Países que dominarán el mundo en 2030

Sobre como va a evolucionar todo esta articulo no tiene ninguna validez o la misma que la de cualquier secta y demas que decian cosas como que 2014 era el fin del mundo.
China deberia tener como meta ayudar a su pueblo y no fabricar muchos Wandas o Gaopines, mientras millones mueren de hambre(China no da estas estadisticas).
Sobre que los paises como Turquia que tendran poder, pues el mismo y de la misma clase que ahora los paises musulmanes, por el momento Erdogan esta en ello.
Es mi opinión
 
En mi opinión, China se esta apoderando del mundo de manera silenciosa o taimada, no se si han notado que compran desde equipos de fútbol hasta tierras para explotar recursos naturales en otros países y eso sin contar sus "ayudas" en explotación de recursos, en países de américa latina están metiendo la mano descaradamente.

José María O'Kean advierte de que China está iniciando su segunda 'invasión mundial'

  • Primero invadieron el mundo llenándolo con sus bienes y servicios
  • A día de hoy están intentando iniciar una invasión financiera
  • La tercera invasión podría ser la cultural, aunque aún es muy pronto
José María O'Kean, catedrático de Economía Aplicada y alma máter de la Universidad de Sevilla, cree que China está iniciando lo que podría llamarse como una "invasión financiera". Esta etapa llega tras el proceso de "invasión del mundo occidental de productos chinos". La tercera y última etapa, que aún no se sabe cuando va a llegar, es la invasión cultural, asegura el economista español.



Así lo explica O'Kean en su blog personal. La primera etapa era 'invadir' el mundo con sus bienes y servicios: "La estrategia era aprovechar su mano de obra abundante y barata para invadir al mundo occidental de productos chinos. Para ello tenían que superar una prueba: entrar en la Organización Mundial del Comercio (OMC, 2001) para que los demás países no respondieran a su avalancha con medidas proteccionistas".

"Esperaron más de diez años, tras los sucesos de Tiananmén (1989) y las lógicas reacciones posteriores, pero se aseguraron así el éxito de una estrategia basada en las exportaciones y en aprovechar los elevados niveles de rentas de los países occidentales. Una estrategia que dejó obsoleta la industria manufacturera occidental y mandó al desempleo a millones de personas", China había ganado la primera batalla, se había convertido en la gran fábrica del mundo, exportaba más bienes y servicios que ningún otro país e iba aprovechando ese superávit comercial para acumular una gran cantidad de reservas internacionales de divisas.

China gana la primera batalla
"El éxito de esta política es conocido. Unas elevadas tasas de crecimiento continuadas, mejoras en el nivel de vida de su población y haberse equiparado a EEUU como primera potencia económica mundial. Los requisitos para este impresionante crecimiento eran dos: unas exportaciones mundiales en crecimiento y una tasa de ahorro interna muy elevada que financiara una inversión anual de casi la mitad del PIB anual", explica el catedrático de la Universidad de Sevilla.

Pero la crisis financiera de 2007 cambió los planes de China, que vio como un modelo basado únicamente en las exportaciones hacía que el país fuera excesivamente dependiente del mundo, señala O'Kean: "Además, los costes de producción empezaban a subir en China y les hacía perder competitividad, así como las subidas internas de precios y la apreciación de su moneda. El modelo debía cambiar también por la propia presión social interna que demandaba mejoras generales del nivel de vida". +

De modo que los dirigentes chinos "optaron, entonces, por fomentar el consumo interno, bajaron tipos de interés, aumentaron los préstamos esperando que el Consumo diera el tirón que antes daban las exportaciones. Pero un mayor consumo sólo se realiza a costa de un menor ahorro y, con menos ahorro, cuesta más financiar el elevado volumen de inversión que la economía china necesita para seguir creciendo a su tasa natural: el 7%". China necesita crecer con fuerza para mantener a una cada vez mayor población activa empleada.

Pero este cambio de modelo entraña algunos problemas que obligan a China a cambiar ciertas cosas en su economía. Para seguir creciendo a un ritmo que permita mantener los bajos niveles de desempleo se necesitan mantener los niveles de inversión, que ahora ya no se pueden cubrir con el ahorro nacional (que es mucho menor porque el consumo cobra fuerza).

