Fran Rivera y Lourdes Montes. Boda religiosa, hijos y otros temas.
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Fran es de puño cerrado cerrado, no sé si es que le tengo manía pero lo lógico después de un viaje de trabajo es que llegase cargado con regalos para ellas, porque tiempo a hacer algunas compras seguro le da, ayyyy que agarrao es , cómo mucho lleva en la mochila unos cuernos para la Palur.
sí claro, sobretodo viniendo de Ecuador cuando sucedió lo del terremoto.
13mayo
Ser papá
He tenido muchas peticiones para que escriba un post sobre mis funciones como padre, pues bien, aquí está.
Entiendo que esta petición va dirigida a las tareas que desempeño con Carmen, ya que Cayetana tiene dieciséis años y ya es una señorita muy mayor con su personalidad, ideas, gustos y con su carácter. Esto es muy importante, en casa todos somos gente de raza. Pero noble que es muy importante.
Y la que ahora mismo está sin manual de instrucciones es la princesita de casa, Carmen.
Me encanta realizar todas las tareas necesarias para el cuidado de nuestra bebota, además, cuando nació Carmen quien aportaba experiencia con bebés en casa era yo y no Lourdes.
Pues sí, soy totalmente activo en los cuidados de nuestra niña.
Tanto aportaba experiencia, que el encargado de bañarla las primeras semanas era un servidor, a Lourdes le daba mucho miedo que se le resbalara y se ahogara (miedos normales pero absurdos) y a mí me encanta. También es cierto que ya es la madre la que la baña todos los días, a mí lo que me gusta es meterla en la bañera o en la ducha conmigo y jugar con ella dentro del agua. ¡Qué momento más maravilloso!
Pero vamos a empezar por las mañanas…
Muchos días que Lourdes se tiene que ir a trabajar temprano yo aplazo mi entrenamiento para quedarme con Carmen. Me encanta su despertar, además es tan simpática por las mañanas… La verdad es que es simpática siempre, gracias a Dios todo el día sonríe.
Ese rato en la cama mientras se va desperezando me chifla. Le encanta cuando abrimos la persiana, se queda un rato embobada con la vista de los árboles que tenemos enfrente y si hace viento no os podéis imaginar, le encanta.
Después de un rato la llevo a su cuarto, le cambio el pañal y la visto, que por cierto espura lucha libre, odia el pañal y no sabéis cómo pelea para impedir que se lo ponga. Siempre que yo la visto le pongo un chándal, jajajaja, aparte de que veo que así está mucho más cómoda, es lo más fácil de poner. Hasta el punto que cuando la madre la ve con chándal dice “ya la ha vestido el padre…” Pues sí, además me encanta que vaya descalza y la madre es de ponerle todo tipo de jerséis de punto, pololos y zapatitos que en cuanto se descuida yo se los quito, aunque le eche la culpa a la niña, claro, “Se los habrá quitado ella, es que es un bicho…”.
Una vez vestida le preparo su biberón y más o menos cuando se lo termina llega su tata y ya me voy yo a entrenar. Eso sí, la dejo en su sillita viendo Baby T.V que la encanta.
Casi todos los días, por no decir todos, llego a casa y salimos a dar un paseíto antes de comer. Damos una vueltecita corta por un parque que está cerca de casa, le encanta ver los perros, los pájaros y los caballos de las calesas que pasean a los turistas.
Lo que sí me niego a darle es la papilla, lo siento mucho pero no puedo con eso, aquí abandono el barco.
Se podría decir que Carmen ya es una experta gateadora, esto ya no tiene ningún secreto para ella, aunque lo que le gusta es ponerse de pie cada vez que consigue agarrarse a algo que la ayude a enderezarse. Me encanta verla gatear, es un auténtico ratón colorao con esos ojos, que tiene más ojos que cara, tan espabilada, va a ser una prenda dorada buena. Miedo me da cuando empiece a andar, va a ser el tornado Carmen.
El taca-taca no termina de dominarlo así que es tan graciosa, ver ese taca-taca sin rumbo fijo chocándose con todo, pero a ella le gusta mucho.
