengo en Fernanda y Paloma, Couche Photo, lo hizo todo mucho más fácil.

El sitio elegido para el reportaje también fue determinante para que me decidiera del todo. La Hacienda San Miguel de Montelirio es un lugar maravilloso que esconde muchos rincones mágicos, entre ellos su capilla, ahora en desuso. En cuanto la vi tuve claro que las fotos de la colección AJUAR tenían que hacerse allí. La luz, los azulejos, el aire decadente… No os imagináis las sensaciones que transmite ese lugar.

Para mí, que evidentemente no soy una profesional de la moda, el requisito indispensable para estar a gusto en una sesión de fotos y ser capaz de echarle un poquito de cara, además de la confianza en los fotógrafos, es sin duda tener mucha complicidad con maquillador y peluquero, sentirme guapa, que capten la idea de lo que quiero y sepan llevarlo a cabo. En esta ocasión, como en todas las importantes de mi vida, la encargada de hacerlo fue Carmela Domínguez y su equipo, que además de ser mi amiga y conocer mis gustos a la perfección es una profesional estupenda, con una paciencia infinita.

Los complementos fueron los mismos que presentamos en el desfile de este año, unas horquillas con distintas aplicaciones de CHERUBINA que hicieron especialmente para Analilen, aunque estando en el campo se nos ocurrió combinarlas con flores y hojas que encontramos. También usamos una pamela espectacular de FERNÁNDEZ & ROCHE.







Los zapatos, unas sandalias de Stuart Weitzman de ante color nude con el tacón y la suela dorada que ya me habréis visto en otra ocasiones, encajaron a la perfección con todos los vestidos.

Ya os comenté que la colección era bastante romántica, hemos usado tul, crepé, lino, plumeti y organza para su confección. Las líneas son simples pero siempre buscando un patrón que favorezca lo máximo posible y realce la feminidad de nuestras novias.

Los pequeños detalles son la clave de esta colección, puños plisados, vainicas en las mangas, botones forrados con gasa natural, enaguas con puntillas…

Como siempre digo, una imagen vale más que mil palabras, así que en primicia para vosotros ahí va el reportaje, a ver qué os parece.











 
02septiembre
Vuelvo a vestirme de novia


No suelo probarme nuestros vestidos de novia. Cuando hemos presentado una colección solían ser mi hermana Sibi o alguna modelo las encargadas de aguantar un largo rato de pie mientras ajustábamos y modificábamos las prendas. También, a la hora de hacer fotos para nuestra web, eran ellas las que posaban tanto para los catálogos de novia como para los de invitada. Como este año la colección, o pequeña muestra como prefiero llamarla, es muy de mi estilo y me siento muy identificada con los vestidos, de pronto decidí que en esta ocasión me apetecía ser yo quien se pusiera delante de la cámara. Es verdad que la confianza que tengo en Fernanda y Paloma, Couche Photo, lo hizo todo mucho más fácil.

El sitio elegido para el reportaje también fue determinante para que me decidiera del todo. La Hacienda San Miguel de Montelirio es un lugar maravilloso que esconde muchos rincones mágicos, entre ellos su capilla, ahora en desuso. En cuanto la vi tuve claro que las fotos de la colección AJUAR tenían que hacerse allí. La luz, los azulejos, el aire decadente… No os imagináis las sensaciones que transmite ese lugar.

Para mí, que evidentemente no soy una profesional de la moda, el requisito indispensable para estar a gusto en una sesión de fotos y ser capaz de echarle un poquito de cara, además de la confianza en los fotógrafos, es sin duda tener mucha complicidad con maquillador y peluquero, sentirme guapa, que capten la idea de lo que quiero y sepan llevarlo a cabo. En esta ocasión, como en todas las importantes de mi vida, la encargada de hacerlo fue Carmela Domínguez y su equipo, que además de ser mi amiga y conocer mis gustos a la perfección es una profesional estupenda, con una paciencia infinita.

Los complementos fueron los mismos que presentamos en el desfile de este año, unas horquillas con distintas aplicaciones de CHERUBINA que hicieron especialmente para Analilen, aunque estando en el campo se nos ocurrió combinarlas con flores y hojas que encontramos. También usamos una pamela espectacular de FERNÁNDEZ & ROCHE.


Los zapatos, unas sandalias de Stuart Weitzman de ante color nude con el tacón y la suela dorada que ya me habréis visto en otra ocasiones, encajaron a la perfección con todos los vestidos.

Ya os comenté que la colección era bastante romántica, hemos usado tul, crepé, lino, plumeti y organza para su confección. Las líneas son simples pero siempre buscando un patrón que favorezca lo máximo posible y realce la feminidad de nuestras novias.

