"Historia de un Matrimonio" Silvia Taulés.

Hay adictos que desean rehabilitarse y lo han hecho. Pero quisiera ver cuantos ladrones de altos vuelos han devuelto el dinero tras pasar por la cárcel. Ninguno devuelve el dinero y de seguro que los Urdangarin-Borbon tienen la vida resuelta para siempre aunque él pise la cárcel, y en todo caso, si pisa la cárcel, será por poco tiempo, enseguida buscaran excusas para excarcelarle...
Y dale con que Urdanga no ha devuelto el dinero, ha devuelto lo que ha podido, parte en cash, parte en inmuebles que deposito en el juzgado. En todo caso Urdangarín debe devolver la mitad del importe que supuestamente defraudo por Noos y la otra mitad la debe devolver su socio, desconozco lo que han devuelto ambos del total que les pidió el juez, luego vendrá la sentencia y deberán pagar multa ambos, ten por seguro que Urdangarin devolverá el total de dinero publico mas la multa que le pedirán.
No esta imputado por el dinero privado que cobro, porque nadie lo ha demandado por ello y porque no hay delito alguno en pagar dinero privado.
Supongo que en la carcél se le aplicará la misma norma que los otros presos por delitos parecidos.
En cuanto a que tiene la vida resuelta, pues claro ¿ acaso sabes de algún hijo o consorte de un rey ( rey en ejercicio o jubilado) que no tenga la vida resuelta ?, hasta Marichalar tiene la vida resuelta, el marido de Marta Luisa que no hace absolutamente nada también la tiene resuelta....... cosas de las monarquías .
 
El Mundo Orbyt.

CRISTINA E IÑAKI

07/05/2016

LOS TEMORES DEL PADRE ANTE EL ASCENSO DEL HIJO


MUCHO SE HA ESPECULADO acerca del matrimonio entre Cristina de Borbón (50) e Iñaki Urdangarin (48), una relación que, ya desde el flechazo inicial en 1996, no hizo más que sumar mentiras y convertir lo que parecía un sueño en una auténtica pesadilla. La periodista Silvia Taulés ha indagado en la peculiar historia de esta pareja, en los aspectos más desconocidos, desde esos primeros días a la soledad ante el juez por el proceso del Caso Nóos, para escribir Iñaki y Cristina. Historia de un matrimonio, que La Esfera de los Libros publica la próxima semana.

Por primera vez, se cuentan los detalles del encuentro de Iñaki y Cristina, que no fue una apuesta, como se dijo, ni una casualidad. Las vidas de Cristina e Iñaki se habían cruzado varias veces antes de que ella, decidida, diera el primer paso. Ya de jóvenes, en algún acto deportivo relacionado con la residencia Blume, había habido algún contacto. Después llegaron los Juegos Olímpicos de Atlanta, en 1996, donde el equipo de balonmano en el que jugaba Iñaki Urdangarin ganó la medalla de bronce. Otra presentación, otro cruce de miradas, otro saludo. Y el camino abierto para volverse a encontrar.

El libro cuenta cómo fue en el restaurante El Pou, no obstante, donde saltó aquella famosa chispa que les unió ya sin remedio. El local estaba en el Pasaje Pellicer de Barcelona y se había convertido en uno de los lugares de moda de la ciudad. No en vano, sus socios eran deportistas de elite, guapos y solicitados por las mujeres. Iñaki Urdangarin, Manuel Doreste, Fernando Barbeito y el abogado José Manuel Valades habían abierto el restaurante hacía unos meses. Y allí fue donde se produjo el cruce definitivo. Era septiembre y uno de los socios, Manuel Doreste, quiso montar una fiesta para rendir homenaje a los deportistas que habían estado en Atlanta. Quería reunir a los de waterpolo y los de vela, sus amigos más cercanos. Lo hizo en El Pou, y como Urdangarin tenía acciones junto con Fernando Barbeito, uno de sus mejores amigos y compañero de equipo, tanto en los Juegos como en el Barça, la selección de balonmano se unió a la fiesta.