Lo que le encanta es que la sentemos junto a la ventana en un juego que tiene que es una sillita. Pero lo que realmente la gusta es mirar por la ventana, es muy cotilla. Pero vamos, no aguanta mucho en ningún sitio, lo que realmente le gusta es estar en brazos y que le hagan todo tipo de cosquillas.
Y aunque parezca mentira le encanta la música, escucha música y se pone a bailar como una loca, ¡está sembrá!
Después de entrenar por la tarde otra vez, nos encanta salir a pasear con ella, salimos los tres y nos damos un gran paseo. Hace poco ha descubierto los columpios, así que son parada obligatoria. Me acuerdo cuando la sacábamos a pasear y se quedaba dormida al segundo, ahora no, le chifla la calle, le entra una risa nerviosa cuando se ve en el ascensor, más graciosa. En la calle va pendiente de todo como un búho.
Eso sí, para sus horarios parece inglesa. No permite que te pases ni un minuto, ni de sus comidas por supuesto, pero tampoco de su baño y menos de sus horas de dormir.
Así que en cuanto llegamos a casa, del tirón al baño, cada día le gusta más, y de allí al biberón que no lo perdona. Y ahora es cuando viene el problema… A veces creo que en el biberón le están poniendo RedBull, no quiere dormir nunca, además como es muy lista sabe perfectamente cuando entramos en su cuarto y claro, a llorar… Es muy típico que entre su tata con ella, al rato sale con ella, después entra la madre y al rato vuelven a salir las dos y ya el último, papá. Mi repertorio de canciones para dormir es un poco escaso pero infalible, le canto la Salve Marinera de la Esperanza de Triana, el Padre Nuestro del Cristo de las Tres Caídas y la Salve de la Hermandad del Rocío de Triana y cae seca, jajaja. Bueno, a veces he de repetir mi repertorio dos veces.
He de confesar que cada vez que Lourdes se descuida, meto rápidamente a Carmen en nuestra cama, “¿ya está la niña en la cama?“ me pregunta, y yo me hago el loco y contesto “pues no me he dado ni cuenta, ¿cómo se habrá metido?, esta niña es tremenda…” Jajaja.
Es increíble las vueltas que puede llegar a dar. Ahora quiere dormir justo al revés, un lío muy grande que a mi me encanta. Dormir junto a ella, sentir su cuerpecito, es la sensación más increíble. A veces agarro a la mayor y la meto en la cama con nosotros, ese es mi paraíso.
No existe nada en la vida que transmita una sensación de paz que se pueda comparar a ver dormir a un bebé y verle reír, es la sensación más maravillosa que se puede sentir.
A Lourdes le digo siempre que ella es el timón que nos guía, nuestras niñas son las velas que nos impulsan y yo el casco del barco que las cuida. Así soy capaz de navegar los 7 mares y mil más.
Ser papá
- by franciscoriveraordonez
- 13 mayo, 2016
- 0
He tenido muchas peticiones para que escriba un post sobre mis funciones como padre, pues bien, aquí está.
Entiendo que esta petición va dirigida a las tareas que desempeño con Carmen, ya que Cayetana tiene dieciséis años y ya es una señorita muy mayor con su personalidad, ideas, gustos y con su carácter. Esto es muy importante, en casa todos somos gente de raza. Pero noble que es muy importante.
Y la que ahora mismo está sin manual de instrucciones es la princesita de casa, Carmen.
Me encanta realizar todas las tareas necesarias para el cuidado de nuestra bebota, además, cuando nació Carmen quien aportaba experiencia con bebés en casa era yo y no Lourdes.
Pues sí, soy totalmente activo en los cuidados de nuestra niña.
Tanto aportaba experiencia, que el encargado de bañarla las primeras semanas era un servidor, a Lourdes le daba mucho miedo que se le resbalara y se ahogara (miedos normales pero absurdos) y a mí me encanta. También es cierto que ya es la madre la que la baña todos los días, a mí lo que me gusta es meterla en la bañera o en la ducha conmigo y jugar con ella dentro del agua. ¡Qué momento más maravilloso!