"¿Cómo financiar esta impresionante inversión?"
O'Kean asegura que nos encontramos ahora mismo resolviendo esta cuestión: "Y aquí viene el momento que estamos viviendo. Con un segundo asalto: la invasión financiera. Analizar la depreciación del yuan con una visión cortoplacista no permite apreciar la trascendencia de lo que se está iniciando. La explicación a corto plazo es que han depreciado su moneda para fomentar las exportaciones y garantizar así la senda de crecimiento", pero esta versión quizá no explique del todo el movimiento real que busca realizar China.

"Creo, sin embargo, que el análisis hay que mirarlo más a largo plazo, atendiendo a que China está pasando de tener una moneda con un tipo de cambio fijo a otro flexible como le viene demandando el FMI para que el yuán (RMB) entre el cesta de los Derechos Especiales de Giro (SDR). De esta forma China empezaría a pagar en yuanes sus importaciones y la compra de todo tipo de activos internacionales y permitiría una entrada de capitales que pudiera financiar unas inversiones que los ahorros chino ya no pueden financiar. Podría así, como hace EEUU, utilizar el señoriaje para financiar sus déficits públicos, emitiendo moneda nacional que los demás países acaparan como divisa estratégica y seguir manteniendo, en lo posible, un sueño del que tiene que despertarse ya: una gran economía no es capaz de crecer tanto tiempo al 7%", sostiene el catedrático de la Universidad de Sevilla.

Mientras que se produce esta transición los mercados sufren el cambio y la incertidumbre: "El desconcierto se apodera de nosotros en otro agosto para el recuerdo, las bolsas se hunden y miramos con desconfianza al futuro... No es para menos, la segunda oleada del peligro amarillo está ya en el horizonte. El gigante económico va a ser también un gran gigante financiero. ¿La tercera invasión?... esa será cultural, pero aún es pronto", sentencia el economista español.
 
China invade el mundo

Con 400 entrevistas en 20 países, los periodistas Juan Pablo Cardenal y Heriberto Araújo investigan la expansión del gigante asiático en «La imparable conquista china»

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El magnate Wang Jianlin personifica la expansión empresarial china - PABLO M. DÍEZ

Tras «La silenciosa conquista china» (2011) y «El imperio invisible» (2013), los periodistas españoles Juan Pablo Cardenal y Heriberto Araújo concluyen su trilogía de investigación sobre la expansión internacional del coloso oriental. Después de haber analizado la neocolonización de Pekín en los países en vías de desarrollo y los lazos entre su éxito empresarial y la criminalidad económica en España e Italia, ambos ponen la lupa sobre su penetración en el mundo occidental en el libro «La imparable conquista china», publicado por la Editorial Crítica de Planeta.

En otro apasionante viaje periodístico, Cardenal y Araújo recorren una veintena de países de Europa y América del Norte para entrevistar a casi 400 personas. De los glaciares de Groenlandia a los pasillos del Vaticano, pasando por las reservas indias de Canadá y los despachos de las empresas tecnológicas estadounidenses, su nueva obra analiza cómo las empresas de China y sus ciudadanos están desembarcando en Occidente a una velocidad de vértigo, acelerada además por la crisis que estalló tras el verano de 2008.

«China ha aprovechado perfectamente el factor crisis, aspecto fundamental de este libro, lo que ha permitido a Pekín acceder a los mercados occidentales mucho antes de lo que se preveía», escriben Cardenal y Araújo, que atesoran una larga experiencia en el país asiático como corresponsales de diversos medios españoles y latinoamericanos. Tal y como recogen en su libro, esta invasión china «está provocando un dilema en el mundo occidental: ¿cómo lidiar con un país con un régimen autoritario que, a la vez, tiene más músculo financiero que nadie y ofrece el mejor mercado de crecimiento del planeta?».

A modo de conclusión, así lo plasma el octavo y último capítulo, que define a China como «la ganadora de la globalización» por sus cada vez mayores inversiones en Europa, donde ha pasado de tener 6.100 millones de euros en 2010 a los 27.000 que acumulaba a finales de 2012, según Deutsche Bank. Financiadas por sus interminables reservas de divisas, estimadas en unos 3,8 billones de dólares a principios de este año, dichas inversiones han asaltado importantes sectores estratégicos como el energético de Portugal e Italia, el minero de Canadá y Australia y los transportes marítimos de Grecia, donde China ya controla el puerto del Pireo.