Fue ella la que preguntó: “¿Quién es ese rubio?”. Y pidió su teléfono. El deportista tenía novia por aquel entonces, una joven de Puigcerdà, Carme Camí, a la que plantó por la Infanta. “Pero Iñaki siempre tenía novietas, Carme dijo que se iban a casar y todo eso, pero no es cierto, al menos los íntimos de Iñaki nunca lo tomamos en serio y nunca supimos de esa boda. Eran novios desde hacía un par de años, la cosa era seria y estable, pero de boda no se habló nunca”, cuenta uno de sus amigos íntimos. “Iñaki siempre había estado con muchas chicas hasta que llegó Cristina, entonces todo cambió”.

El abogado que los presentó en la fiesta de El Pou es un amigo de Cristina, deportista, natural de Palma y aficionado a la vela. En esa cena es cuando surge la primera chispa. “Quiero el teléfono de ése”, dijo tras preguntar por su nombre. La fiesta se alargó y todos pudieron ver cómo la Infanta estuvo tonteando toda la noche con Iñaki, un tonteo que él recibía con gracia y satisfacción. “Sí, sí, aquella noche ligaron en el sentido clásico de la palabra, se gustaron y charlaron un buen rato, entre risas tontas y promesas de volverse a ver”.

Así fue. El teléfono de Iñaki sonó a los pocos días e, incrédulo, accedió a una primera cita. “¡Me ha llamado la Infanta!, ¿qué hago?, esto es una locura, ¡no sé qué hacer!”, les decía a sus amigos desconcertado.

Con un carácter fuerte y disciplinado, Cristina de Borbón tomó las riendas del asunto. Fue la que pidió el teléfono, fue la que primero llamó y fue la que organizó la primera cita. Quedaron para ir al cine con otra pareja, Alexia de Grecia y Carlos Morales. Después del cine fueron a tomar algo los cuatro, una reunión que discurrió muy relajada y divertida. Iñaki sacó sus armas de seducción: su enorme simpatía y desparpajo, y Cristina quedó rendida a sus pies. Ya no hubo vuelta atrás.

EL PAPEL DEL PADRE

“Ella se enamoró desde el primer momento. Iñaki era un hombre alto, guapo y fuerte, pero encima era simpático y decidido, se lo pasaba en grande con él y decidió probar suerte”, recuerdan sus allegados. “Él se enamoró de todo desde el primer momento, aunque le costó reaccionar. Estaba impresionado por la situación, sobre todo por la posibilidad de terminar siendo parte de la Familia Real, recuerdo que lo decía y se partía de risa, como si no fuera posible ni imaginarlo. Aunque tardó muy poco tiempo en hacerse a la idea y en disfrutar con ella”.

A los pocos días de haberse visto en el cine, el teléfono de Iñaki sonaba de nuevo. Esta vez, no obstante, la Infanta fue mucho más directa y le pidió a Iñaki que la invitara a cenar. Él debía hacerse cargo de la situación, escoger restaurante, reservar, organizar… Pero la cosa le superaba de tal manera, que llamó a varios amigos para que le ayudaran. Dos fueron al menos los que recibieron la llamada de socorro de Iñaki y sólo uno de ellos se decidió a echarle una mano. Reservaron dos mesas, una para dos y otra para cuatro, los escoltas que en aquellos tiempos acompañaban siempre a la hija del Rey.

Cuando la relación se afianzó, Juan María, el padre de Iñaki Urdangarin, demostrando lo mucho que conocía a su hijo, intentó advertir a sus amigos y les pidió ayuda para que las cosas no terminaran como finalmente han sucedido: alejándose de los suyos y solo, sin el apoyo de los amigos de verdad, pero con malas compañías.