Pero vamos a empezar por las mañanas…
Muchos días que Lourdes se tiene que ir a trabajar temprano yo aplazo mi entrenamiento para quedarme con Carmen. Me encanta su despertar, además es tan simpática por las mañanas… La verdad es que es simpática siempre, gracias a Dios todo el día sonríe.
Ese rato en la cama mientras se va desperezando me chifla. Le encanta cuando abrimos la persiana, se queda un rato embobada con la vista de los árboles que tenemos enfrente y si hace viento no os podéis imaginar, le encanta.
Después de un rato la llevo a su cuarto, le cambio el pañal y la visto, que por cierto espura lucha libre, odia el pañal y no sabéis cómo pelea para impedir que se lo ponga. Siempre que yo la visto le pongo un chándal, jajajaja, aparte de que veo que así está mucho más cómoda, es lo más fácil de poner. Hasta el punto que cuando la madre la ve con chándal dice “ya la ha vestido el padre…” Pues sí, además me encanta que vaya descalza y la madre es de ponerle todo tipo de jerséis de punto, pololos y zapatitos que en cuanto se descuida yo se los quito, aunque le eche la culpa a la niña, claro, “Se los habrá quitado ella, es que es un bicho…”.
Una vez vestida le preparo su biberón y más o menos cuando se lo termina llega su tata y ya me voy yo a entrenar. Eso sí, la dejo en su sillita viendo Baby T.V que la encanta.
Casi todos los días, por no decir todos, llego a casa y salimos a dar un paseíto antes de comer. Damos una vueltecita corta por un parque que está cerca de casa, le encanta ver los perros, los pájaros y los caballos de las calesas que pasean a los turistas.
Lo que sí me niego a darle es la papilla, lo siento mucho pero no puedo con eso, aquí abandono el barco.
Se podría decir que Carmen ya es una experta gateadora, esto ya no tiene ningún secreto para ella, aunque lo que le gusta es ponerse de pie cada vez que consigue agarrarse a algo que la ayude a enderezarse. Me encanta verla gatear, es un auténtico ratón colorao con esos ojos, que tiene más ojos que cara, tan espabilada, va a ser una prenda dorada buena. Miedo me da cuando empiece a andar, va a ser el tornado Carmen.
El taca-taca no termina de dominarlo así que es tan graciosa, ver ese taca-taca sin rumbo fijo chocándose con todo, pero a ella le gusta mucho.
Lo que le encanta es que la sentemos junto a la ventana en un juego que tiene que es una sillita. Pero lo que realmente la gusta es mirar por la ventana, es muy cotilla. Pero vamos, no aguanta mucho en ningún sitio, lo que realmente le gusta es estar en brazos y que le hagan todo tipo de cosquillas.
Y aunque parezca mentira le encanta la música, escucha música y se pone a bailar como una loca, ¡está sembrá!
Después de entrenar por la tarde otra vez, nos encanta salir a pasear con ella, salimos los tres y nos damos un gran paseo. Hace poco ha descubierto los columpios, así que son parada obligatoria. Me acuerdo cuando la sacábamos a pasear y se quedaba dormida al segundo, ahora no, le chifla la calle, le entra una risa nerviosa cuando se ve en el ascensor, más graciosa. En la calle va pendiente de todo como un búho.
Eso sí, para sus horarios parece inglesa. No permite que te pases ni un minuto, ni de sus comidas por supuesto, pero tampoco de su baño y menos de sus horas de dormir.
Así que en cuanto llegamos a casa, del tirón al baño, cada día le gusta más, y de allí al biberón que no lo perdona. Y ahora es cuando viene el problema… A veces creo que en el biberón le están poniendo RedBull, no quiere dormir nunca, además como es muy lista sabe perfectamente cuando entramos en su cuarto y claro, a llorar… Es muy típico que entre su tata con ella, al rato sale con ella, después entra la madre y al rato vuelven a salir las dos y ya el último, papá. Mi repertorio de canciones para dormir es un poco escaso pero infalible, le canto la Salve Marinera de la Esperanza de Triana, el Padre Nuestro del Cristo de las Tres Caídas y la Salve de la Hermandad del Rocío de Triana y cae seca, jajaja. Bueno, a veces he de repetir mi repertorio dos veces.
