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Según la prensa alemana, las dos cuñadas ya no serían tan cercanas como antaño. Apenas se las ve juntas públicamente
18.03.2016 – 05:00 H.
Cuando el 17 de febrero de 2012 el príncipe Friso de Holanda, segundo hijo de la entonces reina Beatriz, fue sepultado por la nieve en la estación de esquí de Lech y entró en coma, la familia Orange hizo piña en torno a su esposa, la princesa Mabel, y sus dos hijas, Luana y Zaria. Durante el casi año y medio que Friso estuvo ingresado en el hospital y hasta su muerte el 12 de agosto de 2013, Mabel contó con el total apoyo de su familiares políticos, que dejaron claro que son una de las casas reales más unidas y que en ella no hay ninguna 'oveja negra' como la infanta Cristina en el caso de España, el príncipe Laurent en el de Bélgica o Ari Behn en el de Noruega.
Mabel, Guillermo Alejandro y Máxima en el funeral de Friso (Gtres)
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La reina Máxima fue, junto con Beatriz, una de las que más se volcó en Mabel y se convirtió en su bastión. Para animar a su cuñada, Máxima la invitaba a eventos oficiales u organizaba quedadas con las hijas de ambas para que pudieran pasar un poco mejor ese mal trago. Sin embargo, parece que ahora esa relación entre las cuñadas se ha enfriado o, al menos, así lo aseguran los medios alemanes. Y es que ya apenas coinciden públicamente. La última ocasión en la que se las vio compartiendo acto fue en diciembre de 2015, en la entrega del Premio Príncipe Claus. Según testigos presenciales, las dos mujeres apenas se dirigieron la palabra y Mabel estuvo algo seria.
Este mismo miércoles, la princesa reaparecía en Delft (Holanda) junto a la princesa Beatriz para entregar el Premio Príncipe Friso. Durante el acto, se puedo ver a una Mabel relajada y sonriente, algo que hacía mucho tiempo que no ocurría. Tal parece que, a pesar de la muerte de Friso y de que ya tiene una nueva relación con el empresario Arpad Busson, ex de Uma Thurman y Elle Mcpherson, Mabel sigue queriendo a Beatriz como a una madre y está muy unida a ella. Muchos se preguntaron por qué Máxima no había acompañado a su cuñada al evento, aunque hay que tener en cuenta que desde que Friso murió han sido su madre y su esposa las que han entregado el premio, así que no tiene mucho sentido la presencia de la argentina.
Beatriz y Mabel en la entrega del Premio Príncipe Friso (Gtres)
A todas estas teorías de los medios del corazón alemanes, debemos sumar lo ocurrido en Lech el pasado febrero. La cuñada de la reina Máxima no quiso formar parte del posado a pesar de que en aquellos momentos se encontraba en Lech. A diferencia del resto de los miembros de la familia, Mabel se desplazó hasta este pequeño municipio suizo el 16 de febrero. Acompañada por sus dos hijas y por su suegra, Mabel estuvo disfrutando de unas jornadas de deporte y relax. Un día después de la llegada de los demás Orange, la princesa decidió poner rumbo a Londres, ciudad en la que reside. Así pues, Mabel coincidió con sus cuñados y sus sobrinos apenas 24 horas. Se desconoce si la marcha de Mabel tiene algo que ver con la llegada del resto de la familia, aunque lo más probable es que tuviera que atender algún compromiso en la capital británica.
La familia Orange en Lech sin Mabel y sus hijas
18.03.2016 – 05:00 H.
Cuando el 17 de febrero de 2012 el príncipe Friso de Holanda, segundo hijo de la entonces reina Beatriz, fue sepultado por la nieve en la estación de esquí de Lech y entró en coma, la familia Orange hizo piña en torno a su esposa, la princesa Mabel, y sus dos hijas, Luana y Zaria. Durante el casi año y medio que Friso estuvo ingresado en el hospital y hasta su muerte el 12 de agosto de 2013, Mabel contó con el total apoyo de su familiares políticos, que dejaron claro que son una de las casas reales más unidas y que en ella no hay ninguna 'oveja negra' como la infanta Cristina en el caso de España, el príncipe Laurent en el de Bélgica o Ari Behn en el de Noruega.
Mabel, Guillermo Alejandro y Máxima en el funeral de Friso (Gtres)
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La reina Máxima fue, junto con Beatriz, una de las que más se volcó en Mabel y se convirtió en su bastión. Para animar a su cuñada, Máxima la invitaba a eventos oficiales u organizaba quedadas con las hijas de ambas para que pudieran pasar un poco mejor ese mal trago. Sin embargo, parece que ahora esa relación entre las cuñadas se ha enfriado o, al menos, así lo aseguran los medios alemanes. Y es que ya apenas coinciden públicamente. La última ocasión en la que se las vio compartiendo acto fue en diciembre de 2015, en la entrega del Premio Príncipe Claus. Según testigos presenciales, las dos mujeres apenas se dirigieron la palabra y Mabel estuvo algo seria.
Este mismo miércoles, la princesa reaparecía en Delft (Holanda) junto a la princesa Beatriz para entregar el Premio Príncipe Friso. Durante el acto, se puedo ver a una Mabel relajada y sonriente, algo que hacía mucho tiempo que no ocurría. Tal parece que, a pesar de la muerte de Friso y de que ya tiene una nueva relación con el empresario Arpad Busson, ex de Uma Thurman y Elle Mcpherson, Mabel sigue queriendo a Beatriz como a una madre y está muy unida a ella. Muchos se preguntaron por qué Máxima no había acompañado a su cuñada al evento, aunque hay que tener en cuenta que desde que Friso murió han sido su madre y su esposa las que han entregado el premio, así que no tiene mucho sentido la presencia de la argentina.
Beatriz y Mabel en la entrega del Premio Príncipe Friso (Gtres)
A todas estas teorías de los medios del corazón alemanes, debemos sumar lo ocurrido en Lech el pasado febrero. La cuñada de la reina Máxima no quiso formar parte del posado a pesar de que en aquellos momentos se encontraba en Lech. A diferencia del resto de los miembros de la familia, Mabel se desplazó hasta este pequeño municipio suizo el 16 de febrero. Acompañada por sus dos hijas y por su suegra, Mabel estuvo disfrutando de unas jornadas de deporte y relax. Un día después de la llegada de los demás Orange, la princesa decidió poner rumbo a Londres, ciudad en la que reside. Así pues, Mabel coincidió con sus cuñados y sus sobrinos apenas 24 horas. Se desconoce si la marcha de Mabel tiene algo que ver con la llegada del resto de la familia, aunque lo más probable es que tuviera que atender algún compromiso en la capital británica.
La familia Orange en Lech sin Mabel y sus hijas