La periodista Silvia Taulés cuenta en Historia de un matrimoniocómo después de los partidos, la sección de balonmano del Barça solía irse a tomar unas cervezas. El bar Tomás, en Sarriá, era uno de los locales que frecuentaban por sus famosas patatas bravas. Tanto es así que hasta habían llevado al mismísimo Rey en alguna ocasión. Tras una victoria poco más de un mes antes de la boda entre Iñaki y Cristina, algunos de los jugadores se fueron a tomar las cañas de siempre.

Hacía sol, muy buen tiempo, y aprovecharon para acercarse al bar caminando. Nada de bajarse del coche y que aparcara uno de ellos, como hacían a veces. Aparcaron en un garaje público cercano y se fueron a pie hasta el Tomás, situado en Mayor de Sarriá, una vía de poco tránsito en un barrio de calles enrevesadas y poco transitables. En esa corta caminata de apenas 500 metros les acompañó Juan María, el padre de Txiki Urdangarin, ilusionado e integrado en el grupo desde hacía años.

Más que un grupo era un trío, recuerdan algunos de aquella época. Eran el Barru, el Ferdi y el Txiki, quienes habían forjado una amistad a lo largo de los años y se convirtieron en un aparte en el mismo equipo. Entre ellos no había secretos. El trío de la benzina, les habían apodado hacía años por su fortaleza, su juego eléctrico y su fuerte unión; y esa relación no la iba a romper nada ni nadie. Juntos desde pequeños, ahora, con más de 30, seguían siendo inseparables. Se conocían los padres, se conocían las parejas y pronto se conocerían los hijos. Porque el Txiki estaba a punto de casarse. Quedaba poco para la boda y los amigos lo celebraban en todo momento. Habían vivido muy de cerca el noviazgo y estaban felices porque finalmente su amigo iba a cumplir uno de sus sueños. Porque no sólo había encontrado el amor, sino que Txikiiba a triunfar más allá de lo que nunca imaginó. Todos eran conscientes del enorme éxito personal que había logrado Iñaki, incluso su padre, Juan María, un hombre sensato y pulcro en las formas, sabía lo que había conseguido su hijo. Y sabía también a lo que se enfrentaría a partir de ese momento.

Por eso, Juan María rodeó a dos de los amigos de Iñaki por los hombros y caminó algo más lento para separarse del resto. “Mirad”, les dijo, “os tengo que pedir un favor, yo sé que a partir de ahora a mi hijo le van a salir muchos amigos de debajo de las piedras, que será famoso y muchos querrán estar cerca de él. Y de estos muchos, los habrá que lo hagan por interés, por conseguir algo para ellos. Estos amigos no le convienen a mi hijo. Como os conozco y sé que sois buena gente sólo os pido que no déis un paso atrás, que ayudéis a mi hijo, que estéis con él. Me da miedo, sé lo que va a pasar”.

No fue posible. A los halagos de la prensa, que llegaron a calificar a Urdangarin de “chico perfecto”, se sumaron los privilegios que de pronto adquirió por estar relacionado con la Casa Real. Entró directamente a formar parte del núcleo duro de la Familia del Rey y fue nombrado duque (consorte) de Palma el mismo día en que se casó con la Infanta. “No hay que olvidarlo, era el yerno del Rey… es que ahora todos lo miran con desprecio pero ¡entonces era la leche!”, refleja el libro.

Los amigos de verdad ya no están, tal y como se temía el patriarca Urdangarin. “La vida es así y ya está”, comenta uno de aquellos antiguos compañeros.