He de confesar que cada vez que Lourdes se descuida, meto rápidamente a Carmen en nuestra cama, “¿ya está la niña en la cama?“ me pregunta, y yo me hago el loco y contesto “pues no me he dado ni cuenta, ¿cómo se habrá metido?, esta niña es tremenda…” Jajaja.
Es increíble las vueltas que puede llegar a dar. Ahora quiere dormir justo al revés, un lío muy grande que a mi me encanta. Dormir junto a ella, sentir su cuerpecito, es la sensación más increíble. A veces agarro a la mayor y la meto en la cama con nosotros, ese es mi paraíso.
No existe nada en la vida que transmita una sensación de paz que se pueda comparar a ver dormir a un bebé y verle reír, es la sensación más maravillosa que se puede sentir.
A Lourdes le digo siempre que ella es el timón que nos guía, nuestras niñas son las velas que nos impulsan y yo el casco del barco que las cuida. Así soy capaz de navegar los 7 mares y mil más.
13mayo
Ser papá
- by franciscoriveraordonez
- 13 mayo, 2016
- 0
He tenido muchas peticiones para que escriba un post sobre mis funciones como padre, pues bien, aquí está.
Entiendo que esta petición va dirigida a las tareas que desempeño con Carmen, ya que Cayetana tiene dieciséis años y ya es una señorita muy mayor con su personalidad, ideas, gustos y con su carácter. Esto es muy importante, en casa todos somos gente de raza. Pero noble que es muy importante.
Y la que ahora mismo está sin manual de instrucciones es la princesita de casa, Carmen.
Me encanta realizar todas las tareas necesarias para el cuidado de nuestra bebota, además, cuando nació Carmen quien aportaba experiencia con bebés en casa era yo y no Lourdes.
Pues sí, soy totalmente activo en los cuidados de nuestra niña.
Tanto aportaba experiencia, que el encargado de bañarla las primeras semanas era un servidor, a Lourdes le daba mucho miedo que se le resbalara y se ahogara (miedos normales pero absurdos) y a mí me encanta. También es cierto que ya es la madre la que la baña todos los días, a mí lo que me gusta es meterla en la bañera o en la ducha conmigo y jugar con ella dentro del agua. ¡Qué momento más maravilloso!
Pero vamos a empezar por las mañanas…
Muchos días que Lourdes se tiene que ir a trabajar temprano yo aplazo mi entrenamiento para quedarme con Carmen. Me encanta su despertar, además es tan simpática por las mañanas… La verdad es que es simpática siempre, gracias a Dios todo el día sonríe.
Ese rato en la cama mientras se va desperezando me chifla. Le encanta cuando abrimos la persiana, se queda un rato embobada con la vista de los árboles que tenemos enfrente y si hace viento no os podéis imaginar, le encanta.
Después de un rato la llevo a su cuarto, le cambio el pañal y la visto, que por cierto espura lucha libre, odia el pañal y no sabéis cómo pelea para impedir que se lo ponga. Siempre que yo la visto le pongo un chándal, jajajaja, aparte de que veo que así está mucho más cómoda, es lo más fácil de poner. Hasta el punto que cuando la madre la ve con chándal dice “ya la ha vestido el padre…” Pues sí, además me encanta que vaya descalza y la madre es de ponerle todo tipo de jerséis de punto, pololos y zapatitos que en cuanto se descuida yo se los quito, aunque le eche la culpa a la niña, claro, “Se los habrá quitado ella, es que es un bicho…”.
Una vez vestida le preparo su biberón y más o menos cuando se lo termina llega su tata y ya me voy yo a entrenar. Eso sí, la dejo en su sillita viendo Baby T.V que la encanta.
Casi todos los días, por no decir todos, llego a casa y salimos a dar un paseíto antes de comer. Damos una vueltecita corta por un parque que está cerca de casa, le encanta ver los perros, los pájaros y los caballos de las calesas que pasean a los turistas.
Lo que sí me niego a darle es la papilla, lo siento mucho pero no puedo con eso, aquí abandono el barco.