Los pequeños detalles son la clave de esta colección, puños plisados, vainicas en las mangas, botones forrados con gasa natural, enaguas con puntillas…

Como siempre digo, una imagen vale más que mil palabras, así que en primicia para vosotros ahí va el reportaje, a ver qué os parece.
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Hoy voy a hacer algo que para mí era impensable hasta hace apenas cinco minutos: felicitar entusiástica y enfáticamente a Lourdes Montes por tener una autoestima a prueba de bombas racimo y cualquier otro armamento devastador. No quiero ser malévola con ella, ni mucho menos, pero con la casi total unanimidad de críticas recibidas por sus modelos nupciales, tiene bemoles que persistan en el empeño y que, para más, ella misma decida que como la nueva colección le hace sentir una conexión especial, va a ejercer de modelo. Ni uno solo de los vestidos se salvaría de una quema, y eso que se supone que se ha echado encima los que ella considera de lo bueno lo mejor...
 
Al menos va mejor peinada que en su boda civil, algo es algo. De la religiosa no digo nada porque ni me acuerdo de su pelo, en mi memoria solo han quedado los colgantes lampariles :ROFLMAO:

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Me encanta el espíritu de esta foto (gracias por subirla, @Carlotarj), ¿os imagináis una boda así? Deberían hacer un concurso: a ciegas, preguntar "¿es esta la mujer con la que te quieres casar?", sin que se le vea la cara ni la figura ni los hombros ni nada. Una especie de Casados a primera vista, pero en versión hardcore. Me voy corriendo a patentar el formato, antes de que me lean los de La fábrica de la tele, que son asiduos del foro :D
 
Güervo a vestirme de novia


No suelo probarme nuestro vestidos de novia porque me quean mu malamente, a mi y a cualquiera. Y ademá da mala suerte.

El sitio elegido para el reportaje también fue determinante porque taba to desconchao y viejo y nos lo dejaban más barato, La Hasssienda San Migué del Lío de Montepío. es un lugar que esconde muchos rincones reondos que nos los barren desde la revolusión fransesa, entre ellos su capilla, ahora de moda pa casarse. En cuanto la vi tuve claro que las fotos de la colección AJUAR, de aire decadente y que no vendo ni a tiroh, iba a haserla allís, porque así los bajos mío es tan característico iban a queá to manchao y rosao, asín como vintaje … No os imagináis las sensaciones que transmite ese luga, qué yuyu!

Para mí, que evidentemente ya vei tó los día, no soy una profesional de la moda ni quiero serlo, el requisito indispensable para estar a gusto en una sesión de fotos y ser capaz de echarle un poquito de cara, además de tenerla mu dura, es sin duda tener mucha complicidad con los espíritu der sitio, sobre todo con mis traje fantasmale y con peluquero pa que me peine estoh pelo de rata que tengo. En esta ocasión, como en todas las importantes de mi vida, la encargada de hacerlo fue la pobre esta que me peina de grati si la saco en los blós.y su equipo, que además tiene una paciencia infinita cormigo porque soy una jartible.

Los complementos fueron los mismos que presentamos en el desfile de este año, unas horquillas barata de CHuchuRRINA y que estando en er campo y como queaba mu sosa y yo tenía ese día algo de caspa reberde se nos ocurrió combinarlas con flores y hojas pa disimulá. También usamos un sombrero de Paj* de una jornalero que ya daba de mano y nos paresió mu cul.


(Asé er favó de no fijarse muicho en las arruga de la manga, que no tengo braso de modelo profesioná. yo sus lo juro que a una verdaera novia analilelien se quearía niquelao)




Los zapatos, unas sandalias con el tacón argo torsío que me prestó uan prima pareja y la suela con esperadrapo pa no rebalarme con el porvo que había que se enganchaban a la perfección con todos los vestidos en sus bajos rastreros.

Ya os comenté que la colección era bastante simple y asín hecha con cosas de oferta de los armasene del poligono calonge, hemos usado tul, crepé, lino, plumeti y organza todo de imitasión, más barato entoavía. Las líneas son simples porque no sabemo de hasé otra cosa aunque noque favorezca en arsoluto y le pique hasta el higo a nuestras novia.

Los pequeños detalles los hasemos asín, pequeños para que se vena meno mlos fallo garrafale de confessión y eso…

Como siempre digo, una imagen vale más que mil palabras, así que ya noscribo má que me está pidiendo el ordenadó mi marío pa asé su pos de no se qué esta ve, dise que e un secreto, ibérico digo yo que será..jeje


En la afoto de arriba se ve las humedade y una alasena de esa pa guadá santo, ay, que no me acuerdo der nombre...ay sí, hormachina



Arriba afoto a color en contraste chuli piruli y abajo me dijeron que pusiera cara de está viendo un fantasma, pero guapo

Aquí se había meao un gargo del capatá, perod ejamo la mancha por sé como muy rústica auténtica de campo.

El jornalero qué apañao, anque er sombrero olía un poquito a suó ransio, pero a mi me gustaba, d de ahí mi sonrisa
 
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