Historia de un matrimonio, de Silvia Taulés, sale a la venta el próximo martes,

publicado por La Esfera de los Libros

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Lo pongo en cuarentena el artículo, el restaurante no era un local tan de moda. Al poco de casarse Inaki con Cristina cerró. Inaki se vió poco por restaurante para no decir que casi nunca, Ahora está el restaurante Nonono de Isma Prados
 
Aparcaron en un garaje público cercano y se fueron a pie hasta el Tomás, situado en Mayor de Sarriá, una vía de poco tránsito en un barrio de calles enrevesadas y poco transitables.... Esta señora no conoce Barcelona de nada, Mayor de Sarriá no es la calle Pelayo pero que no es muy transitable hay un trecho
 
Lo pongo en cuarentena el artículo, el restaurante no era un local tan de moda. Al poco de casarse Inaki con Cristina cerró. Inaki se vió poco por restaurante para no decir que casi nunca, Ahora está el restaurante Nonono de Isma Prados
Mientras fueron novios la pareja cenaba habitualmente en el restaurante en compañía de amigos de él y también con el grupo de amigos de Cristina. En cuanto se casaron Urdangarin vendió su parte a sus socios y se desentendió del restaurante , dijeron en su día por recomendación del suegro y porque debido a su nueva situación no podia prestarle la atención que le prestó hasta su boda.
Lo que sucedería en el restaurante después de su marcha lo desconozco.
 
Chicas... este libro no lo compró, si en el avance se puede detectar que no tiene ni idea de lo que escribir. las dos chorradas que he detectado y son sin importancia, no quiero saber que debe de decir en el libro.
 
Muchas empresas privadas a las que estafaron están a la expectativa para ver cual va a ser la sentencia con lo del dinero público, a ver si salen bien parados o no. Aparte de que a dia de hoy ya es quedar de panoli confesar que la Noos te dió gato por liebre.

En cuanto a que lo ha devuelto todo,yo he leido que lo entregado no cubre la totalidad de lo hurtado, y no se explica el tren de vida que llevan en Suiza con el sueldo de ella en la Caixa, pues él no tiene ingresos. Pero ojala tengas razón y no sean como un Roldán, que vive de la pensión de jubilado sin que se sepa que ha hecho con los millones que robó. Supongo que querrá tener una lápida de oro o algo asi. Y la mayoria debes reconocer que no devuelve la pasta, Mario Conde, todos los corruptos... ¿donde está el dinero? Vale la pena ir a la cárcel una temporada a cambio de la pasta que tienes escondida en paraisos fiscales.

Y desde luego que todos los coronados tienen la vida resuelta, pero estos la van a tener pese a haber caido en desgracia y en teoria haber devuelto la pasta, a ver como te lo explicas.


Que cansino, por repetido y repetido. Yo tampoco sé si los dos socios de Noos han devuelto el total de todo el dinero que según el sumario dice que deben entregar, únicamente sé que Urdangarin ha devuelto dinero en metalico y ha depositado propiedades en el juzgado , sobre su socio desconozco lo que ha devuelto en dinero y lo que ha devuelto en propiedades, como también desconozco si la suma total de lo entregado por ambos socios es el total de lo que supuestamente defraudaron.

Si no te explicas el tren de vida es que no entiendes nada sobre monarquías.

Este hilo es para hablar de los Urdangarín , abre un hilo para comentar sobre Roldan y sobre Mario Conde.
 
Aparcaron en un garaje público cercano y se fueron a pie hasta el Tomás, situado en Mayor de Sarriá, una vía de poco tránsito en un barrio de calles enrevesadas y poco transitables.... Esta señora no conoce Barcelona de nada, Mayor de Sarriá no es la calle Pelayo pero que no es muy transitable hay un trecho

Bueno, lo cierto es que la circulación de vehículos está limitada, quizás se refiera a eso con lo de que no es muy transitable.
 
No entiendo por qué te tienes que poner tan borde si ahora sales con que no sabes de lo que hablas. No entiendo ni tu planteamiento ni tu postura ni que arremetas con un mero ejemplo. No sé si defiendes a esta pareja o no ni por qué das por hecho que no entiendo de monarquias, no hace falta hacer un master para saber que son un club de chupópteros privilegiados.