El libro también investiga a la diáspora de millonarios chinos que, a raíz de la crisis, han enviado a sus familias al extranjero gracias a los «visados dorados» que muchos países, entre ellos España, ofrecen a cambio de sus inversiones, que les sirven para obtener el permiso de residencia y, en algunos casos, hasta la nacionalidad. Además de buscarse una vía de escape en caso de que tengan problemas legales en su país, dicho fenómeno entraña una auténtica fuga de «dinero caliente» que, según explica a ABC CulturalJuan Pablo Cardenal, «puede venir de muchos sitios, pero especialmente de la corrupción». Buena prueba de ello es el paso de dichos capitales por paraísos fiscales como las Islas Caimán o por Macao, la Meca del juego en China que actúa como una gran lavadora para blanquear dinero.

Junto a estos aspectos económicos, el libro desentraña algunas claves de la política exterior de China, como los contactos con el Vaticano para restablecer sus relaciones diplomáticas –rotas desde los años 50– y su implicación en los casos de «ciberespionaje» industrial contra empresas estadounidenses y europeas.

Dentro de la particular diplomacia de este régimen autoritario, los autoresalertan de que el auge chino ha silenciado las denuncias internacionalespor su persecución de los disidentes y la represión en el Tíbet, dos espinosos asuntos sobre los que casi ningún país se atreve ya a incomodar a Pekín.

Tampoco se olvida «La imparable conquista china» de recordar la insaciable necesidad de materias primas que sufre la naciónmás poblada del mundo debido a su extraordinario crecimiento económico. Su apetito es tal que ha traspasado las fronteras de los países en vías de desarrollo y ya apunta a los yacimientos mineros de Groenlandia y a los petrolíferos de Canadá, donde pretende sacar adelante sendos proyectos que han dividido a sus respectivas sociedades.

«La pregunta que nos debemos hacer es qué influencia tendrá China sobre nuestros gobiernos cuando controlen inversiones importantes en cada país», advierte Juan Pablo Cardenal. A cambio de captar inversiones y crear empleo, denuncia que Occidente ha olvidado «la falta de reciprocidad, porque las empresas europeas tienen cada vez más problemas en China y muchos sectores aún siguen cerrados; los derechos humanos, la competencia desleal y los vínculos de muchas empresas con el régimen chino, errores que nos encontraremos en el futuro».
 
El complot chino

Opina Echemos Vaina
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Los editores de este espacio, paranoicos de profesión y expertos en ver complots donde nadie los halla, nos vemos sorprendidos por la falta de agudeza de los medios de comunicación que destacan la inversión de casi 300 millones de euros en futbolistas de cierto relieve para el balompié chino como un mero acto de magnates excéntricos que desean llevar la fiebre de la pelota a una población ávida de incursionar en el mundo de la trivialidad. ¿Pero cuál es el verdadero interés del gigante asiático por el fútbol? ¿Es sólo un interés comercial o se cansaron del ping pong?

A las políticas de estado de la presidencia de Xi Jiping encaminadas a buscar en América Latina refugio para 60 millones de chinos solterones, la construcción de un canal interoceánico en aguas que eran de Colombia y la llegada de móviles y autos con una vida útil proporcional a la duración del programa de Antonio Morales, “Café Colado”, se suma un interés inusitado por el fútbol en China, un deporte con la misma cantidad de aficionados en ese país que el salto con garrocha.

Para estimular el gusto por un deporte lejano a su cultura, en el 2015 el comité para la reforma del régimen comunista chino inició su cruzada aprobando la inclusión del fútbol en los planes de estudio de sus escuelas. Dejaron de esta manera en un segundo plano el bádminton, el ping pong, la gimnasia y el voleibol.

Fue así que se crearon cerca de 20.000 escuelas de fútbol para formar más de 100.000 mil jugadores profesionales entre sus 200 millones de niños. Para asegurar un mercado sólido para sus futuras estrellas, el plan del gigante asiático se encaminó luego a un ambicioso programa de incentivos para los empresarios que adquirieran equipos en el extranjero y que aseguraran el desembarque de sus deportistas, ya sea para ser partícipes de las plantillas del club, para ingresar en el mercado laboral de sus tiendas deportivas o como mínimo para mercadear en los sanandrecitos sus indumentarias de imitación.

Para ello se aprovecharon en España de la ley de apoyo al emprendedor, aprobada en el 2013, que permite el permiso de residencia para el extranjero que invierta medio millón de euros (una bicoca para un empresario chino de media tabla), lo que facilitó una política de alianzas comerciales y de intercambios de deportistas con clubes como el Barcelona.