Se podría decir que Carmen ya es una experta gateadora, esto ya no tiene ningún secreto para ella, aunque lo que le gusta es ponerse de pie cada vez que consigue agarrarse a algo que la ayude a enderezarse. Me encanta verla gatear, es un auténtico ratón colorao con esos ojos, que tiene más ojos que cara, tan espabilada, va a ser una prenda dorada buena. Miedo me da cuando empiece a andar, va a ser el tornado Carmen.
El taca-taca no termina de dominarlo así que es tan graciosa, ver ese taca-taca sin rumbo fijo chocándose con todo, pero a ella le gusta mucho.
Lo que le encanta es que la sentemos junto a la ventana en un juego que tiene que es una sillita. Pero lo que realmente la gusta es mirar por la ventana, es muy cotilla. Pero vamos, no aguanta mucho en ningún sitio, lo que realmente le gusta es estar en brazos y que le hagan todo tipo de cosquillas.
Y aunque parezca mentira le encanta la música, escucha música y se pone a bailar como una loca, ¡está sembrá!
Después de entrenar por la tarde otra vez, nos encanta salir a pasear con ella, salimos los tres y nos damos un gran paseo. Hace poco ha descubierto los columpios, así que son parada obligatoria. Me acuerdo cuando la sacábamos a pasear y se quedaba dormida al segundo, ahora no, le chifla la calle, le entra una risa nerviosa cuando se ve en el ascensor, más graciosa. En la calle va pendiente de todo como un búho.
Eso sí, para sus horarios parece inglesa. No permite que te pases ni un minuto, ni de sus comidas por supuesto, pero tampoco de su baño y menos de sus horas de dormir.
Así que en cuanto llegamos a casa, del tirón al baño, cada día le gusta más, y de allí al biberón que no lo perdona. Y ahora es cuando viene el problema… A veces creo que en el biberón le están poniendo RedBull, no quiere dormir nunca, además como es muy lista sabe perfectamente cuando entramos en su cuarto y claro, a llorar… Es muy típico que entre su tata con ella, al rato sale con ella, después entra la madre y al rato vuelven a salir las dos y ya el último, papá. Mi repertorio de canciones para dormir es un poco escaso pero infalible, le canto la Salve Marinera de la Esperanza de Triana, el Padre Nuestro del Cristo de las Tres Caídas y la Salve de la Hermandad del Rocío de Triana y cae seca, jajaja. Bueno, a veces he de repetir mi repertorio dos veces.
He de confesar que cada vez que Lourdes se descuida, meto rápidamente a Carmen en nuestra cama, “¿ya está la niña en la cama?“ me pregunta, y yo me hago el loco y contesto “pues no me he dado ni cuenta, ¿cómo se habrá metido?, esta niña es tremenda…” Jajaja.
Es increíble las vueltas que puede llegar a dar. Ahora quiere dormir justo al revés, un lío muy grande que a mi me encanta. Dormir junto a ella, sentir su cuerpecito, es la sensación más increíble. A veces agarro a la mayor y la meto en la cama con nosotros, ese es mi paraíso.
No existe nada en la vida que transmita una sensación de paz que se pueda comparar a ver dormir a un bebé y verle reír, es la sensación más maravillosa que se puede sentir.
A Lourdes le digo siempre que ella es el timón que nos guía, nuestras niñas son las velas que nos impulsan y yo el casco del barco que las cuida. Así soy capaz de navegar los 7 mares y mil más.
PREPARARSE PAL COMENTARIO DE LA EVA LA LOCAAAA!!!
al ver las fotos de carmen pixeladas, ya decía yo que desde que fueron al juzgado por lo de carmen, los padres no habían mostrado públicamente la cara de la niña, y supongo que es pq aquel día le advirtieron de que tampoco la exponga en redes sociales, q la proteja.
Espectacular este post, desternillante. Me encanta la raza y que está sembrá. Las sensaciones sensacionales que siente, cómo se enorgullece de cuidar a la niña y llevarla al parque, aunque ese gran misterio que es darle de comer, con su dificultad grado mil se le encone de manera que este valiente hombre tenga que dejarlo en manos de una mujer. El simil del timón, las velas y el casco del barco es pa tirarse por la ventana, oiga.
No me creo que Tana se quiera meter en la misma cama donde su padre se acuesta con Palur, que tana es mayorcita y no es tonta.