Es cierto es un negocio de chupópteros privilegiados.
Siento no entiendas mis planteamientos y mi postura, digo que lo siento porque no se explicarme mejor para que me entiendas, pasa de lo que digo y ya esta.
 
Es increíble el nivel de engreimiento que tienen estos Borbones.¡¡Quiero el teléfono de ese rubio!! llama y casi le exige una cita,no entra en su cabeza un NO.Vuelve a llamar y le dice que quiere cenar con él.Todo lo da por hecho.Ella decide y manda.Supongo que todo lo que sigue será así,el beso, la cama...Y ahora quieren que nos creamos, que ella era una esposa obediente,que lo dejaba todo en manos de su marido, y que no se enteraba de nada??? Que falta de respeto a los españoles,que harta estoy de que nos tomen el pelo esto Borbones, que se creen dioses.Nos cuestan una fortuna y además se creen con derecho de pernada,por que parece que es eso lo que se desprende de ese libro.
A mí me parece hasta natural. No están acostumbrados a escuchar un "no". Contrariamente a lo que piensan algunas foreras, yo no creo que el sexto se casara con Letizia porque no encontró nada mejor. Estoy convencida de que tenía mucho donde elegir, la certeza de acceder al trono era un caramelo para muchísimas. ¿Se puede ascender más alto en la pirámide social?

Sea por lo que fuera él se enamoró (o encoñó) de ella. Yo tengo mi propia teoría, fue precisamente por su carácter difícil. Ella le daba una de cal y una de arena. El truco más viejo del mundo para pescar a los hombres que no son fáciles de atrapar. Fue lista, jugó bien sus cartas y se lo llevó al huerto. Otra cosa es si hubo o no intereses para facilitar-fomentar esa relación. Ahí no entro.

Lo de que ella "no sabía nada" y era una mujer sumisa y obediente no se lo cree ni el más ingenuo.
 
Cristina, al igual que sus hermanos, creció con la vida hecha y bien resuelta. No se tuvo que esforzar, al igual que su padre y su madre, por conservar y justificar su puesto como princesa real. Cristina creció con ese peloteo jabonoso. Todo el mundo se deshacía y deslomaba por cumplir lo que ella pedía.

Cuando coronaron a su padre, era una niña. La gente común se sentía agradecida por la labor de los reyes, les sentían casi como héroes y libertadores de los derechos del pueblo. Los niños corrientes llevaban el nombre los los reyes o de las infantas. Así que, al principio, fueron fáciles de justificar esos descuadres y la opacidad de la CR.. El pueblo sentía que se lo debían, por haberles librado de la dictadura, juas. Más o menos, esta carta blanca duró diez o quince años, coincidiendo con la caída en picado de Felipe González, el presidente amado por mucha gente, y todos los escándalos financieros de aquella época. También fue la época del caso Alcasser.

En aquella época, Cristina se fue con su prima no griega, a vivir la vida a Barcelona. Allí era libre, entraba y salía sin el rapapolvos diario de mamá, ocio y juerga de una persona de clase privilegiada, sin ningún tipo de obligación a cambio, novios y rolletes. Le regalaron un puesto en La Caixa. Pero ya superaba los 30 años de edad y se le estaba pasando el arroz. Debía pensar en tener su descendencia. Le sugerían que se casase con el actual rey Belga, pero ella era moderna. Así que le reventaron algún intento de noviazgo con chavales muy monos.

Por lo que fuera, el compromiso oficial con el Urdangarin se comunicó en pocas semanas. Se casaba deprisa, como si fuera una boda que ocultase algún secreto morboso. La familia del Urdangarin era impecable, pertenece a la oligarquía catalana y vasca, del PNV, de la banca. ël era el hijo guapo, pero tontín y vaguete.

Se juntaron un roto con un descosido. En la pedida de mano, bien contenta e hinchada que estaba toda la familia Urdangarin Liebert, por emparentar con la casa real borbona y ex griega.
 
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