Consolidado este aspecto, las políticas de estado tendrían como objetivo final el botín comercial que traería la realización de un mundial de mayores, para dinamizar su economía en cientos de miles de millones de dólares, principalmente por derechos de televisión, apuestas y blanqueo de capitales con el casi seguro visto bueno de los honorables miembros de la Fifa.


Para algunos estudiosos de los planes expansionistas del gobierno chino, las estrategias van más allá de realizar y ganar dinero con un mundial. El fútbol sería la excusa para seguir desarrollando sus planes de compra de tierras a precio de “huevo”. Para demostrar tal posición el equipo periodístico de La Sexta de España denunció hace un par de años que los magnates chinos con el apoyo del gobierno comunista tenían en la mira la compra de clubes baratos ubicados en zonas estratégicas para la construcción de centros comerciales, bodegas y megatiendas que faciliten la venta de sus propios productos con personal de Pekín.

Así fue que Wang Jialin, reconocido constructor, desembarcó a un Atlético de Madrid con cifras en rojo, y a precio de saldo se hizo al 20 % del club con apenas 45 millones de euros, con lo cual se aseguró el poder de decisión sobre el futuro de los predios del cuadro colchonero, valorados en más de 5.000 millones de euros. Jialin, con una fortuna cercana a los 25.000 millones de dólares, logró detrás de su inusitado afecto por el balompié, pero sin ningún interés deportivo, suelo barato en zonas atractivas y codiciadas.


Igual objetivo tuvo Cheng Yansheng, del Rastar Group, con la llegada al Espanyol de Barcelona, que con una inversión de apenas 50 millones de euros se hizo dueño del 80 % del club y unas codiciadas zonas verdes. Con toda esta trama del fútbol y su relación con el gigante asiático, no nos queda otra que recordar al encomiable Deng Xiaoping: “No importa si un gato es negro o blanco mientras atrape ratones. ¡Hacerse rico es glorioso!”.
 
https://www.msn.com/es-es/dinero/economia/no-creerás-qué-países-dominarán-el-mundo-en-2030/ss-BBtHxCb?li=BBpm3CC#image=31

España será el 15º país que dominará el mundo.
EEUU, el 1º
China, el 2º
Argentina, el 30º
Los países del norte de Europa, seguirán dominando, como países ricos
Japón tendrá un papel destacado
Y, países como Colombia, Turquía e Irán, tendrán un enorme crecimiento, hasta ocupar los primeros puestos.
Los baremos que se utilizan para elaborar esta lista me parecen más que dudosos. Por ejemplo: En España se vive muchísimo mejor que en Brasil o que en China. Con respecto a China me gustaría decir que me parece uno de los países más repugnantes del Planeta, por mucho que aumente su PIB o que deje de aumentar. China es un país tan repugnante que en su supuesta transición al capitalismo lo que ha hecho en realidad es adoptar lo más repugnante del capitalismo y conservar lo más repugnante del comunismo. Su competitividad se basa prácticamente de manera exclusiva en que la mano de obra es semiesclava. China es uno de los países con más desigualdades sociales del Mundo. Su idioma son en realidad varios idiomas y sólo se hablan en China. No exporta más que basura que se vende a precios bajísmos porque la mano de obra sale prácticamente gratis. Desde que nací, hace ya 51 años, llevo escuchando que China se va a convertir en breve en la primera potencia mundial. Cuando yo era bien crío había un libro que se titulaba "Cuando China Despierte". Pero no, no ha despertado, sigue siendo una dictadura donde la gente se muere de hambre. Y con respecto a las llamadas "potencias emergentes" como Brasil o India (otro país que me parece repugnante, por cierto), ya veremos si emergen o no.
 
China aunque tiene la capacidad capitalista de considerarse potencia que lo es, su sistema de gobierno deja mucho que desear.
Yo apostaria por Rusia, EEUU, GB, China, Japón, Chile, entre otros.
 
China aunque tiene la capacidad capitalista de considerarse potencia que lo es, su sistema de gobierno deja mucho que desear.
Yo apostaria por Rusia, EEUU, GB, China, Japón, Chile, entre otros.
Pues yo por Rusia la verdad es que tampoco apostaría un duro. Sigue siendo una dictadura criminal y tercermundista dominada al 100% por el crimen organizado. EEUU, Japón y GB está claro que sí, ya que hoy son primeras potencias mundiales y lo llevan siendo desde hace años. Con respecto a Chile, no lo sé, tal vez Chile lo consiga. Estoy deseando que algún país hispanoparlante se convierta en una primera potencia mundial, la verdad.
 
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